Está en la página 1de 12

Prof.

Domingo Villamil

ESCENA PRIMERA: Dos jóvenes platicando animadamente, mientras hojean


una revista de portada ¿sugestiva? Pornografía, deportes, cocina…

ENRIQUE.- ¿Ya viste manito?, ¡Estas si son viejas!, ¡No como tus hermanas!,
por unas de éstas… ¡hasta robaba! … hummm (se acaricia los genitales) ¿te
imaginas haciendo el paso de la muerte… o el salto del tigre?

MANUEL.- ¿Y serán de verdad? Porque la neta, no creo que existan esos forros
por aquí. Pinches gringos cabrones, allá no tienes que pagar para poder ver
esos canales de playboy, ¿no has visto en la tele que viejotas sacan? ¡Quien
fuera gringo! (se rascan frenéticamente la cabeza).

ENRIQUE.- En serio que sí. El otro día un cuate me platico que en los estados
unidos todos los chavos de prepa ya le hacen al tru, tru con las chavitas.

MANUEL.- Es que allá si son más abiertos, no que aquí, le pides las nalgas a
una vieja y mínimo te deja de hablar, o peor tantito te echan a sus jefes,
(pausa). ¡Que chingon seria vivir como los pinches gringos! ¿No crees?

ENRIQUE.- Seguro. El otro día leí en una revista que hay unos productos para
que las viejas luego, luego aflojen. ¿Como la ves?… oye… ¿Qué tal si
compramos uno?

MANUEL.- No mames güey, eso no es cierto, el otro día mi primo encargo una
madre de esas, disque para que te crezca más el asunto y ya mero se queda
para cuidar escuelas de señoritas, además son rete caras esas chingaderas, lo
que debelaríamos hacer es comprar el libro que vimos en el mercado, de cómo
seducir a las chavas, o de hipnotismo, eso si ha de servir.

ENRIQUE.- Pues yo no sé, pero algo tenemos que hacer para conocer viejas
que quieran ponerle, porque las pirujas cobran recaro y aparte están
retegarras.

MANUEL.- ¿Sabes a quien le traigo ganas?

ENRIQUE.- ¿A quién tu?

MANUEL.- A una de las chavas de atrás

ENRIQUE.- ¡Hay perro! ¡Que guardadito te lo tenias!, ¿como le vas hacer con
ella, si estas todo prángana? No creo que quiera contigo o ¿si?

MANUEL.- Algo se me tiene que ocurrir, todas la viejas tienen su precio y no


creo que estas lo tengan y alto.

1
Prof. Domingo Villamil

ENRIQUE.- ¿A poco le vas a dar una lana?

MANUEL.- No seas pendejo, se trata de saberles llegar, de echarles verbo, tu


sabes “verbo mata carita”.

ENRIQUE.- Si pero “billete mata verbo”

MANUEL.- Eso sí, pinche suerte, debería haber una forma para dejar de estar
jodido.

ENRIQUE.- Solo trabajando, pero ¿de qué?

MANUEL.- “Ahí está el detalle”, dijera Cantinflas. De qué, de qué… solo de


chalanes en alguna construcción o en un taller mecánico en lo que entramos
de vacaciones ¿Cómo ves?

ENRIQUE.- Algo que esté de acuerdo a nuestra personalidad o ¿no? Pues


vámonos, al cabo que es temprano, no mejor no, vamos mañana y compramos
el periódico

MANUEL.- Pues ya qué, pero antes echemos unas carreritas haber quién
acaba primero (se ponen de espaldas al escenario, sacuden frenéticamente sus
manos, voltean y muestran envases de refresco agitados).
Salen del escenario por un lado y aparecen por el contrario, ahora vestidos con
ropas sucias de cal y con gorros de albañil? Cargando botes de lámina

MANUEL.- Si, una chamba de acuerdo a nuestra personalidad

ENRIQUE.- ¡O! pos yo no sabía hacer otra cosa y nadie quería dos chalanes en
el mismo sitio.

MANUEL.- Lo único que me consuela es que ahora si tendré para invitarle al


cine a esa muñeca, pero deja que le llegue y no se me va viva

ENRIQUE.- Mejor cállate, que ahí viene su amiga hay que escondernos.

ENTRAN DOS CHICAS VISTIENDO EN FORMA MUY RECATADA? UN POCO


EXAGERADA

VIRGINIA.- ¡Hay! ¡¿Cómo crees?!, yo no podría tener esa clase de malos


pensamientos, nunca podría hacerlo, ni mande Dios, te imaginas si se llegaran
a enterar en mi casa, ¡me mandan de rodillas a chalma a purgar mi pena!

