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Gossans
Gossans
Con este nombre de gossan, también llamados monteras de hierro, se denominan los afloramientos de rocas,
que originalmente contenían sulfuros y que han sido sometidas a un proceso de alteración supergénica. La
característica más llamativa de los gossan es su aspecto de colores rojizos, como consecuencia de la
transformación de los sulfuros originales, principalmente los ricos en hierro, en compuestos oxidados. Los
gossan son el resultado de la alteración física y química de las rocas como consecuencia de la acción de los
agentes como la lluvia, el viento, la acción solar o las aguas subterráneas. Estos procesos producen la
alteración de los sulfuros, disolución y precipitación de otros minerales y una lixiviación importante en las
rocas.
Históricamente, los gossan (figura 1) debido al contraste de sus colores, han servido como guía de
exploración de diferentes mineralizaciones. En épocas romanas, el objetivo eran las concentraciones de
metales preciosos como oro y plata, en los niveles más profundos de las zonas oxidadas. En la minería
moderna, la presencia de los gossans ha sido la guía más importante para el descubrimiento de
concentraciones de sulfuros metálicos. En la actualidad, una parte importante de los estudios sobre los
gossans están encaminados a prever las consecuencias para el medio ambiente de estos procesos físico-
químicos, debido al medio ácido que se origina por la alteración de las rocas. Estos procesos naturales son los
mismos que los que se producen como consecuencia de la acción humana de las explotaciones mineras.
Los mecanismos de oxidación de sulfuros y formación de gossan han sido profusamente descritos en la
literatura (Locke, Blanchard, Blain, Alpers entre otros muchos) con todos los enfoques científicos posibles,
desde su uso como guía para la exploración, hasta los aspectos geoquímicos y medioambientales.
La formación de un gossan depende de distintos factores, como la paragénesis original de sulfuros, clima,
relieve, tipo de roca encajante, nivel freático, etc. Todos estos factores son determinantes en la formación y
características de cada gossan. No obstante, se puede establecer un perfil mas o menos común desde la
superficie hasta las zonas profundas en las que no hay alteración (figura 2).
Zona de cementación
, que es la situada por debajo del nivel freático, en la que se producen enriquecimientos en sulfuros
de cobre de tipo calcosina – covellina. La neoformación de sulfuros secundarios puede originar un
fuerte enriquecimiento de los contenidos medios de este metal y favorecer la viabilidad económica
de un yacimiento
Zona primaria
que corresponde a los sulfuros inalterados. Los procesos de alteración disminuyen con la
profundidad de la mineralización.
La formación de un gossan se puede explicar cómo una serie de reacciones de oxidación-reducción (tabla 1)
en las cuales se produce la destrucción de los sulfuros primarios, así como la mayoría del resto de minerales
presentes, para formar otra serie de compuestos, que van desde óxidos, carbonatos o sulfatos de las zonas de
oxidación, hasta elementos nativos o los nuevos sulfuros que se forman en la zona de cementación.
TABLA 1___________________________________________________________
(6) Ag2S + 2Fe3+ + 3SO4-2 +H2O + 1,5O2 → 2Ag+ + 2Fe2+ + 2H+ + 4SO4-2
(7) 2ZnS + 4Fe3+ + 6SO4-2 +3O2 + 2H2O → 2Zn2+ + 4Fe2+ + 4H+ + 8SO4-2
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La formación de los diferentes minerales, depende de la mineralización primaria, ya que cada elemento tiene
un comportamiento geoquímico distinto. Las reacciones 1 a 6 muestran la destrucción de sulfuros con la
consiguiente formación de iones sulfatos y H +, que implican una acidificación del medio, estos procesos son
los que originan las aguas ácidas, características de las áreas mineras, estas aguas pueden contener además
cationes pesados con gran poder contaminante, por lo que el estudio de estos procesos es de gran interés para
el medio ambiente. El comportamiento de los cationes liberados en la destrucción de sulfuros es distinto
según sean sus características geoquímicas; el plomo elemento muy poco soluble, reacciona en los mismos
lugares de la alteración y forma inmediatamente minerales secundarios como anglesita o cerusita (reacciones
4 y 5). El Fe2+ se oxida a Fe3+ y forma goethita y/o hematites, que se depositan en la zona de oxidación
(reacciones 1 y 2). El zinc y cobre son elementos más solubles, que pasan a estar en disolución con la
