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eiuciiv | SNELLY | RICHARD | > | Fracturas | 2 | de la memoria | 8 | ete y pensamento catnco | Indice Siglo veir At a. oa cereeae meee tens 11.0 pli erasing seat, YE oe Siglo veintiuno de Espana editores, s.a. Semen seroma 9 Presotaién eee see Naty Reno ch Na a ete geen prs Lo crtcy opin en at arte 13. Margees einstucones: a Escena de Aanesds BY Derren, ecaatucin y decnsrci {)—-Ertoro ols cence soils: sabres egadores {Ares Val 2 ligt lA Tle Y pias dears e007 5 Aeantecinianayesiiacon 19 Elidgimenrtco-artic dal arte enemas fe globatzacié cla Disefo: Estudio Le Bianco * oe oule, pains de amie y crea (© 2007, Sige 20 Edtores Argentina 5. A rae abet, sic 107 Roturasenaresydscontiniades 133 Leta de avolenci etna fil yconulsones isan o7ese7-1220-78-8 = KJI aaa prose desmonaje dea economia palica 9 a ee eae prumeros textos aguincuios gran en torno al cori me ylarupve, de esas prctas experimentales cue Te” aereelzaran et nex entre arte y poi sin d)arseareae Saalien del metsignead Pueblo Memoria Kendo, raise] que gubanlas estas eerenciles deLarte 2¢- aa pratestaaric,Esos textos prducides bajpla dicted area ler a repimido-censurado por tavinlencia socal causcttpes fuerzas de desesructracin del sentido, roe ay a onceptosrmtéforas sn estrctasMiaciones disci rr vagaban fre de as ioclzaines nsttucionaes det {aber con resguardo acedérice. ’ ————==—————— Luego vniron los aos e a transicién que, en Chil, seca racterizaron por la itvaizacin del cansense politic y el esate ‘ealberal de las fuer2as medernizadora. El pact entre rede- rmacratzacién yneliberalismo se expresé en el lenguaie instru ‘mental de un acomodo potico-comunicaivo que us6 la tee fieaciin de los madios para domesticar a las subjetividades lastimadaso rebeldes, Los textos escritos durante el perioda ela transicién, sensiblesa as atenciasy estallidos dela mer ria traumdtica que sequlan marcando alas begets en desarme ela postitadura, se dieron por area rescatar ono integrade 2 las consgnas de maderacénpolicay de integracin al mercado ‘que apauia el pragmatismo demecratice dela econciiacién (Otros dos textos, también incorporados a estaseleccién, se preguntan cémo potencar la crticidad dal arte mediante nue- ‘os giagramas de lo mirada —sufcientemente ingusitves y perturbadores paraalteraral uiverso plano de las imagenes fue la visualidae meditica dels globalizacién eapitalistacon- dena velozmente adiuirse en la pura circuacién ¥ para con- traponerse a as estereotipas dela identidad a diferencia que reciela el mercado de a dversidad cultural ‘Me mativa el deseo de pensar que, al mencs en América Latina, ex posible crus a relenién esttica sobre la proble iticasignificante de lo lenguajes artstcos con las urge: cas de una sostenida erica ala hegerenia neoliberal y con la apuesta do la imaginacién a disehar nuevas fuerzas de ‘emancipacién subjetva. Son los zigzags dela critica cultural Y sus entremedios los que me hacen confiar en que pueden Conjugarse al andlisis saciopolitico de los conflictos y anta- ‘gonismos de poder con as pasiones intelectuales que agitan lL dabste teércoy, también, con las vacaciones de estilo que tbsesionan al are fa escritura. Estas mezclas no recon- tiliadas— entre la social opoltic, lo ideolégico, o simbsli- ‘o:cultural la estético permiten intreducir en ls lisa super- fice de los datos verficables que persiguen los saberes de mercado lacadémicosy profesionales] toda la opacidad de los hhuecosy plegues que siguenreteriendo,en nome deta crea, loturbulento lo insatistecho del pensar. Nelly Richard Santiago de Chile, noviembre de 2008 Lo critico y lo politico en el arte Mirgenes e instituciones: la Escena de Avanzad! Lasecuenciade obras sobre a cual reflesiona este libro, Mér- (ones e nsttacines: rte en Chile desde 1973, ertenece at sores no aficilde la produccion attic cilena que, gest Sarrante el regimen militar, s€ agrupé bajo (8 denomina aasinfe Eacena de Avanzada, Quienes integraron eso escene cin a vor, desde fines de los afos setenta, mecnicas de rmoguceiincreatva que cuzaron las fronteras ene es 96 Progalae artes vsuales, (a iteratura ta poesia, el video yet ores arent erica] y que ampliaron los soportes téenicos qrtawte sles dindricas procesuales del cuerpo vivo y de le seed el cuerpo, en el arte de la performance, actué come cafe transemitico de energlas pulsonales que en tempos ee vcura, Uberaba margenes de subjtiracién rebelde we sceros que las intervenciones urbanas buscaron ellos alt re taazmente a sintaxs del orden cudadano con su ibrante teeta desecato al encuadre militaria que unformaba ae vidas cotdianas La Escena de Avanzada ~hecha de arte, de possi itera tura, de escrituras crteas? se caractrisé 9 eiteas~ se caracteris por extremar su praguriaen ro oa andes tte de a préctia art tieaen el marco ttaitaro de una sociedad rer resiva; por pos: tara la imaginacién critica como fuerza disruptora del orden administrado que vigilaba la censura; por reformular el nexo centre “arte” y "politica" fuera detoda dependenciaiustrativa a, rapertoroideolégico de [a izquierd, sin dejar, al mismo tim bo, de aponerse tsjantemente a idealizme de lo estticocorno feslera desvinculada de lo social y exenta de responsabilidad crn on a enunca dees pores estaba in duda que la peculiardad histrica de la Escena de Byanzada se debe a las citcunstancias en las que formulé su Hota Parc can, Roge Cans Pol Onan yas Et productvidad erice. Escena que emerge en plena zona de ca Ustroe cuando ha naufregeda el sentido, ebido no sso fr ‘aso de un determinade proyecto histérico ~el de (a Unidad Popular, sino al quibre de todo el sistema de referencias 50 Cals ycultrales que, hasta 1973, garantizaba certs claves {de entendimiento colectivo. Una vez desarticulada la historia y total organicidad social de su sueto todo deberé er reinven tad, comenzando por la exturaintercomunicatve el lengua jj que, habiendo sobrevvido a lacatdstrofe, ya no sabe cémo ombrar los restos. La tora de poder que ocasioné la fractura {el anterior marco de experiencias sociales y polices de la Unidad Popular desintegr también sus pautas de signifeacin ylenguaje llevando lo hitérico a una crisis total de reconoc- Trento ineleibided, Una vez escindio et cSdigo de repre Sentacin por las volentasIracturas que dsociaron conciencia interpretantey materia da Ia experiencia, sélo quedaba formar cides para recabrar el sen- lar enlaces hasta entonces de tide residual de una nueva historicidad socialyaireconcitiable con la Historia en mayigcula de os vencedores. Ls Eacena de Avanzada marca el surgimiento de précticas det cesallido en el corpo minado del lngualey dea represent Prctcas para las cuslessélo la construcidn de lo fragigme’ Tio ~y sus elipsis de una totaidad desunificada~ logigraar ‘cuenta del estado de cslocacin en el que se encuenirira la fegoris de sujeto que estos fragmentos retraten ahorara eno una unidad doveniairrecensttible El quiebre do todos los pactos vigentes de legititimain simblicsy social causado per la dictadura hizo que lo quse ddabe anteriormente por seguro (convccionesy adhesiaioneal ‘ito de la Historia cayera bao dascorfanza, Yano habe ano remediar a crisis de vrosimilitud dels feciones de cache=- ‘ayestabildad que pareciansustentar las tradiciones socie= yyeulturales de i historia nacional De ah entonces aa ino sable actividad de reformulacién de las signe llevada aa eto, dentro del arte, por la Escena de vanzada yu mania dla ‘sospecha que impulsaban 3 reisar cada maniabra de discus 4 desocultar los articies de representaciénoficil pueestsal servicio de as mentiras dctaoriale; denunciar ls luusions> ‘mas de la traicidn con los que el régimen militar citaboa fr Aulentamente al pasado para dale un origen a su imposstut Neovanguardia y postmodernismo Une eas principles cratic dea Esco den Aa _ada fue suoluntad de desecructurar os mares de compas tenia elo géneresy las deipias on que elder Jerede atradin canna nena elo erat creat {interior de execs foteras de epeclaconartisey academia guste cesenevian del campade feresy comcns dela eerioridad social La ncesdad no sto de mel te casy gtnaon sin de etender formato cicunccp late hastborar liso, da rntra de celinacn ene inary tio lone arts para culminar en son pena lletlo del grupo CADA expecta pines, une bea a trelsistemederesiecinenyprahbicones con gus el aloe tne mila asta lab crelaconce sores te a ana de desnbedece ie segnacones de formas 2 ase Una pen el ADE gtr, kes ODA gage 4. Lontrateje Pore marc de ate are 19H "fy Sue SET Gei etre caDAzon expect represents es ‘Saree pera oe aty Ros 97 Vase Dismal Ebr 4 Cogs Ste Dats Et aul ura, anton Ney eb ects ne aera de Lay Roel Sarno, rancsc 26067 NELLY RICHARD Accidén de Arte: "Ay Sudamérica" 6 avionetas vuelai sobre Santiago. 400.000 volantes -Adernbs de la cua y de eu tertari vigil por diversas sefléticas represivas, el cuerpo —fsicamentecastgado por la violocia dela tortura yla desaparcién— se converte en el otro soporte que prilegia el ate dela Avanzada, Como rontera entre lo publica y ln prvado fentr el isa histérica yas tramas bio cficas, entree malde social las pulsiones subjethas), el cuer odtine un mia etradgico que el autortarisma habia busca {do traspacar para dilundr miedosycensurasen las dimensiones ‘ms recondias del coilano, El cuerpo come zona sacrificial de ‘lualzacén del dolor en a que arista se autoinfinge una he- + + + AY SUDAMERICA amdrel cio Seat. Santas c4D8 cates oes te San sida para slidaizr con hsizamante muta owls de 1 eave vedere Zr, Dimes Et en oar alee com nods de denne ie tartare coal eae ensicaines de 967 [carlos Lepp, Juan Dia, permit c emits que ura gestualiad no co Acad pore diseurs pbc hiciera aflrarciertos estratos de Signticacién eprimida que accedieran asl, perormatvamente, a una flyente superficie de enuncicisn La constelacin de obras dela Excena de Avanzada no 36- 20 to pretends resimbolizar lo social fuera de las coordenadas represias que lo encadenabon, sno, también, rentensifcar et (deseo individual colectvo, abriendo ness de fuga en los Dla ques de ideniidady conducte narmadas. La eleccin del cuer oy de la cuded como materiales artisticos desobedientes, retendiéasignarles un velor de automodelaje citico# zonas eo cotiianidad scil que a dictadura habia querido convert. tnescenarios de autocensura y microrepresin. lintensotrabao de reconceptvalizcin atistica que lewd acabo la Escena de Avanzada en su desmontae retrico-iscur~ ‘ho de las ideologias culturales del poder usé procedimien- tos que pareciansacodos del elenco de tcnicas postmoderi- tas que trabojan con el recarte y el montaje, con el collage Eotastécnicas del fragmento y del ensamblaje comunes alos procesos de translerenca cultural y de las cadenas de traduc~ in que caracterizana Ia experiencia latinoamericana de una Cultura pertérica nos hablan de la discontinuidades de con texto entre el original matropolitano y sus recilajes locales. Pero estos procedimientos —cortantes— de a cita usados por to Eacena de Avanzada nos hablan también. sobre todo de le Violoncia de los desencajes entre are y polica que redearon tas fractures de la representacién. Si bien las obras de la ‘Avancada recurtieron al simulacro y la parodia come proces tnientos deconstruct quo se asocian aliscursoartistco de {a postmodernided internacional: si bien estas obras chilenas se mostarenigurosamente exerts en rabsar sobelost= Scio disarses par exhib su desconfarca ha cusluer eustde medley tansparenci dea eld sy to- Sot aj nada cel ate da ancada qu pueda clu Seanad eras nsias del tn del soi aul Stas eta de ainerencny el desencant que de- in nance iden poco oa tipectete vated su propa cultura de laimapen MUy los seeceetlae deena etpectecntzacenprmermondaa ce tGimager merenca a Eecena de Avanzada ~nsrpiaen el one de miserly tere dun aslo rgnen mir ‘Spermenté cn ls vcuroe dea rileapostodernsa sin rune Jar de dou ntencion de opoltzar ert es dec de far corte nse de ras yeoncepos que buscaban Scat as repovenacone sovlesy elles del creo Elipsis y metaforas: en torno a la censura Las précticas de a Avanzada surgieron, en el contexts mi lita cileno bajo los efectos de administracin dela censure y de su vorsién intrnaizadala autocensurs,’Laasuncin del len {quale corn zonade peligrosidad que obliga asus operadores la Fiperiglancia de os cédigos maré la autrrefleividad de una teque aprendié asi desplagar fda su sabidusfa en materia de arilicio y disimulos, Lanacesdad de despstar ala censurahizo (ue las obras dela Avanzada se volveran expertas en travest- ‘rientos de lenguajes, enimgenesdisirazadas de elpsisy metd- {oras, Estas obras conjugatan, por un ado, e rigor operator de sus réplics contrainstiuconaes a las profibiciones dela censu- Fa con el scbregioretérco de los dblaces del sentido que con- Certaban por ao, obleuamente sus ptticas de a ambigledad 2. sobre cata yori, cnn erat, enamine SSL Ronan vata scotia ysencomina en eve Sess 27 eure de 179, Sonoge, Rear Carma at Aan on eta eo iere 101 Li: al Zu igo ge i cn, La dimensién dela autocensura marcé tanto lo superficie del ensimismamiento, Por otra lado, artistas yerticas de la Irene ssn Ayre de 1987 Arte en Ce este 17 Fear ‘rnedsy coca gu ene a pera Se ut Ser nbn ttanos rhCmeshc 7st rence ‘ted ce rans por ta a oR Zara ne, por noms pre hc La calirr esa on Ce elaborating mime Srner ls pace Ceaeat [Satoge Franco Zger Er, ‘al crear dat Rose 14 Jost Joan Brave, Bey Carlos alain, Chi: anstome- ns tara deme Song, tan, WOR p10 15, Jot un anes, Capo aries Earners yaustrisrs aerthins ndoirtn Chie ede 193 935. en torn Avanzada le reclamatan a la socologla su tendenciaaevaluar obras y textos segin meres ‘critrios euanttativos de recep «in 0 masividad’ yacusaban asu mirada de ser una ‘mira- fa vicada” IG. Muioz} que al reeditar las mismas quejas con tra el esoterismo de sus textos que las formuladas por el senlide comin dela cultura masiva, se hacia finalmente cm plice de ls candena al aislamiento que terminé segregandd las practcas mas innovadoras del periods en un paréntesie de re- celoy desconfianza. La Avanzada les reprochaba ala ciencias sociales el hecho de que, “bajo la mascara de un sociologismo funcional que reproduca la lgica dela dominancia’,®sancio- naran como desviado el gestoatistco de transgreirla norma de integraciénsumisa at consume atistcey cultural en lugar de alorar su capacidad desviante,obicua- da torsin erica del matelo de comunicabiidad dominante que saturabalas indus teas culturales con sus estereotipas de mercado, Desde el punto de vista de la Escena de Avanzada, las clencias cacales ‘se mostraban incapaces de jugar el arte fuera de los critrios de rendimiento perlormativdad sociales que miden la efica- Cia de las précticas cuando vertican sus resullados dentro d= los mezquinos limites de comprobacin numérica fijades por tuna igicacuantitatva; una Lagica de “capitalizacién dela pro ‘duccin cultura’ que iendea creer que “la obra de arte es:una rmercancia”regulada por la raconalidad del mercado yes c= cuits comerciales". Las intelectuales de las ciencias soca les nose arriesgaron a valorar el gestoertca de a Eacena de ‘avanzada que buscaba renova los imaginarios del arte, arien- ddo una brecha hacialas 2onas més obturadas dela experiencia simbica dal Chile dela represin que no se reconocian en los vocabulariasadeptatios de una memaria integradora, Oe haber se atrevid a recorrer con los artistas esta brecha, los cintistas sociales de rics podria haber colaborado en extender os lim les de aquel debate sobre neavanguaraa y critica postvanguar- dista que las précticas dela Avanzada generaron con inusitado vigor en Chil 1. Goa Mus, Manet pr clare en Arte en Chile dee 173, pas tmp La mi de las ciencias sociales y sus puntos ciegos La gestualidadinsurgente de la Escena de Avanzads opera- bea desde ladspersién, desde la pulsién, desde a aniquiacién de la unidad” 2 mientras que las ciencias sociales cumplian ‘con los requisitos ge un discursofinanciado por las agenciaz internacionales que esperaban de ellasconsideracionesitlos sobre la dindmica socal y politica de procesos que debian ser necesariamente reconsttuyentes de sujeloe, ya que prepara han e juego de les actores que iban a protagonizarlatransicién ddemocratica, Un siscurso,entonces, que no podia sine margi- nar desu campo de investigaciones pagadas las sobregirus de lenguajeeidentidad que Ia Escena de Avanzada practcaba co- ‘mo excedente, come suplemente, através de obras cuy derro- che de figurativdad lalegorias y metoras)perturbaba a eco- rnomia dl eélculade las razones instrumental. El gesto dela ‘Avanzada de querer “aleanzar el temblor del acontecimiento ‘estetizado” (6. Muoe)desbordabs la \éqica explicativa del £0: Ciologismo funcional que séloperseguia razones para traducir lo soial a datos, haciendo reventar esos datos en la “produc- cid, muliplicacién y despiegue de un sintorna™!transfigura- ‘do por las abras en estilo y mascaras, Tantos desencsjes de cidigos complicaran la voluntad de- rmestrada por la socilogia de ordenar categoria y de categor- ar desérdenes en una lengua segura, una angus que renmar- ‘ara crisis de sentido en un cuadro general dedsciplinamiento ‘el sentido de la crisis Este cuadra xe compuso ya impuso en Chile porque ne habia “otro esquema en el especiro de a inter Uigentaiacriola con serejante vigencia, semejante aparato d influencias @ parecido abarcamiento de temas y problemas’? {que el conteccionade por las ciencias sociales. Lavoluntad de ‘abarcamnientoy sintass impicada en ese esquema lev alas Ciencia sociales a relinear o aniline; 2 someter las vueltas yrodeos de un daciren trance [el de la vanzadal ala draco nalidad reordenadora de una razén cientiiea que obedace = “una determinada comprensin implica de Iohistérico, que lo 21 onanla Muon," gest Se tan Crm pee, Bern, NOB, ey 22 Pat arin “Cre Msn an Atean le ges 1796 NELLY RICHARD piensa desde la mati de lo social ya dst, a su vez, como Tele de la mati paltca”? Excero que L200 CEs se impuseronentodeAndri- ca Latina come os dos centres de investigacin socolica que efectuaron el més exensorlevomisnta dea culture alterna ‘aren pases sometidos al poder autortario, Pro es también ‘eto Que les cuentas los recuenes que sacaron de esos r- tevmientos nos deen que la verién que las ciencia sociales dan de nuestra bstoria no os habla Unizamente de és, ino también —y quizé mda que nade de elias mvemas, desu enc por recomponerse, de su volunad por preservary ede {iil puesta de dominancia en el dicutao nacional que he Bian aleanzado partir de la década del 60" que (vege fue desariculado pore goipe militar Lo ciencis sociales chile raerelomaron ese pussto de dominancia desde el cual tiraron Uneas para dserbiry exlicrla serie de procesos vidos ba jola detodure,confados ene pope de un paradigms sci Uigco poe el eniss de actors (quel free una caracer- zacién macrosecat de los formas modernas de produccin, Comunicacin y consumo, as que se realizan bajo a eyes de mercado leanzan a publics mashos” Eze eo paradigms ue las obras y los testos dela Escena de Avonzado desstoi- tzaron a abrir puntos defugay candesinidd en el cvadro de racinalizaciones tnicas de a soilagia a lenor de turbu- Uencias de sentido las autos reguadoras dela abstraccién cientico soca Las tensionesproduides ene as macroraconaizacio- res dea scilogi une soilgia qu “semoginé si misma Convo predict de a razéne tert desde Comte hasta Mare ergenizar el munde de acuerdo con la razin dos fidseo="™) las micropodicas nrratvasy visuals de la Escena de Avan- ada, marearon una instancia de debate eric profundsrnenta ginal ens reflsiénatinoameriana sabre maderidody post- ‘moderridad Si bin un part de las ciencias soles cienas aeumia I rca posimodera alos mactoreats globalzanes 2m 1B Nico ara Cancin“oc rie cube le aloe Pde ‘nh, Buena re etre 9, 26, 1 Bnaner on nts d ce aaa {e la modernidad y su necesidad de descoofiar de las sste- rmaticidades absolutas, sus analisias necesitaban de cual- (quier manera hacer confable el relato de su desconfianze va lidindolo dentro del campo de conocimienta de un saber acreditado por las reglas de competencia del @xico académi- co-profesional. Por el contrario, el arte y la literatura de la ‘Avanzada se dieron el lujo [en medio de tantos apremios! de prefer las ubicaciones estratégicas de sujetes yabjetos limi- twos, ajenos a las hegemonias de conacimiento selladas por diplomas de obedienciavisciplinarias. Cuando las ciencas so- téticas), “la Avanzada expliité desde el comienzo su relaciin incémoda con la vanguardia™* Esto lo recenoce , Thayer, 16 Ney lena Marie ants atin Cle e172, Vou Stozeges eater, 4: Uther gag ore oneumacen de agua’. 