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NOSOTROS
No puede haber una voz más clara de la Patria que la voz de aquel niño.
No la Patria de los ritos vacíos; sino de la que gime y grita - la auténtica
“llorona” - que vive en el imaginario colectivo de todos nuestros pueblos
marginados. El grito desgarrador de los engañados y desposeídos.
Cada una de las catorce metafóricas vueltas que dimos a la Tierra por su
línea ecuatorial sin ningún accidente. Gracias a Dios y a nuestros
responsables conductores, mecánicos y jefe de departamento, es un
círculo de ilusión, sentido y responsabilidad en el servicio.
Hoy las bestias de carga con los libros de las misiones del gran filósofo y
maestro oaxaqueño, se convierten en aulas, camionetas y mochilas
itinerantes. Y seguimos siendo eufemísticamente “caros” y con “bajo
impacto”. El problema actual es reducir costos. ¿Por qué en nuestro
México, desde tiempos de Vasconcelos, los recortes
presupuestales siempre afectan a la educación y a la cultura del
pueblo?
Estoy seguro, que sea cuales fueran las circunstancias del futuro,
nuestra mística y acción seguirán adelante. El Programa Vasconcelos no
es el trabajo de una persona. Es el amor y compromiso firme de un
equipo de trabajo. Por lo que, en palabras del escritor argentino Hugo
Wast debemos: “esperar contra toda esperanza”, seguir adelante.
Hace algunos días, el miércoles 27 del mes de abril pasado, una “niña
asombrada” de tan sólo 85 años –Ana María Matute- recibió el más
relevante galardón de las letras castellanas. El premio Cervantes.
Reconocimiento que hace unos años también recayó en el gran amigo
del Programa Vasconcelos: Carlos Fuentes; así como Sergio Pitol y el año
pasado Emilio Pacheco. El discurso de la homenajeada en la Universidad
de Alcalá de Henares, España, defendía, según el diario el País, tres
cosas con “reputación de menores y blandas”: la literatura infantil, los
cuentos y la felicidad. Tres pilares de las misiones Vasconcelos.
Sin embrago, lo que más me “llegó” del discurso de la niña Matute, fue
una afirmación contundente: “El que no inventa no vive”. En estos años,
hemos vivido intensamente, porque hemos inventado mucho…mucho en
realidad: títeres, teatro, cine, juegos, material didáctico, ludotecas,
revistas digitales, formatos, sistemas de información, la Red Comunitaria
y el Foro Vasconcelos, el SIVA, y más y más cosas. No parábamos de
inventar. Como dijo la Matute: hemos vivido intensamente.
Hasta Pronto