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El primer deber del nio es la obediencia.

El nio que se acostumbra a


ser obediente con quien debe serlo, tiene adelantado mucho para ser bueno y
para cumplir con la facilidad de sus deberes, lo mismo de nio que de
hombre.
Por el contrario, el que es desobediente es desde luego un nio malo,
del cual costar mucho trabajo formar un hombre bueno.
La obediencia es uno de los deberes ms fciles de cumplir. Con estar
atentos a las rdenes de nuestros padres y maestros para ejecutarlas pronto,
espontnea y sumisamente, se adquiere el hbito de obedecer sin trabajo
alguno, puesto que lo que se hace todos los das llega a hacerse naturalmente
y sin ningn esfuerzo.
Si el nio no adquiere el hbito de obedecer a los padres y maestros a
nadie obedecer cuando sea hombre, ni a sus superiores, ni a las autoridades,
ni a los magistrados, ni a las leyes del pas, por lo cual ser un hombre digno
de vivir en la sociedad, que lo rechazar por tal motivo cuando no tenga que
castigarlo con prisiones o multas.
Acontece lo contrario con el nio que es obediente. Lejos de estar en
pugna con cuantos lo rodean, con todos vivir en una feliz armona por lo que
gozar de dichas que el desobediente no puede disfrutar. Todos lo querrn y
buscarn su trato.
La obediencia. Horario Arditi (1893).
En: PINEAU, Pablo (2005). Relatos de escuela. Buenos Aires: Paids, pp. 31-32.

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