0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
1K vistas2 páginas
Álvaro recibió una carta misteriosa invitándolo a pasar 6 meses en la Antártida con otros científicos. Navegaron 15 días hasta llegar al hielo, donde establecieron un campamento. Durante los siguientes meses, Álvaro realizó varios experimentos y observaciones científicas, incluyendo perforar el suelo marino, observar un oso polar, y avistamientos inusuales de orcas y pingüinos. La experiencia le permitió ganar confianza en sí mismo y desarrollar un gran a
Álvaro recibió una carta misteriosa invitándolo a pasar 6 meses en la Antártida con otros científicos. Navegaron 15 días hasta llegar al hielo, donde establecieron un campamento. Durante los siguientes meses, Álvaro realizó varios experimentos y observaciones científicas, incluyendo perforar el suelo marino, observar un oso polar, y avistamientos inusuales de orcas y pingüinos. La experiencia le permitió ganar confianza en sí mismo y desarrollar un gran a
Copyright:
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formatos disponibles
Descargue como DOC, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Álvaro recibió una carta misteriosa invitándolo a pasar 6 meses en la Antártida con otros científicos. Navegaron 15 días hasta llegar al hielo, donde establecieron un campamento. Durante los siguientes meses, Álvaro realizó varios experimentos y observaciones científicas, incluyendo perforar el suelo marino, observar un oso polar, y avistamientos inusuales de orcas y pingüinos. La experiencia le permitió ganar confianza en sí mismo y desarrollar un gran a
Copyright:
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formatos disponibles
Descargue como DOC, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Hola, me llamo Álvaro y soy un gran científico y os voy
relatar cómo fueron mis 6 meses en la Antártida con otros
exploradores y científicos.
Todo empezó hace 7 meses, me llegó una carta de alguien,
pero no ponía quién era; sólo decía que llevase mis utensilios y ropa de mucho abrigo para 6 meses y ponía al final de la carta dónde tenía que ir y cuándo.
Cuando llegué me encontré con muy buenos amigos
científicos en el puerto de Bilbao. Partimos en un barco enorme y ya dentro nos dijeron qué ocurría y que no nos lo habían contado antes por si acaso alguien no quería venir.
Entonces después de 15 días navegando por el mar
empezamos a ver los primeros icebergs, yo no tenía miedo pero muchos científicos sí. El capitán dijo que nos tranquilizásemos, muchos no se tranquilizaron pensando en lo que pasó con el Titanic.
Llegamos al hielo, fuimos buscando un lugar donde no
pasase nada en torno al hielo. Cuando nos asentamos nos dieron ese día libre para que descansásemos o para ir poniendo nuestros utensilios en uso, yo por mi parte me fui a merodear por las proximidades.
Durante los meses siguientes todos los días me tomaba un
buen tazón de chocolate y salía a trabajar; unos días perforábamos el suelo marino a ver qué encontrábamos y si la contaminación estaba afectando mucho a los polos, otro día tuve la suerte de encontrarme a un oso polar como sufría lo estuve observando muchas horas hasta que vi que el sol se iba a esconder y fui al campamento y en una libreta relaté lo que había visto. Estaba muy contento porque esto estaba haciendo que empezase a confiar mucho más en mí mismo.
Los 3 días siguientes los tuve que pasar encerrado en un
barco para ver qué más aprendíamos sobre esto. Al amanecer observé algo que me asombró mucho, una orca alrededor de cientos de pingüinos como si no les viese, al día siguiente encontré un pingüino que volvía más gordo que ni sé, eso tendría que alimentar a más de 10 manadas de 200 pingüinos cada una.
Al volver de estar en el barco les conté a mis compañeros
científicos lo que había visto, les impresionó todo lo que había visto en tan poco tiempo.
Cuando pasaron los 6 meses no sabía lo que me pasaba,
tenía morriña de no estar pisando hielo o estar observando animales; me gustó tanto que en cuanto pueda ¡LO HAGO OTRA VEZ!