2
Prof. Domingo Villamil

CRISTINA.- Pero no creo que tenga algo de malo, todas las demás muchachas
lo comentan muy seguido, debe ser interesante

VIRGINIA.- Mi mamá dice que eso es malo y además es pecado mortal, no, no,
yo no quisiera acabar en el infierno por eso.
CRISTINA.- Pues una amiga me contó que se siente bonito cuando lo haces,
hasta estrellitas la hizo ver su novio y que no tiene nada de malo hacerlo.

VIRGINIA.- No sé, mi mamá dice que esas cosas son para personas pecadoras.

CRISTINA.- No sé, pero a mí no me gustaría quedarme con la duda ¿Qué


opinas?

VIRGINIA.- ¿Y si no es como dicen?

CRISTINA.- nada perdemos con probar, ¿te ánimas?

VIRGINIA.- Necesito pensarlo, pero ¿con quién? (ya me metiste la duda)

CRISTINA.- Pues piénsalo y después me dices, porque no faltarán prospectos


ya lo verás

LOS DOS MUCHAHOS DEJAN ATRÁS LAS RAMAS Y LOS BOTES

MANUEL.- ¿Cómo la ves mi chavo? No, si yo las huelo y éstas dos ¡apestan!

ENRIQUE.- ¿Y qué crees que quieran salir con nosotros?

MANUEL.- Eso es lo de menos, déjame todo a mí.

(Se escucha una voz en off)

Voz.- Haber a qué hora, pinches huevones, qué paso con la arena (ambos le
mientan la madre al tipo que les grita y salen corriendo)

VIRGINIA PLATICA CON SU MADRE EN LA SALA DE SU CASA

VIRGINIA.- Mamita, ¿serias tan amable de poder satisfacer una duda que
tengo?

MAMA.- Claro que sí corazón, ¿Qué es lo que atormenta tu tierno sentir?

3
Prof. Domingo Villamil

VIRGINIA.- Quisiera preguntarte algo, pero no me atrevo, verás es un poco


difícil de decir, pero te tengo la suficiente confianza para decírtelo… ¿es malo
tener relaciones?

MAMA.- ¡Niña! ¡Por Dios! ¿Qué cosa preguntas?, ¿cómo se te ocurre preguntar
semejante barbaridad? Dios de mi vida, ¿Qué he hecho para merecer esto?
¿Será tal vez castigo divino por no haber asistido al rosario de las 7? … ¡claro
que si! ¡Niña pecadora!, nunca me vuelvas a ofender con semejante pregunta,
acaso no te he brindado la mejor educación moral y religiosa, en este mismo
momento te vas a confesar y oras 100 rosarios completitos, pero ya niña.

VIRGINIA.- (Dándose cuenta de la situación) no mami no volveré hacerlo, por


favor discúlpame, era por curiosidad.

MAMA.- Pues aleja de ti todo pensamiento insano, pues sólo las pecadoras
piensan en eso, o ¿acaso quieres ser como esas malas mujeres que deambulan
por las calles? Anda, dime y en este momento, dejaras para siempre de ser mi
hija

VIRGINIA.- Nunca lo he pensado, por favor discúlpame.

MAMA.- Anda vete a tu habitación y ora, que mañana tienes que ir a


confesarte con el padre barandal, esta juventud ¿a dónde irá a parar?

SALEN AMBAS DE ESCENA, EN EL LUGAR QUE ESTABAN APARECEN MANUEL Y


ENRIQUE

ENRIQUE.- Y ahora ¿cómo le vamos a hacer para acercarnos a ellas y que nos
hagan caso? Sobre todo que quieran salir con nosotros.

MANUEL.- Eso es lo de menos, ya se me ocurrirá algo para hacernos amigos


de ellas; ya lo verás, ya lo verás.

ENRIQUE.- Hay Manuel, cuando piensas en tus ondas, hasta me das miedo.

MANUEL.- Tú no temas, querido amigo, que se me está ocurriendo algo


fantástico que las hará caer muertas de amor a nuestros pies.

EN UN LUGAR SOMBRIO APARECEN ENRIQUE Y MANUEL, PARECE LA CASA DE


UNA BRUJA.

ENRIQUE.- Seguro que aquí es, me cae que tú y tus pinches ideas, un día me
van a matar.

