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ero ee Tey ‘mene nticcin de Ueno thine Pres Jon Backing “Eade “esi nas, © Wises Lier Pres, Jhannesbrg, 1967; Leonard Bee sm neo deena ©The Ren the Urry at ater 1955 pied ua tag
  • , Esa perspectiva inicial —evolucionista,com- parativa y postvista cambiara consierablemente a lo larg del siglo xX; en part por las transformaciones de las propas socieds es que proporcionaban los materiales de estudio, en parte por lad. ‘nimica interna del campo —con una cteciente dependencia del desarrollo tedrico de otras ciencias como la sntropologia Ia hin ‘guistica— y por los hallazgos efleivos a los que conduct la pro Dia invesigaion, segin éta iba haciendo patentes ls imiaciones mubieenedethon a SIDE Socal de EomasScogs pa pee curacéntricas(cnando no classeas 0 populistas) de las formas de tscucha cultivada que habian alimentado desde el Romanticism las iniciatvesen este terreno, Tras a posuere, y eon la emigeacion forzosa 2 unversidades de Estados Unidos de un buen nimero de profesores europeos, tales cambios se materalizaran en la adop- hin de un niovo nombre —etnomusiologie—, cl eualsnttia ta to un giro de paradigma (la perspectva holista} como de método {el trabajo de eampo} y de objeto (en términos de A. Merriam, la ‘isica en la cultura) Es esta segunda época del desarrollo de la disciplina, dela cual aim somos deudores, la que se ha querdo presentar al lector en cas- tellan, pues prove los principales textos de referencia para el ta Insjo de los etnomusicdlogos contemporineos y constiaye la base dela formaciin de los estudiantes. Ast salvo el texto fundacional de EM. von Horabostel, Los problemas de a musiologiacomparada> apatecido en 1908 incluido aqut a modo de reonocimiento—, todos los articulos se ctcunscriben a un lapsorelativamente corto ¥ reciente (entre 1961 y 1998), el cual abaeca lo més caracerisico de Ja producein tedricaen emomusicolog ‘Como toda selecién, deja fuera cosas que hubiera merecido la ‘pena incluit: por una parte los trabajos de maestros de un perfo- 4o anterior Herzog, Brailoi, Bartok, Kodaly, Roberts, Wiore, Ch, Seeger, Sachs, Kunst, Schneider, Schaffner, ete; por otra, nombres contemporéneos para quienes desgraciadamente no dis. pponemas de espacio —como Medllester, Neetia,Agaveu, A. Seeger, ‘Wachsmann, Waterman, Kolinski, Zemp, Belin, Elana, se, Lis, Herndon, MeLtod, Turin, Titon, Middleton, Baumann, Bohiman, Béhogue...Se trata, no obstante, de un patrimonio suf sientemente recogido —eritca ya veces irdnicamente— en os a. tieulosintroductorios de esta coleccion por H. Myers, A. Merriam, B. Nett y M, Hood. El conjuoto adolece de un sesgo norteameticano —o por lo me nos sajén—, con la inlusin de neve etadounidenss, tes bet os, un francés, un alemn, una argentina yuna austaiana, Ea buc- nna parte este desequilibrio es resultado del impacto de la ciada ‘tansformacién de la disciplina en los aos dela postgetea en tor- ‘oa la fundacion en Estados Unidos de la Society for Ethnomusco logy y los debates de su revista, Ethnomusicology, convert desde entonces en publicacin de referencia, Somos tambien conscientes de ‘emas importantes que en la presente eicion han quedado sin tan, «onto el trabajo de campo, la organologia a ertica postcolonial y postmoderna, et. que habrin de esperar a otras publicaiones. 