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Resumen
Hace 50 años Charles Percy Snow subrayó una brecha aparentemente irresoluble entre la ciencia y el
arte, y si bien años más tarde esbozó la posibilidad de una tercera cultura que los conciliara, no ha sido hasta
muy recientemente que ésta parece haber tomado forma en torno al “movimiento sci-art”. En términos de
aproximación inicial a sus prácticas, el presente trabajo tiene por objeto establecer dos cosas.
En primer lugar, el rol de las actuales tecnologías de visualización en las instancias de interacción
entre artistas y científicos. Para tal fin se indaga su impacto al nivel de los recursos representacionales
prioritariamente utilizados en la ciencia contemporánea, así como al de las motivaciones artísticas relativas a
la exploración de nuevas texturas y materiales.
En segundo lugar, el carácter simétrico del “movimiento sci-art” en cuanto a sus implicancias
estéticas y cognitivas. Con tal propósito se analiza el proceso en virtud del cual los recursos
representacionales visuales de la ciencia contemporánea devienen expresiones artísticas, así como las
implicancias de la visualización artística para el abordaje de problemas científicos multidimensionales y la
divulgación de estos problemas a la sociedad civil en su conjunto.
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Este trabajo no hubiera sido posible sin el invalorable aporte del Dr. Raúl Barrachina, una persona
excepcional que ha desperado mi interés por los aspectos de la práctica científica y artística que aquí se
desarrollan, y con quien estoy profundamente agradecida.
I- Introducción
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Como resultado de la tesis de las “dos culturas” Snow recibió más de 20 menciones honorarias en el
transcurso de los años ´60. Asimismo, fue designado en 1964 Jefe del recientemente establecido Ministerio de
Tecnología británico y portavoz gubernamental sobre asuntos tecnológicos en la Casa de los Lords.
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Snow mostró que la música constituía una excepción en este sentido. Pues una amplia mayoría del centenar
de científicos que encuestó manifestaba interés y conocimiento sobre este tópico.
De este modo la tesis de “dos culturas” aparentemente irreconciliables reforzó la
consideración de la ciencia como un ámbito ligado a la validación consensuada y pública, a
diferencia de la práctica artística, ligada a la ambigüedad, la intuición y la privacidad
(Wallace, 1959). Esta visión del arte explica, en gran medida, que el planteo de Snow haya
tenido más impacto en la comunidad científica que en la artística, tal como puede
observarse en las acciones gubernamentales a las que dio lugar: a) el reporte de Lionel
Robbins sobre la expansión de la educación universitaria en Inglaterra (1963), b) la reforma
de la política científica británica, c) la creación del Ministerio de Tecnología en 1964, y d)
el reporte de John Fulton sobre el Servicio Civil (1968).
Edge Foundation
En torno a este doble supuesto un conjunto de instituciones- entre las cuales cabe
mencionar a Wellcome Trust Foundation, Calouste Gulbenkian Foundation, Arts Catalyst,
Leonardo, YLEM, Foro Dialogue Science and Art y Art and Science Collaborations -
promueve prácticas de co producción mediante la integración del artista en instituciones
científicas a través de figuras como el “artista residente”.
En esta línea dos “notas de color” sobre la tapa de este texto de Frankel alcanzan
para poner de manifiesto la relevancia estética que asigna a las visualizaciones científicas.
La primera es que en el año 2002 obtuvo el premio de la American Institute of Graphic
Designers (AIGA), fue nominada mejor tapa por The Bookbuilders of Boston y llegó a ser
finalista del Kraszna-Krausz Book Award en la categoría textos de tecnología y ciencia. La
segunda tiene que ver con el contenido en sí de la imagen, los cuadraditos azules y verdes
que allí aparecen:
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En virtud de ello, y al igual que lo ocurrido en los enfoques clásicos de análisis de los recursos
representacionales científicos (Goodman, 1976; Files, 1996; Perini, 2005), las representaciones artísticas han
tendido a ser juzgadas en términos de su semántica o relación con aquello que representan o han pretendido
representar. Recientemente, estas perspectivas han incorporado una dimensión pragmática, atenta a la
conducta o sentimiento que una obra de arte genera en el observador (Danto, 2008).
La imagen de la izquierda muestra un fragmento del órgano de Corti, una estructura
sensorial de los oídos de los mamíferos que convierte el sonido en señales nerviosas,
obtenida por el Dr. Mathew C. Holley del Departamento de Fisiología de la Universidad de
Bristol mediante técnicas de microscopía de alta resolución. La imagen de la derecha
constituye un “objeto sci-art” titulado Fragment of the Organ of Corti, desarrollado por
Sandra Manqueen en 1994 a partir de la fotografía de Holley mediante técnicas de
procesamiento digital de imágenes.
