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SAYENCO

TALLER LITERARIO DEL LICEO GABRIELA MISTRAL DE TEMUCO

HOMENAJE A EUGENIA CAAMAÑO

TEMUCO 2010

http://SAYENCO.ES.TL
2
PRESENTACIÓN
Esta revista que ojalá despierte tu atención es el fruto de muchas manos y
muchos ojos que quisieran repartirse por muchos ojos y manos. Es un fruto
brotado de la tierra, así nos gusta verlo, de esta tierra que tiene mucho que
decir. Con el oído pegado a ella, y también mirando al cielo, como necesitaba
hacerlo Gabriela Mistral para que sus poemas remontaran el vuelo,
escriben, crean, cada una de las plumas que aquí se reúnen. Algunas son
plumas jóvenes, incipientes, pero también por eso audaces, sorprendentes.
No les dejarán indiferentes ni los poemas visuales del taller de lenguaje
entretenido, ni las ilustraciones de artes plásticas, ni el lirismo ecológico de
Vicky Sáez, ni los cuentos con un toque de realismo mágico o de telenovela.
Otras tienen más horas de vuelo, y están acostumbradas a la altura: el gran
poeta mapuche Elicura Chihuailaf, recientemente homenajeado en la
Universidad de Salamanca, nos envió un hermoso poema con su saludo Azul,
que acogemos con emoción. Francisco Javier Irazoki, hondo maestro
luminoso, nos sorprende desvelándonos de manera insólita que la poesía es
el misterio que hay en todas las cosas. Sara Castelar Lorca, esencial poeta
andaluza que participó en las jornadas literarias que hermanaron en Vicuña
a la gran chilena con el también premio Nobel Juan Ramón Jiménez, nos
envía la crónica de tan importante evento mistraliano y una evocación –e
invocación- plena de lirismo encabezada y cerrada por una cita bien
conocida de las estudiantes del Liceo Gabriela Mistral de Temuco: “todas
íbamos a ser reinas”. Javier Arnáiz nos envía unos endecasílabos a su
compañera, emocionales y reflexivos. Aprovechamos la generosidad de
Txaro Sierra, profesora de alegría, para seguir tejiendo con ella más
palabras y más vida. Josetxo Ordóñez, navarro afincado en Barcelona, nos
describe con intensidad la honda experiencia, como testigo cercanísimo, de
un parto natural –sin anestesia-, en Europa cada vez más practicado,
aprendido por su mujer Mireia de las mujeres “de la ancha América”,
durante sus años de vida común en Perú. Consuelo Martínez, que participó
en su día en el taller, nos demuestra que sigue escribiendo, escribiendo,
escribiendo. La misteriosa Inanna nos envía misteriosas, redondas palabras.

Con especial emoción incluímos también un poema de Eugenia Caamaño,


que en su día fundara el taller Sayenco y hoy sigue viva en el recuerdo de
quienes la conocieron y en su palabra poética, leve y voladora. Con este
número de Sayenco queremos rendirle un pequeño homenaje.

Pero no desvelemos todo antes de comenzar. Ahora, no te quedes ahí,


pasa, entra. Hay sitio para todo el mundo. Seguro que encuentras algo de tu
gusto. Disfruta. Estás en tu casa.

3
Pilar Soto, 2ºA. Artes Visuales. Profesor Pelantarú Jara.

4
La profesora Eugenia Caamaño fue la fundadora del Taller Sayenco
en 1994. Como ella solía decir, recuerda Consuelo Martínez, poeta
que participó como alumna en el taller y hoy estudia Pedagogía en
Castellano, la poesía juvenil merece ser rescatada, alentada, aireada.

Con un poema aéreo rescatamos hoy la presencia intangible de una


profesora que no deja de ser recordada.

DISTANCIA

Fríos vientos
detuvieron su vuelo.

Cuatro alas
acariciaron mi rostro.
Cuatro velos.

Como cuatro cuchillos


abrieron la tierra.

Se abrió también el cielo.

Las garzas de invierno


alzaron sus cuatro velos.

La distancia es sólo
un último vuelo.