8 Ei Setacte Senay lambda. ptr na terre onode ate Conerowse 5 Terai 4 Bier serbarge sue Rehrd re coats, eo NELLY RicHaRD * ‘aunque nose dt ne mayrmente eo tances” ue Sinenbrg, x clave par suo sdeaclray sore tend radsctisn err porn odie detvoguedme inernacont por st aut eopectcas desapriecenes reapropacne ycentaapropicores eles! Me prec pe met hn ern elgg 2c Seta maximal recur W. Thayer, bra cootura titen des desplacamertonyonsegeones de sgiiay Serato serena steal psoas Sibi a Exceed aad deen una estategiai Itt ncn dl tae, nose sis Gnome teintranad on saca ar able dectucn een Laclersi ce de ete piciaschenas de bs cchent Que combraron de mado sit, materalome sot. ‘andiisis institucional y politizacién del arte, buscaba sacarle {iv is yee ctrl ue neta en pt ons oes rate scars en lr dl carp nate Tia Lacan de rnaada se relaconeplmeamente cn eee rcs alerts ono ge fel carpet redee comunity dla al tte edesnttctrates Ge osc deimestigucisn tmcencis scales La are del debate palicocloraly cro etn entre aCacena de Aanzadhy eas as ds no puaon se eramoaiae con tfcete sence lotempos dala detadur, porque urged dela consign 2, Keimmcundel herman rneeoae neta oe 2nd varguart Cortando ofan Sears Steal gure wrecaan compen eta cnnsosons ‘amantaments dea sco reresttacoa tr pret {ta cuando a arsaca amg, oe manta side spends p 2 7 antidictatorial aplazaba (a tarea de rflexionar sobre el deta- Tle de las controversias que le eran internas al campo oposi- tor Sigue habiendo abi una tarea pendiente [y no s6lo para le ‘ocieloga culturall que concierne al estudio de ls determi naciones los modos con los cuales las diversas précticas de ‘Sposiign y resistencia erticas definieron sus respectivas Spueslas antidctatorialas en el Chil totaltario. No creo que ta mejor forma de ayudar a esa tarea an pendiente—tatarea de ‘ecuperar zonas eludidas de La memoria peridaatreinto aos del Galpe™=— sea condenar al sinsentio[ala inti) lao lachas por e sentde que mativaron alate insurgent de ' Avanzada, fon a decrelo —aniquiante, exterminador— de ta muerte dela alia, de que Tecra fue consumads por el golpe te como lo nuncia W. Thayer. Este dacreto no hace sino obiterar las orcas de aquellos prcticas que, surgidas baj la dictadura, Interprataron mas audazmente la secuencia:historia-golpe- Udestruccin-reconstruccién-1talidad-racturas-deconstruccin. ‘Aldejarsin razon de ser alas préctcas de transformacin ar~ tities de los ochenta en Chile, W. Thayer desposee = la Esce- na de Avanzada de su pasado pero, ademés,inhibe su fturo, Ja que el definitive yamenazanteremate del fin que decreta et. utor (ninguna gia dea transformacién [.}y de lainnova- ‘iin serd posible en el rayane del acontecimiente") termina Concelando incluso la alternative de que nuevas fuerzas de {ectura raubiquen e59s prcticas en una secuencia vive de de- bote sobre lo rico lo politico en elart, cuyas energias po- tonciales el texto da por sepultadas.” El definitive remate del fimcon el que W. Thayer agota las vrtualidades dele inconcla- to impide que el pasado len reserva] dels Escena dels Avan~ Zada tiga estando disponible para ser reconjugado en futuro Tao del oer de xtreme cite #2 que lama tet 4. We Tr, “Del acs alps, Canto e ace, intr eens ‘estore nem de st artmporiee. 208, 982 vo. Coueetoneceet yo rosrd orl vb i= desler Stereos ea rset ple TemeaS cates perce. Peain, are yresumecsn ona 5500 Pare Gurmsn Evome Osr °29 Latscenade endl dept ala paiicaen sates do lca capac de srr en reste ear tetesenacn, ncaa de prblasleriones quer, sisters lasts dl corer delagcoy sla er tral del rogram slic Se lee olson aheoes {tala orsteni dun campo” de indpendec ora ‘cca dos sro que poslabo arte noose ‘ea a hegeronia de ptt augue cnstenad deo polit, bio a operaciones arplesdesse lta ee, Sel aeal concep ]de'nrupotn once oes Sica! Alimalar el cle sts operacoascone plas uelucharn corral cnet sentoMhgs Teisllal ciel descampod al donde eyes bin aad n esate carpe pelea ytensnee Elavrasamnto et pst ue insta sented pst Gel jaroaseré pean Thope ermine deconsaes Fap \todevainconsomeds por el ug mila gine ec, peciamane~ clus cet delpnas tee disputado otros significados a la violencia impuesta. at W Taper defn sgsipe mer cmeun pean ie” onaanpasie del quest Peay scenes ‘iran? 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Sei el tecadn mime, elceerae sn cabo Peru cose eshacer~ (Stara ster la memory ta el tnt depose eles ‘oho ctidadeinodale® El modo en que los escrturas de [Sivonen Wajron con salle y be aeientes de ore presenta, con la exposin de os rests” que perfrany archer euiguersigicada deo memoria que se pretends ‘Ranta, fue teetzonde lw cores I ractras de una Unported tela pediane una sits do cisocia yo ince, dona inegraba ional de Lo nue La violencia fun ese aque el termina "vanguardia” deriva del éyico mil= tar, es gracias 8 su rodeo por el campo del arte y la cultura mmodernistas que ese término se ha ido cargando de todo su 12. Jean rng tyr Uae” Cones, 1, Buenos ks, Pe, isa pe WE Sic farcuarmene ata nl pin a rate de Nowa ‘arise Ret Zr Et agate Goma Mate, Dae Sica ee ease Eanes to, Compon redo Seago, ae NELLY AickaRo peso crtco-social Altratr el gope del 11 de septiembre —tite- ralmente— como vanguarda,W Thayer acorta el dese de esta larga aventura de tensiones entre insttuion artistic, exparacn esta ytransformacién socal que caracterité a as vanguard, \evotiendo el término a surbrica de origen a militar {Por qué dice W. Thayer que el golpe del 11 de septiembre de 1973 puede ser leido come vanguardia? Porque, segun ‘2utor el golpe “realize la voluntad de acantecimiento, epitome de le vanguard, Uevando la irrupciin dslacante de fo nue vo. fracturar la historia y la epresentacién. Segin W, Thayer, e efecto del golpe como vanguard seria tan otundo que de ria la vanquardiaartstica ~y su ain de trastacamiento de los signos— sin campo (eropiol de signiicacin histérica ni de justitcacin ete, Sireleermos la historia de las vanguardias, vemos que esa historia se trama a partir de a nocion de "eampe", ya que el 4gestovanguardistale debe su impulse critico-negaiva al deseo de transgredir tos limites de autonomia, de dferenciciiny e=- Pecificidad del sistema-arte que, segin la vanguard, epi dena la fuerza aristica intervene diractamenteen la sociedad Latensién ent intracampo lautonamial ye extracampo del ‘arte Iheteronomial que anima a las vanguardias depende es trictamente dela configuracién de io artstica coma un subsis- tema que se recorta sabre el ampliadotrasfondo de a praxis social ELargumento de W. Thayer opera un traslado de planos en- tre el golpe militar ya Vanguardia que no respeta ni marcos ni limites de diferenciacién. El galpe militar concierne 2 la histo= fia dela sociedad en su otalidady su acontecimientode lowe 0 no conocelimitaciones de carmpa. Porque su dimensién es iimitads,no puede compararse est olencs superestructural de lo nuevo que revluciona a la histriay la sociedad enteras con el alin vanguardista de somelera tans erica los Unites de dferencacién que separan a la serie “arte” de las series historia” y “sociedad”. EL acontecimiente del galpe de Estado el 11 de septiembre de 1973 y la emergencia de la Escena de 1. Me parece mis preci el ino recon’ qu ues inact roti fevorte Snaps ates Ware 1. Bxwemo dete 12 pe m ‘vanzada no pertenecen als misma serie de procesos nde su- ‘esos, la sobredeterminacién histrica del gelp militar, res- onde el proyecto neovanguardista de la Avanzada que usa la Feflexvidad formal yla.crticidad del arte para socavara deter~ ‘minabilidad dele raz6n histérica mediante ol acontecimiento estlico, Forzar la analogis estructural entre el golpey la van- ado dle la tenaisn entre content la histrico-scial-La dicta ural y tent lo etético-cultra: al xperimente neovanguars tal Confunde la macrorreerencialdad del dat histric con el ‘scontecimianto etéica que, por meso dela obra, traslada ese dato vertical de a bstaria aun juego heizontal de piagues sim- balicos que desencaja el signicada "golpe" haciéndolo estalar nla plurivecidad Es cierto que al acontecimiantovilento de la novedad co- mo rupluracaracterizé tanto el goipe militar que revolucioné la Fistora social come la emargancia dela Avanzada que rvolu- cong el campo da las arta visuales en Chile, aunque en el pri ‘er caso, el del gop, lo nuevo hace desaparecer todo un pa ‘ado nacional mientras que, en el segundo, la “ruptura dela ‘Avanzada con la prehistoria nacional del are" se produce en tlinteiar[demarcade} de une tradicin cultural Resulta abu- ‘vo homalogar el sentido figurado canal sentido literal dela ruptura coma si ambos cortes, el ictatoralyetneovanguerdist, poseyeran el mime cosicientefisica de violencia exterminadora Sin embargo, no puede dacanocer que, a ines de los setent, et ruplrismo de avanzada tabs discursivamente “una cietaso- lidaridad manifesta —aun suse por ia do resistencia— con el Aiscurso dea refundacin dea historia nacional” Esto esha decutide bastante yo, En a entrevista pubicada en 9 1 de Extremo Oceidente, Francisco Brugnal crmentacémo, para al alpionerismo” dela Avanzada se hacia cSmplice de na borradura de antecedentes en particular de los antecedents de los secant, acu tradciénpertenece artista) que paecia du pica elelecte de tabula rasa con quela ditadura habia casi (do al pasado, Quizis ol efecto de violencia producido por la Esce- na de Avanzada derive sobre todo del “golpe de fuerza" de su 18, Pato Orin, toon Chie de ven, ne as an At, eae ston suing Eta a Sane ert 200 9p. 226-28 NELLY aieHARD siscursoi¥ un discurse que introdujo, en el campo de escrituras sobre arte, Teerents teéricos que la inquerda chilena siempre ha mirado con eaepecha’ "Estos referentes el poalermalisno, sl necestructuralismel eran convacades, desde as ates visuales, por”acomatdasdiscursvas que combate lasnociones habitua- les de representaciénpotca™@ alas que saguia files tanto el arte mitante de ta cultura partdaria como el otro pola de reno- ‘ocién del campo cultural chileno: et de las ciencas sociales ‘uiado pore "histricismo gramsciano" El acento ne concilia- dor, ntransigente de la ruplura que, muchas veces sobreactué ‘scursiamente (a Avanzada, no slo tenia que ver con su rebel- ta vanguardistalantiacademcista contra el pasado artistic, s- ro también y sobre todo, con el antihistoricism del giro teérica {que laenfenté al sentido comin iealégico de ta cutura de opo- sicin. La Avanzada raré —neovanguardstamente— las figuras del corte y de a ruptura para interrumpir la relcién de continu tad que igaba la izquierdaartisticaycultra al discus del e- presentacin poltica: son “las rupturas y desplazarientos [1 {Ue la aejan de los viejos modelos de arte cornprometio, de Frents culturales, de representacin atstica de partidos yo cla 525 sociales” las que leva la Escena de Avanzada a “un asta ‘mieno sociamenteperiido como vanguardisma”.2* En todo ca- 50,68 certo qu los primeras tertos de la Avanzada, demasiado impacientes y eclamatves, no se rodearon de las suficientes, precauciones para dstanclarse de a imagen de “un corte Gnpio ‘ona pasade como peso muertodel que hay que zaarse™ 2 tes in. Merein. eic ncrcn 5. En Oelvsnoiansalcolage thar cts 9 Broun BBS WG Thayer eitica et programa vanguardista del “corte i= pio con el pasado coms peso muerto del que haya que zafarse” on el que la Avanzada e hizo estructuralmente cémplice del Tundacionalismo de lo nuevo que implant et golpe militar. El texto deW. Thayer apera el misma cart viento sin misericor~ dia que le repracha a la Vanguardia, at dvd linealment et tiempo entre un antes (el pasado rico dela Avanzada condena- do per éLa la cbzolescencial yun despues ll runfante “nal neo ‘capitalist dela vangurdia™ que enierra a anterordad de todo pasado crtico), También W. Thayer recure al goipismo enuncia- firodel ahora que instala sutexto-manfesto[e golpe como con- sumacion de lavanguarda'| para performativament,bauider el pasado y anlicipar el ftura mediante un tao cortante que se para el “desde ahora ya no” [lo politico en el arte del “desde hora sl fn dela representaciényla muerte del rial “Escena sin representacién”y critica de la representacién Latesis que enmarcael texto de W. Thayer es la siguiente: el goipe militar del 11 de septiembre de 1973 produce una rup {ura tan defini que “isuelve el estatuto dele representacio~ naldad” Este antecedent radical del golpe wera inignf- ante” cualquier tentativa de intervenircriicamente sobre las fqiebres de la representacién, “porque en 1979, cuando la ‘vanzada emerge. no sda los aparatos de producciény distei~ ‘bucion de arte, sino toda forma institucional, ha sido suspendi- da enuna segudila de golpes” = {due duda cabe de que el galpe miter disloce volenta~ mente todo el sistema de categoriasy referencias que la épica fevolucionaria de a Unidad Popular habialevantado come ban~ tera histria.y que deja al sueto de la historia en un deso fdr estado de catstroe? La violencia dela discontinuided con la que el golpe se intituye en siniestroacantecimiento inte rrumpe una geslareolucionara ala vez que pulvriz arepre- entacion confiada de la historia que susteniaba su emblems- tica nacional y popular Pero .quiere decir esto que el golpe 8 NELLY RlewARD militar “oper la suspensién fepokhdl dela representaconal fas “que toda forma representacional ha sido suspendida”y {ue a cictadura deviene ‘una escena sin epresentacion'? Una vee desmantelado el proyecto épico-evalucionario que simbolizaba la Unidad Popular, a ditadura chiena reordena flexblemente el sistema de categoriasy simbolos (en otras pala bras, de ‘representaciones'l que encuadran la sociedad con su (gia autortaria de ta dominacién,;Quién padriaafirmar que a Doctrna de a Seguridad Nacional — yu fanaismo del orden la integridad—noconstityeeinsttuyeun invilable "sistema de re Presentacin” en el que el autoritarismo represivo base sus pro hibiciones ycasigos? Camo ne reconocer que el idelogema de (a¥emila —mitiicado por patriarcalismo ye miitarsme cil. nos de los aos de la dictadura— tenia como misin reforzar et ‘sistema de representacin’ de laideologia sexual dorinante? Si bien a violencia del golpe milter “des-enmarca a representa idm istérica, el nuev aparatorepresentacional dea cultura au tortaria se encarga muy luego de reencuadrar ala sociedad chi- lena en ls gicotomia orden/caos, para prohbir tod “salida de ‘mareo" que lamara virtualmente la desobediencia, Slo es po- sible evocar la escena de a dctadura como una escena sin arma hra "Seis aos de despligue dea tuerza sn ly, sin marco, dee. Pliegue queinstalaelna marco dela gloalizacin: seis af de represién sin epresin [-] porque el gop, lo sabemos ahora, Preporé ol desborde definitive de todo marco, incluyendo el de [a sictaduca IW. Thayer orto desu nstituionalided repre sivalaviolentarepresentacioalidad que nos impuse larigider del encuadre como formato de obedienci total. En sus textos de socioloia cultural sobre al autoritarismo, J.J. Brunner nos decfa que at régimen miltar conjugé sus efectos de dscplinamiento social mediante la dable consigna de la “madernizacin’ [el mercado, la televisién y la “repre sién’ lla censura, la persecucinl. El gope ditatorial es leido por Wi, Thayer en ladimensién de “moderizacion” que instru ‘ment el sistema neoliberal, come la “inmersidn del marco en (a cieulacign sin marco" de la dsolvente\igica mercantiista 2. [odeecmscansmain dle arr’ 8h Jel capitalise transnaciona, Pero el texto no recuerda sufi Cientemente Ia cara oculta de la represién militar que. por ‘ejemplo, dibuj una ciudad del cerco territorial, de la vgilan- clay del arresto domiciaro contra a eval se formularon las intervencianes urbanas de los afos ochenta, que buscaban instalar una nueva circulacin cuyos Tlujos removieran elm ltarisme que controlaba, eon una persstencia cruel, a aque llos cuerpos ciudadanas reprimides o agobiados por los vio- lentos aparatajez sociopolticos con los que la dictadura chilena ensayata sus limites’? Para W. Thayer. “las practi as disolventes del sistera-arte operadas por el cant” no har Flan mis que ‘odiiarlo que est fctcaytransversalmen- te descompaginadoycismatizado en el golpe mismo” Ess pricticas no serian ms que el rellejo ~o et stoma de la insubordinacién de los signos” realizada por el golpe. Hay una canfusidn ab entre lo destructivo lo deconstructivo. Na- da del imaginario deconstructivo que propusieron las accio- nes de arte de los ochentai podria haber estado contemplado fen el programa destructive dela dictadura: ni a intencién de Gesnaturaliza os signos dela ceidinidad represiva pare so- cavarinterstcialments al poder con el espiitu autocrtico de {a sospecha; nel daseo de abrir juegos de lbertades en tor~ no a los signas fracturados, para que una pequeha utopia ‘emancipadara ayudara a a subjetvicad del espectador aza- farse de fa mandtona condena a lo reglamentaro, A deen: ia de la que ecurre con el golpe militar que fractura y distoca tna primera vez, sin welts atrés eLarte reelabora a fractura Ya dislocacion protestando contra la primera vez del golpe Thay ahi un reclamo ético)y, ademés, rescatando lo negado pore autoritarismo de esa primera vez Ihay abi una decision Ertcal Solo el arte —, ebviamente, no el golpe— se propu- So usar recursos autoeriticos que imvtaran al sujeto bajo la Gictadura aventarars,libertariamente, en et ncesante des- hacer y rehacerse de los signos abiertos a los tumuttos de lo plural-contradictoro. 