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CASOS DE EVALUACIÓN ESTRUCTURAL

Fisuras y grietas
Las fisuras en el concreto se atribuyen a múltiples causas y pueden sólo afectar la apariencia de
una edificación, pero también pueden ser indicadoras de fallas estructurales significativas. Las
fisuras pueden representar la totalidad del daño, pero también pueden señalar problemas de
mayor magnitud. Su importancia depende del tipo de estructura, como así también de la
naturaleza de la fisuración.

Las fisuras sólo pueden repararse correctamente si se conocen sus causas de origen y si los
procedimientos de reparación seleccionados son adecuados para dichas causas; en caso
contrario, las reparaciones durarán poco tiempo. Una correcta reparación, ataca no sólo la fisura
como tal, sino también las causas del problema.

Debido a la complejidad que caracteriza el tema de las fisuras en estructuras, es recomendable


siempre la consulta e intervención de personas con experiencia, que ayuden a solucionar estas
patologías de la mejor manera posible. Las fisuras son roturas de distintas longitudes, espesores
y profundidades, que aparecen en los elementos de concreto armado, y se manifiestan
externamente con un desarrollo lineal.
Las causas de origen de una fisura pueden ser múltiples. Entre ellas destacan: curado deficiente
del concreto, retracción, variaciones térmicas, ataque químico, cargas externas, cargas
excesivas, errores en la ejecución, errores en la concepción del diseño, asentamientos, entre
otros.

Evaluación de fisuras

La evaluación de fisuras es un procedimiento delicado que requiere de la experticia de personas


capacitadas. Una incorrecta evaluación de una fisura conlleva a reparaciones inadecuadas y por
lo tanto, al fracaso de los objetivos, que se traduce en edificaciones vulnerables, con riesgos de
distintos niveles y altas exposiciones al ataque de sustancias, acciones, fuerzas y procesos que
ocasionan innumerables problemas en las estructuras.

Sin embargo, personas no expertas en el tema pueden contribuir en gran parte con la
identificación, control y solución de ciertos tipos de fisuras, así como en la elaboración y
cumplimiento de planes preventivos y de mantenimiento de las edificaciones. Se debe tener en
cuenta que es prácticamente imposible determinar con completa precisión, las causas y el
porqué de las fisuras en las edificaciones de concreto armado; en todo caso, siempre es
conveniente contar con el apoyo e intervención de personas con experiencia en el tema.

Es necesario llevar a cabo los siguientes pasos, como una aproximación muy general para la
evaluación de fisuras y grietas:

1. Identificarlas ubicación, extensión y ancho de las fisuras, empleando un esquema de la


estructura y rayando sobre él las ubicaciones. Identificar cualquier lesión, como
descascaramientos, armaduras expuestas a la vista, deterioros superficiales y manchas de óxido.
2. Monitorear el movimiento de las fisuras, determinar si son fisuras vivas o muertas. Deben
tomarse fotografías y compararlas con el tiempo, también pueden hacerse marcas sobre el
elemento fisurado o a través de aparatos especializados.

3. Se deberían revisar los planos, especificaciones y registros de construcción y mantenimiento


para conocer la disposición de las armaduras originales, el espesor y la calidad del concreto.
Estimar si existe algún error en el diseño o ejecución del proyecto.

4. Determinar la presencia de fisuras y vacíos internos y la profundidad de penetración de las


fisuras visibles en la superficie. Para ello puede golpearse la superficie con un martillo, un sonido
hueco indica la presencia de una o más por debajo de la superficie y paralelas a la fisura
superficial.

5. Determinar la presencia de armaduras (cantidad, características esenciales) cerca de la fisura.


Hay aparatos para esto, sin embargo se puede retirar el recubrimiento de concreto, usando
taladros o cinceles.

6. Establecer las posibles causas de la fisuración. Si se sospecha de corrosión en la armadura, se


debe retirar el concreto y observar directamente el estado del acero.

7. Intentar determinar si las fisuras observadas representan algún problema estructural actual
o futuro, considerando las condiciones actuales y las condiciones de carga estimadas para el
futuro. Tomar medidas al respecto (por ejemplo, si hay daños estructurales, desalojar la
edificación e intervenir inmediatamente) Plantear los posibles procedimientos de reparación.

