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Laboratorio nacional fabricará sintonizadores para ALMA

Las 66 antenas previstas para la partida del radiotelescopio ALMA hacia 2012, tendrán un
“alma” chilena: sus sintonizadores. Esos delicados equipos, que permitirán a los
astrónomos recibir e interpretar las señales del espacio profundo, se diseñarán, fabricarán
y repararán en un laboratorio en el Cerro Calán (Las Condes). Lo revela la astrónoma
María Teresa Ruiz, directora del Centro de Excelencia y Astrofísica y Tecnologías Afines
de la U. de Chile, uno de los ganadores del concurso de financiamiento basal.
Ese centro, al que están asociados las universidades Católica y de Concepción, se ha
convertido en uno de los ejes del crecimiento de la investigación astronómica nacional. Si
bien el énfasis se ha puesto hasta ahora en la formación de profesionales bien
preparados, María Teresa Ruiz admite que hay que dar un paso adicional hacia la
tecnología asociada.
Los nuevos telescopios y radiotelescopios que se instalarán en el norte chileno generarán
gigantescas bases de datos, en algunos casos de hasta 30 terabytes por noche. Habrá
mucha información disponible pero será necesario administrarla, especialmente la que
interesará a los astrónomos locales. Con ese objetivo el centro de excelencia habilitará en
el campus San Joaquín de la UC un gran cerebro informático que maneje tal acopio de
datos.
Los investigadores asociados al centro también hacen investigación propia y uno de sus
fuertes es el rastreo de supernovas. Para potenciar esa capacidad adquirirán un
telescopio robotizado que buscará estas escurridizas explosiones estelares. Para
manejarlo desarrollarán un sofware que permita analizar los datos recibidos en forma
automática.
No todo lo concederá el fondo de financiamiento basal. Para complementar tal aporte
fiscal cuentan en parte con los fondos anuales de ALMA, Gemini y ESO Chile. Cada uno
aporta medio millón de dólares anuales y hasta ahora más del 70% de los ganadores son
investigadores del centro.
Más de la mitad de su presupuesto lo destinará a conseguir de 15 a 20 nuevos profesores
para formar las siguientes generaciones de astrónomos. De paso, apoyará la
consolidación centros de formación regionales como la U. de Valparaíso y la U. de La
Serena en posdoctorados comunes o viajes internacionales “para que la investigación
siga mejorando”, dice María Teresa Ruiz.

Sitio del Centro de Astrofísica:


www.cenastro.cl

Monto del proyecto por 5 años: $17.162 millones


Fondos por financiamiento basal para el primer año: $590 millones más $370 millones
para inversión en equipamiento mayor
CECS arroja sus redes a los peces transgénicos

El desarrollo de una tecnología para producir peces transgénicos es el objetivo principal


de la investigación que desarrollará el Centro de Estudios Científicos de Valdivia CECS,
con los fondos obtenidos en el concurso de financiamiento basal.
La iniciativa abre una nueva línea de trabajo para esta entidad, que ya se ha destacado
en el campo de la física teórica, la biología y la glaciología.
Según señala la propuesta ganadora “el CECS busca desarrollar peces con valor
agregado gracias a una selección acelerada de fenotipos con ventajas comerciales”.
Para ello, se propone acelerar la variación natural de peces mediante el empleo de lo que
define como “protocolos de mutagénesis química ampliamente aceptados”, es decir,
tecnologías que ya han sido validadas por sus pares. Así pretenden aumentar la
probabilidad de que surjan variedades con características fenotípicas deseables.
La meta a largo plazo apunta a transformarse en un Centro Nacional de Transgénicos e
incluso un referente a nivel latinoamericano ya que, según aseguran, no existen otros
centros semejantes en la región.
Destacan que “con la incorporación de nuevas tecnologías en la transgénesis reversible
de peces y su mejoramiento genético acelerado, el CECS contribuirá al aumento de la
productividad de la industria acuicultora del país”.
No sólo de peces trata el proyecto del centro liderado por Claudio Bunster. También
planean desarrollar sensores aéreos para tareas de búsqueda, monitoreo ambiental y
aplicaciones industriales. Tal dispositivos —resaltan— ayudarán a la búsqueda de
personas en accidentes y catástrofes, y también permitirán el monitoreo de desastres
tales como inestabilidad de taludes, inundaciones, incendios y erupciones volcánicas.

