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IGLESIA BÍBLICA BAUTISTA DE VISTA ALEGRE

MINISTERIO DE NIÑOS

CLASE DE ESCUELA DOMINICAL


El Pueblo escogido de Dios
“Acuerdate”

Lectura Bíblica Deuteronomio. Capitulo 7 y 8 Salmos 144


Por favor note: Esta porción de la lección se da para ayudar a enseñar la lección. Tenga sus notas aparte!

Versículo de memoria
Pequeños 4-7: “cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de
servidumbre.” Deuteronomio 6:12
Grandes 8-11 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios,
para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;…” 1Pedro 2:9
Propósito: Enumerar algunas características que nos identifican como pueblo escogido de Dios.

Los israelitas eran el pueblo escogido, especial y santo de Dios, porque Él había depositado en ellos, aunque no lo
merecían, su amor. Dios cumplió la promesa que hizo a los patriarcas libertándoles de Egipto; y de la misma
manera iba a seguir mostrándoles esa bondad, siempre y cuando ellos respondieran amándole (Deuteronomio 7:6-
11). Él pedía un amor práctico, que conlleva a cumplir sus mandatos (7:1-5). Como resultado de ese amor
continuo, iban a ser prosperados, protegidos de las enfermedades y serían distinguidos entre todas las demás
naciones (7:12-15). La idolatría debía ser erradicada para que no cayeran en la tentación de tomar para sí “cosas
abominables” (7:16-26). El cristiano no ha recibido el mandato divino que los israelitas recibieron de Dios al entrar
a Canaán de destruir la idolatría; sin embargo, debemos considerar nuestra participación en la cultura
contemporánea y nuestras asociaciones, dado que puede afectar esa exclusiva devoción que Dios demanda
(Romanos 12:1-2; II Corintios 6:14-7:1). El pueblo de Dios debe ejercer una influencia positiva a favor de Dios
antes de verse envuelto en el mundo sin Dios, pues es pueblo escogido es diferente.

A. ERES PUEBLO SANTO (Dt. 7:6-8)

Pueblo apartado para el servicio de Dios y escogido para llevar a cabo los propósitos importantes de Dios. 1. ESCOGIDOS

No por fuerza numérica (hasta la muerte de José eran solamente un puñado de personas). El Señor no depende de
ejércitos ni de fuerza humana alguna (Zacarías 4:6).
1. Ni por méritos extraordinarios. Porque siempre habían seguido una conducta indigna y desagradable al Señor.
Sino por el pacto hecho con sus antepasados (Deuteronomio 8:18).
2.
2. ESCOGIDOS POR DIOS (Dt. 7:6-8)

1. Para ser santos (vs. 6a).


2. Para ser suyos (vs. 6b).
3. Para ser humildes (vs. 7).
4. Para ser herederos (vs. 8).
Estas son las dimensiones de nuestro privilegio; no hicimos mérito alguno para merecerlo. Sin embargo, al igual que
Pablo (I Timoteo 1:12) nos tuvo por fieles, habiéndonos escogidos para ser santos, suyos, humildes y herederos. Nos llamó
con el propósito de “anunciar las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable” (I Pedro 2:9b).

3. TE AMARÁ, TE BENDECIRÁ, TE MULTIPLICARÁ (7:13)

En el pacto que hizo Dios con Israel, prometió concederles una gran variedad de bendiciones, mientras ellos
permanecieran fieles. Por consiguiente, aquel pueblo era realmente feliz como nación. La promesa sería cumplida, sólo si
ellos permanecían obedeciendo a su Dios. Tenían la promesa de una nueva tierra y de un nuevo ambiente: 1. Fructíferos
en hijos. 2. Fructíferos en ganado. 3. Suficientes frutos de la tierra. Actualmente, ya quisiéramos estar gozando de ese
nuevo ambiente y de esa nueva tierra. Hoy rodeados de guerra, enfermedades, carestía, temor, etc., al igual que toda la
creación, gemimos esperando la redención de nuestro cuerpo (Romanos 8:22-23).

B. QUITARÁ DE TI TODA ENFERMEDAD (7:15)

Egipto era conocido por sus condiciones insalubres. Se le describe como “padre de las peores enfermedades”. Siempre
ha sido terriblemente azotado por enfermedades. Informes de escritores modernos dicen que a pesar de tener una
temperatura uniforme y serena, ese país padece algunas dolencias muy malignas, como: Oftalmias, disenterías, viruelas y
diversas plagas. Podemos ver que al igual que en el antaño, Egipto sigue siéndonos manifiesto como el sitio que debemos
evitar, y en ningún momento visitar por ninguna cosa (Isaías 31:1). El Salmo 91:9-10, dice “porque has puesto a Jehová,
que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada”. Como consecuencia
de haber sido escogidos, viene el disfrute de ser fructíferos, santos y victoriosos.