Eugenia Caamaño
(Invierno 1990)

5
Janina Paz, 2ºA, Artes Visuales. Profesor Pelantarú Jara.

6
INI RUME ÑAMVM NOEL CHI LLAFE

Feyti vlkantun che mu rume


kvmelay, pigeken
Ka fey ti mawizantu ayiwigvn
ti pu aliwen
ñi kallfv folil mu egvn
ka ñi chagvll negvmi ti kvrvf
chalilerpuy vñvm egu
ti Pvnon Choyke*

Feyti vlkantun alvkonchi wirarvn


feyti pu lalu
kiñe pin ti tapvl rimv mew
feyti weñagkvn feyti wecheche LA LLAVE QUE NADIE HA PERDIDO

ñi petu zugu ñi kewvn


welu ñami ñi pvllv La poesía no sirve para nada
me dicen
Y en el bosque los árboles
se acarician
Feyti vlkantun, ti vlkantun fey con sus raíces azules
kiñe pewma feyti afvl chi mapu y agitan sus ramas el aire
saludando con pájaros
tami ge ka iñche ñi ge, vlcha la Cruz del Sur*

allkvfe piwke, ka feychi La poesía es el hondo susurro


de los asesinados
vl zugulvn el rumor de hojas en el otoño
la tristeza por el muchacho
que conserva la lengua
Ka zoy pilayan, ini rume penolu pero ha perdido el alma

ti llafe ini rume ñamvn nolu La poesía, la poesía, es un gesto


un sueño, el paisaje
tus ojos y mis ojos muchacha
Ka vlkantun fey ñi vl tañi oídos corazón, la misma música

pu Kuyfikeche Y no digo más, porque nadie


pukem antv mu vy lu ka chonglu encontrará
la llave que nadie ha perdido
feyta chi kisu zwam weñagkvn.
Y poesía es el canto de mis
Antepasados
el día de invierno que arde
y apaga
Elicura Chihuailaf. esta melancolía tan personal.

Elicura Chihuailaf
* Pvnon Choyke: Rastro del Avestruz *En la visión de mundo mapuche la
Cruz del Sur corresponde al Rastro
de un Avestruz Azul.

7
Gretel Bustos, Kultrun coronado de alambre de púa.

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RETRATO DE MI GUARDAESPALDAS

De noche, con la sombra y el silencio de los habitantes de la


casa, el reloj de pared renueva su libertad. Sus miembros se
despiden y dispersan hasta casi el amanecer. Las ruedas dentadas
descienden por los anaqueles de la biblioteca, mientras el péndulo
arrastra con torpeza su movimiento uniforme y las manecillas
navegan por el aire.
Yo lo observo bien en la oscuridad, porque el daño infligido por
el tiempo que mide ese reloj me ha dado las facultades de la pupila
del gato. Y, confiados, los muelles se acercan al rincón donde lustro
el cristal de la tapa. Cae el polvo del día, la tierra muy seca de los
minutos, esa sustancia negra que depositan las horas. A medida
que los rastros del tiempo desaparecen de la superficie que limpio,
algunos accesorios aumentan su ligereza y energía.
Es el momento en que cada fragmento vive de manera
humana. Veo que las manecillas se aman o cabecean con sopor, y
que las oscilaciones de la péndola regulan sus euforias y
desánimos. Hoy a los muelles les dolerá la cabeza, a las maderas
les llega el aroma punzante de los bosques, y las ruedas dentadas
mueven circularmente una pregunta.
En cuanto aparece una fisura en el horizonte nocturno, las
partes del reloj se reúnen con prontitud de animales perseguidos
por la claridad. Cruzan la habitación, saltan del suelo a los muebles
y suben al sitio que deben ocupar en la pared. Encajan las piezas
en el conjunto recompuesto y al principio traquetean con
respiración difícil. Cuando las primeras luces bajan de la claraboya
y se filtran entre los visillos, todos los mecanismos trabajan en su
celda de fríos auxiliares del tiempo.

FRANCISCO JAVIER IRAZOKI

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EL AÑO QUE SE AHOGARON LOS GIGANTES

Todas íbamos a ser reinas.

Gabriela Mistral

El año que se ahogaron los gigantes


nadie tenía una corona
ni un verano con sueños de chiquilla que hablara de los pájaros,
nadie tenía la edad de los naranjos cuando saben a verde
y clavan en el labio su edad escandalosa.