www.cecs.cl

Monto del proyecto por 5 años: $22.962.000.000


Fondos del basal para primer año: más $ 7.477.000.000 más $397.986.000 para inversión
en equipamiento mayor.
Modelos matemáticos para Codelco, HP y Alstom

El Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Facultad de Ciencias Físicas y


Matemáticas de la Universidad de Chile no tuvo problemas para mostrar una solvente
contraparte privada, uno de los requisitos claves para adjudicarse fondos en el concurso
de financiamiento basal.
Jaime San Martín, su director, cuenta que lo que presentaron al jurado fueron facturas, las
de los últimos tres años; con eso fue suficiente. Entre los clientes estaban Codelco y sus
filiales, Antofagasta Minerals, Viña San Pedro empresas telefónicas y hospitales. Y si
faltaba alguien por convencer también estaban trabajos realizados para HP, la SNCF (los
ferrocarriles franceses), Alstom (fabricantes de carros de metro y del TGV, el tren de alta
velocidad) y Bombardier.
La presencia francesa no es casual. El centro, cuyo fuerte es mejorar procesos de la
ciencia, la industria y el gobierno a través de los modelos matemáticos es una unidad
asociada del CNRS, el centro de investigación científica del gobierno galo. “Hay proyectos
de la Comunidad Europea a los que podemos acceder, dado que somos un laboratorio
francés. Nos consideran una unidad mixta internacional”.
Entre los proyectos que desarrollan con ellos está un estudio de la calefacción y
refrigeración de vagones y estaciones de la red ferroviaria gala. Y también tienen un
proyecto relacionado con las comunicaciones entre los trenes de alta velocidad.
Del 30 al 40 por ciento de sus clientes está en la empresa minera. Desarrollan, por
ejemplo, modelos de explosiones de roca para evitar accidentes o sobre la distribución de
las piedras que entran en las chancadoras. “Al contar con buena información del tamaño
de las piedras que la alimentan, es posible mejorar la eficiencia y ahorrar mucha energía.
De hecho, se dice que el 1% de toda la energía mundial se gasta en machacar piedras”,
dice.
Sus modelos también están ayudando a comprender la biolixiviación (uso de bacterias
para producir cobre), a mejorar los cultivos de salmones y la calidad de las uvas. Y pronto
permitirán entender las grandes bases de datos provenientes de los grandes telescopios
del norte.
Un buen porcentaje de los fondos del basal servirá para contratar ingenieros a jornada
completa. Y aunque el CMM es de la U. de Chile, desde sus inicios trabaja con ellos un
grupo de la U. de Concepción con el cual esperan colaborar más, al igual que con otros
de las universidades Federico Santa María, Adolfo Ibáñez, del Biobío y Usach.
Sitio del centro:
www.cmm.uchile.cl

Monto del proyecto por 5 años: $17.162.000.000


Fondos del basal para primer año: $569.512.000 más $397.986.000 para inversión en
equipamiento mayor
La biotecnología brota desde Ñuñoa

En torno al edificio de la Fundación Ciencia para la Vida en la calle Zañartu de Ñuñoa,