Diagnóstico de estructuras dañadas por fuego

Con el objetivo de tener una referencia de cómo afectan las altas temperaturas a los materiales,
diremos que a los 400ºC el acero se vuelve dúctil y a los 600ºC se produce una bajada brusca de
su resistencia.

El hormigón comienza a deteriorarse a temperaturas superiores a los 380ºC en periodos


prolongados de tiempo. A los 400ºC se produce una pérdida de resistencia entre 15-25 %, según
sea de áridos calizos o silíceos. Por encima de los 800ºC, deja de poseer una resistencia a la
compresión viable, y se debilitará en mayor medida al enfriarse cuando se apague el fuego.

1. EVALUACIÓN DEL ESTADO ACTUAL DE LA ESTRUCTURA.

La evaluación del estado actual de la estructura, identifica la causa del daño sufrido por la misma.
Esta causa puede deberse a diversos factores involucrados en un incendio, tales como: la acción
de altas temperaturas sobre los materiales, la acción del enfriamiento rápido por el agua, las
sobrecargas producidas por eventuales colapsos de elementos sustentantes, la fluencia
derivada de la dilatación de elementos estructurales y otras muchas más.

2. ENSAYOS A LAS ESTRUCTURAS EXISTENTES QUE SE PRETENDEN REUTILIZAR.

Los ensayos cuantifican la evolución y velocidad del daño material a la estructura. En este paso
se determinan los diferentes tipos de ensayos que se deberán realizar, así como los elementos
que deberán ser ensayados, confeccionando fichas individuales que permitan emitir el
diagnóstico de cada elemento, relacionado con estructuración del edificio.

3. DIAGNÓSTICO GENERAL DE LA ESTRUCTURA Y PARTICULAR DE CADA ELEMENTO.

El diagnóstico permite definir el nivel de daño y la urgencia de la intervención. Estos niveles


están definidos del siguiente modo:

Nivel A: Elementos sin daño,

Nivel B: Elementos con daños leves en el hormigón,

Nivel C: Elementos con grandes pérdidas de hormigón, armaduras expuestas pero no dañadas,

Nivel D: Elementos con pérdidas importantes de hormigón, armaduras pandeadas o sueltas,

Nivel E: Elementos con colapsos parciales o totales.

4. ESTIMACIÓN DE LA RESISTENCIA ESTRUCTURAL.

En esta etapa se predice el comportamiento futuro de la estructura basándose principalmente


en el uso que se dará a la misma con posterioridad a la reparación.

5. REPARACIÓN Y REHABILITACIÓN.

En este paso se definen los métodos que se emplearán en la reparación y rehabilitación de la


estructura, entendiéndose por reparación aquellas acciones que se realizan para dejarla tal
como se encontraba antes del siniestro y por rehabilitación a las acciones tendientes a dejar la
estructura con el mismo margen de vida que una estructura nueva. Estos métodos tienen varios
niveles, tales como: a) no hacer nada, b) parches no estructurales c) reparación y/o
reforzamiento y d) demolición.

6. MONITOREO.

Las estructuras intervenidas muchas veces requieren un plan de monitoreo para asegurar el
buen comportamiento una vez finalizada la intervención. Este plan normalmente comprende,
revisión de deformaciones de algunos elementos estructurales. Otros planes más ambiciosos
contemplan el monitoreo a través de instrumentos dejados al interior de los elementos que
sirven para evaluar comportamientos ante sismos y otros eventos importantes.

EVALUACIÓN DEL ESTADO DE UNA EDIFICACIÓN DESPUÉS DE UN SISMO


Esta metodología incluye la definición del personal necesario, la preparación requerida, el
procedimiento de inspección y el procedimiento de registro de los resultados. El propósito
principal de la inspección es determinar el grado de amenaza que representan los daños sobre
la integridad estructural de la edificación, para clasificarla en términos de las acciones que deben
tomar, tanto las autoridades competentes como los usuarios, tras la ocurrencia de un sismo.
Adicionalmente, el registro de la identificación y la evaluación los daños es esencial para
determinar el impacto económico y social del sismo en la ciudad y para aportar información a la
base de datos históricos que siempre sirve para desarrollar y mejorar las técnicas asociadas con
las estructuras sismo resistentes.
PROCEDIMIENTOS PARA LA INSPECCIÓN DE EDIFICACIONES