Los ojos de Alfonsina eran todos los ojos


sumándose a las aguas
y amaron toda soledad de golpe
y se supieron hembras.

Se adentraron los silbos en el pelo


mientras el mar dolía en una sola gota,
ya no quedaban muertos que llorar
y no quedaban niños azulando las noches,
las formas de la higuera anidaron los muslos
como frutos austeros que sin pudor se olvidan.

El año que se ahogaron los gigantes


ella amaba la tristeza del árbol
la huella quebradiza de los montes sobre la gravedad del vientre
y otoños que parían cinturas amarillas.
Ella soñaba uvas en la paz del sarmiento
y supo que el poeta era la única verdad sonora,
la tierna obstinación a lo que sangra.

Háblame, Juana, dime en qué lugar


las violetas forman un cimbel de palomas,
en qué segundo el fruto de las torvas riega los helechos
para comprender la llama,
para saberse entera.
Dime, qué animal se trenza al hilo del mistral
y todo es una sola luz que te parte las uñas.

¿Acaso en esta oscuridad me ves,


saben ellas que el lirio es un arma imposible
para matar la lengua de los amores muertos?

Sí, todas íbamos a ser reinas.

Sara Castelar Lorca.

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Escucha el alma de la tierra verde:
Lo que se da nunca se pierde.

El Taller Sayenco, con el Taller Ecológico,


Naturalmente

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AMBICIÓN

Borrasca de viento la mañana fría traía el


otoño en un comienzo, yo pensé en el
frío que atormenta los vacilantes
cuerpos de los viejos. Pero esa mañana
no era mía, era sólo el presagio de un
invierno que vendría.

Y pasó el otoño en suave brisa,


llevándose las hojas del cerezo, y
arrancó la hierba la sequía.

Las vertientes que en la tierra se


escondían, las secaron las raíces de los
pinos y eucaliptus traídos desde lejos.

¿Dónde están los bosques de mi tierra, el


laurel, el boldo, el ulmo que las abejas
perseguían?

¿Dónde quedó la selva de mi tierra hoy


en mezquinos pinares y eucaliptus
convertida?

¡Más pudo la ambición que la cordura,


cómo gimen las torcaces por sus lingues,
cómo añoran las perdices la espesura...!

Hoy vagan en inhóspitos lugares, y en las


noches de luna cuando la escarcha
arrecia los he visto pasar, hambrientos
sus cachorros caminando tras sus pasos,
buscando algún refugio que quizás no
han de hallar.

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Los últimos laureles hoy yacen mutilados como
un desecho humano que a nadie le interesa.

Si tu noble madera pudiera echar raíces y


alzarse sobre la madre tierra... ¡Pero nadie te
entiende!

Las hermosas copihueras que un día las reinas


fueron del tupido matorral hoy visten su amargo
llanto en el horrible quebranto de ver cerca su
final, y aquellas que ostentaban blancos
pañuelos al viento se fueron con paso lento, al
bosque no volverán, porque ese bosque nativo
que ayer lucía orgulloso lo ha arrasado la
ambición, y en su lugar sólo existen los pinares
y eucaliptus traídos desde otras tierras, hoy
trabajo de motosierras, y mañana ya no habrá.

Mas el viento bendito va sembrando semillas


donde la ambición humana no ha podido
alcanzar:

Señor: yo te suplico por este suelo patrio,


por esta tierra indómita que un día nos legaste.
Por mis hermanos robles y toda la natura
de este bello jardín,
que en dulces versos canta nuestro himno
nacional.

Vicky Sáez, 1ºA Septiembre de 2009.

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Génesis Allulef, Cambio de mentalidad.

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Lucía y el gallinero

En un campo muy lejano de la ciudad de Temuco, en donde había


muchas crianzas de gallinas, habitaba una señora muy pobre,
llamada Lucía, la cual vivía en una casa que era prestada.
Un día vinieron los dueños de la casa a quitársela.

La señora muy triste y


angustiada, no sabía donde
dormiría el resto de las noches;
entonces , mientras encontraba
un hogar en el cual poder vivir,
se le ocurrió dormir mientras
tanto en el gallinero.

