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Carta a una señorita en París es el segundo cuento del libro Bestiario de Julio Cortázar.

Pertenece a la primera etapa literaria del escritor, la cual se caracteriza por un lenguaje
limpio y de frases cortas, a diferencia de sus obras posteriores.

Contenido
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• 1 Consejos
• 2 Crítica
• 3 Alusiones

• 4 Enlaces externos

[editar] Consejos

Es interesante caracterizar el significado de los conejos en el cuento, Cortázar en sus obras


tiende a mostrar un patrón; sus historias se ambientan en Paris o en Buenos Aires y suele
darle representaciones específicas a cosas o animales. En "Carta a una señorita en París" se
presentan conejos de dudosa procedencia y explicación; según ciertos críticos estos
representan cierta enfermedad o mal que el protagonista manifiesta, perdiendo así su
equilibrio, llevando al narrador al límite de la psicosis y al suicidio, que en una parte se
demuestra destruyendo a los conejos, que ya eran tan propios de él, como sí mismo.

[editar] Crítica
El cuento se inscribe en el género de lo fantástico puro que Cortázar hereda principalmente
de Borges. Este género es típico de la primera etapa cuentista del autor. El elemento
fantástico surge de la realidad cotidiana de los personajes, en la cual los mundos "real" e
"imaginario" se entrelazan. Los personajes (el protagonista y Sara la mucama) no están
caracterizados en profundidad, más bien existen en función de la situación relatada. Según
el mismo escritor, este cuento es un intento de cuadro surrealista.

[editar] Alusiones
- En la canción "Balada para una mujer flaca", de Eduardo Darnauchans (aparecida en el
L.P. "Zurcidor"), hay una probable alusión a "Carta a una señorita en París": "y no hay
conejos en tu balcón".

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