4
Prof. Domingo Villamil

MANUEL.- ¡Ya cabrón! Van a pensar que tienes miedo, órale chíflale a la
señora.

ENRIQUE.- (Silbando) señito, señitooo… hay, ya mejor vámonos.

MANUEL.- Ahora te aguantas primero estás de pinche caliente y luego que ya


no, órale, haber (silba varias veces), ahí está no se me cayó nada.

(Aparece una mujer de extraño aspecto)

CLOTILDA.- ¿Quién anda ahí?... ¿Qué se les ofrece jóvenes?, ¿a qué se debe el
honor de su visita?

MANUEL.- Pos nada, que aquí mi amigo quiere una consulta, ¿Cómo ve? ¿Nos
puede atender?

CLOTILDA.- Claro por favor pasen.

ENRIQUE.- (venciendo el miedo) la mera neta nos interesa conseguir los


favores de unas chavas y como verá necesitamos ayuda profesional, quien si
no usted.

MANUEL.- Así es seño, échenos la mano.

CLOTILDA.- Muy bien, muy bien, comencemos por saber que nos dicen las
cartas (saca una baraja y empieza a leerles las cartas) hummm… está claro, si
aquí lo dice todo, veamos, observen, la muchacha está dispuesta, si claro (ellos
se muestran incrédulos) si ustedes las convencen de que caigan. Miren, lo que
tienen que hacer es conseguir unos chones rojos de la mamá de una de las
chamacas, ponerlo a serenar bajo la luz de la luna con un vaso de agua de
cilantro, la cual tendrán que regar cuando sea luna llena por el mismo lugar
que pasen; ¿de acuerdo? Tiene que ser de esta manera, ¿me entienden? Con
eso es más que suficiente.

MANUEL.- De acuerdo y creé que la señora nos preste sus chones.

ENRIQUE.- No mames como no los va a prestar tenemos que robarlos.

CLOTILDA.- Claro que si, si no, no funciona, se los tienen que robar.

ENRIQUE.- Pos ya que con tal de probar esos pollitos soy capaz de cualquier
cosa… hasta de matar, ¿me escuchas? ¡Hasta de matar! (mesiánico).

5
Prof. Domingo Villamil

CLOTILDA.- (dándole un cuchillo en la mano) Es ahora el momento para


actuar.

MANUEL.- No ¡¿Qué vas a hacer?! ¡¿Estás loco?! ¡¿Qué le hizo señora?!

CLOTILDA.- No te espantes… es momento de hacer un ramo de pirúl para


hacerles una limpia.

SALEN AMBOS DE ESA AREA MIENTRAS PLATICAN.

MANUEL.- ¿Cómo vamos a conseguir eso que nos pidió la señora? No veo la
forma de conseguirlos, sólo que te metas a su casa y los saques de su cajón.

ENRIQUE.- Exactamente eso te iba a proponer, que te metieras a su casa y


que te los chingues ¿Cómo la ves? ¿Podrás?

MANUEL.- Si como no y qué más, si el que estaba de farol eras tú, no yo

ENRIQUE.- Está bien si no quieres no lo hagas, pero cuando me veas por ahí
con ese forrito, hasta envidia te va a dar y vas a querer que te presente chavas
y vas a quedarte como güey, nada mas viendo. ¿He?

MANUEL.- No te creo tan mala leche.

ENRIQUE.- Anda vete, cobarde, no hace falta gente como tú en este negocio
de los padrotes.

MANUEL.- Está bien, te voy a echar la mano, pero…

ENRIQUE.- ¿Pero qué?

MANUEL.- ¿Qué tal si nos caen robándonos los calzones?

ENRIQUE.- Decimos que es para que bajen los precios del mercado.

MANUEL.- Pero si algo sale mal tú vas a ser el único responsable.

ENRIQUE.- Este es el plan: cuando se vayan al rosario de la tarde las


espiamos, cuando ya no estén nos metemos o tú o yo me echas aguas afuera,
pero no te vayas a apendejar.

MANUEL.- Cómo crees y luego… ¿Qué hacemos?

6
Prof. Domingo Villamil

ENRIQUE.- Este es el plan: cuando se vayan al rosario de la tarde las


espiamos, cuando ya no estén nos metemos o tú me hechas aguas afuera,
pero no te vayas a apendejar.

MANUEL.- Cómo crees y luego… ¿Qué hacemos?

ENRIQUE.- Nos vamos volados para hacer lo que nos dijo la señora, ¿de
acuerdo? Pues vamos a darle a este asunto.