Pasaron meses y meses, hasta


que se llegó a acostumbrar y a
mimetizar con las gallinas;
hacía sus mismos gestos,
cacareaba, dormía parada y
madrugaba todas las mañanas
junto a ellas.

Pasaron los años y vinieron unos caballeros a regalarle una casa, ya


que se habían enterado de su situación. Al verla en el gallinero se
asombraron de ver el estado de vida que llevaba; pero ella estaba tan
acostumbrada y feliz con las gallinas y las gallinas con ella, que no se
hacía problemas. La señora les dijo que no necesitaba una casa,
porque viviendo así se sentía bien.

Lucía estaba tan feliz y dichosa de vivir con sus gallinas, que ya no
hacía nada más que estar con ellas. A pesar de todos los problemas
que tuvo que enfrentar, vivió muy contenta y agradecida de ser igual
a ellas el resto de su vida.

Alejandra Yáñez Sepúlveda


Alumna del Taller de Lenguaje entretenido
del Liceo Gabriela Mistral de Temuco.
Ganadora del Concurso Municipal de Narrativa breve con este relato.

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Bárbara Ballier. 2ºA. Artes Visuales. Profesor Pelantarú Jara.

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Una mirada sin rostro

Veo hacia atrás una flor que se marchita,


que se deja al olvido y que sigue un camino,
no sabe que no es el suyo.
Pobre flor que busca en los demás alguien que la riegue,
aún no la ha encontrado, pues sigue marchita.

Se había perdido la esperanza, sólo había que esperar la muerte,


al romper el alba, veo existencia y vida pues la flor
no se había marchitado, sino que había recuperado su brillo máximo
en una oscuridad que al fin tuvo salida.

La flor está creciendo bella y feliz,


ya no mira hacia atrás , sólo hacia adelante,
ya lo amargo queda en el olvido y el tiempo se encargará de hacer
que no pierda el valor y la fortaleza para seguir viviendo.

Ahora mi alma camina feliz hacia el mañana


ya no hay tropiezo ni nada que no permita
que siga mi camino, ya la angustia quedo atrás
y las riquezas de una vida feliz quedaron junto a esa bella flor.

María José Riveros 1°B

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AGENDA LLENA, CORAZÓN VACÍO

Acumulamos objetos, miradas, gustos, sentimientos,


pero lo esencial pesa poco.
Diciembre 2002.

AL ENCUENTRO

Es allí, en aquel lugar


que me parece el infinito
de donde viene esa luz
que abraza y consuela
que despeja lo nublado de mi mente
linterna para el transcurso de mis días
con ella vivo
como un menhir.
Me es grata esa luz
que me acompaña y estimo
pues fue hecha para mí
como tantas otras
con las que me mezclo y vivo.
Hacia ella iré.

Julio 2003

POEMAS DE TXARO SIERRA

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ENTRETEJEMOS VIDA

Y se va tejiendo mi vida
con la de todos.
Los hilos del pasado,
los hilos del presente,
entretejiendo vida.
El recuerdo conformando los colores.
Como el arco iris
a nuestro paso por el mundo
iluminando el amor
que nos trajo a la tierra.
Ese tejido invisible
que posará como una manta
junto a la feliz hierba
para que alguien
continúe el tejido
a nuestra ausencia.

Txaro Sierra
26 de Diciembre 2001.

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Díptico del Nacimiento

I
Sabia, pacientemente, supiste desde el primer dolor
que había llegado el día.
La serenidad de tus manos acariciaba toda la casa,
los gestos cotidianos:
aquellos últimos detalles en la maleta,
el desayuno primordial de los niños,
aquel peine olvidado sobre el lavabo,
los pomos de las puertas.
Observaba cómo quedabas detenida
doblando un camisón,
calentando el mate de frambuesa,
guardando un termo en la mochila.
Sabia, pacientemente, todo esto preparado.
Después, al llegar la luz, dispuesta al amor,
puesta en pie, en la fuerza de todo tu cuerpo,
comenzaste a recibirlo.
Tus manos y mis brazos se buscaban,
tu cuerpo descansaba en mí fugazmente,
hubiera querido atrapar esa eternidad contigo,
acompañarte siempre en ese instante detenido,
en esa hora de tanto amor.
Te hablaba al oído entre el sudor,
hasta el agotamiento.
Rasgaste la negrura del vientre.
Nació.