C. CONSUMIRÁS A TODOS (7:16)

Del versículo 16 al 26, trata del poder de Dios dando victoria a su pueblo. El mismo Dios que arrancó de las garras de
Faraón, arrebatará a Canaán de las manos de quienes la han contaminado. La victoria de Dios se promete muy
poderosamente, pero también estratégicamente.
a. Las avispas les ayudarían (vs. 20). Algunos creen que estas avispas se refieren a las invasiones
egipcias debilitando la resistencia de los cananeos. Sea lo que fuere, se ve manifestado el poder
de Dios.
b. Las fieras serán limitadas (vs. 22).
c.
D. ACUÉRDATE (8:18)

Alguien dijo que recordar es volver a vivir. Sin embargo, hay cosas que debemos olvidar. El apóstol Pablo dijo:
“Olvidando ciertamente lo que queda atrás” (Filipenses 3:13). Ahora bien, ¿cuáles serán esas cosas que el apóstol dice que
se debe olvidar? ¿Olvidará acaso el trato de Dios para con su alma? Imposible. Tenemos la más clara evidencia que el
apóstol Pablo siempre testificó de lo que Dios hizo por él. ¿A qué se refiere entonces? Sin duda se refiere a todas aquellas
cosas que no tenían relación con Cristo, las cuales también debemos olvidar nosotros. Muchas veces se escuchan
testimonios que dan pena y vergüenza; más bien deberían ser olvidados; incluso, parece que quien los cuenta, todavía
disfruta y se siente orgulloso por las cosas malas que antes hizo. Sin embargo, hay cosas que sí, definitivamente,
debemos recordar, especialmente la obra de Dios en nuestra vida. Eso, por supuesto, no lo debemos olvidar por ningún
motivo. Tampoco debemos olvidar lo siguiente:
1. Que somos pueblo santo. No sólo una idea mental, sino un actuar como tales.
2. Que somos real sacerdocio. Y por lo tanto, debemos ejercer ese oficio de interceder por otros.
3. Que somos linaje escogido. Debemos hacer manifiesto esa relación de selección hecha por Dios.
4. Somos pueblo adquirido por Dios. Debemos valorar el precio que Cristo pagó por nosotros.

La expresión “acuérdate” es una palabra clave utilizada por Moisés cuando se dirige a los israelitas. En este capítulo se
utiliza en dos ocasiones (Dt. 8:2 y 18). Notemos el uso de esa advertencia:
1. “Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó” (Dt. 5:15).
2. “Acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto” (7:18).
3. “Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de Jehová tu Dios en el desierto” (Dt. 9:7).
4. “Acuérdate de lo que hizo Jehová tu Dios a María en el camino, después que saliste de Egipto” (Dt. 24:9).
5. “Acuérdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto” (Dt. 25:17).
Esta palabra se encuentra relacionada con el aviso de “no olvidarse” que en este capítulo es utilizada tres veces (8:11,
14, 19). Se repite a lo largo de Deuteronomio (4:9, 23, 31; 6:12; 9:7; 24:19; 25:19; 26:13). La provisión diaria del maná
llegó a convertirse en un hecho corriente. La resistencia de sus ropas al no desgastarse, vino a ser algo que no revestía
importancia (8:4-5). Los israelitas no debían olvidar que ésta era una provisión sobrenatural. Actualmente, la
manifestación diaria del sustento, al parecer, ya perdió significado para muchos. El dar gracias a Dios por los alimentos no
es muy habitual en algunos hogares, y mucho menos en lugares públicos. Es tan natural que parece limitarse a un abrir el
refrigerador a un acudir al mercado, o extraer el dinero del monedero. No nos asombramos, y muchos meno pensamos que
nada nos hizo falta esta semana que pasó. Todo es normal, que hasta parece que Dios no existe. Por ese motivo esta
palabra: “ACUÉRDATE” debe ser clave para nosotros los cristianos. Los israelitas tampoco debían olvidar las
experiencias humillantes que pasaron y que llegaron a constituirse en la disciplina de Dios. Es bueno recordar que en cada
situación se les presentó una vía de escape, lo cual sin la ayuda de Jehová hubiera sido imposible. 1. Fueron esclavos en
Egipto. De allí fueron liberados con poder. 2. Padecieron hambre; Dios les dio de comer. 3. Sufrieron sed; el Señor les
proveyó agua de la roca. La historia nos ofrece lecciones importantes. Recordémoslas y apliquémonos más. En tiempos
de riqueza y de bienestar, los seres humanos tendemos a confiar en nosotros mismos. Tendemos a volvernos
independientes, y muchos hasta se vuelven arrogantes. Esta actitud la vemos expresada en Dt. 8:17, lo cual implica olvidar
a Dios.
CONCLUSIÓN
A cada persona Dios le otorga la habilidad para prosperar, ya sea un israelita de los tiempos del Antiguo Testamento, o
un cristiano del Nuevo Testamento. Ninguno debe olvidar que es Dios el que provee la capacidad para prosperar. Jesús
nos enseñó una hermosa actitud de dependencia diaria, cuando nos instruyó para que oráramos diciendo: “Danos hoy
nuestro pan cotidiano”. Como cristianos no podemos darnos el lujo de olvidar a Dios, de la misma forma que tampoco podía
hacerlo el israelita en la vida diaria. Esta actitud viene a identificarnos que pueblo suyo somos y ovejas de su parado.

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