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Elarboldeloszapatos PDF
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alzaban a los bebs para poder calzarles los zapatos y ver si les iban
bien. Otras los levantaban cabeza abajo para medir la fruta con sus
pies. Juan y Mara recogieron las que sobraban y las colocaron sobre el
csped, ordenndolas por pares. Las madres que haban llegado tarde
se sentaron con sus nios. Juan y Mara iban de aqu para all,
probando las botas, hasta que todos los nios tuvieron las suyas. Al
final del da, el rbol estaba pelado.
Una de las madres, la seora Blanco, llev a sus trillizos y consigui
zapatos para los tres. AI llegar a casa, se los mostr a su marido y le
dijo:
-Los traje gratis, del rbol del seor Martn. Mira, la cscara es dura
como el cuero, pero por dentro son muy suaves. No es estupendo?
todos los zapatos que les dimos a sus hijos durante estos aos y ahora
tiene muchos rboles, el muy zorro.
-Dicen que se har rico con ellos -exclam la seora Martn con
amargura.
En verdad, parecia que el seor Blanco se iba a hacer muy rico. Ese
otoo contrat a tres mujeres para que le recolectaran los zapatos de
los rboles y los clasificaran por nmeros. Luego envolvan los zapatos
en papel de seda y los guardaban en cajas para enviarlos a la ciudad,
donde los venderan a buen precio.
Al mirar por la.ventana, el seor Martn vio al seor Blanco que pasaba
en un coche elegantsimo.
-Ya veris... -dijo, recogiendo frutos de zapato hasta que tuvo los
brazos llenos- Son del huerto. Los arroj por encima del muro. Se los
llevar a mi abuelita, que me va a hacer otro pastel de zapato.
-Un pastel?-pregunt Mara- No se me haba ocurrido. Y est bueno?
-Vers..., la cscara es un poco dura. Pero si cocinas lo de dentro, con
mucho azcar, est muy rico. Mi abuelita hace unos pasteles
estupendos con los zapatos. Ven a probarlos, si quieres.
-Mirad!
-Frutos de zapato a 5 monedas el kilo.
-Yo pagu 500 monedas por un par para mi hijo -dijo una mujer. Alz
a su nio y les ense las frutas que llevaba puestas-. Mirad, por stas
pagu 500 monedas en la zapatera. Y aqu las venden a 5!
-Slo cinco monedas! -gritaba el vendedor-. Hay que pelarlos y comer
la pulpa, que es deliciosa. Son muy buenos para hacer pasteles!
-Nunca ms volver a comprarlos en la zapatera -dijo otra mujer.
FIN
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