10 textos a divide en tes Hogue temic: 1 Sobre defn cio bes, sory mito dep Refleone oe roc lenge cial’ sv anal yt La rise como eae primero deelos rece ana introdacin a fos fundamen € sora del dicpiny no ex puro merodeo propedeutic, purse resort deta materia de esto habla ys Ge pero tan vertebrae San el aad ne cnn exon del oto ean én tipos de mises a ana concepoonproesualy conexant, onde lo que mpora no extant 8 producto musa aad como las elaciones gue ete tama con el Conjunto de avd soi As como mustan #1 Myersy B Ned la storia dea etnonmuicolo, {ares ser al mismo tempo lad las ansformaciones ds Ob- feo de ertudo, Elarcclo de A, Mesiam ns permite epi jmplament a Jes ansformaciones, a past de ay vijasactacone susantvasy due recortaan axonomias mils ris hain defines ms elias en fino del punto de vista adopnd(-mscn en i Culara 0 scomo alias) Em materia de metodo ese ro impli "4 una atenion prisitara al proceso sabre el producto, a I fun. ‘6a sobre loge, al eonteto sobre la forma, Tl desplazamieno encom su cee los aos cincucnta con la proputsta de na sa tropologta dea misia» yun modelo rpartic |nisialconeeptl comportanieto) del que Rie da cuenta final de ete Doge Sue halla an vgeteycneilogo co otros mis actunes co ‘no. que el pono ice prope siguendo = Geer ene his ‘ona, indivi 7 seid. Ta segunda seein versa sobre el andiss del lengua musical 3 oid mune negbemen lc io, mil, peladoy, de la emomiscoogia, Eocandoladcaraion program’ tea def sociolopadueimiana (cesta los hecho ses c- tno furan com) ex il encontrar otoshechos soils ue tmaerialcen en mayor grado que la msi ee cade extaiadoY abjetvo, extern Tos agentes qo a producnyesachan, La mie Sica noes alo una coun ero tambioy lo yoo parece jsicat vel ner et eco el capo ay consi fa clecin y andl comparativo de corpus de peas musicales Srancadae sw contented ruc, La tenn nod con ‘ieniacomparacon intervie (a meno exis) ye alins neléicoarménio dusts de nos enbana decrees a Yersalso de vinclos genticos: En el poor de os con, Stat de ismunapexin dl pure sates aloes dense Sia ocidental ala mica de otrosrencl monde wna Rone eae u ‘nomusicologia de silénelastrada por la fala de relevancia local de Jas comparaciones. Ts ese tasfondo el que proporciona el subvexto para varios de Jos artiulos de la esc, paricularmente el de J. Blacking, quien, 2 través del andliss de un corpus musical infantil —el de las can Clones de los nitos venda de Transvaal, muestra cémo dicha mi ‘sca se halla organizada por principios extramusiales como los mo: os de clasificacin seg el uso; el cardcter tonal del habla; los prototipos instrumentales¥, sobre todo, un sistema de equivalen- as fancionals basado generativamente en Ia danza nacional venda ia tschikoma—. Siguiendo una linea diferente de argumentacion, S. Arom presenta hetramientas para un anisi inmanente dela cu tura musical entendida como sirema —con naciones como «mode los, enidad minima, ete, Con ello responde, por una parte al poderososimillingistico de a onganizacin fonoldgica que ha guia {ho toda I semologia musical durante e siglo Xx, or ota la ne- ‘esidad etnografica de desenmarafar misicas sitécticamente tan ‘complejas como la polifoniasy poliritmias de los pigmeos aka o los banda de Centeosfrca. Para ello se ve obligado a dseRaringe- niosos procedimients de play-back la investgacion deja de ser una Aiseccin de datos previamente 0s, como sucesion de estructura sonora en el empo—s bien sem pre con el tasfondo mis o menos expliito de la pregunta antropo- logica por su sigifcacin, cualquier que seal sentido que hayamnos de ar a este término—. No obstane, exsten otras dimensiones igual- ‘mente importantes en cl lenguaje sonora, y es mito de la mom sicologiahaberlasincorporado en una vision comprehensiva del he- cho musical. L. Meyes por ejemplo, nos alerta dela universaidad de algunos mecanismes psicobiologicos en la musica —no tanto los vie Jos