52. Dien Ei Cake Das, Ranta de Cie utara. ore tern sx “Store wngiadaylebucd’. 9. 154 : 2 Sto as opmpncs vt as ce ty Reel o Le Escene de Avanzade se enfrenté al desato de imaginar, ‘desde el arte, una respuesta a la condena dictatorial, ariendo resquiccs de sentido en as entrelineas del poder represvo pa ra que cicularanciertaspartculasdisidentes. Pero a le bas ‘6 con tranegreir el orden de representacin de los simbolos dictatoriles que gobernaban el cuerpo, la ciudad y os metios. (Quiso ir mis allé de toda traslaciininmeditista entre cont sgencia polities y resistencia atietica, Frente al modo en que la cultura de izquierdabuscaba parchar los simbolosrolos por los ‘qiebres dela representacin pararecomponer la granciosidad de una certaimagen de contnuidad y tradicign histrics, las bres de la Escena de Avanzade se preocuparon por recoger aquellos fragmentosyresiduos que vagaben en los mérgenes. elas heroicas recomposiciones de su épica deta resistencia, Mientras que el ate partdario dela cultura mitanterecuria a éxco hurnanista-trascendente del metasignificado (Pueblo, Identidad, Memoria, etc) la Avanzada recogia los fragments microbiogrSticos de inaginarios desintegrados para minar as las representaciones plenas alas que todavia adherfan las to talizaciones ideolégieas. Bastaris con este provacativa trabojo de fisuracién critica de la representacionaliad ortodoxa dela cultura de iauierda para acear los limites de eficacia que jus tifican teéricamente el gesto de “desrepresentacién” de la ‘Avanzada que ol dscurso de “lin de la erica” le niega Retirada metancélica y multiplici |W, Thayer identifica a a Avanzada con un “estate primarie, anasémic, noperanteIdes-cbrante que, (1 mis que ‘operar” come principie de decodificacién ylectura dela institucionalidad autoritaria [1 permanece intransitive en as inmediaciones del ‘2p. neutraante ls demandas de nuevas lecturasdesignos" = Le primero que me lama ia atencién en esta evecacién de la Avanzada es este vocabulario de lo inoperante”ylo “neutro” ‘que, asi narrada,eyoca una escona que seabstione, se retraey 50 sustrae del trabajo con los signos. No reconozco en este vo abulario desenfatzado dela retraccié ya sustraccién, dela quietud nade del cima elervescente [de incansables proyectos Yalebradas disputes) que morcé wtalmente tos tiempos dela ‘avanzada, Prevaleca, muy por el contrario, el voluntarismo de tn frenético daseo que, lejos de mostrarseindferente al sent tt, buscabs muitplicar los “locos guerrilleros"™ a través del choque y a frccibn de pesturas en un campo dela cultura v= {bo agitadamente como campo de batalia y como trnchera. EL ‘combative gastoy desgeste de energias que mantuvo ala Avan- ‘ada en constanterevasia de textos yobraslenos de preguntas Sobre las actuaciones del arte en alearmpo dela crt instuco hal tiene muy poce que ver conta imagen contemplative de esa tscena pasmeda, de suspensidn dal sentido, @ que alude W, ‘Thayer Laposividadde a des-obra", del arte como estrato de inoperancia" no quards para mininguna afinidad —nitdrica oi ‘nimica con la que, para bien o para mal, caracter26 ala ‘vanzada’ el énfasisvluntariose de un no que cisparaba suv brante fuerza oposicional (desde "al malestar.elresentimien~ to, a aversin a rechavo [come pois matipie") "AL aso- tiara vonzada aa impasibilidadolainacién, me parece que 1W. Thayer se equivoca de temporalidades.Proyecta sobre a es- cena antdilatoril¢e ls achenta (una escena habitada por la “afirmacién de lo imposible” y sus excesos utépicos), (a figura postditatoral de “a imposbilidad de la afirmacién™® cuyo motivo del duelo impregna el presente de melancolia con sus Tintornasde retraimiente slitarioydepresivo, de fata de ener~ tia y de paralizacign de lavolunta. Entiendo bien que el texto de W. Thayer le atribuye valorativamente ata Avanzada esta marca derticencia al entide como un beneficio rico, en tan~ to negative a ser parte de intercambio comunicacional que re- ici’ la memoria del tauma.* Pero [a atonalidad de lo neutro 1h, dean ald, Comers pre Gen Brae, Martin Hope, Agar strana tlle on La ueordncn deo ins SE Estar ete roonn dl ido ats crtco qua hace toe thr llr Alegria cerrot etn poster ‘abet dr ating Cue Prope, 700 “mh Wether oe Come oa retersa posite araaiopereci ecrepesertcin desea anacedacln Comes sca esi idle apr sannanconcorra searchers conta que. Thayer reat ala Avanzada n coincide paramicon (a ‘necesidad extrema dela pasion’ (6. Muon! que movi sus ‘bras en la dineccn acts de un “querer” ntencomalidad, de- seoly de un afectar”efectuacin, fection! Muy lejos del w= Cabulare melancic del desalecimiento del sentido, la vanza- {fs puss en mavimienta un “régimen de intensidad™ cuya clave cenergética conecta su escena al repetoro deleuziana de os fu- Jos libdinales y las msquinas deseantes. De ahi sacé la voluntad {e ntervni las retrcas socials dl are, con “su inagotableac~ thidad efernuladora de sgnos,continuamente permeads por la cftica de as repesentaciones' "la mutiplidad de sus opera- ‘ones de lengua, at come su ratical desrontaje de las nocio- nes inttucionales de ta epresentacién' “Operaciones”y“rf= ties" que nose quedaranen‘lazonatraumilica de a experiencia™ anterior la secunderiedad del signa" que defend W. Thayer ‘como grado cero del galpe. Muy pore contrario, estas “opera- ‘iones"y esta “ertea" movizaron, en el nivel de las simbicas institucionales, sus estrategias de deconstruccin en torn ala siscursvidad de los medics, las tecnologia ylas mediaciones de ‘entide, la convenconalidad de lo signosydel valor cuiturales. Thayer define un estrato primarie dela Avanzada que “se sustrae a cualquier intento de repeticéno secundariedad sims lca"; que es iereductise a la simboizaciéns que se ofece como “reat sistemética de producciiny de inscripcién™ SSW. Thayer de fiende esta primariedad de a heli anterior a toda composicién Tal hakree ont lanier psy reas Ela ‘ovum inaprancr aes sr areata ee U9 8D Most de 19 gaara ayesurnis enna aioe ‘soe deste lagaalescan” angun, detour, bacon peer 1, "Cte naa ion para eprom Cent Sobel are dot eco, Saran, Francs Zager eto, 18 1, “Sharnsarghoy decambratte dese’ aca dere rss U8 pt odes meron snes ter Catto dt sne, Dame Ey Pre rinite Banas, race Zges Edo a) Lact eo stows sylrereotisuge snes el mance Jara 12 Goran Mion ‘Wanto par cla oscars en teen Ce ese Taree ae ness, 95 1 deo ou Boner in de in Carl 1, Snap, may 14, “Da scot a cle p 52 S oon, discursive yateda simbolizacién como testimenia mude y desru= ode la impasiolidad de representa la sinestra des-ropresanta~ tin aperada pare galpe. Pro ls obras de a anzada se carac lerzaban precisamente por querer distancarse doa indieaidad tea presenca[de la undementacén muda enla hull fica que lestmona in habll mediante sofisicadas migunas de lengua ue travestian lo “directo” de lo vvencat con lo “indirect” de as Imetaferizacionesy ls legorizacones. Es ae como el rte ensa- YS dversos trayectos iguratwos y analticos para crear ura ral ‘on heterogénea y fluctuate entre ta referencia la voiencia de la deseomposieinl, marcas da experiencia luna subjathidad so ‘al traumaga y vectors de traneformacin erties Imantajsinter- pretativosypoicns de iscursol 5 bien La Avanzada emerge on lin aiaje de cevaetacién del sentido, sus bras eigieronsometer lo fragmento lo xtravado acompleias podtcas delresidue que ‘icedan en ve relacionamienteslinglistcos en sus rebusca- ‘mientos estilsticos— la mera sintornatologia de la fuerza inso- luntaria de as cals de vida que, sepdin W. Thayer, seria a n= ca efal que ol sujetapostglpe tara en condcién de ert 2 modo de “euasitestimania’ “Ente las primarias sefales de r= Cuperacin de vida que graican inconscientemente et rauma en Uinsustrat meramante denunciante testimonial, por un ado, y por tro, a abigarradspulsénesttica con a queciertasobrasde la Avenzada reestiizarn la carne, medi el trabajo sobre a for may/la epresentacién, es dei, sobre astransfguraciones dela Uestiguraciin primaria” La exacerbacién de la relia citecio- fal que usaron las obras de a Avanzada también desriente la testimenialdad asimbilica de la "sofia desnuda” que defiende W. Thayer a eferisea ella. La cits furcionaba para las obras y los textos de a Avanzada como técnica dal corte de a interrup- cin ya discontinue, cuyos fraccionamientosyreensambla- es se oponan a la armani plana dela otalidad, Es dacir que el ‘see mea t,o Lomparc 198, hrtersuine corey ‘ines rots una arcs y sims masa de etoq, ea Soseyetranliae dl soplment Vue Nay er Te rclne Eau inonsmvcson main, mba ona pose ‘eatursanan aarti de Doel Sana, uo ats aor, Claro 188 NELLY RICHARD procedimianto deta cita miltaba, en esas obres y textos de a Panzada a favor de un antidaliemo del sentido que oponie as fracturasde la representacién’ lexteriridad, superficie, cotes, junturas,simulacin =des-iertidad] a avoluntad de presencia linteriridas,profundided, ransperenca, lent =identdad] Discurso del fin y mem Harta recodarunvmeni que la Escerade onze soos un cojntobomdgenc, Sibi reunia price que ok Carabon ent lls porque compartan sa rime past de ‘perc conceal de desmonaeatato, es0 prlns titeanrespuesies a tmenado Svergentes as formas de Stordarlaraacén ene ate rleay sociedad Es interesante tot prejempl, ue el rupe io reonjgala conned Tein ne teaming eco de snp psa ylawedicin ge. ayer propel sobre dete Aenea Ademke de relma dun Arte de {erste ques ine homenaj al mraz dae Brigadas Reman Peta cr su antcednte masini en oe pectin de a had ln acl Bra no marie de arbre nel tr 1997 propone “una retain devlores clus p 1 eclnealachlcalape”MThayerotin lacie a ao Stes ota tnendo- iets coonperttny tasratonisn Selanne nn ascent ‘occa anpoc one alohtooiraa us sl sxenccan ha ge Calapan neta I Lata ea ap, coma en mer {eb Wargal a meses goeos sno es TE slags purenace 3 ‘Spine lacey ode sa p58 «ie Belcan pert rt rae tnbradee nn pean ocr Sines printe caadr ‘nen pepiocl salty 6 paimpsee, dese aca operan r= ‘isn den pe ac ries ‘Cedar ornate seo oi soc) clas pr erate eye ara Nea ge Marie 5. sa. Naponanc det ra Raptr, 10. puestos durante la Unidad Popular el medio lire de leche llogada de los artistas alas poblacioes, el trabajo dels tale- Fececulturales” que ‘signficaban ura simbiosis entre (o nuevo loantes deseado, un intent de resemantizarcategorias antiques valids desde nociones praducdas enol aquy ahora dea dta- thra” Estos matics no estan contemplades en elandlsis de 1H. Thayer. que hace pravalecer el radicalism filosofante det retaconcepto lel golpe como vanguerlia, a venguardia com Tolpe por sobre ls contextualzaciones de obras y postures siyee diferencias yoposiciones requeren una lectura anata (fetallada y matizada, Estas exigencias de detalles y precision fe nacen ain mis necesarias al tocar un punto clave de la te- aie de W. Thayer [representaciinlpresencial, ya que este punte de intersecedn entre vanguardia, neoranguardia y postvan= Guardia diadsinternamentea la escena de os ocherta entre et Sector postformalise dela Avanzada (la “sali del cuadro"ly tL grupo ca la “salida de arte") ®? oe cierto que una tendencia dela Mvanzads, la representada porel grupo ca, se apropis dela consigna vanguarista arte Tay artepottia para expresar el deseo de eintegracién del a te ancl continuum de ia extencia, buscando trascender le me- (hatin de tos digas en ta nmediaer del real pare cumplir © (due eLvtor lama a “woluntad de presencia". Pero esigualmen- fe cierto que algunos textos dela Avrzada citicron abieta~ trent les acentos mesinicesy prfeizantes dela retérica 21 fiona, su liuign de dioWar el arte ~sus lites y cédigos de tepecifcidad-— en el plenum de ura sociedad indvisa la secs {dd on claves" dela que se habriaborrado mésicamentetods Teale de ceparacin ydelintacin.* EL giro seritico de esos 1 Asia ans Lcdenont Canons en "Uamado tara, mag (2.5 Shr pret cel pean’ on ren Chie ed 177. sa eg Syulscband alinecar de i ronan una css ie Exon yo Taper enlace alloy (4 el‘ sx, ROIS pio Una cin mote ce vngurdny postranguoda ao ree piausmoetn elegant sores, ans eee arts posted nc Somigo Cues Prop, 1% NELLY RICHARD textos de a Avanzada que polemizaron con la retrica zuriiana ‘del cs0srebatia su espontaneismo de la presencia que se basa ba en una imagen de la vida autoexpressndose “naturalments” ‘como reversoinformaly desestructurado del ate. Para esos tex- tas que tant insisteron en el materialism ertico de los proce 0s significanteslsopotes, lenguajs, técnica, cdg), “erica de la representacén” runca quiso decir, vanguardistemente, voluntad de presencia” sina al revs, newvanguardistarnente denuncia de mito dela transparencia referencia que proyecto iusién de que la realidad habla por si misma. “Critics de a = presentacén® nuncafue lo mismo que “aboicién de la reprasen- {acin". Ls “erica de la representaciin” —que defendia esos textos apela al dvelamiento de os efectos de representacén con los que dterminadas hegemnonias culturales uscan natu ralizar lo real-secil para mantener fa inamovble a reacign entre signicantesysignicades.Vapela, adem, cvestiona- rmiento de las figuraciones del poder através de las cusles une ferente de autoridad lola, deoligico, simblic, sexual, te) sjerce ol privlagio de La “representaién”, menopelizande el de recho de nombrar, de clasficar, de otorgaridantidad etcstera, Antes y después dela Escena de Avanzada, por muche que nos ‘encontremos hoy en un unverso pest de completa fragmenta iin ydiserinacincategorals, los poderes y las teenolgias ‘comunicacinelessiguen pactando sus reglas de entendimiento oficiales através de determinados efectos de representacén que construyen el eros de lo dominanta, En un mundo todavia habitado por sujetos, discursos y prcticas que siguen en= frontindose entre si mediante luchas materiales y pugnas in- 5. tito te naorargurts” nw a commande un ai uml ome Seats eed un ser dst sna ese re porn nae. {tssnodernsta pss curt de clparamants decree th yaierecnesitp’ secs cenedean mde ter supre Mae qu carclr elroy a enguada tric, fecoendn antes angel arin mode pr ‘in cos erlran resus nos egucne te snr ‘eines mamas adele ai suc ares “evonguaioen amine co rae ests ener eect. ‘steppes ciara ees ares) levpretativas en toro las asignaciones dominantes de case, face, exo, génera, al poder es representacn y la represent tin es poder Laque Wi. Thayer lama elnal eoeapstalita de lo critica de a representacién’saca venajas de le renuncia@ 12 police que esta impliitamente contenida en el gesto de waver tuialentes entre sel lagnéstic postmodero decisis deta representacén elnhilismaposthstnico defn de (as luches por lasigniicacion. Es cierto que la nacén de “representaién” —en sus dimensiones tanta de duplicaciénfreproduccién len etarte} ome de delegaidn/susttucén (en apolitical ha entrado en tris, Pero reconocer esa crisis no deberia levarnos necesa~ Fiamente a descreer de la posibilidad de que puedan emerger hnueves proyectos de repoltizacién dela subjetivded. Es posi- ble, por un lado, celebrar el descentramiento del paradigms Autortario de la representacién monocentrade locidental tmasculina ety, porotrnacer prolferar en los margenes de tate cuestionado paradigma de autoridad las narrativas mélti- ples —hasta ahora sumergidas— que son capaces de imeginar prdcticas de construccién de realidad alternatias’™ 2 las hegerénicamente selladas, Para W Thayer, l“apocalipsis neocapitaisa‘armedo “glo bulizacén”Uquidaria las posbildades de fugarse dele Lig sustitutva dela mercanca, de sus ayes de degradecién del vo- lory de anulaciin del sentido, Tedo lo que circula por las edes Ge ntercambi det muliaptalismo semiotzedo finelus a no tirculacion que activa lacrculacién') estaria—segin él fo- talmente condenada a la asimilacion ya recuperecién la fun- Cionalidad dela cambiaro que disvelve a singulriad ya die- ‘ancien la mismidad de a serie-mercado.” Este “diagnéstico ‘pocalitico” del post cbuja una figura soberana del Mercado Ss RPata.e Is Z FE Lio fa Det ace atop” ase pic de suse (Cetacscietos ties nova mas de ana att cree ‘sc quer rence sete epoceDe seco la ‘RoR sent gules gu, are denna quel cree ‘Bove wany ayradecun neces ces sx. ERTS tratlge ecu ue sortneoscooW. Thayer bre ts ciprcte coms end gm sturaisaos los pees da (idan qc nuns rea a ogre dese able ov oem Medel hones mares cel estoze yu enue en ston Pontarenasenave, 9p 12-18 Acontecimiento vresigniticaléa % ‘que seria capaz de controlar todas las fuerzas ly contrat 2as] que atraviesan el sistem, de caplurar todas las enersias fluyentes para recclarias en su dispositive de transcodiicacion universal de equivalencias abstractas, La ineferencacsn de ls diferencias que rvina en a collage postapitalsta lograria, se ‘in