En parte, es posible identificar un paralelismo entre el proceso que da lugar a
Fragment of the Organ of Corti y el proceso que reconfiguró al mingitorio de Mott Iron
Works en la obra Fuente (1917) de Marcel Duchamp o a las cajas brillo de James Harvey
en la Caja Brillo (1964) de Andy Warhol.
rule (n=16, k=7. The 216=65536 states in state space are connected into 89 basins of attraction. The 11 non-
equivalent basins are shown, with symetries characteristic of CA. The period (p), percentage of state space in
each basin typem (s), and number of each type (t), of the biggest three basins (top row), are as follows: (1)
p=1 s=15.7% t=1. (2) p=5 s=55.8% t=16. (3) p=192 s=22.9% t=1.. The field's G-density=0.451,
lambdaratio=0.938, Z=0.578.
Estas figuras fueron expuestas en Pacific Northwest Computer Graphics Conference Art and Design
Exhibition, Oregon (1986) y publicadas en State Journal Register, The Weekend en septiembre de 1986.
La indudable diferencia entre las mismas invita a pensar que representan fenómenos
diversos o aspectos diversos de un mismo fenómeno. Pero no. Entre ellas sólo varía el
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Cox, D. “Icare: Interactive Computer-Aided RGB Editor”, Proceedings of the Small Computers in the Arts
Conference 9-11, 1987.
mapeo de color o, en términos cognitivos, la discriminación de variables. Son percibidas
como diferentes a pesar de que representan exactamente lo mismo.
Este aporte de Cox en cuanto al potencial de los colores en la percepción de la
forma y legibilidad de imágenes de problemas multidimensionales resultó fundamental para
los científicos del Nacional Center for Supercomputing Applications. ICARE permitió
controlar la asignación de colores sin necesidad de establecer nuevos cálculos para la
simulación, como sí requerían los programas comerciales de dibujo y edición de aquel
entonces y en ese sentido constituye un, tal vez el primer, antecedente de la manipulación
de la imagen mediante el mapeo de color con el objeto de alterar su percepción o, en
términos de Frankel, dirigir la atención del observador hacia un aspecto en particular.
En tanto artista ICARE le permitió a Cox explorar el potencial estético del color a
partir del análisis de patrones en los cambios de coloración. En tanto científicos, les
permitió a Evans, Norman, Hardee y Clarke encontrar discrepancias en la forma y densidad
del chorro cósmico.
Ciertamente, a mediados de la década de 1980 ICARE constituyó toda una novedad
y actualmente sus posibilidades de visualización son moneda corriente en los programas
comerciales que utilizan los científicos. Matlab, por ejemplo, permite especificar colores
para un conjunto de datos, modificarlos deliberadamente, manipular intensidades y
contrastes, realizar ajustes de luminosidad, sin necesidad de realizar nuevamente los
cálculos de la simulación.
Veamos las implicancias cognitivas del recurso de la coloración a través de un work
in progress de un científico que trabaja sobre la interferencia de Young en la autoionización
del Helio por impacto con Hidrógeno7. Luego de calcular millones de trayectorias en la
ionización de hidrógeno por impacto de positrones mediante un programa de Montecerlo y
de cambiar la representación de valores de velocidad de un sistema de referencia fijo al
laboratorio a otro sistema imaginario que da la posición (en el espacio de velocidades) del
centro de masa del par “electrón-positrón” y la velocidad relativa del electrón respecto del
positrón, el científico incorpora los datos al Matlab utilizando el color y el tiempo para
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El procedimiento que aquí se describe refiere al trabajo de un científico del Centro Atómico Bariloche del
área de colisiones atómicas.
representar dimensiones adicionales como la orientación de la molécula de Hidrógeno. Así
obtuvo imágenes como las siguientes:
Su esperanza era “ver” el efecto buscado –el cono de luz de la derecha- pero la
versatilidad del programa le permitió advertir un efecto cuya existencia ignoraba –el cono
de luz de la izquierda. Haciéndose eco de la idea de Cox de desarrollar la coloración como
recurso cognitivo, Matlab le permitió a este científico resaltar y ocultar deliberadamente
ciertos aspectos del proceso a través de la asignación de luz, intensidad de color y
alteraciones en la escala de coloración.
Este ejemplo permite advertir las implicancias cognitivas que posee la coloración
para la labor cotidiana del científico y muestra que el alcance del “movimiento sci-art” no
se limita al hecho de que del seno de la ciencia contemporánea surja un nuevo tipo de arte,
sino también al hecho de que el arte contemporáneo contribuye con el desarrollo de
herramientas que devienen fundamentales para el entendimiento.
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