suniversaless dels armonia, I melodia y el ritmo, como as res triccionesy potencialidades genéicas del procesamiento de informa- con enel cerebro humano—. Ya tae del texto de C. Keil asstimes| alimpacto dela pragmatics en la teorias de la signficacion —el significado no ya como c6digo ni como mensa, sino como uso, a tuacisn y performance; un tema clave que habré de desrrollaese ‘partir de los afososhenta La dimension pragmatics del musica? punta a parimetrosficiimente olvidadas por In musicologta can nic, com Ia textratimbriea yl proceso temporal se son pre 2 samente, avisa Kell los que se hallan en la base del sing, el gro0ve, In marcha, el uombao, el sabor, a racia yo duende, Us tercer Blogue presenta, siguiendo el adagio de Merriam, la «insiea como cultura. Si algo resulta distinivo de esta trade liscipina es prcisamente sa aspiracion —siempre entativa—a i minar la misica desde su ligazén con lacoalidad de la vida socal pero también, la inversa, a de aytdara entender cada cultura par ticular partir de los imsights que proporciona es peculiar via deen trada al mundo que es el sonido musical. La lista de problemas te ‘matizados pr la ernomosiologia resuitaen este punto, interminable nuestra seleccion no pasa de ser una muestra sucinta, que incluye los usos y funciones de la musica (A. Mersiam) la corrlacia tran cultural entre el estilo del canto y Is estructura socal de los grupos hhumanos (A. Lomax); a relacién sstémica(sinestésica y metafor- y seontextor presupo- ne una discontinuidad entre misica y no-misica que es cultural- ‘mente especiia,y qu la etomusicologa ha venido deshaciendo a To largo de las décadas como un falso problema —al explicitar nues- tro arbitrrio cultural en materia sonora y desdibajar empiricamen- te tales formalismos—. 2s adecuado considerar como «contexto» la ionados;o las relaciones de poder tramadas entre generos, o entre intéxpretes, durante la performance? Desde cl punto de vista eto ‘musicol6gico, ales relacones no dejan de ser parte integal dela mii= sica y muestran la esterlidad de separa las cosas del modo en que {convencionalmente} lo hacemos. Paricuarmente, y pese ala fuerza elas convenciones de la sala de concertos con su escucha disocia- da, Keil sugiere que lafuncia elemental de a misia es precsamente ‘una lamada aa partcipaion al desdibajamiento de mites eo os ‘otros masicantes, con el univers, con el cuerpo, com el espacio}. Es un recordatorio del funcionamiento generaizado de la msi como parte de wn mulimedia del cull fiesta ye tual siguen siendo mues- "wo modelo mis accesible Finalmente, [a tnomusicologia encarna una tensin caracters tica ener el amor y Ia curiosidad: Repasando la heterogenea forma ‘in discipinar de fos fundadores del campo, M. Hood aeababa por 14 concluie que lo que ruvo en comin esa «trib poiglota» (sc) era su devocion or el tema de a misicas, Una motivacin necesaria, Supongo, mas no sufcente; que en todo caso coma en a enomusi- Cologia un cardcter peculiar al convert a pura y simple melomania fen una forma de erica cultural que busca tanto el reconocimiento { musical) del Oo como la amplacin dela experiencia (musical) hur ‘mana, (No en vano H. Myers tecmina ex agticulo en este volumen io nizando sobre los ernomusicdlogos como »grandes jusiciero) Esto no significa que tal comprensén dla mica consituya una especie de negativo de los reduccionismos musicales favoritos del anon culavad de Occidente —éte, elitists, absluto, preva yj irquicn; aqulla, populag, clativstae igualitriay el uno prescrip. tivo yeanénico, ia otra, liberadoray pluralist; el uno chovinsta y exaltador de lo propio, a