Wi. Thayer, neutralizar cualquier voluntad de altri alte- ‘adora con la que una préctca de cambio expresa su desacuerdo con la homageneidad capitalist, ‘Lotransnacional de un tiempo “de intercambioglobaliza~ 1", cuyp“marasmo deo siempre igual estaria ya contenido en la verdad del golpe militar” ”habria dejedo instalado el su puesto de que “la glbalizacién noes ata casa que la nila ‘lin dela voluntad de acontecimiento que activ ala vanguor dda, La wera del golpe' la experimentamas ahora, en el intercambio generalizado en que nada promete™ Ne deja do resultar paradsjico que un autor que se ubica bal signo de las filosofias del acontecimiento —es decir, bajo el signa de lo intenpestvo—dibyje esta clausura de lo predeterminado, una clausura que anula as luctuaciones contingontes de lo que to- ava 0 es de lo que esd siempre a iempo de volverse aro. EL todavia no esy elvolverse olr on tas condiciones de una die rencia pensada como una aierencia en acto, en situacién y en ‘proceso. Por el contraro, el escenariacibujado por W. Thayer 5 un escenario en el. que todas la partidas han sido jugadas, todos los destines han sido sancionades, todos los finales han sido antcipados por el fatalisma de la sentencia del ya nada serd posible” En rigor. la previsibilidad de ia certeza del "ya nada seré posible” del "ya nada promete’*! el le pertene ceria a un saber foal, un saber que se sabe enteramente a si ‘mismo y que lo sabe todo de antemano, un saber que ajerce el poder abstracto de controlar las fuerzas vivas del desarden y Gel cambie, Menos mal que también es posible leer el texto de W. Tha- yer na desde la fniud del cierre que sentencia el niilismo de su post sino desde su condicidn de textainacabado y de final ‘blero, sin verdad consumada, coma un texto que no termina 58. Thayer De avenging 5 Thayer p86 St Seoparda acuden getcans ag a be escribirse (al ual que as orrativas dl golpe military dels ‘vanceda y que, por la mismo, se abre al fluro de le feren- tia. En lati versin de ou esis expuesta en “Del aceite al Collage’, al ablarnos el collage y dels diversos porvenires” {que se dan citaen los Iragmentas yurtapuestos, W. Thayer nos tice que la“inctinacién vanguardisia" dela escena de arte chi- leno de las ochents podria constitur uno de esos porvenives, capar de activar una “sensibilidad deshomogeneizante en la ‘lobalizacin’® y de estimular asia responsabilidad a ica, {a politieaifirita”* Que W. Thayer dee fnalmenteentreabier- tala posibildad de que a Escena de Avanzada sea no slo un pasado sine tambign un porveniealcual puede optar I rica fue la Escena de Avanzada sa virtualmente un deveni, eda la fzén 9 Hal Foster: “nada queda nunca establecdo de una vez por todas, Tod primera vez os teéricament infinite, Por io mis- tno, necesitamos nuevas genealogias de a vanguard. que, enl= (gor de cancelarla, compliquen su pasado den apoyo a su futuro Imedlante “una cra creatva interminable" 2 “Dace cogs P St © wa (S tretae deo eal a venga 3 hale sil, Made el, 202, El régimen critico-estético del arte en tiempos de globalizacién cultural! Enel actual paisaje deta globaizaciiny del multiculturaismo, tleslagan dela “dversidad” —agenciado por [a institucional dad ellurl metropolitans lama 2 marginalisades,subaler- idades y perlerias a recurrir al arte para denuncia condicio~ thes da miseria y opresién sociales, reconfiguraridenidadesy Comunidades, vsibizar memarias hstéricamente sepulladas ‘usstionar hegemonias de rapresentacin sexual, bien reali= Serintervenciones publica ligedas a demandas ciudadanas. EL ‘nullculturatsme ha estimulado un creciene proceso de so- Cologizaciony antropolagizacién del arte que insiste més en la foliizaciin d los contenido que ena autrrelexivdad crtica ola forma, ena expresividad denuncantey contestataria de os ‘oticados que ena retricesignfiante de las psticas del len- (quae Enel caso del ate ltineamericano, este proceso de 80 Solgizacién yantropolagizacién de la cultura implica que la m= fade internalonal espere de su condcion perifrica que no 7 ‘Compita con el centro en atifcies discursivs ni complies & cepa by tetde Teva sl Ate Rest / Wat epanizade pla ao sd Sota 208 FILOSOFIA YLETRAS Wrsiod Nace Educa x stan NELeY RickaRD rari sna is bi, ae Wt 8 “campos con ‘eld eltzando une majr referenced de one Lasinaicones etree metopotana eresodes en tela meroriany ertestos acl fe conan al repel {eico un nro exit anropligic-socal ycultural-dent Lari que mpicaunatensén etre forma la mirada este] Y eantendo el andi aecioutrall A propio de esta fersén quisiera comentar aque siguiente cto de In ric argentina Betri Sorte “Sempre qu form prt decisions, jt con clas eropeosyamercinas, aj tre consistien jucgoiees fines, encontraron ictades pare etablecer an oo co ‘rin sobre al trar decsones eles los nolan ‘anos rirabanton deo ninoareriane cons sero sien subrayando ats rie sales o policy psando por ala ss prblenasdscurses. Yo me nina jugar Ib desde perspectives tts, ponende enn ga sue Siado su impacto oily plc, Else compariton co Imoanasta crates, a censones como aroptogoa mientras au yo adptbal perspecv decried ate Eradlil leger un cuerpo elses aban ferenes dle. (1 Toso parece india ee tine ‘anos debanes roc tor adecinios al dsisc ut Tal mantras qu Os Ibsen os urperel nan derecho depo objets adecundos lca de ar] Nos corresponds a nootos relamar el derecho o delat asuemétdos de oslo? teoria Universatisme y contextos \eamos, primero, qué tiene de provocative esa cita de 8. Sarto, sls enfrentamos a une de les giros de la teorf posto: derma que consiste en haber impulcade, desde los mirgenes {eo pestricoy de lo subaltero,ciertos descentramientos del 2, Best Sal, "Los enue curio y ca arr en nonru [ato vrata. Rete de Cea Coltra T8 none de 17, Saran. 38. canon que habian tendo ta [saludable}funcidn de ampliar et marco de la teoria estética derivada dela filosofa idealsta trasladéndols hacia el materialism cultural ‘Desde la critica feminist hasta la teoria postcolonial, se han multiplicad las denuncias que revelan las abitrarieda~ des, las cansuras ¥ las exclusiones que, en nombre de lo “universa’, fu imponiendo el canon modernistade la cultu- ra occidental-dominante: un canon que se identifica con lo ‘masculine, lo blanco oletrada, lo metropolitan, etc La teo- ‘ia feministay la teeria postcolonial radializaron sus sospe- Chas en contra de la naciin de “calidad” que sustentaba el Juicioesteico sobre las obras de arte en una metaisica del ‘valor universal. Ambas fearias han demastrado que el "valor” la “calidad” son nociones histéricamente determinadas Iconstrudas a partiede sistemas de gustos,deolagiasy con- vencionesl y, adams, sacudidas por las divsiones los anta- (gonismos y las pugnas de intereses —de género, clase 22a, fte-— que socavan la aparente “neutralidad” tras la cual se ‘culta el idealismno estétice bacado en el dogma de la auto- Suticiencia dela forma DDesmontarel canon moderista occidental para exhibic ta violencia representaciona a ravés de la cual lo universal impo- he sujerarquie a costa dels silenciamientosylas tachaduras, Ge a diferencia, ptenciar las uchas interprotatvas que se de satan en los margenes de (a represantacién oficial para cues tionar su menopoia de una escala de autoridad superior, han sido tareas de (a critica postmodernist, ¥ esa eiica posimo- dernista ha tendo ls notoria ventas de forzar ls institucones del arte internacional a abrir sus fronteras ~museogréticas © historiogrticas— @ relatos no canénicos, 2 narrativas de la ctredad, que el dogma monccuitural del centro habla querido invsizar, Paro los mérganesy las periferiascuturales, es decir, p2- raaquells otredaes que oe habia visto expulsadas del domi- hio autocentrade de fa modernidad occidental-dominante, fue ‘ital revindicar la dversidad de contextos, para combat el “niversalisma ye imperialisme del valor. “Context” quiere de ir aqui localidad de produccién sito enuncitvo, coyuntura {de debate, particularidad nistérico-socal de una rama de n= tereses yluchas culturales que especifcan el valor stuacional El résimen NELLY aicwARD 1 pesiiorl de cada reslzaciéndiscursia En opsiin a a “ites homegeneizante de a Tunein-cetro el disposi omevopoltao tarevindeaign et contn si parave- Uoar us eperoiempos miodterencides qv agian are ade cede cute is poredja que parece euncar lac de, Sarlo esta si uiene despues de quel ancarmeicano haya reclamado TEninstentemenie su derecho al contest, 3 dec después de quel latncarnecono haya sade su regina cries tn conta'de lo unesa ara dear el eal tascen- Sen er etic, Beta Sro onc snare ana, seq sors de ue olinamerican, en laesana i fernoceral quod resrngdo leone” rol area “Sera cata nrate sce pay 08 tas pretlemticas frmales scars del engl es, El pimerelarme impli en aia de 8. Sarto oe ele= cion conios abuses mods en que une supemacaeltural {a toner carr” del postive matropoltaro] monopolize tlaerechoaesignartes alceirayalaperteriarles os ya tuaclonespredetrminaes. lean se autres el pri tego dea entd” i unveralidd de at] mientras gue tt tonced ala perteriaeLusoarqetindelo“erenc’o- mada como une senple stain de cones. L perferi = Condeneda por el ceniro a exter lorizr la agen de Chrous le oca representa nel tear ociertal este teria, binros yas eens sles Tal como lo aprecames en rntode aro cte pater eno unwersoad {alerenc parcel le permte a anor 3. beciyos"ein-stt (arf en ua "cea pae eto aa ‘recta oten eu iag Sunnis Toi (teteneaiereinesatomal I ncnerirs reper i= lc deur esa ond aces Lace iy roa aiens, Pare Eaton ou Ses 97. peor tumpcopdttenere a coro ura won hs Carga cea nse an erldn s cronaa dl tee (iy purr aren an ae tipessietriasycesgealode el dlrs gocsoisan/Secrnran ede) etesartaclne encargarse —soisticadamente- dela forma (la “erties de ar= te" ylaflexiénteérica sobre evestiones ds lengusjel mientras ‘que reduce lo atinoamericano alos contnides el ‘analisis cul ‘ural, el relate antropeigic, la sociologia dela cultura el =~ timonio politic) Elreclamode B. Serie acusa a una clara desvacién metropa- tana hecha de prejuicios yestereotpos, que supone que el ate els perferia latincamericana, por la continence histérca de las miserias sociales que le toca siempre denunciar, debe expre- sar vnculos mas ditectos no medadas] con a realidad El dscur- somelropolitanosueleealtar la Yuerza itl del arte latinaarne- Ficano: su “espentaneiod’, su Tautenticidad™, como recursos ‘alurales" de los que a creatvidedauléctona de la regién sac ‘sus enerias més combatias Esta asac'cin an frecuente de 3 peiferia latinoamericana con loreal, lo sensible ylaconcrto, 0 experiencia cumple con primitvzar la imagen de América Lt naa tras de las metiforas det ergeny deo primigenainatura- leza, cuerpo, vvencial,cwjas metdforasatestiquan una supuesta ‘rginidad del continent anno invadido por los éfcashiperca- pitalistas del primer munde- un primer mundo impure que suefa roménticamente con una otredad sabia. Mientras que el poder de representacin de a “uncién-centro" metropoltana se adve- fia de todo lo que es simbolcdad labstraccin conceptual y me- icin reftewal, a periferialatincamerieana queda relegeds 31a prediscursivdad de un mas acd de los cdigos que se supone a= terior alrelew de la cltura ya sus agenciamentos semitco- Insitucionales. Se produce as! una nueva ~ypervers2—"dvsin internacional del trabajo" enrelateorfaloabstracto-general del centro a prt lo paticular-concreto de a perifria) que le impetira lo latinoarericano en a escens deserpta por Sarto, recurir a los “métodos de andlisis" de la “teora el arte" que rechazal culto latinosmercarista ala "realidad soiat por con- siderarlos europezantes. ELarte dela periferia, al que le serian negados —por elitists, por anlippulares— los mediostedricos el anlisis erica, queda aslinhabilitado para dbatiren jualdad de condiciones con el isposto del are internacional uyos pro- ‘e808 sociales deinstitucionalizacién del "valor" debe suscibir. uniateralment, Sin duda, lo mis preocupante de a escene que relataB.Sar- lo noes que la critica internacional dote alert latincamericane NELLY RICHARD de iertos indies de autoconcienca pttica, al estilo deo que tun autor coma Fredric Jameson (par muy dscullda que sea su tesillamabaas “alegorias nacionales dl tercer mundo.‘ Lo molesta es que lo atinaamericano se veaforzado por el dispo- sitvo internacional aidentificarse ~contenidstamente— conta realidad, la experiencia yal contest, cuando bien sabemos que asi nombrados por el dispositive conceptual del arte metro= poltane-, “realidad. “experiencia y “contexio” son términos ‘Ue llevan una carga preterica que remit, de mode simplista 2 lainmediates, la vvencia ya primariedad, como manifesta Cones jenas ala autoconciencia de la forma, al juego de las tcnicas los artficios de la representacién. Mientras que el centro puede darse el ljo de meditarsobre"ls problemas for ‘males discusivos" del arte ~acaparando todo lo ques me dliacién y representacién—, la pariferia es condenada por é al ‘ealismo de dato primaro, ala documentacibnantropol6gica y socildgica del contest, alas policas de la accion y del testi- ‘oni al trasfonde romaéntico- popular de Una subalternidad de a que se espera que hable sin mediacién— en wvoy en di- ‘recto, Dicho en otras palabras, mientras que el.cenro se eser- ‘el privlegio de poder gozar —refinadamente— de las ambi- (guedadesy las paradojastextualstas de la deconstruccién, et arte latinoamericano debe responder al naturaismo de a re presentacidn, ala tansparencia referencia, ala explictud de los contenidos yaa suberdinaciénilustratvade lo quel "er tro" entiende por “periferia". Lo misme ocurre con las visiones rneopopulistas de lo subalterno que abundan en el mundo de los estudos culturales. Esaswsiones suponen que la realidad Y la identidad del subalterno hablan por si mismaslindepen- fientemente de los cédigos de fabricacién del sentido que median su puesta en discursol y ue, come tales, liberan el aceaso “natural a un conocimiento de la subalternidad que aspire a serconsiderado ontoldgicemente superior por el so- \ohecho de provenirdirectamente dela miseria y de a opresisn sociales Si evoco aqui el universe de los estudios culturales es por~ ‘que la inquietud desplegada por la cita de B.Sarlo tiene como 4 eke mse, Taser amaze napster Ft dere Ctra ray e193, Sana. preccupantetrasfondo la constatacién de que las nuevas go tionas de saberesydsciplias, en nombre del culturalismo,di- luyen los contornos de lo esttic enla masa del consumo alo~ talizado de los mercados dela diversidad cultural La tension ‘entre lo “estética la teoricidad del arty lo “socioeultura” documentos y testimonies de identidad, que se identifica ala ‘ee coma tend entre “centro” y "periera” tal como la des- cribe B. Serle, concirne de hecho al problema de céme redei- hit la especfcidad ertica de lo artistco en un context post= ‘modeene saturado po las estetizaciones del mercado Un desvio Latinoamericano sobre arte y memoria Bien sabemos que uno de os rasges predominantes de rnuestras socidades llamadas “sociedades de imagen’, "so- cledades del especticua” o de las “tecnologas dela communi- ‘avin’, consste en que ellas juegan con los retoques de una testetizacin de areal que nace dela “superabundanciadeima- genes", del “renovade predominio de lo visual y del gusto vi- val’ La crise epacal de temporaidadhistrica y de profundi ded narrativa quella [a imagen a evalarla simultaidad ya ‘ontigdad come efectos propice de una estética de collage ha (generado un nuevo cullo —deshistorizado— de la superficie {ue entre otros efectos, celebra la “multiplcacin de os et= los”, también, la mezclaindiseriminada entre ls “estos ar- tistics" y los “estilo de vida" De esta mezcla confusa surge la preccupscién —compartida par varios eriticoslatinoarner= cans de saber céme dlerencar voluntad de estoy estilize- ‘iin de la imagen-mercancia; deseo singular de una potencia de signiicaién lla obra de arte} 2 itercambiabilidad neutral de {os signos lls productos comerciales) Enel paisaje meditice dels "cultura del espectacul" don= 4e,come lo sefalaba . Debord, a imagen toma “la forma final {ea reteacin mercantile evesta mucho alareferenciarse 5. Freie amese,"Taalermcones ea mage nla poser 6 Canivatins,“ELmaseo ye expriecia dla a partderia Etta prs asses tart compat Rees Mari ave, ‘Benue ire tsa, 1p 1 polzaciénea = dela muliplicacién —y estetizada— de las formasy os estos Culturales que complacen la extoversin publctaria det mun- fd dol consumo. Este contesto de satraciénicnica le planes alarte la diicultad basics de saber cémo distingur su trabajo ‘on ia imagen dl esto de lo visible cotidanamente,entregado, ‘la sobreexposicion informativa ycomunicatva, Frente alahi= pervisibildad medistica de la imagen astetizada por ls tecno- fogias del capita: .qué puede et arte, qué puede el arte citico? (uizés aventurase anlas zonas de secreta discordancia, de tu rmultuosa tpacidad, donde se aloja lo més refractaro al réi- nen tranleido de vbilidad satistecha que acompaia el des- Pliegue neoliberal. Dice Eduardo Gruner: ‘Esa veces imprescindble,éticamente, saber resptar, es: quardar, los secrets dela representacin (.] que ~aunque {era en una vertiente mas © menos mttérica oponen el ‘ste, en su sentido mas ampli, o 25a ciertabarbarie que re- presenta a Comunicacién” ya que “la ideoiogia massmedit a dela perfects comunicabiidad busca borrar el lugar del Conflict ene ftchieo da mercanciy el trabajo incon- trolable del inconscianta, todo es ‘comunicable iodo 25 representable’ J, entances no hay desgarramienios, no hay fates ni agujerasenlo real que puedan ser interrogables oe tables, y toda se wuelveconfrtablementesoportable en la dermocraia’ dela magen electrénica".? ‘Aart critico le incumbe la tarea de explorar la sombra de estas falta y agueros, para dotar asus simbolizeciones roles de la fuerza necesaria para sustraerse al brill de a vsualided salsfecha de las mercancias. Sibien estas preacupaciones sobre cus ese lugar del arte frente a teerocutturatenen un alcance general en Lernpos d= hipercaptalismoy de postmadernizacién de a imagen, elas ad- (quieren un muti parieularmenteuridoy urgente cuando lo que std a punto de desvanecerseen la cultura del simulacro es, ra mmaticamente, ta memoria de las