SALEN DEL ESCENARIO, ENTRAN DOS SEÑORAS, UNA DE ELLAS ES LA MAMA


DE VIRGINIA Y LA OTRA DE CRITINA, PLATICAN AMENAMENTE, AMBAS CON
LIBROS EN LAS MANOS.

SANTA.- Si señora, si viera la cantidad de muchachos tan jóvenes que se


casan me da pavor pensar en las pobres criaturas que vienen al mundo, por
culpa de esas bestias sexuales que solo se interesan en sí mismos y no piensan
en el daño que causan y como si fuera poco se atreven a repartir esas cosas
que se llaman condones, sin aceptar con ello los hijos que Dios les mande,
deberían acabar con esos tipos.

TRINIDAD.- Qué bueno que sea una madre comprensiva y ante todo que se
tengan tanta confianza, que una pueda estar atenta, informada, a propósito, le
recomiendo le recomiendo este libro es lo último es orientación familiar, es del
señor Cuauhtémoc, el que escribió el Churrito Restirado y Juventud Acalorada.
Se los recomiendo, no sabe el bien que les va a hacer leerlo, ya se los hice leer
a mis hijas 100 veces, ¿cómo ve Santita?

SANTA.- Que le puedo decir, si no es una el ejemplo, quién puede hacerlo o


¿no?

SALE DOÑA TRINIDAD Y SE QUEDA SOÑA SANTA, A LEER UNA REVISTA PARA
DAMAS.

SANTA.- (Suspirando) ¡hay Dios! ¡Pero qué cosas hacen para las niñas que se
portan bien! ¡Pero mira qué cosotas! Achhhh!!! ¡Hay se me olvidada! Tengo
una cita con las damas de la vela perpetua, bueno después las seguiré
leyendo. (Sale, entran por el otro lado enrique y Manuel).

MANUEL.- (De puntitas) Pinche vieja quién la viera con sus revistas y eso que
se da sus baños de pureza que si no.

ENRIQUE.- Órale a lo que venimos búscalos de volada.

MANUEL.- ¿Dónde estarán? ¡Ah ya se! A un lado de la cama, búscale.

7
Prof. Domingo Villamil

ENRIQUE.- (Sacando una vela grande de rara forma) ¡hay tomas! Mira nada
más lo que encontré, ¿vas a Querétaro?

MANUEL.- Deja de estar jugando búscalos, rápido si no nos van a caer.

ENRIQUE.- Ya están aquí, mira nada más qué bonitos y tiene otro más suaves,
¿Qué tal si nos los llevamos?

MANUEL.- No manches déjalos ahí… espera, creo que ahí viene alguien,
escóndete, ¡es la vieja loca! (apurados buscando donde esconderse

ENTRA SANTA APRESURADA? BUSCANDO SOBRE LA MESA

SANTA.- Por poco dejo el regalo para el padre barandal, qué cosas, pero
¿dónde lo dejé? A ver por aquí debe estar (encuentra tiradas sus revistas) pero
si yo no las deje ahí ¿habrá entrado alguien?

COMIENZA A REVISAR POR TODOS LADOS Y ENCUENTRA SU ROPA TIRADA SE


DA CUENTA DE QUE TIENE VISITAS Y SE DISPONE A GRITAR, CUANDO
APARECEN ENRIQUE Y MANUEL VESTIDOS PROVOCATIVAMENTE.

SANTA.- ¡Hay Dios! Pero qué es esto, hay, hay (estos le empiezan a bailar
sugestivamente, al momento que uno de ellos saca un látigo y lo hace sonar,
santa se lanza sobre ellos con intensiones de acabárselos de un mordisco,
después del forcejeo salen corriendo despavoridos).

SANTA SE QUEDA TIRADA EN EL SUELO Y BUSCA ENSEGUIDA SU VELA DE


RARAS DIMENCIONES, SALE CON UNA SONRISA MAQUIABELICA. APARECEN POR
EL OTRO LADO VIRGINIA Y CRISTINA.

VIRGINIA.- Y eso fue todo lo que le dije, pero me puso una que parecía yo
campanario de la catedral.

CRISTINA.- Yo que pensaba que tu mamá, era más moderna que la mía,
porque a mí de plano ni me contestó nada, sólo se puso roja y me cambio la
plática.

VIRGINIA.-La verdad no sé porqué se ponen así cuando uno les pregunta algo
así, por que la mera verdad no creo lo que dicen las revistas.

