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Proyecto de Reciclado de Llantas
Proyecto de Reciclado de Llantas
En 1888 el veterinario escocés John Boyd Dunlop inventó las primeras llantas
llenas de aire o neumáticas. El pegó mangueras de hule a ruedas de madera y
cubrió la superficie de contacto con gruesas lonas. Estas llantas las instaló sobre
un triciclo e hizo las primeras pruebas. Al no encontrar problemas el Sr. Dunlop le
añadió piezas de hule a las lonas para evitar que derraparan y las probó en una
bicicleta. El resultado fue un éxito. Esto marcó el inicio de las llantas de aire o
neumáticas.
Por qué?
¿Cómo hacerlo?
Se trata del acopio y reciclado de llantas y hule de todo tipo, que al pasar por
un proceso de trituración, se pulverizan para que su reutilización en la
fabricación de suelas de zapatos, mouse pad, macetas, mangueras, juegos
infantiles, loseta o para la pavimentación de avenidas y carreteras.
Requerirás un espacio amplio para almacenar las llantas; una trituradora cuyo
precio varía entre $250,000 y $600,000; costales para almacenar el polvo y
arena plástica, y un vehículo de carga para transporte. Además del hule, el
alambre de acero y de las cuerdas de nylon se pueden vender a empresas
fundidoras.
Ello significa unas 25 millones al año; de esta cantidad, 23% procede del Distrito
Federal y del área metropolitana.
Un reporte de la Asociación Nacional de Distribuidores de Llantas establece que si
esta tendencia se mantiene dentro de una década habrá otros 250 millones de
neumáticos de desecho, adicionales a los 200 millones que ya se han acumulado en
los últimos diez años.
El problema, indicaron, es más que numérico: a la saturación del paisaje por cerros
de llantas se agrega el daño ecológico por su quema a la intemperie y el latente
riesgo a la salud por la fauna transmisora de enfermedades que se reproduce en
esos depósitos.
Con este modelo se puede obtener materia prima para fabricar llantas nuevas y
otros productos comerciales.