cictaduraslatincamericanss a Inatera del recuerday elvetumen des experiencia histérica (sus 1 Eduard rune, Elio amid: ser lmagen yen de Ste Bsr re Nera, 20 p81 partculas expresivasligados alas convulsiones de una me troria traumtica. Dice Tcio Escobar: E\escenarioaberta enol Cone Sur americano Lego de de rrocedes las dctedurae militares lecenaro bisicamente con formado por Argentina, Gras, Chil, Paraguay y Uraguey. ‘encuenra mareade de manera especiia por [la complici- ea poltica-mercado que susclarepresentaciones carenies detensény deriesge, desvinculadas de una memos alert Ls figuras dela transiciéndesdeamatizan los hechos,reis- ‘eandolas en claves de quidn meditco y seq narrativas po- tticamente rentable, Asi lconflcto se wele evento, mate ria sipliicada de notice, erica o repartaje. Las formas trices del arte buscanperurbar est passe concia con re= ‘Curses deutileria mediate. Ouieren sobresaltar los clsés de Inttansiigne inuietar las burocraticas certezas de un pacto edal uniformado por le designs de la rentablidady (os modelos de lainformacién medica” ® El recuerdo histérico y su memoria de la volencia fueron sacrifcados, en muchas de ruestrassociedadespostdictadoria- les, por los acuerdos oficialmente tomados entre consenso y ‘mercado que sellaron una hegemoniatecoonstrumental de fr~ mas vocadas de antagonismas, de relatos neutrals, de imége~ nes ebajadas erintansidad paraque ninguna vehemencia de to- fe inguetaa ol lugar comin de la reconcilaciin democratica fue, ial como lo anotaS Sontan, necesita “ser limitaday elec tuosa’ en su evocacion del pasado” Durante la transicn alade- mocracia las tecnologias auciovsuales de la escena medica “Consagraon el chido postittoria gracias triunfo retnina de {o superficial como 2ona de impresiones pasajeras. La fugaciad del cambio y la velocidad ea sustitucién que aceleranel ritmo ddl mercado hacen que todo lo que cirula por el recuedr tumi- ozo de las pantalla dela actualdad entre ysalga répidamente ‘in dear huellas, Las lianas tecnacomunicatvas que se dieron tn Chile entre redemacratzaci y neoliberalisme plantean un Ti Escebe te ra de aun Car Museo dl Bare, 204, peiittta Elcnsacas er dela autor «9, ResnSuntag Ate dtr els domse, Boos Aes, lagi, 20 ideal de “sociedad trnsparents” que ue prvando alas naratvas dela memoria de soportes da inccripcdnsufclentemente sensi bles pare inscibir en ellos sus dramas del sentid, sus catdsto~ fes de la istora, us runas de a idetidad, sus desormes dela ‘or. Poliica, mercado tlvisi, en las democracias neolbera- les, hablan ef mismo lenguaje dsipador de una actualidad so- breexcitads por ‘el trbalin de la informacién donde todo cam= bia, se intereambia, se abre, se expande yfnalmente se pierde al ‘cabo de veinticuatra horas” incluso la memoria. La dstraccién te (a eiraa voli que no retiene nada duradero y que aanza eclante sucesivas borraduras de laimagen acompana, elvis vamente, ests disipacién del recuerdo que busca la tecnocutur, Elartecrico necesita interumpir, aunque sea por un moment, lavelocidad de este uj medio, para que afestividad deo de ‘sechable que cultva el mercado no haga dessparecer para sem prelafontasmtica dea desaparicinquenace del dueorresuel- to de una mamaria faltante todavia en suspenso. EL arte critco debe cambiar a velocidad de a exposicion ylacrculacion de las imagenes para que la dspersian ene espacio tecnomethatical se ‘tela cncentraién one tempo ferico-reftexhl, adentrndose ‘enlosrecovecos que protagen el rezioopaco deta memoria de las obscenas consignas devisbidad total de las exhbiciones de pantalla yirinas, para hacerse cargo de la mediacin truce, falda, uspendida, dele que no admite Wo visual, de to que no soportavisidn, Deo que no lagna escena nlimagen”." Frente a neaestetizacin banal de loreal product de as - sualidades teansparentes que privilegia la cultura neoliberal el {arte debe rearticular poticamente yestéicamente la mirada para que larelaciin con as imagenes dl pasado seaintensiva Y problematizadora a a vez, descitradora yenjiciadora, ya que las imagenes deben ser no sslo"vistas”leonsumidas por Lavi tal sino, segin nos dice 5. Sontag, “examinadas” por la con- Ciencia cries. Es decir que las imagenes deben ser "una ivi- {acon a presta atencién. a rellxiona, a aprender, a examinar lasracionalzaciones que sobre el sulrimiento[. nescfrecen os poderes estableidos".?Para quebrar la pashidady la inderen= 1m. Pail art de ati Buns rer Marat 198.8 TT. Nols Casl ‘Une temperate on lx pana’ Coe, 2. Bees 12 Sisn ova. opt, 16 ca que provenen del acostumbramiento de a memoria a acta Futinizada del pasado, hace fala que el arte produzca alguna dis- locacién~perteplva inelectva—enla cadenadereletos quel ‘ge acontecimient, marcas yteturas de longue cricded d= tee arte de la memoria se debe ala exaca tens entre conteni- tls de representacién fl "qué del pasadolyestrateiasdelen- (gsi el "cémo” del recordar parairwolucrar ao transcurrio en ‘Una rueva narrative recreadora de experiencia. Los desafios de un ate criicotatinoamericano que nda aque en los traumas politicos de su pasado histéico se topan hy cont "boom de a memoria” (Andreas Huyssen! que cele- bra el contesto museografio internacional Esta celebracin internacional del boom dela memoria" se debe : Illa nece- Sidad de recurrir aun variadad cada vez mayor de historias y pracados locales, para ampliar con imagenes siempre “otras” tl repertorio de imigenes que gloaliza a hibridez cultraliy 21 ta tendencia 9 cifrar en Las zonas residuales de-ciertas ‘acontecimientos traumaticas elvalorde un “etorno deo real [Hal Foster que signiique un reencuentro verdadero” con\os reales” sujetos de las catéstrofes historias, como si so las caperiencias limite contadas testimonialmente fueran capaces de quebrar la autoreferencialdad del sistema del Arte y de romper el letichismo de los cBdigos que cullivan sus modas el simulacro. La euriosidad metropoltana hacia las desve {ura histéricas del otro periférico espera de ese otro lejano {que cuente sus dramas de la memariaen una lengua més bien referencal-documental: una lengua lustrativa dele vive do que se ajuste a las pautas de editorializacién peridistica fque consagra el éxito de mercade de lo testimonial La avide= Comunicatva de imagenes "reales" —de imégenes sin etoaue ni mediacidn— que expresen el dato crudo de lo vivido con fuerza probatoriay denunciante tampoco se lleva bien con los rebuscamientos formales y las deconstrucciones de sentido fque, en el caso del arte erica, son acusades por el testi Fialismo de exhibit una infelconciencia del tenguaje que pa recera Waicionar el realismo vvencial de "la eutenticidad, le ‘dentidad yla experiencia". Contra la demanda naturalists de 12. area se La car dea mama: meis policy nei ‘aed Cote Catal, ama, rover 8.10. del arte on tiempos ” NELLY RICHARD * teansparentacién del sentido que apelaa la documentalidad de memorias# dentidades simplificadas para el consumo in formative. no le queda otra allernativa alate criico que la de reforzar la complejidad semantica de las fguraciones-nacre ‘ones que traman la relain interpretativa entre acontecimiento yrepresentacisn, La ubieuidad det margen Volvamos a la disputa del comienzo de este texto entre ceniro™y "perferia, entre lo esttico (et arte y lo paltco et contest social, Una vezrelulados la metafisica del “valor” uni- versal del arte y su absolutismo del canon moderno bajo las presiones de a crtica pstmodernista, et arte internacional t= fo que mezcar lo que A, Huyssen lama et “pluralism de (a identidad cultural eon “narrativas de signficados maltipes" para flexblzar asi el sistema del uci atistcoy darles cab ta alas emergentes narrativas dela diferencia que provienen de otros contexte. Este sera el punto de flexén pastmoderna en elque, segin Hal Foster, se produce “un desplazarmiento del citeriodiscipt- aria de calidad’ —que regia el arte moderno~ aun nuevo "va forde interés" cuya recepcién es ahora menes “ertistica” que cultural. Es decir que la mirada erica se ha desplazado des de "las formas intrinescas del arte" —que valoraba la tradicién testética~ alos problemas discurshos en torno al arte” que et postmodernisme yet multiculturalismo relacionan hoy con “el Efecto social deta obra y sus disputasrespecto aa egitim fad dela excala de valoracién cultural que sustenta el icio de ta recepcin, Este desplazarientoculturalsta del arte ha sido ims que oportuno en cuestionar el idealsma del “valor” esté- ticoy su defensaeltista del canon, Pero ha trad coma ine table consacuencia alg problemstico: la neutralizacion dela pregunta que se hacia a erica artsticarespecto dela opcién testetica de una obra —de su voluntad de forma’ IR. Barthes) essa ce Ces Cul ronan e196 9.28. foster tees dete Masi tl, 200.11 ‘como’ apulesa singular a una determinada construccién de Sento que depende siempre de un trabaj con losmedioscujo specifiedad no es reducible al contenido palitie-cultral det Giscureo sabre la realidad que vehicula ta cepresentacién. Pers B.Sero,esindispensable rescalar el debate sobre el "valores tétin" que provient de la erica especializada pare recuperar vip densidad formal seméntica” del arte" para evitar que to- das las obras queden nveladas entre sipor et "relativism va> loratve” dela iversidad cultural que slo toma en cuenta las (documentaciones de identidad de las referencias contextuales Sin ander ia problematica del lenguae esttco. ‘Aunque comparto la misma preocupacién que express B Sarl frente os efectos de deseiferenciacin de lo artistico ave han gonerado los abusosculturalistas del arte idenitario, noes toy muy segura desi es comeniente ubcare era dela mirada testi baja formula del valor”. Por un lado, el valor”apare- ‘ecomoun termino cargade de una nostalgia—modernista~ por {a autorrefecencia del arte que rarecerialamentar le desapar- ‘dn de aquella normatia del jucio universal que antes garanti- abe la selectnigad del canon. Por otro lado, et temino “valor” remitea toda Una discusiénflosico-estétice sobre fundamento ‘Jtonomiaytrascendencia, yu idealeno metafisice ha decide ignorar as batallas que el ate iba en dsperaszoras de cxticn Social donde a forma” entra siempre en conflico cn a iolo- tiny el poder Mas als de os marcos estritamente isiptinarios dato fos, la esttica ya tora del arte que terminan ide tifconde el "valor" conta riicactén institucional de a cbra—.po- Uriomos hablar de aque “ragimen de intensidas” (6, Deeuzel ue sraviesa ciertaspreduccioes signficantes para hacer vbrar UB percapein, la concienciay el deseo, transfgurar as. desde al area subjetvdad social y os imaginaros culturaes. ‘En cualquier casos cierta que asistimos hoy aun desplaza- rrients que nos hallevado desde unatradicién apoyads en el Va- [bresttica” dela obrahacia un nueve contexto de apreciacén del tte come discurso seca corn itervencin cultural. Retoman- do con otras palabras el deaf planteado por B Sarto cb imo jugar [ol artl despuds del relativismo (de fos valores)” 1b, 8 Sora op et. 38 " Cicidad erica de lo estticoy, por otro, la dinsmica moviliza~ ora dela intervencin atstico-cultural.!” Un “tercer espacio’ ‘que, enel caso Latinoamericano, debe aderns evar el binaris- rma simple de a oposcin “centro parfria,recurriendo pa- ra esto ala ubicuad y la oblicudad del margen en su dobleca- pacidad de desplazamiento y de emplazamiento técticos ‘Segin las coyunturas del debate internacional en as que deck de interven, la cftes latinoamericana puede elegir so- breacentvar a “esttico",o bien, inversamente, lo "politico-so- ‘al. En algunas circunstancias, la erica latincamericana puede apelara a “diversidad del context” como un argumen= to politica en contra de cualquier idealisme del valor universal. En otras circunstancias, puede reivindicarlocontraria: el dere- cho texualstaaejerer un necesario deconstructvismo de la representacién que erique el naturalismo del latinoamerica~ no con el que elarteinternacionaltrataal contesto”cvando de periferia se rata, Sélo la ubicuidad y a oblicuidad tctces del 18. Foster a8 op. Thea mavlaacin yl execiciag: Moss dela aque bac > tere nomen Kiar en Geof Yas, Eres ds cata Us ela ‘tare, Srcina, Gees 22. 3 argon Son capaces de hacer que lo latinoamericano deje de ‘er una categor'a pasva luna ferencia diferenciada”: una d- fecencia nombrada ylasficada por el sistema de arte interna- ‘ional para convertire en una “diferencia dfeenciadora”:una Ufereneia que tora [a iniiativa de formularse si misma co moun acto de enunciacén’?y que al hacerlo, se rebela con tra los sistemas de categorias yfunciones preestablecides. La alleridad de una “diferencia diferenciadors" eerce une poten- Calidad de etrafiamianto en lo sistemas de traduccin inter~ futurales que tiene la vrtud de abrir las representaciones del centro” y dela “pariferia, de Ia idetidad y dela ierenca, 0 los pliegues méviles dela interstcialidad 10. Hom Bhabha, “hybrid itrgbnkid at altar contemsorao’ Ca Tao satan de tar Centre enges Pru, Hp. 2 Estudios visuales, politicas de la mirada y critica de las imagenes! En 1996, Rosalind Krauss y Hal Foster, miembros dsl conse tsitril dela prestigiada cesta nortesmericana October formu tan un Cuestonare sobre culturavisual” que ve dirigid a varios Fistoiadores del arte, teéricos de cine, crits ttrariosy culu: Tales? Ambas figuras —las de R, Kraussy H, Foster— son bien ‘Conocidas por sus recslosantipopulistasy por la desconfinza ‘que han manifestado en varias oportunidades hacia el auge mur ‘eogrica del arte de tas “potas de identidad”, que ambos onsideran un arte demasiado subordinado alas consignas més bales del muticulturalismo, Ambas figuras son reconocidas, también, por sus delaradas prferencias hacia précticasatis- ticas de corte deconstructivo, que insisten en la autoreflext dad de signficante y la erica da larepresentacién. Lo que mo- tiv este alarmado cuestionaro de Krauss yFosteren la revista Detober fue el relative éxito académice de nuevos programas 1. kat cnfrnc eid Seria nema “sue it Spells inne onoemirnnee 2, Laetoli ene contona fae ruc apbenos en Savas tive seb, Marca rosenbre de 209, st dete mira yc 6 NELLY RicwaRO wansitepiaris Una "sts dct vin 8 Sin extusos Ysa ures pega un lioece 0 tauderod meta ome one gveraand geese Sattn elosimagane ender aj traded de ia pequt prio conten cstten ut roeab are Chu detincion ms greatness ols” proponen aarti d signe ens is Mods oan de eclogznin, de metzetny scan Gin cnesqutra qe tenia rcedesay creas dees tas lindgenes fe t,t pubes lao, ta mods tien evidence. terete coarse de iganci trelaioingee mayer enti ine ent ston frien lngue st baton canst a strato Torta pa demararo estes Esa ders ee trey note perder shor aurara de lo queda Simegia en ura uve contlocin expan de eual fur are das sera dvr, de se ity de Mostar, 1 testa oe eo ensmeno devin, dpi de a inert dete mds epremorie del eesionv labored por team yi edrconiomee este estore amit de oun qu espn esc des ne Sarat uses vse etn aitand ensue data ede codec potc sje paral una fase delcapil godsend avn Fass pregunan, She hosts estes mune o erin cohen, po a Selapromitldd al deaprcn de aqula evar rea the en umbre del ars, peraitatomor Stari ote ala ovo pla designe moran qe para tvs de scutes mere. Sus peguia station as ctun (tetas erica aul pens dts ieee tcindgees ot lett de balan crncav gos 7 oad pte emeceer del sean Shires sinc entered SSI @iieaccwemcs La angustia de ta contaminacién Hace algunos afios, el debate que monopolize Ia aen= cin de los congresos académicos internacionales era aqusl que se daba reteradamente entre estudios culturaes y estu- thos terarios. Sequn los defensoresde os estusioscullurales, haber tagrado sacar ala estualidad del drbitoreservado—s0- Teeth y excluyente de la “eratura” al que to confinaba la teadicon humanista de le modersidad ilustrade le ofreceria al trabajo académico una slide abiertamente democratizadora, Loe dofonsores de los estudiosculturals reivindican que éstos prondieron de la teoraUterara a descirar e interpretar los ‘iscursos en su dimension semitica y etic, y luego 9 ras> ladar esos instruments refinados hacia materiales heterogé inece no eanénicos, que habjan sido tradcionalmente rechaza- Gos por la escala de walorcién esttce-que hegemoniza et Gharat llamado estudos INeraros™. Cone auge de os estu- ‘Foe cuturaes, cundié un proceso de semiaizaién el coidio= ue lg a drle categoria de textvelidad a cualquier tipo de veakeacién dscutsivay de préctica sia, ndependientemente Ge las maniabras signficantes que guieran su produccién for~ ‘nate Intencionalizaran su recepcign cultural. Apoyado en los ‘Jescentramientos del canon operados por el postmadernismo, fivadio el campo de los andliss de la cultura un desfile de pricticas e dertidades que en nombre del popular, a subal {ero postcolonial yo ferinista, se tomaron el derecho —an- tesnegado- de ser objetos vidos delectura académica en el weeinde de las diciplinas universitarias: La orintacin socilo~ GTelny anropologista de os estudiosclturales elev 3 aca ria dete’ los materiales que habivalmente despreiaban ‘re terates por considerarlos meres documentos de identidad lie earacen de aquella potenciesttica que através de las ela: voradas maniobres de cédigos del artey de a iteratura,exalta {a autoprobleraticidad del longue. ‘ago colacon ese debate entre estos teraros yes- tudioe cuturales porque olrece varios parecidos con el que se presenta agut entre, por un lad, las discilinas tradicionales Teta “historia dl arte" ya “teria del arte’. y, por oto, no dad tranedisciplinaia que representarian os estudios de (= cultura visual Jc imdgones, = Bien sabemos que una de las funciones de tas discplin es lade defini y controlar las reglas de vaidez dela relaci bjeto/conocimiento que, epistemoldgicamente (as consttuye Pero, adernés, as disipinas regulan los sistemas de egitim: idm del poder académico através de miltiples estrategias ‘eforzamienta y conservaciin de a autoridad del saber: Noes e sorprenderse entonces que, al igual que lo ocurrido en el ‘debate entre las estudosleraros os estudiosculturales, los ‘iciplinas de a esttico lla teora yl istria de arte terdan _2 pereiir a invasion de los estuis visualas come una arnena= {2a que atenta conta la integrdad del valor “arte”, pudiendo le= 2" incluso