CRISTINA.- Ahí dicen puras faroladas, disque una chava le aflojó a su novio por
que le había prometido casarse, ¿tú lo harías nada más por casarte?

8
Prof. Domingo Villamil

VIRGINIA.- Yo creo que eso está mal, imagínate hacerlo sólo para saber que se
siente y casarte, ni madres, hay perdón pero es cierto ¿sabes qué he pensado?
Que si lo haría, pero todo depende de la forma en que me lo pidan o ¿no?

CRISTINA.- Si, por que hay cada cuate que parece que viene de la montaña
todo lo quiere a la fuerza o con su “órale”, “vamos hacer aquellito”, y no sé
que más jaladas sacan.

VIRGINIA.- Es que de plano hasta para eso son bien nacos, yo no puedo decir
que nunca lo voy hacer, pero como te digo si me lo saben pedir pues adelante.

CRISTINA.- Pues yo veo difícil, porque aquí te encuentras cada cavernícola,


como los dos pránganas, si, esos de la esquina, nunca veo que hagan algo de
provecho, siempre están asoleándose y creyéndose los muy galanes.

VIRGINIA.- Pero son simpáticos, bueno a mí me gusta mucho el que se llama


enrique, está medio garrita, pero se ve que es buena gente.

CRISTINA.- Pues yo primero los mandaba a bañarse, porque la verdad parece


que se pelearon con el jabón y el peluquero, y no se diga que tal me cae el tal
Manuel, de verdad que me dan ganas de matarlo cada vez que lo veo, bueno al
menos de que pudiera ponerlo a trabajar o que se lo llevaran de soldado.

CRISTINA.- Es que ni siquiera es humano, ¡hay no sé!, pero no lo puedo ni ver,


dejemos en paz a esos tipos, acompáñame al pan, si no voy a alcanzar puros
bolillitos duros.

(SALEN DEL ESCENARIO, ENTRAN ENRIQUE Y MANUEL CON UNA CUBERA EN


LAS MANOS).

ENRIQUE.- Te fijas bien lo que vas hacer, no vayas a salir con tus pendejadas
de siempre.

MANUEL.- ¿Cómo crees?, ¿a quién se la tengo que echar?

ENRIQUE.- A cualquiera de las dos no importa el orden, el chiste es que las


bañes con el agua, sale ahí vienen. (Entran las muchachas, ellos le avientan el
agua mojando únicamente a cristina, quien enfurecida sale tras Manuel para
golpearlo con la bolsa de pan mientras Virginia se muere de la risa).

ENRIQUE.- No te digo, si no eres más pendejo por que la vida no se ensañó


contigo. Que si no, pero para eso tienes a tu cuate que nunca te falla, ¿Qué
harías sin mí? De verás que si tu estuvieras solo, ya te hubieras muerto.

9
Prof. Domingo Villamil

MANUEL.- Ya tú ¡san chingón! Si la idea fue tuya y no mía, como si tú nunca te


equivocaras, pero si nunca la cagas, por eso estás chingue y chingue conmigo,
pero vamos a ver si resulta ahora tu pinche plan…

ENRIQUE.- Vas a ver que si, ninguna mujer se resiste a una serenata.

MANUEL.- ¿Y cómo le vamos hacer? Si no tenemos para el mariachi y tú no


cantas muy bien que digamos.

ENRIQUE.- Pues fácil como le hacen todo los cantantes de moda, que no son
unos chingones de primera, una grabación y ¡listo!

MANUEL.- ¿Y quién va a poner la grabación?

ENRIQUE.- Pues tú, ¿quién más?, o ¿tengo que mandar al más pendejo de
aquí?

MANUEL.- No hay necesidad yo lo hago.

ENRIQUE.- Así me gusta mi chavo, que seas obediente

SE DIRIGEN AL LADO POSTERIOR DEL ESCENARIO, SE ESCUCHA LA GRABACION


DE UNA CANCION ROMANTICA, DESPUES DE ACELERA Y VUELVE A
ESCUCHARSE BIEN ANTE EL ENOJO DE ENRIQUE Y DEL BALCON CAE UNA
BASINICA CON SALVE SEA EL CONTENIDO.

ENRIQUE.- Es por tu culpa güey, ven acá, pedazo de burro, espera que te
alcance y te voy a poner tus madrazos (sale corriendo tras él, mientras
Cristina sale tras Manuel con una escoba).