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II

Era un día inconexo, sin nubes y sin sol,


perfectamente prescindible por el olor de la calle,
el gris de las aceras y el asfalto anónimo, impersonal.
Los transeúntes tampoco mostraban rostro:
llevaban mediocres abrigos oscuros.
Era un día normal, viernes a punto de rendirse al hastío.
Nada hablaba de ti, nada te sospechaba.
Nada en la ciudad estaba preparado para tu llegada, para tu luz.
En cambio, el corazón, las manos abiertas...
En medio de la ciudad, empezó todo.
Llegaste después de la fuerza,
en una explosión de poder, en empujones poderosos.
Estabas dormido al principio.
Después, vino tu llanto, suave, casi felino,
con la boca abierta, con los ojos cerrados.
Te miraba; luego, con un lienzo inmaduro,
sequé tu piel, limpié las manos, las piernas.
Seguías llorando, abrazado al regazo de la madre.
Seguías allí en las manos abiertas, palpitante,
como todavía ahora.
Corté el hilo que te unía al pasado irrepetible
de la noche oscura a la que no regresarás.
O tal vez sí cuando, anciano, se agoten tus días.
Estabas desnudo y te vestí.
El pulso temblaba mis dedos, eras un viento
soplándome en las manos, como hojas.
Más tarde, cuando pasó aquella nuestra intimidad infinita,
regresaste a la madre, al pecho de sudor y calostro.
Acabó tu nacimiento, pero empezó todo lo demás.
Así viniste a este mundo, tiernamente.
Duermes mientras te hablo ahora.
Duerme, pues, duerme.

Josetxo Ordóñez Etxeberría.

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CONTIGO…

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COMPAÑERA

Por el sol de tus ojos, compañera,

que miran los amores que nos unen

voy errando y, sin olvidarme, espero

que por siempre deseemos desear.

Tus besos, compañera, tus abrazos

y el rumor de tu boca y tus silencios

y el tiempo que nos pasa y que nos pesa

y lugares y abismos de tu cuerpo.

Tú. Nosotros. Tu risa encantadora,

tus brazos y la sima de tus labios

y ese ardor que nos quema y que nos colma

con sus nómadas llamas. Fulgurantes.

Mas los hijos, que aumentan nuestras vidas,

los que hacen que vivamos en verdad,

dan la cuenta de sueños y esperanzas,

contrapunto de vida en su final.

Javier Arnaiz.
Poeta vasco, es miembro de la Plataforma Blas de Otero y coordinador del blog ¿Dónde está Blas?

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Sonnet CXXX

My mistress' eyes are nothing like the sun;


Coral is far more red than her lips' red;
If snow be white, why then her breasts are dun;
If hairs be wires, black wires grow on her head. Soneto CXXX

Los ojos de mi amada nada tienen


I have seen roses damask'd, red and white,
del sol, ni del coral su boca el rojo;
But no such roses see I in her cheeks;
la nieve es blanca: oscuros son sus pechos,
And in some perfumes is there more delight
y el metal de su pelo es hierro negro.
Than in the breath that from my mistress reeks.

Rosas vi damasquinas, rojas, blancas,


I love to hear her speak, yet well I know
pero ninguna así vi en sus mejillas,
That music hath a far more pleasing sound;
y hay perfumes que son más agradables
I grant I never saw a goddess go;
que el aliento que de mi amada exhala.
My mistress, when she walks, treads on the ground:

Me encanta oírla hablar, pero bien sé


And yet, by heaven, I think my love as rare
que es más dulce el sonido de la música;
As any she belied with false compare.
confieso que en mi vida vi una diosa:

mi amada, al caminar, pisa la tierra.


William Shakespeare

Y aún así, cielos, hallo que mi amor


es único, real, incomparable.

Versión libre de Javier Aguirre Ortiz.