a desmantelar el capital simbblico-cultural que su tradicién acumulé en la acaderia. Como siempre, lo que est fen juego es la relacién conflctiva entre la conservacin de fo fevstente la irrpcién de o nuevo, con todas las disputasterri- tories que esto implica en elinterior de [a academia para d fender la hegemonia de cirtos aparatos dscplinarios frente a prdcticas margentes que aspiran @ remover y dsolver las = fimentaciones oficiales que va consagrando at canon. Algo de la actual depute entre lo teoria del are, por un lado y,por otro, los estudios visuales, se vinculadiretamente a estas querras entre poder académico repreduccién] fuerza iruptoralislo~ ‘cacin). Pero més alla de os litigios académicos que siempre Se dan en forno al poder discipiinaro, esta queva disputa de saberes y miradas azuss un real cambio epecal: un cambio so ‘mel cual a apertura hacia el" mundo-imagen’ que plantean los estudios visuales obliga alas discplinas estéticas —hasta ahora autorreferencialmentecerradas sobre al valor “arte"—a ‘edefinire en un context de ampias mutaciones tecnoligcas ysociaculturales que han trastocado defiitvarente las formas Gelver Dice Martin Jay “Los defensores de a cultura visual han extendido su campo de accion pors incl todas las maniestaiones de experien ‘ios Spies, odas ae variants de a prictica visual Desde un ‘ert punte devia e de los quardanes de los cancepos tra tcionales de canacimianto visual la puteza dea atéica, el. ‘cambia est lane de paligrs,Aceptando con jill premise fntropelégica de que el significado cultural puede estar en ‘cualquier sto, as dstnconesjerdrquicas se han desploma- do. Yano pesble ahariee deforma dtersiva a a creencia nla especticidad irreducible de art sual qu a hstoria dt raha estudladetradicionalmente de forms asia respect # Su contort mas ampio..Laremarcada y ampli crisis dela instituci-fete, que afta a todo, de las obras de arte 3 los rmusegs, alas policas cltralas 0 el mercado el art, ha ignicado que la presién para discler la historia del arte en {aultra visual ha ido un proceso tanto ntrne como extern, uigidos de os cambios producidos dentro del arte mismoy ro dicamente como resultado de la importacin de modelos ‘uturales ge otra dscipinas' Varios pracicantes de las estudos visuals consieran que ebemos dortes la ms entusiasta bienvenida a estos nuevos studios transdseplinarios por el simple hecho de que, a in- luir ~ademds de as obras" a toda clase de objetosvisibles {yde prdcticas de visualzacdn ellos nos ofrecen una expansion {al campo perceptive y comunicaivo de o visual que desensi- tnisma a la teoria del ate; que la soca de su avtosuficienca al haceris dislagor con laimaginer’apostmodernistade todos los thas que ha invadido le atitico mediante un contago de ims- genes ¢ imaginerias que a arte ya ne puede seguir ignorando, Sin embargo, para otos, el solo hecho de juntar las prcticas avistcas con las prcticas cotdianas en un universo pare d€ ‘reulacin soctal de les imagenes, con al pretexto de romper one eltismo del canon, anulara el sentido de la pregunta por le erticidad del arte, ye que subordina todo lo visual lfrmasy tentilos] al ico esténdar del “consumo” que indiserimina et. ‘alr de las imagenes alconfundir sus series de procedencia y distribucién Los posturas més interesante, en este debate en torno 2 los eatudioe visvoles que recoge October, parecerian ser aque lias que buscan superar esta cposicién simple entre dos extre- ‘mos. por un lado, fa autonomia de lo esttico [demarcada por Tpagos de absolui espectcidad del valor yresguardads por a puveza de las dsciplinas que teoizan el ately, por otro, lad Tolucién completa de esta autonomia artistca en ta estetiza- eto edeacaeo ela ural NELLY RIeNAR idm masivs del catidiano con el relajo consiguiente de tod) tensidn erica entre lo artstico ono artistic. Para mantener ‘esta necesaria tensién, Keith Moxey propane lo siguiente En lugarde vero asconso dl estudio dees variadas. ya mex nude populares, formas de produccin de las imagenes —_n: las qu eLarte est icluido junto otrstipos de productos i suales— como una amenaza potencal al arte como insite Cin. yo delenderia que el aor de estas uxtaposiciones wisuae (eset on compararycontastarel estudio de cada géneo.. La inmportancia da comparar el astutio dela pintura con, digas ‘os, estudio del els, o de a publicida, eta en a ‘Comprensdn de as frentes maneras en que os estudinsos los crfticos erean significado desde cada medio. El estudio ea cultura wsval site on que no hay nada natural ounver= ‘aL en lo que concern al valor estétice, aunque el esta del ‘art, como opuestoa ofr tia de imagenes, puede iuminar el ‘Signicado particu asocid ala idea de valores en fer rants cultura yen diferentes momentos’ ° La contrastacin eostanda entre lo aristicoy lo no artistic, dentvo de os estutie de La cultura visual, serve para demos: {rar el caricter histéicamente construido ~y socialmente d construble— de as afrmaciones del valor etic, Seria m= bin para ravisar los sistemas de valracién social del arte ~sus triterios de cstineiin~ segin las formaciones culturales las que institucionalmente se generan, descartando de partida ‘ualquier abslutieme del var” ode La "calidad! universal, Esta hen afirmar la necesidad de preservar una diferencia entre lo artitico lo no artistico,y también insist en o no ab solutade asta diferencia que, lo saberos varia segin los des~ plazamientos de conteytes que transforma los limites de La ‘nstitueén-Arte Sin embargo, queda pendiente saber come de= fini hay el arte eriico y la mirada poiica alos que Krauss y Foster les encargan la misién de contrariar la hegemonia del mercado quecultva “i sublime captalista,rustrande el dis Sumnisode los sujetoslas agencias que programa la nueva ase el capitalism gibalizado” através de sus industria del const 5. et Woy, Nasa ce ean Estudos ues... so cultural. ,Cémo reefinircricarment lo atstico cuando mi- ‘ada e imagen, bajo el auge postmodernist, parecerian haber si- ‘do ambas desactvades por a fusin de oeconsmieoylocuitura, que se consagra en los actos de consumo de simbalzacén del consume, una usin que masiiala ecepciéndelos productosy mensajes que aspiran a circular vianamente por las redes del intercambiotecno-comunicative sin verse interrumpidos por ninguna pauta reflexive? Estudios visuales y critica de la mirada Los ests visuales fundan su primera necesidad de exs- tircamo disciplina en el reconacimienta de que la cultura post- moderna dela glabalizacin coptalisiaes una cultura de (a ima- ‘gen; una cultura que deriva del predomini cotiiane de la visual en las formas de percibir el mundo y de inleractuar con él EL postmedernisme come “dominante cultural IF Jameson) esté ‘marcade por la omnpresenciade las imagenes en el mundo tet nolegizade dela comunicaciin meditica que sustitye el cuer~ po de lo real por los signos inmateriales que proyectan redesy pantalla. Silo que define a a glabalizaciéncapitalista es lame dlatizacén de la imagen como sustituto dela realidad econdmi cay cultural que se exhibe en crcuitos de alta visbildedy expo- ‘icin el compo de los estudios visvales serviia —segin sus practicantes— para medir la extensin de los cambios percept vos comunicatvos que ifroducen estas nuevas tecclagias de lo visible en nuestras organizacionescotidianas del sentido, Sin los estudios de la cultura visuel, no tendriamos céma dimansio- rar en el nivel de las dscplinas académicas~ lamagntud del salto que ha introducida et capitalsmo dela imagen en las for ‘mas sociales y las mediaiones cultuales del presente tecnlo- Gjzade. Per al arte crftca no e basta con que los estos de a cultura visual dscritan los efectos socioculturales de este sal- 'o,ya que busca imaginar nuevas peliticas de la mirada que in subordinen ta visién frente la espectacularizacién de aims genes que aploude el captalismo de consumo Los teéricos de la postmodernidad han subrayade que hoy la realidad se autocomenta parédicamente como una imagen de imagenes, luego de constatr la disolucién del refarnte let mw NELLY RICHARD to? cuerpo de loreal) que gabe ~moderistamente a actvidad fe la represenlacin, El referente ~la realidad se disipa cada ‘ezmés a perderse en maltipls eadenas de signos que se fun- “den miméticamente unas con otras hasta producir un completo rivelamiento de signfcadosysigniiantes. La falta de distancia ‘de profundidad que produce esta reverberaién semistice de os ‘bdigos que se diuyen en puros efectos de supericie inicaria (ve lo maginario ha trinfada sabre lo smb. Lo “imaginsro” ome a prayeccénpsiguica que construye su mundo de a anta- ‘ia sobre [a base de relies pero, también lo “imaginare™ como {a cultura de las imagenes, es decir, como el predomiio de i tual sobre lo lena de a plantud de as formas transparentes Sabre el volumen de os slgnifiades quebrados Alguncsceebran {a deseparicion de este paradigma del lenguae simbelico que ‘atrcturaba vertcalmente elye del representacidny Su reem plozo por una nueva prolferacién visual de Imagenes que © Eesplacan horizontalmente segin enlaces variables de simple configtidad. Este cambio —cito a Celeste Olalquiaga—traeria el benefcio de “una posible subversién dea autordad sobre a que tosimbslice descanse yd las jearquias de poder que o ar~ ticular ol dar lugar ahora a asociaciones fluctuates y 2 per~ tenencias méuiles cufasidantidades ya se zafaron del pesotot~ titario de os signficadostrascendentales Incluso para ciertos tesricos de le lobelizaciin, como Arun Appadura, los nuevos tmedioa de comuricacién que trasladan fuidamente los signos de reds en pataliasy de pantallas en redesactvarian ‘aia: ‘inacidn”va as imagenes” le imaginaro”. Dice Appadural -dbido ala ultipiidad dela formas que adoptan et cine, Uatetevisin las computadaras ya velocidad con que avenzan se inotalan en as rutinas dea vida colina, tos medios de “omuniceién electrnicos proveen recursos y materia prima para hacer dela conetruccin dea magen dl youn proyecto Socal eotidans"? Graciassal mercado audiovisual, seria posible —seain este sutor jugar con matrices de dentidad versatles cuyas 1 Cle lq, Mata, areas, Marte ia tors 191827 fap dppar Lomond esas Mere Tle, narratives cambiantes yragmentadas esarian disponibles ca- 1: para todos gracias ala desteritorializacién de los simbolos {que ha operado la cultura transnacional. Pero este mercado de las representacines cuturales que cifunden los mercados del ‘cio y dl entretenimiento recurte a quines demasiado sim- ples, anarrativas demasiado esquemticas, #usos esteretipa~ fos dela identidad ya cilerenca, para capturar la fantasia de fs mashos —y encladas-— consumidores, Letca precisamen- te al arte eriice opanersea esos esquematismas de represen= tacién que se relljan medksticamenteen imagenes lianas, Yor clades de todo confieo de sigificacén e interpretacién, es decir, en “imdgenes sin huella, sin sombras, sin consecuen- cia” # Una de las misionesdelarte critic es devotees pesoy ‘ravedad a as imagenes, reintroduciendo los pleques del sim- ‘élicalhensiduras yrasgaduras| en el decoredo visual dela pla- ‘naimaginera del consume que hoy e sire de ambientacin ala ‘lobalizaién capitalist, Yoluames a la mauiatd principal de Foster y Krauss quie- res se preguntaban, en el cuestionario dels revista October, si la cultura viaual ls estudios sobre ella unos estudos quere= bajan [a diferencia ent lo artisticey lo no artistico a favor de Lun interés comin —~y herizontal— hacia toda clase de image- nes) no estarian fatalmente cendenades a producir en forma ‘masva “euetos para la nueva fase del capitalismo globalza- Go". es decir, sujetos obedientes@ las quevas diagramaciones: culturales de una “tranzestlica dela banalidad” IBaudrilard) ‘euys retricas publctarias han despoltizade la mirada, ha- cigndola cémplice del generalizado vaciamiento del sentido que escenografa el collage postmodernista {Cima rapalizar la mirada del espectador sobre las imége~ res mediante agi ip de experimentalidad critica que dessuste ‘2 manopato visual de as rdustras simbilicas que hacen circu lar la forma-"mercancia™? ,Cdmorempercon|a uridimensiona- liad de a experiencia ala que nos obliga el culo iefievo de las formas? Creo que, para responder a este desefio, sonal me: ‘os dos Las tareas que na deben abardonars: I) la de desnatu- ralzar el sentido, quebrando el also supuesto delainacenca de 1. Jean Baur Le ronson de mat, tena Anagram, 19, pas NELLY RICKARD 106 las formas y denunciando Ia aparenteneutralidad de los signos traslacval as ideoloiascutualesdsraran sus tomas de parti- day susluchae de ferzas, 7)ia de vazarvetores de subjetvacién ‘aternative que potencien la alterdad en tanto fuerza de desclasi- ‘acin en contra de las uritormaciones seriale, la programatic- fad del sentido, las ortdaias de representacin, los guiones \denttaros predeterminados, as asignaciones fas de papeles y ‘ategorias ornogéneas, Un art erica debeisimpulsarnosa de Sorgarizar os patos de representacibnhegeménica que conro- lan eluso social de las imagenes, sembrando la dude la sospe~ che analiicas en at interior de las reas de visualidad que Clasiican objets sujetas También deberia aspiraredesatar una rewli de a imaginacin que muere ls sgnficnionesestoble- ‘das por los repertorios files hacia bordes de no cetidumre ‘ye ambiguedad del sentido, cuya experiencia de a sorpresa ha- {92 que la relacionriradafimagen se torne siempre otra para st trisma. Tanto la deconstruciénanalica como aimaginacin cr tea en torno alas fracuras entre los signos son mados derebe- ida que le riegan poder de ntimidacién ala abstaccin dete tapitalismo como ‘sistema total” que se autorrepresents en a \éoiea indesmantable de su sistematciad sbsolta, Hay un copitalieme de la imagen cuyo mundo sin eualida- des ha sido pulida por las estéticas de la comunicscién que preieren lo Usura de as superticies operatives alos uiebresyy Gobleces del pensar insatsfecho. El arte crtico debe rasger nas supericies demasiado sas con marcas que abran huecos [de distancia y profundidad, de extrafezal en la planicie dela comunicacisn ordinaria, Por muy ineresados que estén en ‘nalizar la colicianeidad medidtica de la globalizacin capita- Ista y su imperio tecnelégico de la vsualidad, los estudiosvi- suales no deberian cerrar (a posbildad critica de un arte del descatc y del intervalo de lo fsura opaca; un arte que recurre 4 loesttico para darles potencia significant eintensidad presive a aquellos hechos dela signficacién que se niegan 3 tonvertr su forma en puro valor-circulacién. vapostar aun are ertce se hace diflcll en un mundo donde, come dice F. Jameson, io esttico lo impregna todo” razén por Gusto que sole llarse flosBicomentea distntividad espe- ‘iidad de lo esttco [I tiande, hora, a dfuinarse oa perder Se completamente Si todo es estico, no lene mucho sentido evocar una filosofa dstinta de lo esttic:si todas realidad ha de- ‘enidoprfundamente visual inde a a imagen, entncas, ena misma medida, se torna més y mSs dic conceptualzar una ex pevenciaespecica de la imagen que se dtinguiria de otras for ‘ase experiencia’? Noe rata de retornar ala nostalgia feti= chizante dela “obra” en el sentido tradicional que acuiran las Bells Arts: de La obra como resultado cosiiado al que se le ‘torga valor de “producto, separéndala del juego de desplaza- tients y emplazamientos dscurshes que arma dndmica del proceso crestio, Esmeceserio salrse dela ideoiogi de la “obrat para defender el arte como “ejercco" es dect coma “el mov rrventaprocesval que conduce a lacbra dearte"® pero que siem= pre desborda ytransgredesurealizacin porque energia rans formacioal de su productvdad signficante funciona como el texcedente inagotable que no puede capturerenteramente oe insitucionalidad nila convencioalided artisticas. Cora ods en- tregepredseiada del sentido ol arte critica busca seminer una concepciin del sgnficado coma ago preducide activamente yn tome alga paivamenteinstitucionalmentalrecibido" "haciendo ‘oraruna permanente osiacin del sentido ent lo representa~ to lo des-raprsentable que conta la pervepcion en unjue> (ge de hpstess de ecturas. Para que la erica pueda mediarso- bre cémo esta oscilacién del sentido es capaz de subvert reicacién de la obra cautvadelainstiucionaizacién det art, es necesario iberar un territoro de relative autonamia dentro del ‘mundo da cultura vial que no quede entregado al simple con= Surnisme dela imagen: un teritoro de “autonoria esraténica” leorola lama H, Foster? desde et cual praguntarsecémo t= baja a diferencia que les otorga a determinadas realizaciones, visuales una compleldadsignificante que no poseen lasimge~ res de la actualidad irvalmenterecicladas por las industrias {ea comunicacidn, Ese cdma puade tener que ver, or ejemplo, Awd eta sree aaa tn Hater areata aes itr 06 ‘nrparines et Made Por te ri ese play (aca Sumanca Eanes de Stznane, 2015.98 ta, Sater The nn thot Musou cad or. Guasch 3 108 106 on le objtuatidad de los melas, es decir, on la corporeida si rifcente de cietas mantsjes que cntrasicen et optimisme que ‘anifestan las estusios dela culuravieua rene los tecnlo- as de ncorpéreo por as que uy sn cesar visualida ele tréniea, como en el caso de “net art” El ate ereo hace, en facto, que la dimensidn materia del objeto seal menos poten- ‘calmente un lugorderesistenci del ireductiblemente particu lary de osubversvamenteextafo y lacentea,Es[.]3l menos vruaimente un fondo de aclusion dentro del suave funciona rmiento de oe sistemas de derinacinincluidos el mercado: (1 UunTalio ena web mundial de imagenesy de repesontaciones” Es cierto que los estudios de a cultura visual nos ayudan —saludablemente— a rebsjar la trascendeneia universal del juicioesttico, sugirindonos que ol arte es slo una forma en- tee otras de produccién vival por mucho que esta formahhaya side culturalmenta dstinguda por una determinada ideclogia dal valor “arte™ Pero esta constatacin relatiizadora —que dasjerarquea la superoridad de lo esttico— ne debe impedir fl reconocimiento de que ciertas formas de trabajar con los signos (las del artel saben producir wbracionesintonsivas on conirade los lenguajesuniformes del disefe, dela publicidad y de os medias, haciendo que sus formas introduzcan la arniva- lencia en los juegos seriados de [a equivalencia hemogénea, para inguitar —en lugar de aguitar— a mirada ‘Mientras que la seducidn blanda del mercado visual busca _acercarlo odo, pone odas las imgenes a aleance dea vista pa- ra au consumo Fil ena mediate de o spaniel mostra ble. el ate eco rasa con la retcencia de a mirada trent la abiedad de lo que se ehibe sin secret ni enigmas del repre santacién. El deveni pltico de a forma-arte consiste en querer tmpujar a rirada hacia los bordes da tumulo y discordia del entideireconcilado eabiendo desc ya que ninguna forma coin ‘de placidamentaconeigo misma, a dierencia deo quepretende la lengua operaconal dela tecnocultura que obliga a as image nes 2 coineisr pasivamente con sfinaizacén an el consumo. trai eos unr cteesbre ctu dig sorgrnce a cunaiea ‘lehay sta ert pre us pce restr an portal suse ‘Ghatand" Sian Bucks on Esta aul p57 14. Eat armarang on Catreal9. 