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Fábula de la Avispa Ahogada

Autor: Aquiles Nazoa

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La avispa aquel día, desde la mañana Se puso en los vidrios, a dar cabezadas,
como de costumbre, bravísima andaba. sin ver en su furia, que a corta distancia
ventanas y puertas, abiertas estaban; y
2 como en la ira, que la dominaba casi no
veía, por donde volaba en una
El día era hermoso, la brisa liviana; embestida, que dió de la rabia cayó
cubierta la tierra, de flores estaba y mil nuestra avispa, en un vaso de agua.
pajaritos los aires cruzaban.
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¡Un vaso pequeño, menor que una
Pero a nuestra avispa - nuestra avispa cuarta donde hasta un mosquito,
brava, nada le atraía, no veía nada por ir nadando se salva!
como iba, comida de rabia.
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Pero nuestra avispa, nuestra avispa
"Adiós", le dijeron unas rosas blancas, brava, más brava se puso, al verse
y ella ni siquiera se volvió a mirarlas mojada, y en vez de ocuparse, la muy
por ir abstraída, torva, ensimismada, insensata, de ganar la orilla, batiendo las
con la furia sorda que la devoraba. alas se puso a echar pestes y a tirar
picadas y a lanzar conjuros, y a emitir
5 mentadas, y así, poco a poco, fue
quedando exhausta hasta que furiosa,
"Buen día" le dijo, la abeja, su pero emparamada, terminó la avispa Por
hermana, y ella que de furia, casi morir ahogada.
reventaba, por toda respuesta, le echó
una roncada que a la pobre abeja, dejó 11
anonadada.
Tal como la avispa, que cuenta esta
6 fábula, el mundo está lleno, de personas
bravas, que infunden respeto, por su
Ciega como iba, la avispa de rabia, mala cara, que se hacen famosas, debido
repentinamente, como en una trampa, a sus rabias y al final se ahogan, en un
se encontró metida, dentro de una casa. vaso de agua.

Echando mil pestes, al verse encerrada,


en vez de ponerse, serena y con calma a
buscar por donde, salir de la estancia,
¿sabéis lo que hizo? ¡Se puso más
brava!

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