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ATRACCIÓN

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Crónica de las I Jornadas Internacionales de Estudios
Mistralianos en Vicuña

El mes de noviembre de 2009 se ha convertido para Vicuña en el mes


de su gran poeta, Gabriela Mistral, que ha acogido con el mayor de
los honores las I Jornadas Internacionales de Estudios Mistralianos,
dirigidas por el poeta Chileno Benjamín León y financiadas por el
"Fondo de Fomento del Libro y la Lectura", Convocatoria 2009, del
"Consejo Nacional de la Cultura y las Artes", del Gobierno de Chile,
que han hecho posible un ambicioso proyecto cultural en honor a la
memoria y la obra de esta poeta universal en el marco de su hermosa
tierra y en el cual también tuvo lugar el hermanamiento de su
Fundación, con la Fundación del premio Nobel español Juan Ramón
Jiménez de Moguer, Huelva, que se tradujo felizmente en un
compromiso de cooperación en la divulgación de la obra, a nivel
internacional, de ambos poetas, acuerdo en el que también tomó
parte el Municipio de Vicuña en favor del interés turístico cultural de
su región.

El carácter ecléctico y unificador de las


jornadas, reunió a estudiosos, poetas,
literatos, tanto chilenos como de diversos
países latinoamericanos y españoles,
estudiantes y el pueblo en general, que
pudieron disfrutar de las ponencias, el
folclore y la poesía que se aunaron para
vivificar el espíritu que profesa toda la obra
de Mistral, impregnado de la tradición y la
divulgación de la cultura como meta
ineludible del artista. Nombres como Iván
Carrasco, Jorge Rosas, Cecilia Corona, Gloria Mendoza, Julio Piñones,
Juan Gabriel Araya, Jaime Quezada, Antonio Ramírez Almanza, Diego
Ropero Regidor, Rolando Manzano, Edith Cerda, entre otros, pusieron
voz a exposiciones de altísimo nivel académico que tuvieron una gran
acogida por el público asistente, incentivando desde el punto de vista
más ilustrado, la profusión en la obra de una poeta trascendental y
necesaria en al historia de las letras en castellano y la literatura en
general.

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Como no podía ser de otro modo, los niños tuvieron un lugar de
honor en todos los actos, desde el comienzo de las Jornadas, que
tuvo lugar en el colegio Juan Torres Martínez, de Diaguitas, con el
compromiso de la creación de una biblioteca apadrinada por la
Fundación Zenobia Juan Ramón Jiménez, donde los representantes
españoles y las autoridades locales pudieron sentir toda la emoción
de un proyecto que está creando futuro para esta comunidad rural
del Norte de Chile.

Los actos tuvieron lugar en varios escenarios privilegiados de la


región, desde el Teatro Municipal de Vicuña, lugar de la ceremonia de
inauguración y de todas las exposiciones por parte de los invitados
nacionales e internacionales, que se llenó de música gracias a la
Orquesta Sinfónica Gabriela Mistral, compuesta exclusivamente por
niños, pasando por una lectura poética en el Observatorio Mamalluca,
uno de los más prestigiosos del mundo, hasta un recorrido por la
interesantísima Ruta Mistraliana que acabara con la visita a la Tumba
Mausoleo de la poeta, donde a cargo de todos los asistentes, con el
arpa de fondo y los cerros flanqueando la belleza del paisaje, se
leyeron poemas de la autora en honor a su memoria.

Este despliegue humano, tanto por parte de la organización, las


autoridades y el Ministerio de cultura, ha sentado un precedente que
se presume lleno de continuidad en el tiempo, y por el cual el
Municipio, la dirección del proyecto y el pueblo mismo, siguen
apostando para su desarrollo en años sucesivos, como evento
artístico de proyección internacional que pone a Vicuña entre los
lugares más destacados del panorama cultural mundial.

Sara Castelar Lorca

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Te tocó un té
con sabor a tilo,
tartamudo y tosco.

Traía trocitos de tímido,


Tesoro tildado y tupido.

Te tocó un té
Taciturno y tranquilo.

Hace un instante, la infancia.

Ahora mismo, otra época.

Hace horas, hoy,


Y el reloj sigue igual.

Años, mañana,
Y las estaciones son las mismas.

Tiempo todo cruza,


¡Se abren los cielos Tiempo se consume.
Y se desatan cadenas!

Porque existe camino


A la libertad.

Consuelo Martínez Astorga.

