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RAFAEL MAYA Nacié en Popayan el 21 de marzo de 1897 y murié en Bogota el 22 de julio de 1980. Poeta y critico literario, su dedicacién a la cétedra universitaria, durante muchos afios, ha dejado una honda huella en el mundo intelectual colombiano. Delegado de Colombia ante la Unesco, miembro de la Academia Colombiana de la Lengua, la figura de Maya goz6 de un sélido y unanime prestigio ‘como poeta y como humanista Su bibliografia la componen los siguientes titulos: La Vida en la sombra (1925), El rincin de imégenes (1927), Goros del rmediodia (1928), Después del Silencio (1938), Poesias (1951), Tiempo de Luc (1951), Final de romance yotras canciones (1951), Navegacién nocturna (1958), La tierra paseida (1964), El tiempo recobrado (1974), Sobre la obra de Maya se han escrito numerosos trabajos eriticos y ha sido antologizada en muchas ocasiones. Sin embargo es una pena, que a la hora de escribir esta nota, no exista una edicién completa de sus poemas, que permitiria seguir, con mayor facilidad y fidelidad, su trayectoria poética. TU Eres una cancién. Aire ligero cernido entre las flores y los nidos. Duermen, bajo tus pies, campos floridos, y es tu melena un rio verdadero. 2B Comienza en ti mi vida. Eres mi enero que asoma en horizontes presentidos; mi comarca de rios conocidos, ‘mi alta constelacién de marinero. Por mis manos te vas como una brisa; envuelves un jardin en un suspiro, y se abren mariposas en tu risa Eres la sombra toda, eres la lumbre, ¥ yo, elevando el corazén te aspiro como al viento que viene de una cumbre. VOLVER A VERTE Volver a verte no era s6lo un ligero y constante empefio, sino anudar, dentro del alma, cl hilo roto del ensuefo. Volver a verte era un oscuro resentimiento que tenia de hallarte ajena, y sin embargo seguir creyendo que eras mia. ‘Volver a verte era el milagro de una dulce convalecencia cuando todo, al alma desnuda, ‘vuelve més bello de la ausencia. Volver a verte, tras la noche impenetrable del abismo, cra hallar en tus ojos una imagen vieja de mi mismo. 4 Y encontrar, en el hondo pasado, dias mas bellos y mejores, como esa carta en cuyos pliegues se conservan algunas flores. Volver a verte era mostrarme la pena que est congelada, como bruma de tarde hermosa, en el azul de tu mirada, Y, ya lo ves, del largo viaje regresé més puro y més fuerte, porque dormi toda una noche en las rodillas de la muerte. Porque yo miraba en tus ojos un cielo de cosas pasadas, como en el alma de las grutas se ven ciudades encantadas. Y porque vi tu clara imagen, ‘entre un nimbo de luz serena, ‘como jamés, a ojos mortales, se aparecié visién terrena. Volver a verte era un oscuro presentimiento que tenia de hallarte ajena, y sin embargo seguir creyendo que eras mia, INVITAGION A NAVEGAR Navigare necesset est. Cuando, cuando egard el dia ‘en que me diga: es necesario navegar. Alista una nave 8

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