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CADAVER EXQUISITO 01

Sent su espina dorsal quebrarse ente mis brazos mientras el eco de sus latidos ruga con mas fuerza escondido en el abismo

As empec a descubrir su cuerpo, a desnudar su alma, mientras su ardiente mirada me peda proseguir

Pero en el crepsculo cubierto de sombras, no me atreva a profanarla. Por ms intenso q fuera el deseo, el temor a una condena lo nublaba

Y calle palabras que solo eran de soledad, donde se reflejaba el dolor cautivo que solo yo pude en mi mente escuchar, aquella tristeza que me daa, que me agobia,...

Y las cadenas q eran de acero se quebraron ante la pasin infinita q me despert su cuerpo, fue as que mi boca probo el sabor a sal en su cuello baado por suaves gotas de lluvia que lloraba esa noche el cielo

Conjure entonces a la luna, para revertir el hechizo de su amor y no daarla, pero mi alma y la suya eran ya una dualidad, xtasis interno que desbordaba placer, que provocaba en mi un instinto de poseerla y que al mirar sus ojos su boca, su cara, sabia que ella tambin lo deseaba....

Pudo morir en mis brazos, pudo tambin devorar mi alma. Pero la vida q nace del fuego es eterna y verdadera. As cual leos en la hoguera se consumi alma sobre alma, piel sobre piel hasta quedar tan solo calaveras

Mgico momento de entrega mutua, donde desde entonces nuestras almas su luz y mi sombra confluyen en la eternidad.

Edna Catalina Salazar Calderon e Isaac Alonso Palacios

enero del 2011

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