otra, discolamente descubridora dela aj: no; el uno, hegeménico, Is otra, conteahegeménica, ete. Teta ones falan de ejerciar ess retdrica al encontrar la misia se. ‘cuestrada por ls dscutsos monopolcos dela cultur legiima, con ‘sus teatos del sonida/sberJpoder. Pro la historia as excita es na falsa historia. El pasado real dela éisiplsa aos muestra sus cons ‘antes vacilaciones,ambigtedades, pactos de lecrra cone ethos ils- ‘trado con tras formas de experimentar el sonido y el mundos con clcolonialismo y el nacionalismo, asi como con cierta paternalism "uralist; su freeuente abominacin de lo modernoy lo masivo, et, “También nos ensefa que los esprtus mas exlarecidos desde los ori- senes dela dsciplina —os Hood, Seeger, Bartk, Kodaly o Brailoio— supieron encontrar atajos de ida y vuelta ence ls grandes ¥ peau fis tradiciones a las que pertenevian. Y esque, fnalment, In en somes citadas se resumen en una identdad hbrida, donde amar Ia ‘sca y descubrir su diferencia forman parte indisoluble de una mis ‘ma agpiracion: amplia el hoizonte del expetencia musical huna- 1a, porque la musica es buena para vvi. O,en los teminas que ‘A. Merriam recoge de boca de un indio sia: «Amigo mio, sn eanco- nes no se pede hacer nada FRANCISCO CRUCES SUBE Sociedad de Eoomusclogit 1s DEFINICION, OBJETO, HISTORIA Y METODO DE LA ETNOMUSICOLOGIA. Capitulo 1 ETNOMUSICOLOGIA (*) Helen P. Myers 1 etomoscologi, el tema gue nos oes, an ampli como s4e- rents arama dela musicologia en la qe st pone un nfs pci enl eto de la masica en contexo cura a anon Tega dela sca El ermin foe ecubado en 1950 por el hlancés Jaap Kunst, que lo prefiri6 al de «musicologia comparada (verglei- chende Masterchef» alconsiert qu a comparcin er inprincpal ercrertcs de ea dicing. a etoomoscloga comprende el ertio de a mii fle ca, dela mina cla oriental dea sical oral con- temporins, como diverso parimetosconceproals les como Se oigen,elconento de cambio mises, Ia mica como solo, aspectos universes de a msi, fa foci de ae a sociedad, lntelcn entre lor dierene sistemas moskals ol soar Bo ozo dea misc la dana, La adciones areca ocsidet Jes tambien ean ena ponto de mia pero han ido pocs lost ‘aos relzaos en eta ea hat la ache. Pregl genes, lor etscmusclogs les ha aad especialmente estudio def ms fren wade ral ys diverion stems de onganiacn i endo fecventemente la mirads hacia cura iene Ys algo que dng ee camp del mayors de las execs () Toad dH, Myer 1992) Thos Ea H. Mere) Emo ‘mung fn noun oodon Mek Pep. Hada ee Fihmonl Cer Racine, 7 9 de la musicologiahistica. Dado su émbito de accin, se han bara jado miiliplesdefniciones de esta discplina, que van desde =! es tudio dela misica como cultura» o el estudio comparativo de ls culturas musicales hasta sla ciencia hermenéutica del comport ‘mienco musial dl ser humano»(Mertiam, Net, Hels en Mervin, 1977), Charles Seeger (1970) sugcid que el exmino «musicologia= s¢ adecua mejor alo fines de in etmomasicologia —que implica la :msca de todos os pueblos de todas la épocar—que a Tos dela mo Slot hist, mas poo general a smc de Oc ‘Aunque ls estudios académicos son relativamente recientes, interés por la musi no occidental se eemonta ala epoce de los des ‘cubrimients,y la atraccin cienificay flosofica por otras culturas al Siglo de las Luce. El Dictionnaire de musique de Jean-Jacques Rousseau (1768) consticuye un buen refcio del expri de la epoca al incluie muestas del folldore europeo, de Ia musica india nottea ‘mericanay de la china. Durante los sigs Xt y XX misioneros, ur ionatiosy viajeros mostrarin su inerés por la lamada «msicaex6 tica>, como lo demuestra