8 Dramas y tramas de ta memoria Roturas, enlaces y discontinuidades! toe tado et repertorio simbétice de la historia chilena recien- tesla figura de la memoria ha sido la més Tuertemente dra- tratieada por la tensin iresuelta entre recuerdo y W160, ¥ También, entre latenciay muerte, revelacién y ocultamiento, prueba y denegacion, sustraccinyresttucién, et. yeque el fema dea volacion a os derechos humans ha puesto en la figrana dela narracin chileno del cuerpo nacional la ima~ fen de sus restos sin halla y sin sepultar. La falta de sepul~ tuna es (a imagen sin recubrir del duel histérico que no ter= nina de asimilar el sentido dela pérdida y que mantiene ese {uetoinacabado en una versin transicional? Pero es tam: tien ta condicion metaférica de ura temporalidad no selada inconelusa:abierla, entonces, a [a posblidad de serreexplo- Tada en sus capes superpuestas por una memoria activa ¥ sisconforme. 1. wa ea capt "Retures, meray docntinddes ame vee Ste Symi do Lo autre els sues cpl a vmtomnacons cute ypttes ears, Stings, Car Pre “ecrbes Ctrl =, Sara, oar 193 109 Eneldesmemibrade passje del Chile postgolpe, son tres secuencias de roturas, descenexiones y reenlaces que vincula memoria © historia, Primerc, el violento recuerdo dela toms de poder de 1973, cuyo quebre histério seccioné y muti pasado anterior al carte quo el régimen miltarimpone come fundacional. Segundo, la luchas antidictaoriales por la recu peracién del sentido de la historia que le toc librar ala cull ‘rade opasicién en medio de la fragmentacién de los simbol de pertenencia comunitaria,Tercero, el desaie de reunificar ‘una sociedad traumaticamente dvdida por et odio suturanda los bordes de la herida que separan el castigar del perdonar. Pero nohabria que resumir a memoria dela historia chile na del iltimo periado a una secuencia lineal y progresiva d estos uniformements convergentes hacia un soley misma r= utd. el de devluer un sentido su Unio y verdadero sentidl al corpus hstérico-nacional desintegrado por el quiebre mill tar Semiocultas en la trama que urd la historia mas resi dal de estos quiebres del pasado, se esconden los hilos ain clandestinos de ciertas memoria crticas que se rebelaron contra al determinismo ideolégico de un pasado guiado por racionalizaciones finales ytotales. i algo debe quedarnos co= ‘me leccin del reaprendizaje ela memoria que cuerpos y len= {uajes practcaron ene Chile dela destrucién ya reconstruc= cine saber que el pasado noes un tiempo irreversiblemente marae frente at cnn Jeu emergeniasocay pall ‘a Sree ermulas de alia menos obcias? Peo ee rac de Genjamin a (culture academic de narrate decir ques pensomienione haere se eer de ntervencin cis ene mein atiiochi- ire tenant Lo que cure e8 que aspire beni iona, en lugar de canalizase por la via de una enseianza sregarmicomente constituida, se desplegé en obras y textos al to ecinto universitario,siguiendo asi gidos en las afueras del recinto un foal rnp del propio Benjamin que sefalaba que Todecish Te osecucign de conocimiento a conocimient, sina el sal nna uno de ellos Esalto es la marca imperceptible ue tos disungue de las mercederias en sere elaboratas sega un al cb Ts obras de ate chilenas de la nueva escena cic sur da boy la dietadura entraron en connivencia con los textos de w Benjamin saltgndose los relevos del saber univers, sin poser por La mediacién académica de una cadena de pensa- ec formalimente disehads. Lo hicieron més bien inspiradas Tor ciertas alianzas de parentescos entre el arte y lactis Pelraralque se acordaron tacitamente, sin programas ni mé= Codes Une mezcla de azeres y necesidades hizo productves eons ris, Water Benjamin cite ranches Se ects hater stn Heras et. He ree Anca Cares st 1989p: 217-2 enon ciao por ras 0 oturas, enlaces y dicontinuidades 1 varias ceferencias benjaminianas, pasando por “as combinacio~ nes ae permutaciones las utilzaciones" de conceptos yeorias cua pertnenciayvalidez “no son nunca inerores, ine que d= penden de as conexiones con tal cual exterior”? tal come lo efalan Deleuze y Guatlari en su defensa de la experimentaidad del sentido Mas que averguarfilaciones teérico-conceptuales deudo= ras de alguna matria de saber académico, vale la pena dejarse sorprender por elitinerario de relerencias semideshilvsnadas ‘que grabaron 2 Benjamin en la historia chlena dela memoria y/de sus tachaduras. Y vale a pena también preguntarse, con ‘motivo de est aro tineraro: 2 2.qué rerese Benjamin, quel Derlinés de entraguerras, en el iren de una estacién vaca, para ddescender sobre un neblinosa andén tan préximo a nesotes?” © Lo que sigue intenta reunir algunos delos ios sues qua {sien una letra benjaminiane de las memerias entrecoriadas y sobresaltadas de algunas prSctcasculturales que rasitaron de a dictadura la postaictadura en Chile Las estrategias de lo refractario. Es cruzéndose con la vluntad benjominiana de frjr"con- ceptos indtiles para los fines del fascismo"” que surg la pri- mera hipstesischilena, en tempos de la dictadura, de ‘un arte relractaria’ en ambos sentids dea palabra: el de “una negar ‘cn tena” arbign el de “una desiacin respecte deun cur~ 30 anterior" Al referirse a la primera etapa de la produccién ttistica postglpelytomanco camo ejemplos las obra: de En~ Fique Linn, Rail Zunta, Eugeni Dittborn y Roser Bru, Adriana Valdés sefala cdmo cirtas cbras “pstaban hechas p29 ser inasiilables por cualquier sistema cultural oficial al lantear algo ne traducible ala \sicatotalitara, algo inseribleque na 5 Gigs Daee i Guat Rome Vln, Prete, 17 {Neots Cosa "Wer Benin ln deri Rota Cin Curt Mer Beira 1 i ore ca arisen Epae de su repre themes on Dare merase ai, neu, 1973, 1 hora ld Seale das oni cameron stein chera lant dem ae rascal tocop 177 centrara “en el sistema de intercambio, en la economia, en la Crculacén dentro de exe sislema nau bajola especie de sig- nos explicitos de dsidencia"? Haber formulade signiticades simplamente opuestos, on~ teoros al punta devia del dorsinador, sin buscar atantarcontre la gramética de ia signficacién que sobredeterminé la Logica Gel enfrentamiento, era mantenerse inscripto en la mise ‘ealided dualista de una construcci6n maniquea del sentido Era simplemente inveticla simetia de lo representado [posi \olnegatial, sin llegar a cusstonar su topologia de la repre- entacicn, Es cierto que la tendencia predominante det arte Contestatario chileno moviizado por la izquiede tradicional bbuscaba sobre toda vengarse dela ofensa dictatorial ramando, ensusimriceraverso, una épica de la resistencia que funcio- haba —éticaments— como el negative de a toma oficial. Pero tn los costadas de esa concepcisn heroicay monumental dela ultra de la resistencia, batalaroncirtas construccianes ar- tistics qua no querian sélo tender la contingencia figurative el No INo ala dctadural sino, ademis, relamar conte todo tégimen de dscursiidad que asumier la rigiez dicotiica del Sith como reductocarcelaria de una verdad a ser representada fn Bloque Elimite entre lo funcional ala cultura del autoitarismo y lo disluncional a su economia paltico-discursiva se trazé en Chile come ruptura conceptual semantica, Esta rupturanacis Gel desafio de tener que nombrartracciones de experiencia que ya no eran veralizables en et idioma que sobrevind a lacetés- trofe del sentido, Por un lad, estaba la lengua dea impostura hablada por el poder oficial. Por oto lade, estaban ef molde ideologico dela cultura militate y, también la racionalidad txplicativa de las ciencias sociales alterativas, ambas inca paces, por dstntas razones, de dar cuenta de os trances re- Ferenciales que accidentaron el saber, la experiencia ya re- presentacion, La ruplura semantica y conceptual ala que bpelaba Benjamin en su mencion de un arte erecta le un ae- te dela resistencia la desvacdnl sedis, en Chile, para es- capar del dogma rapesive del militarism y, también, para fu- (arse de ciertosreduccionismos ideoligics los de a paltes NELLY RICWARD ortodoxaly técnica los dela sociologia de la cultura alternati> +) que desatendieron el derrumbe de los ordanamientos cate~ goriles que estremecieron el pensar. Se trataba, para las bras mis audaces ¥ desafiantes del periods, de quebrar 1a ‘conformidad de lecluras domesticadas por los lugares comu= nes del rita institucional, de las tradiciones hegeménicas, del credo militate, de los saberes oficiales y sus jerarqutas dsci= plinarias, del mercado cultural. Hacia falta reinventar “un lec~ tor indémit,irreductible, desqregarizado"; un lector enfrenta= {da signos “comunicables pero nunca demasiado procesables”” Yyanombres que quardaran en suiterioruna memeri ings tice de os choques nacidos de tantas desarmaduras del senti~ do, Son eso cheques los que armaron resistencia y sublev- rien an el interar de a palabra de taimagen,generando un ‘memaria del raum que resultarasolidaria de os accidentesy Ccontrahechuras de a historia através de su gratia dada, Recordar hoy la tirantez y los desgarros de ese arte de la memoria rota es una manera de ne dejarse engafarporlacon- signa dela transparencia saciocomunicative que, en nombre del realism instrumental del consenso, trata de mar las 35 perezas dela superficie demasiado pulide en la que brian los ‘signos del acuerdo, Rehabiiar la memoria de le antiictadura como un campo de fuerzas pluralesy dvergentes sive para ‘abrir el pasado‘ coniradiccones de puntos de vista que no de~ ben quedarsilenciadas por la visién de una historia alsamente reconciliadaconsigo misma, Las opacidades del cuerpo extrafo que debemos mante- ner flotantes como turbi recuerdo es aquél compuesto de“ rones de daros,fragmentos de exterminio, sflabas de muer= te, pauses de mentira, frases comerciales, nombres de sifantos” que hablan, meccladamente, de la “infeccién dela ‘memoria” que nos contagié través de “una honda crisis del lenguaje, una desarliculacién de todas las ideologias" "Esta turbiedad de este recuerdo, su impureza la que merece ser retenida a favor de un ejercicio critice de la memoria que no 42a linealmente restittvo de una historia plena ycoherente, 1 ape, 0 gna edt on an hie (ese 19 ena ase soc Sontaye Docent oes terete p98 11, Blum pe mt, Santage,Pancaco Zegers ster. 1096.17 sino que acoja la fragmentariedad del residuo, "la muerte del ‘entido la perdida cultural del yo, la sutura apenas regenera- fa de los vacios entre espacios, ritmesy cadencias en ls que tin signfcante va a reemplazer a otro hasta llegar al fllei- ‘riento de a tims letra’ La delactén fotogratice En un texto sobre arte chilene llamado “Parpadeo y pie~ dad” Pablo Oyarzin sea céma “hacia 1977 se instal en el entfo de los debates que se desplegaron sobrey desde los ac- thidades de vanguard, la cuestién de a fotografi? Eldebate de equellos aos sobre a cuestin fotografia in- corporate varios nivles de rellexin, aunque las pelens grupa- les del medio artistic chileno hicieron prevalecer a gimensién més pelemica de una exacerbada contraversia que conirt® en frmnas los argumentos que formulé W. Benjamin en ‘La obra Ge arte en le época de su reproductibilidad técnica" 11936) Frente al desafo de “poltizacién del arte” [Benjamin esta Controversia opusola fotografia la pintura como silaartesa~ fia del cuadro fel cult a talento individual expresado por la ‘manualidad del olicoly su preindustria dela imagen hubiesen, ‘ide declaradas totalmente obsoletas por la modernicad teen ta-ftografca, Muchos artistas chilenas de os ochenta privie- ‘ian la objtvidad dacumental dela fotografia por sobre las transposiciones imaginarias ylas rereacionesestlisticas dela pintura, coincidiendo en que las tecnologiasvsuales de repro- fivccdn masive de la imagen tienen efectivamente la mision de liguidarelvalor“cultual’ del pinturadepositadoen su aura de ‘ontemplacién, de recogimiant, de misteio yeternidad. Un Sector dl arte chilenopostgalpe levant6 una suerte de reclamo fica y polico-socal contra l subjetivismo estetizante de la pintura, ala que acusaban de pertenecer “al rbitode i subje- fivo, dele expresién indwdual, del egoismo.como sila prvaci- ‘dad del oii pictrco ze tornarafatalmente compice del "cto 12 Eugenio, ampor mina, Stan, Conta Pro. 1902.7 1% Palo jrn, Posocny peat en Cer tice, Det, NOOK, yen p32 NELLY RicwaRD {el ocutamiento de deterinados hechos pabicos” que sola cebmarapodia denunciar, al ser ella uninstrumento cual que no tiene rival “par retrataral hombre en ls eatéstrofe™ ‘Mas act y més ald de esa polémica entre fotografia y pin- tura que levnté un sector de (a Avanzada, la problamticafo- togrétice adquirié su mayor densidad reflaia en obras como lade E-Dittborn que liv la documentacin fotogrficaylare- presentacinpitérica a alternar cater sus relércas crtco- ‘Viauales de la imagen, releridas ambae —pintura y fotografia ‘al desmenutamiento dela identdad en el escenario de lo que W. Benjamin lamé “la ita trinchera del restrohumano”. Esa winchera dete" que, en el paso del retrato pintado lla tradi- idm de las Bellas Artes) al rerato fotogric lla vsualidad ‘ontempornea de las comunicaciones masiva), rueca lo ar- ‘tesanal por le mecsnica, lo nice por lo matte, lo original por Ue repatida, lo auratico por o serial, Clertoscriicas (Ronald Kay, Enrique Lihn, Adriana Val- és, entre otros! investigaron, a propésito de la obra de E Dittborn, Is situacin del rostro humane fotograiad por la maquina de repraduccidn visual, para extraer de esta maqui- nigacién de lo humane las claves analiticas y metafércas del tramaje coercive de los procedimientosfotogrficos de fia cién de la identidad (la prisin del encuadre, a camisa de fuerza de a pace, la sentencia dl montae, la condena de pie 4e foto, ete que armaban dramaticas analogias con las téc~ rica del contrel represivo que afectaba diariamente ios cuer= os sometidos a los métodos de lavelencia militar La foto carné hablaba de las sustituciones-desttuciones de ident- dad: de los chantajesy las manipulaciones de roles que prac- tica el arden social sobre quienes son abligados por él. cal- zar con sus matrices de identiicacion. La conversion del Sujeto individual en “lugar comin” dels masilicacin técnica debi al acteractipo de la pose y 3 [a generiidad del retrato colectivearchivada por el Babinete de Identificacisn eviden= ciaban al fundamentereguladoryclasificador del sistema que ejerce su poder institucional apoderdndose ténicamente de ania Disp wn Ste cotemparino desde Chl. Nuc Tork ‘enn Sei, bl de 1, denotes la identidad identificada por ls méquina de estereotipar (Linn Hablar de fotos de identidad era hablar de tos moldes Y los calees ientifieatorios que, al normar la pose, garant- aban la reproductibildad del orden; era delatar las conven tiones sociales que region laidentidady la conduct basadas fn el retrato-tipo come modele de integracién disciplinaia. Sobre tado, era exhibi a identidad chads del retratoy la fiche técnica de fos medios que arman las represiones de identided, pare que las vietimas del orden represive pudieran descitrar {as mediaciones de signos a través de las cuales se fabri- ‘aban y al mismo tiempa se ocullaban ls brutales atropellos {la humano que padeciandiariemente Los familiares de los detenidos-desaparecidos dela dicta- dura chilena que saan la calle exhibiondo ol retratofotogr fico de los auzentes e reclamabana la Ley a sablendas de que sus fotos arnpiadas en carteles guardaban la memoria secre- ta dela primera estigmatizacién dela identidad cometida por cl aparat ftografico, cuando la camara sacrificé lo individual psravaciar au materia desechable al melde deo pablico* En 4977. a artista chileno E.Dittborn acumulé un sinnimero de fotos anénimas —una acumulacién desindivdualizadora de fo- tos desindividvalizas— bajo el titulo “Fasa Comin”. Su obra {yalieéentonces un traza de unin solidaria con los familiares de delenidos-desapsrecidos ol denunciar tanto las confisca Cones de identidad practicadas dasde al Estado como tai: punidad de todos aquellesdispostivas que se valen ~en a fo- toy en la desparicién— de la borradura de los nombres las fas, E5taabra de Diltborn fue capaz do forzarla semejanza entre los retratos abandonados en la virina fotogrstica y los {uerpos trados por [a maquina de desidentidaden los cemen- {eri elandestinos: a feo pacba serel “lugar del crimen” ala (que, sequin Berjamin, debe voher el artista para “descubrirla Culpa L- Jy sefler el culpable” rastreando las huellastéeni= fas dela maquinacin vieualorquestada por los aparato seia- lizadores tortura mds anonimate— que dictan la sentencia colectiva, 15, Vue Rola, atepaci dace, Stig, sul 190. 1 iter Bonen, Pega srs de atop er Duras ie romps. 