El procedimiento de inspección debe iniciarse con un reconocimiento del área asignada,


evaluando la distribución de daños en la zona, ya que la presencia generalizada de daños
comparada con la aparición de daños en sólo unas edificaciones, puede ser un factor importante
para determinar varios parámetros cualitativos, como la extensión y severidad de la afectación.
Una vez recorrida la zona asignada, se inicia el proceso de inspección caso por caso, siguiendo
el derrotero que se presenta a continuación:

a) Observar el suelo alrededor de la edificación, para determinar la posible presencia de


grietas, hundimientos, deslizamientos o cualquier anomalía en el terreno que pueda afectar
la edificación

b) Examinar desde el exterior la edificación.


c) Observar desde el exterior el estado general de la edificación, daños en fachadas, balcones,
antepechos, etc, así como el estado de las edificaciones vecinas, estableciendo si las vías de
acceso y de evacuación son seguras.

d) Evaluar de la mejor manera posible la integridad estructural de la edificación en términos de


la seguridad para ingresar a realizar la evaluación en su interior, observando la integridad de
elementos no estructurales, cielos rasos, muros, escaleras o elementos que representen peligro
para la vida.

e) Una vez calificada como segura para ingresar, evaluar en el interior el estado del sistema
estructural, clasificando el grado de daño de los diferentes elementos estructurales, de acuerdo
con la guía contenida aquí para el tipo de sistema estructural, y estableciendo el porcentaje de
elementos dañados en las áreas afectadas.

f) Evaluar los elementos no estructurales, clasificando el grado de daño y estableciendo el


porcentaje de elementos afectados en el área con mayores daños.

g) Clasificar la afectación de la edificación, de acuerdo con los resultados de la evaluación, con


base en los criterios establecidos. Diligenciar los avisos para clasificación de las edificaciones,
indicando si la revisión fue exterior o interior. Colocar los avisos de clasificación de las
edificaciones en cada una de las entradas y consignar las recomendaciones en el formulario, así
como en los avisos. Marcar en los mapas el resultado de la evaluación de acuerdo con los códigos
de colores y con el uso de la edificación.

h) Explicar verbalmente el significado de la clasificación a los ocupantes de la edificación,


especificando clara y directamente si pueden permanecer en la edificación o si deben evacuarla.
Si la edificación es segura sólo parcialmente, debe restringirse el acceso a las áreas designadas
como inseguras, demarcándolas con algún tipo de barreras o con las cintas de demarcación que
tengan la inscripción de PELIGRO.

i) Notificar a los coordinadores para que se realicen los procedimientos que correspondan por
parte de las autoridades pertinentes (remoción de escombros, apuntalamiento, evacuación,
demolición de elementos en peligro de caer, etc.).
2.2 CLASIFICACIÓN DEL ESTADO DE LA EDIFICACIÓN

La clasificación del estado de la edificación requiere la identificación y evaluación de los daños


de forma cualitativa y con base en una inspección ocular. Para evitar la subjetividad de la
interpretación personal, el inspector debe ceñirse a los lineamientos establecidos en esta guía
de patologías, como complemento a la Guía Técnica para la Inspección de Edificaciones Después
de un Sismo. El estado de la edificación debe reportarse en términos de la seguridad funcional,
es decir, en términos de su habitabilidad tras el sismo. Así, la evaluación de los daños, catalogada
en función de su severidad y extensión en los diferentes elementos estructurales y no
estructurales, se asocia con el grado de habitabilidad de la edificación. En consecuencia, los
resultados de la inspección se consignan en el Formulario único de inspección, y el aviso de
clasificación de la edificación se elabora de acuerdo con los resultados de la clasificación del
daño.
Conclusiones:

Es necesario hacer una evaluación estructural de una edificación para así conocer el estado de
ella, y por consiguiente poder evitar daños peores.

Esta evaluación se puede hacer antes o después de un evento o fenómeno que afecte las
estructuras, dado que si se lo haría antes se podrían prevenir colapsos de edificaciones
evitando pérdidas humanas o si la evaluación se hace después de una eventualidad se podría
calificar si la edificación es habitable o inhabitable.

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