está creciendo un parque de ciencia y negocios . “Tenemos de 5 a 6 empresas que están
iniciando sus actividades con nosotros. Entre éstas, dos extranjeras, una que está
generando productos en arroz transgénico para la nutrición y otra que trabaja en
productos contra el alzheimer y el cáncer”. Lo cuenta con entusiasmo el biólogo Pablo
Valenzuela, creador de la entidad.
Lo hizo con el fin de estrechar la relación entre ciencia y empresa a través del desarrollo
de biotecnología. Ahora que se ganaron uno de los ocho fondos de financiamiento basal
para centros de excelencia, la idea es “seguir haciendo lo que estamos haciendo”. Claro
que con más tranquilidad. El mismo Valenzuela reconoce que la Fundación estaba en
peligro de cierre. “Enfrentábamos una situación económica muy apretada. Somos
nosotros no más y si no nos podemos autofinanciar bien y hacíamos algo bueno nos
vamos para la casa”.
Los proyectos toman tiempo. Uno de sus fuertes es el área de la biotecnología de
productos naturales. En acuacultura estudian patógenos de los peces y la utilización de
este conocimiento para obtener vacunas. Como una para controlar el virus isa, una
anemia que ha producido bastantes problemas a los cultivos de salmones. También están
detrás de un piojo de mar, el caligus, que es un azote para los mismos cultivos acuáticos.
En tierra firme tienen sus microscopios puestos en los microorganismos de la
biolixiviación del cobre. Analizan su genómica y biología para avanzar en la obtención de
un organismo eficiente.
En el área forestal les interesan los genes que tienen que ver con la resistencia biótica,
principalmente a la sequía y las bajas temperaturas. Quieren también lograr vides más
resistentes, especialmente a los virus, por eso investigan la estructura de estos últimos. El
equipo de Valenzuela le sigue la pista a la botrytis, un hongo que afecta a la agricultura
chilena. Su conocimiento genético y biológico es justamente otro de sus objetivos.
Como complemento al aporte fiscal los proyectos de la fundación cuentan con aportes de
industrias, fundaciones extranjeras y, por supuesto, las regalías recibidas por su vacuna
para salmones que ya está en el mercado.

La fundación: www.cienciavida.cl

Monto del proyecto por 5 años: $10.736.000.000


Fondos del basal para primer año: $750.000.000 más $397.986.000 para inversión en
equipamiento mayor
Fármacos para la fibrosis y cáncer evalúa centro de la UC.

Hasta desde la ciencia más pura pueden surgir proyectos. Lo prueba el Centro de
Regulación Celular y Patología (CRCP) Joaquín Luco. La combinación de sus
investigaciones con el estudio de las propiedades químicas de drogas naturales han dado
origen a potenciales productos que pueden transformarse en grandes éxitos comerciales
y promesas para una mayor esperanza de vida.
Al menos ya convencieron al jurado encargado de otorgar los fondos de financiamiento
basal. Lo hicieron bajo un nuevo nombre, más acorde con los productos propuestos:
Centro de Envejecimiento y Regeneración de la Universidad Católica.
Su director, Nibaldo Inestrosa, admite que cuando postularon estaban aterrados porque
no sabían si lograrían cumplir el requisito de financiamiento privado complementario de
1.200 millones de pesos, lo mínimo que necesitaban para poder postular. “Ofrecimos los
proyectos que teníamos y conseguimos financiamiento con una empresa italiana de
productos naturales, también se interesó Laboratorios Recalcine y hasta conseguimos
recursos con inversionistas chilenos y capital de riesgo. Hoy con la plata que ya estamos
negociando podríamos haber solicitado al Gobierno cuatro y hasta cinco veces más de lo
que pedimos”.
De hecho, su propio trabajo relacionado con la enfermedad de Alzheimer ya estaba
desarrollando algunas drogas, productos naturales que prometen y han andado bien en
modelos experimentales, dice.
Una de sus apuestas es una droga natural que atacará la fibrosis. La identificaron gracias
a que uno de los miembros del equipo, el profesor Enrique Brandan se topó con un factor
que estimula el crecimiento del tejido conectivo (que sostiene y une las distintas partes del
organismo), lo que se traduce en fibrosis. Las drogas estudiadas inhiben este factor.
El investigador Alfonso González descubrió otro factor de crecimiento que elimina a un
receptor que estimula el crecimiento de ciertas células. Su acción, por ende, impide la
formación de tumores como el que acabó con la vida de Gladys Marín. Ya trabajan en la
droga natural que enfrentará los tumores aprovechando tal propiedad.
En tanto, el biólogo Miguel Bronfman encontró un alga que libera un compuesto similar al
de unas drogas antidiabéticas, pero sin efectos colatorales.
La divulgación también les interesa. Inestrosa ya publicó su primer libro de una serie de
tres “Las incomunicaciones del Alzheimer”. Los próximos abordarán los temas “diabetes”
y “adicciones”.
En enero pasado organizaron un curso de perfeccionamiento para 50 profesores de
biología de enseñanza media. Su objetivo: potenciar la enseñanza de la disciplina a nivel
estudiantil.