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Daniela Trangol 2ºA Artes Visuales. Profesor Pelantarú Jara

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ESTACIÓN

me dijeron
ubíquese

yo soy muy obediente

giré
miré los montes
siempreverdes al final de la calle
borré el rumor del tráfago
adiviné la luna Dibujo de Vanessa Brown ©
y los planetas

y me dije

aquí estoy
este es el centro
aquí escucho
la lengua de la tierra El campo ni siquiera tiene puertas
aquí me ubico
Entre el campo y lo urbanizado hay una valla
(((mis ramas resplandecen))) El treile ignora toda división
Yo debo contentarme con mirar
A través del alambre de púa
La verdadera luz del trigo verde
AVENIDA LOS URBANISTAS

El treile no comprende
que la urbanización
no es cosa suya

En las últimas construcciones


aún sin ocupar
los cardos arremeten
contra el orden J.A.O.
Los muros rectilíneos
las apiladas piedras Taller Sayenco.
no significan nada
sólo sombra

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INOCENCIA PARA CRECER

Contra la infelicidad...
cultivar la inocencia.
Como el pollito que rompe su cascarón
con su única fuerza: la de la vida,
que le hace caminar
y buscar su alimento.

Rompiendo cascarones de culpa,


pecados y patologías,
nos acercamos a la inocencia.
Alimentándonos de honestidad
y hermosura, comenzamos de nuevo,
crecemos sobre nuestros pasos.

Cada día,
haciéndonos,
inocentándonos.

28 de diciembre de 2006

Txaro Sierra

CALMANTE

Y encendió la luz
porque el día se había apagado,
y encendió un sueño
para apagar la noche.

Febrero 1997

Txaro Sierra.

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Los que están lejos padecen nostalgia,
Para los que están lejos ojalá fuera Temuco,
Y aquí ojalá fueran tierras lejanas.

Aquí se quedaron las araucarias,


Se quedaron las palabras,
Se quedaron las lluvias.

Los que están lejos, aún estando lejos,


Están donde nacieron.
La distancia en los siglos,
Entre los mares y las superficies,
Poca es para los que viven remotamente.

Allá habitan las cabezas,


Las almas, los pies y los hijos
Del sur pequeño y enredado.

Los que están lejos carecen de agua,


La sed donde crecieron.

Para ellos, resistir,


Allí está lo que aquí poco se conoce.

Con pasos se puede contar la cercanía.

Consuelo Martínez Astorga.

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CANDIDATO

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La verdad de Lucía

En los suburbios de Rancagua vivían los padres de Lucía, los cuales a


corta edad la entregaron a una familia de condiciones más
acomodadas, para que la criaran, porque ellos no tenían los recursos
necesarios para darle una buena vida y educación.
Ella ahora vive en la ciudad de Concepción con sus nuevos padres,
Pedro e Isabel, aún sin saber su pasado.
En una tarde muy soleada decide ir al parque con su supuesta
hermana Ernestina, la cual siempre la rechazaba con insultos por ser
la regalona de sus padres.
Ese día Lucía nunca imaginó que su hermana Ernestina le iba a
revelar una verdad que le cambiaría la vida. Ernestina sabiendo el
secreto de su hermana decide contarle todo acerca de su verdadero
origen para que esta se fuera de sus vidas.
Lucía al escucharla sale corriendo, y al cruzar la calle, no se da
cuenta que viene un auto, el cual la atropella. Lucía inconsciente llega
al Hospital Regional de Concepción en donde fue atendida
rápidamente por un atractivo joven médico, que al ver a Lucía se
enamoró de ella.
Al llegar los padres de Lucía, comprendieron lo que había ocurrido,
dándole una explicación a ella. Lucía habla con su hermana y la
perdona por decirle en forma cruel la verdad de su vida.
Durante una semana estuvo internada en el hospital, atendida por su
nuevo amigo, Héctor, el cual le llamaba mucho la atención. Al paso
del tiempo Lucía se pone a pololear con el joven médico llevando una
relación muy buena. Ernestina comprendió el cariño que le tienen sus
padres debido a todo su sufrimiento.
Lucía un día decide conocer a sus padres biológicos y darles las
gracias por su nueva familia .
Tras los años Lucía, ya felizmente casada con Héctor, mantiene
siempre contacto con sus padres biológicos y adoptivos y a cada
persona que le pregunta orgullosa y feliz les cuenta su historia.

Autora: Karina Campos

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