alteración de sulfuros, pero su comportamiento no obstante es distinto, el Zn es muy soluble, no forma
sulfuros secundarios y es fuertemente lixiviado, no forma minerales oxidados secundarios, excepto si se dan
unas condiciones especiales como pueden ser la presencia de carbonatos en el medio, entonces se pueden
encontrar minerales como smithsonita o hidrocincita. El cobre es también un elemento soluble, pero durante
los procesos de alteración se infiltra hacia la zona de cementación; en condiciones reductoras se producen las
reacciones que dan lugar a la formación de sulfuros secundarios de cobre, calcosina y covellina por
sustitución de hierro de calcopirita o pirita (reacciones 13 y 14), también se pueden formar óxidos de cobre si
el medio es muy alcalino (reacción 15) o cobre nativo. Otros elementos como Ag y Au liberados en la
destrucción de sulfuros se concentran como elementos nativos en las áreas más profundas de las zonas
oxidadas, también se pueden formar otros minerales como jarosita o cerargirita, dependiendo de las
condiciones físico-químicas. Otros elementos como el arsénico, presente en minerales como la arsenopirita,
tienen gran importancia en la contaminación de acuíferos, ya que es un elemento especialmente nocivo. Los
minerales de la ganga que acompañan a los sulfuros también son importantes en el control de las condiciones
físico químicas del medio, así mientras la presencia de carbonatos implica un descenso de la acidificación de
los medios, las rocas silicatadas tienen menor influencia.
Procesos de formación
En las regiones afectadas por la glaciación del pleistoceno o aquellas en las que hay bosques húmedos las
zonas de oxidación, no tienen gran desarrollo, por ejemplo en Canadá, Rusia o el norte de Europa. En otras
extensas áreas de la corteza, si se han generado las zonas de oxidación de los yacimientos de sulfuros. La
identificación de estos gossan ha sido una técnica en exploración mineral a lo largo del tiempo.
En la época romana, los gossan eran el principal criterio para el reconocimiento de mineralizaciones de interés
económico, además de ser explotados para la obtención de metales preciosos. Desde principios de siglo, el
estudio macroscópico de las áreas oxidadas ha sido un criterio para interpretar las mineralizaciones presentes
en profundidad. Blanchard, a lo largo de una serie de trabajos recopilados en su libro "Interpretation of
Leached Outcrops" (figura 3) estableció los criterios para reconocer las características de los yacimientos
primarios en función de las texturas observadas en las zonas oxidadas.
Figura 3.- Ejemplos de "boxwork" procedentes de
diferentes sulfuros en los procesos de alteración.
a), b) y c): estructuras dejadas por galena. d) y
e): estructuras dejadas por la alteración de
esfalerita. f) Relictos de alteración de calcopirita.
g) y h) boxwork procedentes de bornita. i) y j)
estructuras dejadas por tatraedrita.
La geoquímica es el arma importante en los estudios de los gossan; ya hemos visto que las características de
cada elemento implican un comportamiento distinto en los procesos de alteración. El gran desarrollo de las
técnicas de análisis permite en la actualidad hacer muestreos sistemáticos y estadísticos de los contenidos y
correlaciones de los elementos químicos. Estos estudios geoquímicos permiten discriminar los diferentes tipos
de "irosntones" y diferenciar los gossan de los falsos gossan.
La investigación de los gossan para descubrir mineralizaciones de sulfuros en zonas superficiales es una
técnica que, por su relación coste- resultados, se emplea en prospección.
Una primera aproximación ha de ser mediante un muestreo, que debe ser amplio debido a la gran variedad
mineralógica y química que se puede dar en los gossan, y una cartografía detallada de la zona, con especial
atención a las características de relieve, erosión, estructuras, tamaño y continuidad de las zonas oxidadas, así
como la presencia de minerales secundarios, carbonatos, sulfatos, además de goethita y hematites.
Las características mineralógicas, texturales y geoquímicas de los gossan dependen del pH del medio, cuanta
mayor es la acidez del medio, la preservación de texturas réplicas es más difícil y la lixiviación es mayor.
La geoquímica multielemental, que permita la correlación entre los distintos elementos presentes y la
manipulación estadística, es bastante fiable, no solo para discriminar entre gossan y otros ironstone, sino
también en bastantes ocasiones para conocer el tipo de mineralización primaria de la que provienen.