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Por otra parte, como son las propiedades elásticas el hormigón las que afectan
a la velocidad del impulso ultrasónico, es necesario considerar en detalle las
relaciones entre el módulo de elasticidad dinámico y la resistencia a compresión,
cuando se interpretan los resultados del ensayo.
Son tres los tipos de ondas generados por un impulso ultrasónico aplicado a un
sólido, como es el caso del hormigón:
- Ondas longitudinales
- Ondas transversales
- Ondas de superficie o de Rayleigh
Para la “puesta a cero” los equipos suelen incluir una barra cilíndrica de acero
de características conocidas, como pieza de tarado. El equipo debe de ser tarado
antes, durante y al final de cada período de uso, según se menciona en las principales
normativas y recomendaciones de uso de esta técnica.
Respecto a esta última aplicación, nuestra norma UNE 83308:1986 (54), indica
que se trata de una estimación orientativa, obteniéndose el valor de la resistencia si es
posible establecer para cada hormigón ensayado una correlación fiable, bien
extrayendo una serie de probetas testigo, o bien utilizando probetas moldeadas
curadas en condiciones similares a las de la obra. Se añade en la norma que, en
general, no es recomendable la predicción de la resistencia a compresión, partiendo
únicamente de la velocidad de propagación de los ultrasonidos.
Los diversos factores que influencia los resultados que se obtienen con el
ensayo de ultrasonidos en el hormigón van asociados por tanto a:
El tiempo requerido para que las ondas de tipo sónico atraviesen un medio
heterogéneo es la suma de los tiempos de tránsito a través de sus componentes
individuales.
La figura 4.2 representa las diferentes velocidades del impulso ultrasónico que
se obtienen para hormigones con iguales dosificaciones de cemento, áridos y agua, al
variar el tipo de árido utilizado. Para un mismo nivel de resistencia a compresión, las
velocidades de tránsito que se obtienen con hormigones fabricados con áridos silíceos
son menores que las obtenidas con áridos graníticos o calizos. En general, para un
determinado valor de la resistencia a compresión del hormigón, la velocidad de
tránsito obtenida es inferior cuanto menor es la densidad del árido utilizado.
Igualmente, puede establecerse que la velocidad el impulso ultrasónico aumenta a
medida que lo hace el tamaño máximo del árido.
La norma UNE 83308:1986 recomienda por ello, que la longitud sea al menos
cinco veces mayor que el tamaño máximo del árido. En este sentido, otras normas
europeas contienen comentarios similares, recomendándose longitudes mínimas de
trayectoria de 100 a 150 mm, para hormigones con 20 y 40 mm de tamaño máximo de
árido, respectivamente.
Las limitaciones físicas del equipo de medida del tiempo de tránsito que
incorpora el aparato, pueden introducir también errores importantes cuando se trabaja
en trayectorias cortas. Este posible efecto se muestra en la Figura 4.3, en la que se
muestran los resultados de ensayos realizados en laboratorio sobre probetas en las
que se iba reduciendo su longitud por medio de sucesivos cortes con sierra
diamantada.
Los efectos distintos que el contenido de humedad del hormigón produce sobre
la velocidad ultrasónica y sobre su resistencia, revierten en una mayor dificultad para
JUAN CARLOS VELASCO GARCIA
INGENIERO TÉCNICO INDUSTRIAL
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ESTIMACIÓN DE LA RESISTENCIA A COMPRESIÓN EN UNA
ESTRUCTURA DE HORMIGÓN, MEDIANTE LA APLICACIÓN DE LA
TÉCNICA DE LA VELOCIDAD DEL IMPULSO ULTRASÓNICO
(ENSAYO NO DESTRUCTIVO)
Este hecho puede ser importante, no sólo por las incertidumbres que rodean a
las medidas de velocidad que se obtienen en estos casos, sino porque pueden no ser
representativas del hormigón ensayado, al atravesar el impulso zonas de
compactación defectuosa, producida por acumulación de armaduras.
La transición entre las expresiones [4.5] y [4.6] puede ser obtenida evaluando la
distancia x existente entre la superficie del hormigón y el punto de la barra en el que
se incorpora a la misma la trayectoria seguida por el impulso ultrasónico.
Cabe pues deducir, una sensibilidad muy pequeña de los ultrasonidos para
cargas inferiores al 65% de la rotura por compresión que es el nivel correspondiente a
lo que Delibes define como “estabilización del daño”.
JUAN CARLOS VELASCO GARCIA
INGENIERO TÉCNICO INDUSTRIAL
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ESTIMACIÓN DE LA RESISTENCIA A COMPRESIÓN EN UNA
ESTRUCTURA DE HORMIGÓN, MEDIANTE LA APLICACIÓN DE LA
TÉCNICA DE LA VELOCIDAD DEL IMPULSO ULTRASÓNICO
(ENSAYO NO DESTRUCTIVO)
Puede afirmarse que existen consenso general, respecto a que una estimación
de la resistencia realizada directamente a partir de los valores obtenidos para la
velocidad ultrasónica, es decir, sin la obtención de una calibración específica para el
hormigón ensayado, carece de rigor y conllevará imprecisiones de importancia.
En efecto, estos ajustes están afectados por diversos factores relacionados con
el tipo y composición del hormigón, edad, contenido de humedad, condiciones de
curado, armaduras, etc., que conducen a que sea preciso tomar determinadas
precauciones al intentar referir diversos hormigones a una calibración determinada.
Todas las cuestiones planteadas en los párrafos anteriores, parecen aún más
objetables cuando se aplica el método de los ultrasonidos a hormigones con niveles
altos de resistencia, como sería el caso de las piezas pretensazas. Las correlaciones
resistencia a compresión-velocidad ultrasónica, obtenidas para este tipo de
hormigones, pueden ser menos fiables a medida que aumenta el nivel de resistencia.
Para evitar esta falta de concordancia entre las correlaciones obtenidas sobre
probetas en condiciones de laboratorio y los valores de velocidad ultrasónica y
resistencia que se encuentran en la estructura, cuando sea posible, las lecturas con
ultrasonidos deben ser obtenidas en los puntos de la estructura de donde vayan a
extraerse los testigos. Sin embargo, las correlaciones resistencia-velocidad que se
establecen en base al ensayo de probetas testigo tomadas de la estructura, adolecen
del inconveniente de que conducen a la obtención de correlaciones en las que su
campo de validez (y por tanto el intervalo en el que el error está acotado), agrupe a
rangos de resistencia muy cortos.
Puede afirmarse que existe una opinión consensuada, respecto a que el nivel
de precisión que proporciona el método en los ultrasonidos para estimar la resistencia
a compresión del hormigón, si sitúa entre el +/-15% al +/-25%, siendo el valor medio
de este intervalo +/-20%, el nivel que con mayor profusión se atribuye al método
Sin embargo, la gran mayoría de los autores destacan la diferencia que existe
entre que los ajustes resistencia-velocidad se establezcan en condiciones de
laboratorio, o en base a ensayos realizados sobre el hormigón in situ.
En este caso, sin embargo, debemos tener en cuenta que la relación entre la
velocidad de pulsación y el módulo de elasticidad dinámico de un medio elástico no es
lineal, sino cuadrática, y es asimismo cuadrática la relación entre el módulo de
deformación y la resistencia a compresión del hormigón.
Por ello, los niveles de precisión que se obtienen al estimar la resistencia del
hormigón con este método, son superiores a los que se obtienen utilizando las
técnicas de dureza superficial (rebote) o ultrasonidos, de forma aislada.