VIRGINIA.- (Dirigiéndose al público) bien dice mi mama que los hombres


hacen todo por una mujer hasta comer tierra con tal de que una les haga caso
y vieran que cosas hacen y como enrique ya de por sí me gustaba y con sus
ondas acabo por conquistarme, claro está que siempre nos gustan más por sus
tonterías que por lo demás lo único malo es que se pone medio jacarandoso
cuando está conmigo, hay veces que ya mero me convence pero le digo que no
se acelere para todo hay tiempo, pero “Dios dispone, el hombre propone viene
el diablo y lo descompone”, ¡ha! ¡Ahí viene! Chéquenlo, parece burro en
primavera.

ENTRA ENRIQUE A DARLE TREMENDA FAJADA QUE HASTA PARECE SALIR HUMO
DE AMBOS.

10
Prof. Domingo Villamil

ENRIQUE.- Entonces qué mi Reyna, cuando nos comemos ese pollito antes de
que enfríe.

VIRGINIA.- Ya te die que aún no es tiempo, apenas cuánto llevamos de novios


y ya quieres todo, espérate, pareces pulpo.

ENRIQUE.- Has de querer que me muera como el cautín, ¿verdad? Órale, ¿qué
tanto es tantito?

VIRGINIA.- Al menos déjame pensarlo.

ENRIQUE.- Pero, ¿qué tienes que pensar? Anda, dime ya que sí, no vas a
perder nada, o qué ¿ni eso puedes hacer por mí?

VIRGINIA.- No se trata de eso, si no que… no sé, que tal si pasa algo y luego
no lo podemos remediar, ¿Cómo ves? Mejor espérate. (Aparecen por ambos
lados Manuel y cristina, vestidos uno de ángel y otro de diablo, simulando ser
coincidencias).

MANUEL.- ¡Órale!, güey, síguele insistiendo, ya mero afloja no seas pendejo,


no ves que ya se le caen los chones, por que le des para su gasto, órale.

CRISTINA.- No manita, no caigas en sus engaños, al rato se lo va a contar a


toda esa bolita de cabrones con quien se junta, aparte te va a pedir que lo
hagan más seguido y cuando se aburra te va a cortar, ¡no caigas!

MANUEL.- No la peles, pinche vieja loca, síguele y después me cuentas como


le hiciste, no te puedes perder esta oportunidad.

CRISTINA.- Se fuerte, no le aflojes, ¿te imaginas?, además no te… va a doler,


bueno, eso me han contado, no, no te imaginas (se empieza a retorcer como si
lo disfrutara)… ¡hay no! ¡Qué cosas!, yo no lo haría.

MANUEL.- ¡Ándale! ¡Pídeselas por última vez!, no te rindas por que ya se me


hace agua la boca (mirando a cristina con intenciones de ponerle la mano
encima).

CRISTINA.- ¿sabes qué? Haz lo que quieras, yo me voy a echar al plato a este,
de tanto insistir hasta a mí se me antojo (se lanza sobre Manuel. Salen ambos
por el mismo lado del escenario, de donde salen volando sus prendas de
vestir… y otras más).

11
Prof. Domingo Villamil

ENRIQUE.- Tienes razón, no debemos apresurarnos, tenemos todo el tiempo


del mundo paa conocernos.

VIRGINIA.- ¡Valla! Hasta que te cayó el veinte, ya me tenías acorralada con tu


insistencia ya hasta me estaba animando, pero como al fin me vas a esperar,
ni modo.

ENRIQUE.- (Contrariado) bueno al cabo que ni quería (volteando al público),


por el momento, ya verán después como le va a ir.

VIRGINIA.- ¡Qué bueno que todos pensarán como tú! Y que no se acaloren, por
eso siempre mete uno la pata, conozcámonos y disfrutemos el tiempo juntos,
sin apresurarse, nada va a pasar.

ENRIQUE.- Tienes mucha razón, pero… ¿sabes algo?...

VIRGINIA.- ¿Qué?...

ENRIQUE.- No te vas a escapar, un día de éstos caerás, con todo y tus buenos
consejos. (Se besa y salen abrazados, Manuel muestra una tira de condones y
guiña el ojo al público mientras se cierra el telón).

APARECE MANUEL SUDOROSO Y SIN ROPA, MUY AGITADO.

MANUEL.- Quítenme esta fiera, me va a acabar, ¡por favor!

CRISTINA.- Ven acá, ¡bombón!, ahora me cumples…

FIN

12

También podría gustarte