1” Cuando EDittborn, en su produccin de hoy, sigue desen= terrando la noticia de las identdades gastadas que Tueron Se- pulladas en vieja flograias paraimprimirla en sus pinturas Beropostales y hacera ajar per todas partes," su metéors de inextraviado le da visibilidad al problema oculto de los cuerpos: desaparecides en un nuevo gesto de solidaridad con los mos en contra de la volacién de os derechos humanos. Dit born pone circular nuevamente la imagen de identiadesomi- tidosotachados de la hatoria para contarnos cémo “el Estado, thilenointentalbal sacar de circulacién a determinados sjetos para condenarlos al abndo"y para mostraros, ademas, cma tl recuerdo de la dctadura esta ya.en va de sucumbir al olido Sebido ala consigna democrstica de micar hacia adelante de 1), igniter a an apartar la mirada de tas conflctos det pasado} que hece desa parecer las imagenes de los desaparecides, sepullando su pa ado en la tumba de ls inactualiad nacional & ls muerte por sustracidn de los detenidos-desaparecidos que fueron volan tamenteretiados de iculacié,Ditbern opane a puestaan cir culacién dela noticia de os cverposredescubiertos en revisas, ‘lo hace cuando Chile ya ha dejada de ser noticia ene merea- Go ideolgico de a cultura solidaria internacional lreviente dela tama en a obra de Dittborn es el recurso figurado que vsualiza —serigréticamente— cémo el detall ampiado més allé de los limites que todavia garantizan ta nit dez de su percepcién como parte reconocibie de un todo, hace trplotar la vision divdliendola entre figuracin y desfiguracion, tenire acumulacién y dispersin, entre cohesion y desintegra- hn. La explosion de la imagen del recuerdo en fracciones y detales arpliodos reventa el calce de la memoria como un Returas, enlaces y discontinuidades NELUY RICHARD blogue ride de contornas sequras Le obra de Dittborn cons= {rye una alegoria benjaminiana de [a memoria como tara y reinscrpcion, Su rescata dela roticia sacada dela revista: de ‘clualidad en desusa lla prensa como fosay eshumacién] gone la imagen de le desenterrado ~el cadéver de la cictaduro— a funcionar en una nueva constelacién sigificante de muchas bras identidades sumergidas o naufragadas Imujeres, indige= has, delincuentes,enfermos mentales, et que ilercamaian ‘con lla sus ruinas existenciales, sus vestgios de representa~ ‘dn, Le abra de Ditbora arma una configuracién mile de Subidantidades en crisis de reconocimiento que desideologizan fLretrato de le vietima de la dictadure, movilzando el drama fel racaso y les ruinas de idetidad fuera del catslogo de las polticas oficiales mediante azociaciones inéaitas de fragmen= fos dispersos de tragedias errantes, de restos lain sin encon= trarde derrumbas y hundimientos varios que hablan de subjeti= vides residvalesy de cédigos a deriva, Montes extraviadas en Gstintasregiones de a biogratiahursana [la facia a vee © els patologia socal le lacura, ls detincvencial; cuerpos flo= tantes en distintas latitudes de las vidas en extincién (de los aborigenes de Tierra del Fuego a la momia del Cerro del Plo= tno, pasando por los detendos-desaporecidos dela dictadural van armando un gran retrato colectve con pizas de ideniidad Gesensambladas un retrato genealSgicoen al que lo eterogé= neo lon idénticoy lo plural-contraictori], lo ne sincinico Teistintas temnporalidades sociale e histricas separadas por abismos de distancaly lo deswant a menor y a subaterno) hos van sefialande que la nica identidad sobrevivente al Chile ela dictadura todavia posible de ser hoy reconsruids es 2que- Ua identdad en a que btallan pasado ydestiempos,clapsos de sentido yfuerzaevitales, sacudidas do la memoria y presentes, Vocabularies insurgentes El peisaje del Chile postgolpe acusé la slocaciin del hori- zonte reerencial que el pasada y la tradicién habian trazado ‘como lines de continidas historic. Hipersensiblizadas alos tfectos del corte, ala marca iraccionadora y dspersiva de esta prtunda ura dehrizontesvtias pbs clturalsdela recafara rocpas en tration daira Busaron aol lena uebre de lengsjes2ucendocagns arene asin de qu stra y memoria eran vee adds tata erable, pte ao brsqusérd da cies que sgh el gpe ilar La eluiad ders- ares npatado ain depostri Je os volores de eed sare Ay paula que dein eet rescatadosypreegifosc- eee de tegracigncomunii,eafacterz6 varias man- usonee cnenas de a eis slr y mbtane adn cree an os reterentoseliics de a zqierdo See Enos nontestaoner se dediaron ata sta cane rave connie a aan nace siUEDS ere pra relorirzar el desinataro dla con cr sltercprevioata pods remedia sas fcos Sreseee cnr eavsdes por eliraumatic surgimient deo SeSiguedsytoimeconoce en elcarp devisen Misti de eee Sutre ode en el camp dl teatro, os obras de eee parca etal eo gape 1 camo pared —atterduronlarecesldedde esguoraahistrad dun two clurl omenzade pra desregract, leat terre deo delacrs: un rfos eset cua Tos 2 ree eanocen come parte una comunidad de ee ciesttrns, unersn sivas coarse ‘Gentes soles coneasiaimentreconoctas.” ree crientotitorc, ares de experiencia Que imran ie bres dela cultura sare un pensamiete area ira ala jemplardd del pacdo dea Unidad Poplar se acts velrca de une ieniad nacional tansmda care adn deequerda no consi aia lleat Pee aps la cri de sgcacin que desmatelé el Cresta Tati surg logue stig Canoe reap deta teratura de Enrique Lito, "el ensa- re i parson quate dn rede 11 rin i, ro mao clini lel 20 REE SE Th, 2 ts, Regt chiens exer ultra Saag #018615 NELLY RICKARD esenfadado los érdenes culturales"poniendo en sjercico“ Aiscurso de la rellexividad latento a su programacion, atop ‘ico!’ Ese discurso “que pone en cuestén el acto msm te conceptvalizarevalquier cosa a través del Lenguaje" mar cla tendencia deconstuctva de obras que se separaban de bandera protestataria-denunciant, al insist en rediagram pequetas utopias ertcas que alzaban sus precisos vocabula Fies en contra de los discursos totalizantes del pensamienta ideolagice, Eso¢ vocabularos insurgantes encontraron en la memoria rebelde el primer teritoria por reconguistar Pero su reconquls= {ano conssté en simbolizar et pasade como monumento hi toricista ala continuidad, mediante gestostedaviaconfiados en los desenlaces redentoes. Frente al engaf oficial de lo nacian nal como una categoria tergiversada por el fraude histérice de ta fora de poder, por un lado, por oto, frente a ta nostalgia {de Io nacional-popular como representacién sublimada del cantinuismo del dscursoidealégico de la nquierda,o\ arte de ‘a Avanzada tratédereimaginar vinculaciones antimonumenta~ les con el pasade que parodiaran lo que (a tradicin cultural habia ritualizado come herenciay patrimonio. En la plastic las revisiones del ate chileno de Eugenio Dittborn [Dela chile a pintura historia, 1975), Carles Altamirano (Revisén critica de (a historia del arte chitena, 197919 Gonzalo Diaz Historia seni ‘mental dela pinturachitena, 1982} itervnieon el legado aca demic de a tradicén pictbrica chlena como el primer sub~ sistema de falsedades y falsificaciones nacionales que la reflexion atistca debiacuestionaryreformular, Las obras de estos tres artistas chilenos descompaginaron la secuencia histérica-nacional dela tradicion del ate oficial, al interven la con las memorias en negatvo de lo subordinadollodomés~ ticoylo popular, ls atidianoy io femeninol que el pasado cané~ nico habia censurado yraprimido, exclyendo sus iconograias de la escala de distincionesy privlagios de las Bellas Artes, Le poesia y la narratvachilenas que surgen en la conste- lacidn de la Avanzada se encargaron también de escindir las re rena ylsepertnia detrei alecuras mut sa es famunron rma des racenalzaciones Be et aa Tans, ange Eo Tap Tc 8 Fe a args caro Uewrsta. a aa i puro cntge Eras Orta, 185 NELLY RicHARO basadas en verdades compltas absolutes, So una pacar narraiva del residuo fue capaz de escenificar la descompash der “devoverse hacia lo. que no fue incuida en semejante di- himica quedando a media camino, c's, por asi deci, hacia ‘el material de desecho y esos paisajes ciegos e imprecisos «que escaparon al oo de la daléctica’ Paisajes ciegos e im- precisos que demandan una estética de trasluz para que sus formas adquleran el sentido indrecto de lo que se muestra de saelayo: de lo que crculapor ls estrechuras de ecuerdo set tra por rena de conciencia apenas disceribles. Superar la r= aida cicotomia de valores y representaciones que aprisiona la ‘memoria histriea, didi linealmente entre trunte y derot, ara exploar formas més oblicuas de figuracin dela experien- ‘a traumitica de los sentidos no-integratos o dvergentes es parte de la tarea que le incumbe al pensarientocrilco dela postdictadura, Dich tarea consist tanto en resist la empresa {ela desmemoria que conducen la pactos del olvidosellados pore consenso como en eitar lz nostalgia del sim antidic~ fatoria que se graba en un pasado estic, Son aquellas prc tieas artsticas y culturales que tratajaron en reelaborar los signficados més fortuosos de a memoria histica, las mejo~ res preparadas para interveniren este conflctivo teatro del r= ‘uerdo, rescenificarlo lo "quedado a media camino": secuen- ‘cas interrumpidasyIragmentos inconclusos que permanecen tescondidos en las costuras de los extosos dscursos de a re construccién democratica, en aquellos dobleces y reverses simbélieos que muestranlahilacha de lo que han querido dsi> ‘ular as gloriosas terminaciones polticas de la frase y de la fase acahasas, 16. Gia por lao Fostr ah Belomi-T Me Adere Laney come Fino, Busca res Nua sn T9198 La cita de la violencia: rutina oficial y convulsiones del sentido! El modelo consensual de la “demecraca de los acuerdos” que formulé el gobierne chile dela ranscin [1987] sefalé el pa- ‘0 dela politica como antagonismo Ia dramatizacin del con- flict regica par una mecénica de enfrentamientos—a a palti- ‘ce come transacidn la fra del pacto su teencismo de La hnegociacién. La "democracia de los acuerdos"hizodalconsen- 0 24 garant’a normatva, su elave operacional su idealogia desideologizante, su rite institucional, su tof discursivo, “ue desbordes buses limitar el cansenso, al pretender forzar la unanimidad de voces y conductas en torno ala rio nalizacén formal y tecnficada del acuerdo? Desbordes de nombres Ila paligrosa rewuelta de las palabras que diserinan sus signlicaiones heterodoxas para nombrar lo oculto-repri= rmigo {vera de las redes de dasignacién ofall: desbordes de cuerpos 9 de experiencas (los modes diseordantes como las subjetvidades sociales rompen ls fils de la identidad nor~ ‘ada por el libreto politico y el epot publiitaria can igza- ueantes fugas de imaginarios); desbordes de memorias (las 1. Exetenerepeduc pine cpu de Rests etre: enayas de escalate lh ena oartag® cuss Prop, 98 NELLY RICHARD tumultuosas feintérpretaciones del paéado que mantienen el recuerdo de a historia aber a unaincesante pugna delecturas, Yysentidos) Memorla y desafecto La consigna chilena de recuperacidn y normalizcién del cndenderpocratice bused conurr ol iantasma de as mili roturas ydslocaciones de signes producidas durant la dicta- dra, encargandole ala firma del consenso la tarea de neu~ trait’ los contrapuntos dferenciadores, los antagonismos de postures as demarcaciones polémicas de sentdos contarios, frediante un ploraiema institucional que obligh ala dversidad ser “no-contradiceiin”? es decir, cadena pasa de diferen- figs que se yurtaponen indferenterente unas aotas sn con frontar sus valores entre si para no desapaciguareleje dere Concliaién neutral de a suma. Pluralism yconsenso ron {os temas lamades ainterpretar una nueve multilicidad social ‘cayos lugs de opinin debian, supuestamente, expresar lo di= \arao, pero cuyadversidad tenia que ser, alavez. regulada por los pacios de entendimiento y negociacisn que estaban dest rados a contenersvs excazoe afin de no reedtar los anteriores, choques de uerzas ideolégicasque habian dvd el pasado, El paradigma de narmalidad ylegitimidad potas que es- tablece el consenso para controlar la pluralidad heterogénes. de lo social hizo necesars isciplinar antagonismes yconfron- taciones, fjando limites destinados a proteger et acuerdo de las, fuerzas vias que amenazaba con desbordar a formalidad de si acto de constitucién” El consenso oficial excluyé dl proto- Cole desu firma la memoria dela disputa razones ypasiones) {ue habianluchado en el interior del proceso de elaboracién de Su pacto ciscursivo. Lo Une del consenso oficializado por la 2 tarts sobre stele inerenciin das erence ue {Seperate pair Sms rset seta a demacraciaen rns ci i daneraca, antago, des Blo, transicién se esiste todavia aaceptarnosélaque toda objetii> tdad social -presupone necesariament a represion de quello (que su instauracin excluye™ sino, ademés, que las fuerzas AUgatvas de lo encluido deben Seguringuietando les ites de renalzocién de lo poltice para impedir que el trazado de Gentdad oficial sacrfique la memoria de sus “otros” yborre de wa altima defincin normativa erastro plural dels confctos {que anteriormente la habiaban, Elconsenso oficial de la transiciin deseché aquella memo= ria privada de los desacuerdos (aquella memoria anterior als {ormalizacén del acuerdel que habria dado cuenta de a witli dod polémia —contoversial— de sus mecanismes de consti tucidn interna. Pero también, y sobre todo, eliminé de su r=per= {orio de signticados convenidos la memoria istrica del antes tit eonsenso poltco-social: le memoria de un pasado ahora jhngado incomeniente debido alas querras de interretacin {que sigue desatando entre verdades y posiciones todavia sin ajustar, en confit. La memaria es un proceso abierto de ceinterpretacion del pasado que deshacey ehace sus nudos para que se ensajer tina y otra vez sucesos y comprensiones. La memoria remece ll dato estatico dl pasado con nuevas sigiicacines sn lau: Surar que ponen su recuerdo a trabaar,levando comienz9s ¥ finales reesribir otras hipétessyconjeturas para desmontar aleiere explicatv de las totalidades demasiado seguras de si (hismas esa laboriosidad de esta memoria insatstecha, ave mip da nunca por vencda, (aque perturba la vluntad de se~ puttacién oficial del recuerdo mirado simplemente como un Sbeposito fio de signiicaciones inactvas Elconsenoo es la etapa superior del obvi". dice Tomé Moulian, en alsisn al macanisma de “blanqueo” que. en ae5- na china de ia transicién, fue despejando as aguas con- Sire a can 1a Bee Laan Tea seh Shenae ear desea ats fen fata esos unde arse sce abe de for eustanacenosble p 2 eee Nin Ce ata ented un a. Sonia, rcs, pr 35 NELLY RICHARD twadiccionas en torno al valor histérico del pasado también ti ‘anda os desacuerdos Sabrelasfnaldades de un presente en {et que “la politica yo no existe mas como lucha de alternativas, ‘como historicidad sino como “historia de las pequefias varia Clones, austes, cambios en aspactos que no comprometen la Gindmica global # Pequefas variaciones, ajustes y cambios {que anuncian un futur prereconciliado-un futuro descargado de toda expectativa aligerado del peso dela incertidumbre cu yp mérite radiata en dejar abierto el campo de decisiones puesta que radea la adn no determinado, manteniéndolo palticamentetenso y vibrant. La transicién tes encargé @ los administradores oficiales el consenaa la taea de atenvar las marcas dela violencia que permanecia adherda al contorno de as palabras que nombran la conftictualisad del recuerdo ("postdictadurs" para reducir “utamisticamente— (a gravedad de sentido contenida en su famatica de los hechos ahara neutraizada con et nombre transicion’. Segin ésa, ya nada intolerable, nada insuible, ddsberia echar a perder tas celabraciones oiales den \levade- ‘ro. La inofensividad de los nombres, u permisividad banal, se ‘ale hoy de palabras sin emacidn ni temblor para transmitir ‘signficados polices ue han sido rutinizados por ls monctonia Ioeutora de les informativosnoticiosa. Si bien el consenso po- liteo sabe “teferire a” la memoria —la evoca como tema y la process como informacin—, no es capaz de practicartay me~ hos de expresarus tormentos. "Practica" la memoria implica Aisponer de las insirumentes conceptual # interpretativos necesarios para investiga ia densidad simbélica de los relatos, de a historia, “expresar sus tormentos” supone recurriafigu= ras de Lenguaje (simbolos, metéfras, alegorias| suficiente- ‘mente conmovidos y conmovibles para que entren en relacida solidaria con el pasado victimade. El consenso oficial nombra hoy la memaia con palabras libres de toda convulsiin de sen- tide, para que ninguna desatadura emocional del recuerdo al- tere al formulisma minuciosamente calculado del ntercambio polica-mediatco Eibreo oficial del gobierno dela Concertacin ha conver- tido a la memoria en una cta respetuosa pero casi indoora, 6 8 9 Tribunals, comisiones y manumentosalos derechos humans citan regularmente a la memoria (hacen mencién de ella ya noifical, pero dejando fuera de sus hablasdligentes toda la ‘materia herida del recuerdo: densidad psiquica, vlumen expe- riencal hella afectiva, trasfondos cictriciales que se resisten 2 plegarse tan sumisamente a la mere forma curplidora del Irémite usicialy de la placa institucional, demas, la Concer- 1acién nos citandistntamente a todos, nos convoca y nes red ‘ne entorna ala memoria ctade parainvtarnos @ compartir sus ‘anotaciones unavez que éstashayan sido expurgadas de todo ‘recuento personal, E discurso public salda formalmente su tmesiade bien ssegurada de a érmalacensensualisia se pro- {ege de verse remacido por alg trastorno de conducta,algin ‘sobresaltoen la vee, que delate los paroxismos de lafuria y de la desesperacién Roturas Jgraticas, desarticulaciones narrativas Le experiencia de ta postdctadura aruda la memoria ind viol ycolectiva a as figuras dela ausencia, de la pérdida, de (a supresin y del desaparecimiento.Figuras rodeadas todas lls por las sombras de un duelo en suspenso, inacabado, tensional, ue deja sujet y objeto en estado de pesadumbre y de inceridumbre,vagando sin tregua alrededor del inhallable ‘al cuerpo y dela verdad que fliany hacen falta La ausenecia, la pérdida a supresién, el desaparecimient, evocan ol cuerpa de los detenides-desaparecides en la dimen: sion mis brutalmente sacrificial de la violencia pero connotan también la muerte simbalica de la [uerza movilizadora de una Fistoricidad socal que ya no es recuperable en su dimension Utépica Esa fuerza de historicidad fue vvda por la cultura, du fante el régimen miltar, come lucha de sentides, como lucha por delender un sentiao urgido y urgente. Sin dud que ta epo- peya de reinventar lenguajesysintanis para sobrevvr a laca- téstrofe de la dctadura que sumeraié cuerpos y experiencias en aviolencia desintegratva de mliples choques yestallidos Ge idontidady el haber tenido que enfrentarse con los cédigos ‘ome sila batalla del sentida fuese asunto de vida o muerte de bio la peligrosidad del nombrar sometiron las prcticas ultras y las biografias sociales a sobreexigencias derigory

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