los trabajos de Jean-Baptiste du Halde (1735) y Joseph Amioc (1779) sobre la misica china, Guillacme- Andié Vlloea (1808) y Raphael Kiesowetter (1842) sobre la abe, William Jones (1792) y Charles Rosell Day (1891) sobze la india Francis Taylor Piggot (1893) sobre la japoness Desde el punto de vista académico I musicologia comparada, como la historia, tiene mis de cien aos, remontindore sus orgenes alitexto Unfang, Methode wd Ziel der Muskwvissenschaf, dl vie nés Guido Adler (1885), En él Adler se refere al estudio comparado de la misica no occidental como una rata de la musicologia sist iia, junto con la teora de la sia, la eséricay Ta psicologi: La must comparaatiene por oben el xa compara lvoe mutase specamene de nance alate tienes Posh dea era can ines tortion goin clone asd Bos inoracones nia iio ampulla eveiacin de la misc no occidental ines de ilo a invencin ce on rato en 1877 por el centico noeamecano Thomas Edison) a Inroducion del concept de conten 1885 pore fo yfonioge ingles Alexander Fie El fonopato faci macho el wabajo de Campo aon poneros dfs mse comparada al Bina I Ponidad devolves ecucha elon rbd par su pos Stor twansripin yan El ema de ns por eg 20 tava quedabs divide en 1.200 pats iguals hizo posible lesa {fo objeto de [assess no ocidentaes, En On te Misia Sa its of Various Nations (1885) Elis afrmaba qu ela excala musical to ebuna sola nt mucho menos “natural ene por qu Baars Tecearaments en as yes que rig el sonido, tambien desc its por Heinle por el contrari, es muy divers muy artifical Y may Cprichosa ip. 256) H descubrintentocvestonaba la superiondad ‘iUin cals eomperadayoal mismo tempo, abria ls putts a este dio comparado'y desprjuiciado dels sistemas musicales dels tise dveras eleuras. ios musilogos dl xc se aprovecharon pronto de estos ava ces, rabundo pegucias muestra de misca en lindron de cera que poco. poco facronsumando su coecein de instrumentos, ans Eipeionesyforograis, La mayor pare de estas grabaciones fueron Headcount cea dre abide go Pacologosy expttosenacistica del Phonogeanim-Archiv de Bet- Hnsent elo Cal Stamp (1848-1936) y Erich M. von Hosnboste {1877-1935 estuiaroncentos de cindrosprabados por elogos tlemanes en kjanosteritorosclonizados. Del ands de este ma ter diveoy mo lnitado,sugieron ambicionasreoeas en toen0 ‘niin dele, on mramenn yl aac and csquena evoluionists y mis tarde la Kulurkreslebre > {ia de fos steulon de cltura). Los miembros dela excelaberlnesa prestatn ease seni a rabsjo de campo yen sun exciton con- ‘ederon pocaimportancaa la musica como hecho cultoal (Stump “Stu lade Siam aprovechando la vita que Ia orgest de exta cr te real Berlin en 1900; Hornbostllegé a entrevista alos pve seven 1906) En el ret de Europa el nacionalismo deimon6nicotajo con- sigo el interds pot a masa folic, En Hungeta Bela Vike (859- 1345) cealzo sus prmerasgrabacionesen exe campo en 1896. Be Jn Bart (1881-1945) tanseribio su primera cancion en 1504, yen 1908 comand a tabsiar con Zoltan Kodaly (1882-1967);en 1906 Bark uz cl fonogafo de Edison en Hungra, Rumania y Tran: silvania, Por ee tempo comenr6 Cecil Sharp (1859-1924) en Tn- ‘later el estado del folklore musical Suites por los repetorion this araics le lew alos Estados Unido (1916-1918), donde y Ss ayndante Mad Karple (18851976) regnaron unas 1-600 can Clones junto con sus variants, Sharp era paridario dl uso de cts tnelodias en las eacusas, morivo que le eva armonizar los mate Tales que habia ecogido. Ea 1906 el compositor austaliano Petey ‘Grainger {1882-1961} imprinid en Inglaterra indcos de cra con a
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