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Este documento fue traducido al idioma español por el M.Sc. José Moncada Jiménez (Escuela de
Educación Física y Deportes, Universidad de Costa Rica) y la Licda. Ana Victoria Mora Rojas
(Universidad de Costa Rica). Se agradece la revisión de la traducción a Ph.D. Farah A. Ramírez-
Marrero y al M.Sc. Pedro Reinaldo García (Instituto Nacional de Deportes, Caracas, Venezuela).
Antecedentes
En el 1935 se documentó lo que por mucho tiempo se había sospechado, que los
esteroides anabólico-androgénicos tienen un efecto positivo en el anabolismo de las
proteínas (56). Este efecto positivo fue confirmado posteriormente (53,77). Además, con el
“El uso de los esteroides anabolico-androgenicos en la practica deportiva”, © 1987 American College of Sports Medicine (MSSE,
19:5,1987, pp. 534-539)
desarrollo de nortestosterona-19, se encontró que los esteroides sintéticos cuentan con
mayores propiedades anabólicas que la testosterona natural, pero con un efecto virilizante
menor (39). Los atletas comenzaron a usar esteroides anabólico-androgénicos al principio
de la década de los 50 (106) y con el pasar de los años, esta práctica ha ido en aumento a
pesar de las advertencias acerca de las posibles reacciones adversas (4,83,106,112) y la
prohibición de estas sustancias por parte de las organizaciones deportivas.
Efectos negativos
Efectos negativos en el sistema cardiovascular. Los cambios inducidos por los esteroides,
que pueden ocasionar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, incluyen
hiperinsulinismo, alteración en la tolerancia a la glucosa (111), descenso en los niveles de
lipoproteínas de alta densidad (72,98) y aumento en la presión sanguínea (68). Estos efectos
varían en cada individuo de acuerdo a su situación clínica. Por ejemplo, en algunas
personas los esteroides anabólico-androgénicos disminuyen el nivel de los triglicéridos (24,
72) y en otras lo aumentan (18,78). Los exámenes histológicos de miofibrillas y
mitocondrias del tejido cardiaco en animales de laboratorio demuestran que la
administración de esteroides anabólico-androgénicos ocasiona alteraciones patológicas en
estas estructuras (5,11,12). A pesar de que los efectos cardiovasculares de los esteroides
anabólico-androgénicos son potencialmente peligrosos, se necesitan más investigaciones
antes de llegar a una conclusión definitiva.
Efectos negativos en el sistema reproductor femenino. Entre los efectos de los esteroides
anabólico-androgénicos en el sistema reproductor femenino se incluyen una reducción en
los niveles circulantes de la hormona luteinizante, la hormona folículo-estimulante,
estrógenos y progesterona; inhibición de la foliculogénesis y de la ovulación; así como
cambios en el ciclo menstrual como prolongación de la fase folicular, reducción de la fase
luteal, y amenorrea (20,63,91).
Otros efectos negativos. Otros efectos secundarios que se asocian con los esteroides
anabólico-androgénicos son ataxia (2); cierre prematuro de epífisis en personas jóvenes
(23,58,64,109,110); masculinización en jóvenes y en mujeres, incluyendo hirsutismo (45);
clitoromegalia (63,112); agravamiento irreversible del tono de voz (22,33); acné; caída
temporal de cabello, y alopecia (45). Estas reacciones negativas pueden ocurrir con el uso
de esteroides anabólico-androgénicos y se cree que dependen del tipo de esteroide, dosis y
duración del tratamiento (58). No existe un método para predecir cuáles individuos son
más propensos a desarrollar estos efectos, algunos de los cuales son potencialmente
dañinos.
La cuestión ética
Referencias
“El uso de los esteroides anabolico-androgenicos en la practica deportiva”, © 1987 American College of Sports Medicine (MSSE,
19:5,1987, pp. 534-539)