Sitio del CRCP:http://fondap-crcp.cl

Monto del proyecto por 5 años: $8.671.000.000


Fondos del basal para primer año: $300.000.000 más $397.986.000 para inversión en
equipamiento mayor.
La cara verde de la innovación productiva

El ecoturismo fue el arma secreta de la Corporación Instituto de Ecología y Biodiversidad


IEB para ganar el favor del jurado. A su directora Mary Kalin, le dijeron que el rol que
cumple en la promoción de la biodiversidad es su principal fortaleza y es de gran
importancia para la economía chilena.
¨Por eso, con los fondos recibidos, pretenden consolidarse como un instituto de
investigación de clase mundial para llevar a cabo investigación científica de frontera que
permita anticipar, prevenir y mitigar los problemas que Chile y el planeta enfrentarán en
las próximas décadas.
Para ello contará con el aporte complementario de fundaciones internacionales como
BBVA y Mercator. También lo que percibe por los cursos de alto nivel para investigadores
extranjeros, los que realiza in situ en sus estaciones de campo. La principal de ellas
Senda Darwin en la X región, constituye ya una estación biológica para hacer ciencia de
largo plazo y ahora planean incorporar dos más, Fray Jorge en la IV región y Omora en
isla Navarino, XII región.
Ellas permitirán monitorear el cambio global “porque muchas de las tendencias climaticas
o de desarrollo de plantas requiere datos de mas de dos o tres años que deben ser bien
tomados y confrontados con resto de las estaciones del país”, dice Kalin.
La bióloga Mary Kalin, directora del centro, en que también participa la U. Católica, cuenta
que también pretenden dar valor agregado a la investigación y por eso planean abordar el
tema de los vinos. “Hemos recibido ya cartas de dos empresas Santa Emiliana y Cono
Sur. Uno de las ideas es determinar los impactos del cambio global en el sector vinícola,
si realmente quiere decir que los campos tienen que moverse, que las cepas van a crecer
en el mismo lugar y todo esto se hace con modelos. Lo vamos a probar en Chile Central
con los mismos empresarios”.
De paso determinarán qué variedades son más robustas y cuyo cultivo podría minimizar
las pérdidas económicas.
El cambio climático también favorecería la expansión del hanta virus. Por ello, evaluarán
las probabilidades de infección a través de un mapa de riesgo país.
Los nuevos planes implicarán crecer. Ya proyectaron un edificio nuevo en la misma
Facultad de Ciencias de la U de Chile de 2 mil metros cuadrados. Tendrá entre 4 y 6 pisos
con laboratorios.

Portal del Instituto: www.ieb-chile.cl

Monto del proyecto por 5 años: $13.716.000.000


Fondos del basal para primer año: $450.000.000 más $397.986.000 para inversión en
equipamiento mayor
Torre de control oceánica guiará decisiones productivas

El Centro de Investigación Oceanográfica en el Pacífico Sur Oriental (Copas) de la


