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LA FAMILIA EN LA CONSTITUCIÓN

Con gran beneplácito los colombianos hemos recibido el texto de la nueva Constitución, en la cual quedaron
consagrados importantes principios que regirán la vida nacional y fortalecerán el sistema democrático y la
política de paz. Por primera vez en la historia del Derecho Constitucional se incluyen en nuestra Carta
principios que regulan la responsabilidad del Estado y la sociedad frente a la organización y protección de la
familia. Se consagra allí que el Estado amparará a la familia como institución básica y fundamental de la
sociedad, garantizará su protección integral, la primacía del derecho a la vida y demás derechos inviolables
de la persona.

Que todas las personas nacen libres e iguales ante la ley y no pueden ser molestadas en su persona ni en su
familia y tienen derecho a su intimidad individual y familiar.

Que la familia se constituye, por vínculos naturales o jurídicos, por decisión libre de un hombre y una mujer
de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarlo, que las relaciones familiares se basan
en la igualdad de derechos de la pareja y en el respeto recíproco entre todos sus integrantes y que cualquier
forma de violencia en la familia destruye su armonía y unidad y será sancionada conforme a la ley.

Asimismo se establece que todas las formas de matrimonio se rigen por la ley civil y que sus efectos cesarán
por divorcio con arreglo a la ley.

En cuanto a la procreación, se consagran el derecho que tiene la pareja a decidir de manera libre y
responsable sobre el número de hijos que desea tener y la obligación de sostenerlos y educarlos mientras
sean menores de edad o impedidos, la igualdad de derechos de los hijos, incluyendo los procreados con
asistencia científica, y los derechos fundamentales de los niños.

Como podemos ver, ya se han sentado las bases para desarrollar una política firme y coherente de
protección a la familia.

Ahora es necesario que se expidan las leyes que desarrollen estos principios, tal como lo disponen los
artículos 150 y 152 de la Constitución.

En cuanto a los efectos civiles del matrimonio católico, que según el Artículo 42 cesarán por divorcio con
arreglo a la ley , yo considero que este solo podrá demandarse cuando se haya decretado la legislación
pertinente.

En todo caso, debe tenerse mucho cuidado y no crear falsas expectativas en la ciudadanía, ofreciendo el
trámite inmediato de un divorcio, aplicando las disposiciones del Código de Procedimiento Civil, porque esto
es inexacto. La cesación de los efectos civiles del matrimonio canónico solo podrán demandarse en los
términos que establezca la ley, y esta ley no se ha dictado; solamente se ha sentado el principio
constitucional.

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