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El artículo 24 del Código Procesal Penal, permitía que en casos fundados se nombrase
a funcionarios policiales para practicar notificaciones, disposición legal que fue
derogada por el artículo 2° de la Ley 20.227, publicada en el Diario Oficial el 15 de
noviembre de 2007. La aplicación de la nueva norma acarrea actualmente, en los
juzgados de esta jurisdicción, problemas para la notificación de imputados y víctimas
que viven en sectores peligrosos o alejados del radio urbano de los respectivos
territorios, toda vez que la decisión derogatoria no consultó la ampliación de la planta
de personal, siempre insuficiente y con recarga de trabajo, y también un aumento de
recursos financieros.
La norma impone la obligación de notificar a los padres del menor, o a la persona que
lo tiene bajo su cuidado, de la primera audiencia que se realice ante el Tribunal.
Respecto del control de detención, que en la mayoría de los casos corresponde a la
primera de ellas, y que debe ser realizada dentro de brevísimos plazos (art.31), surge el
siguiente problema práctico: ¿Cómo se procede a esa notificación que ordena el
artículo 36, si ahora, el artículo 24 del Código Procesal Penal impide encomendarle
aquélla al funcionario policial? Así las cosas, no se visualiza forma legal, sostienen
algunos jueces, en proceder a la notificación de los padres o guardadores por un
funcionario habilitado del Tribunal, frente a la cercanía temporal de la audiencia de
control de detención.
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internación en régimen semicerrado y afirmado que ésta es una pena privativa de
libertad (art.l5), ha llevado a algunos jueces a concluir que no existe norma clara que
indique si el imputado debe entenderse cumpliendo efectivamente una pena privativa
de libertad cuando está sujeto a tal tipo de sanción (régimen semicerrado).”
Se hace necesario, entonces clarificar la norma del artículo 385, aumentando los casos.
La Ley 20.084, LRPA, en su artículo 23 contiene una norma de clausura, esto es, un
límite superior en la escala, en cuanto a las penas privativas de libertad de internación
en régimen cerrado y en régimen semicerrado, pero se ha discutido frecuentemente
en cuanto al limite inferior, porque se sostiene por algunos que no hay un límite
inferior emulando la mecánica de aplicación de algunas sanciones no privativas de
libertad como la libertad asistida, y otros, en cambio, argumentan que el tope inferior
está dado por el propio artículo 23.- Es conveniente, así, clarificar normativamente
este punto.
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La misma Ley 20.084, no es clara en lo tocante a la oportunidad para la aprobación del
plan de intervención individual del adolescente infractor condenado a sanciones de
libertad asistida simple (artículo 13) o libertad asistida especial (artículo 14), y si se
considera que por aplicación del principio de legalidad el citado plazo forma parte de la
sentencia, éste debe ser incluido en ella, pues lo contrario importaría dejar la
sentencia sin contenido y, como consecuencia, su eventual nulidad, de lo que deviene
del el plan debería ser necesariamente aprobado en una audiencia previa a la fijada
para la lectura del fallo.
En tal caso la Ley no señala la forma de proceder, sólo indica, como se dijo, que se
debe informar al Tribunal.
“Artículo 7 de la Ley 20.084. Esta norma establece una nueva medida accesoria,
relativa a la obligación de someter al adolescente al tratamiento de rehabilitación por
adicción a las drogas o al alcohol, lo que implica un diagnóstico médico, que la mayor
parte de las veces no se apareja al juicio y que debe solicitarse a continuación, sin
embargo, el plazo de respuesta institucionalizado por los servicios de salud, excede
con creces el señalado para dictar sentencias, por el principio de legalidad la accesoria,
que es pena, debe explicitarse en la sentencia y no quedar condicionada, de manera
que bien puede ocurrir que se aplica una pena accesoria a quien no es adicto, o bien
deja de aplicarse dicha norma a quien si lo es.
Debiera existir una norma que extienda emplazo para dictar sentencia en dichos
casos.
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Artículo 59 de la Ley 20.084. Esta norma, que modifica el artículo 2 de Decreto Ley Nº
645, de 1925, Registro Nacional de Condenas, en el sentido de ordenar que el extracto
de Filiación y antecedentes del menor no refleje, las condenas anteriores, de manera
que podrían quedar sin sanción agravantes como reincidencia específica o genérica. La
norma faculta a Fiscales o/o Jueces, para solicitar antecedentes completos, sin
embargo la referencia de los Jueces por los principios generales, pareciera ser ilusoria,
y quedará entonces, a la sola competencia y diligencia de los Fiscales la incorporación
de la prueba completa.”
Artículo 230 del Código Procesal Penal. Se ha presentado la duda si es posible que el
querellante particular, pueda forzar la formalización de la investigación, atendida la
actual redacción del artículo 230 del Código Procesal Penal, dado que la formalización
es el trámite previo a la imposición de las medidas cautelares, ya sea personales o
reales, contra el imputado, para cuya solicitud se encuentra legitimado e! querellante
particular.
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del Código Procesal Penal?; ¿qué prueba puede ofrecer el querellante particular, solo
la que él tenga en su poder y haya obtenido, sin infracción al artículo 276 del Código
Procesal Penal, o también aquella que el Ministerio Público, contiene en su carpeta
investigativa?
1. Artículo 234 del Código Civil modificado por la Ley N° 20.286 en relación al artículo
102 letra N) de la Ley N° 19.968.
modificación que la Ley 20.286 introdujo al Art. 102 N) de la Ley 19.968, ordena aplicar
el procedimiento infraccional a menores inimputables que incurran en ilícitos,
ordenando citar a la madre, el padre o a quien lo tenga a su cuidado, para los efectos
de Art. 234 del Código Civil -resolver sobre la vida futura del menor-lo que es
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dificultoso, porque es imposible contar con los antecedentes probatorios que permitan
determinar cuál es la mejor medida proteccional, ya que el procedimiento debe
efectuarse en una sola audiencia, además, es dudosa su aplicación, porque la misma
ley modificatoria derogó el Nº 7 del Art. 8 de la Ley Nº 19.968, que otorgaba
competencia al Juez de Familia para resolver sobre la vida futura del niño en el caso
del inciso 3° del Art. 234 en comento, por lo cual es Ininteligible aplicar este
procedimiento a una materia en que el tribunal no tiene competencia.
La norma señala que el Juez, durante la audiencia preparatoria, informará a las partes
sobre el derecho a la compensación económica si no se solicitare en la demanda, sin
embargo, no se vislumbra su efecto práctico, porque la oportunidad procesal para
pedirla precluye sí no se pide conjuntamente con la demanda o por vía reconvencional
al contestar la demanda de divorcio por escrito, conforme al Art. 58 de la Ley 19.968.