Universidad de Concepción gastará en 5 años unos 10 mil millones de pesos. Se ganaron
uno de los ocho fondos de Financiamiento Basal.
En la zona sur austral (regiones de Aisén y Magallanes) instalarán un sistema
observación oceanográfico.
Tal como la torre de control de un aeropuerto está pendiente de la atmósfera, quieren
saber de las aguas en tiempo real, informar sobre sus flujos y, ojalá, predecirlos.
Instalarán radares de alta frecuencia. Y en vehículos tomarán datos de lugares aislados.
Muchos podrían aprovechar esto. “Si mejoramos la navegación perdemos menos tiempo”,
explica Silvio Pantoja, director de operaciones del proyecto.
La información también servirá para desarrollar en forma sustentable la hidroelectricidad
de Aisén, dicen.
Quieren medir cuánta agua dulce se vierte al océano. Si se instalan las represas, habrá
momentos en que el flujo bajará, otros, en que se desatará. “Haremos un monitoreo y
ofreceremos las alternativas necesarias”, afirma Pantoja.
A la pesca contribuirán con la biología de los recursos para tomar mejores decisiones al
generar programas de manejo. Identificarán áreas de semilleros, evaluarán las ovas,
diagnosticarán la calidad de las larvas.
Reconocen que la actividad salmonera se desplaza desde la región de Los Lagos hacia el
sur. Incluso muchas salmoneras instaladas ya en esta región están pidiendo ampliación
de las concesiones. Por ello creen urgente determinar la capacidad de carga de las aguas
de Aisén.
Se les une el Centro de Investigación de Ecosistemas de la Patagonia, iniciativa de las
universidades de Concepción y Austral, ligada a las universidades de Montana y
Washington, en los EE.UU.
Entre otras empresas asociadas estan Salmón Chile, Intesal, el Consorcio Centro de
Turismo Científico y la Japan Agency for Marine Earth Science and Technology.
No trabajarán al margen de la comunidad: asociados al programa Explora, invitarán a
escolares a recorrer los fiordos para que conozcan la actividad oceanográfica.

Centro de Investigación Oceanográfica en el Pacífico Sur Oriental: www.copas.cl

Bajo lupa Sergio Pantoja, director de operaciones y la directora Carina Lange,


encabezarán el monitoreo de los recursos marinos.

Monto del proyecto por 5 años: $9.263.000.000


Fondos del basal para primer año: $715.799.000 más $397.986.000 para inversión en
equipamiento mayor
La biomasa se hace rentable en Concepción

Hasta la convocatoria del concurso de financiamiento basal para centros de excelencia, la


Unidad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción poco tenía que ver
con la investigación pura. Su mundo era el del desarrollo de nuevos productos vinculados
con la biomasa, como una madera petrificada resistente a la humedad, especial para la
construcción.
Con una cartera de cien clientes, incluyendo las poderosas CMPC, Forestal Arauco y
Masisa, en cierta forma eran el lado opuesto de los otros centros científicos en la carrera,
que debieron aprender a crear negocios productivos.
Ahora que se ganaron uno de los ocho fondos, el escenario cambió y por eso invitarán a
docentes de las facultades de ingeniería y farmacia. “Queremos construir un puente entre
el conocimiento básico, la tecnología y la aplicación de ese conocimiento”, dice Alex Berg,
director de la UDT.
Según explica, su área principal de trabajo es el desarrollo de nuevos productos y
procesos a partir de la biomasa forestal. “No tenemos dudas de que todo lo que venga del
bosque, es un recurso abundante en Chile, que puede crecer más y es súmamente barato
en relación a la realidad de otros países. Aquí el pino y eucalíptus crecen mas rápido que
en otras latitudes y eso tiene una ventaja de costo”, señala.
Berg sueña con el desarrollo de biorrefinerías a las que entre la biomasa forestal y fluya
biocombustible como producto final.
Ya aprendieron a transformar la madera. Ahora su producto resiste la humedad y el
ataque de patógenos. A partir de estractos de corteza lograron un biomaterial inmune a
los rayos UV y que permite la fabricación de perfiles para la construcción. Todo esto
apunta a reemplazar material plástico elaborado con combustible fósil por otro de origen
natural, biodegradable y también a un precio menor.
Esta madera modificada también sustenta otro de sus proyectos: envases especiales para
la exportación de fruta, salmón y carne que preserven calidad y eviten el ingreso excesivo
de oxígeno.
Celosos de su autonomía, no operan en la ciudad universitaria de Concepción sino que en
el parque industrial de Coronel, en un edificio propio desde el cual se conectan con su red
de colaboradores, incluidos la Universidad Católica de Temuco, la Universidad del Biobío
y Fundación Chile.
En el área de divulgación y extensión trabajan con el programa Explora de Conicyt y
también en el montaje del futuro museo interactivo tecnológico de la universidad de
Concepción. “Es algo muy similar al MIM”, cuenta.

Sitio del Centro www.udt.cl

Monto del proyecto por 5 años: $8.464.000.000


Fondos del basal para primer año: $800.000.000 más $397.986.000 para inversión en
equipamiento mayor.

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