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El sueño del gato.

A veces cuando sueñas con agua dicen que algo bueno te puede pasar, yo lo sabía. Había vivido los
últimos cuatro años encerrado en mis temores, había culminado mi paciencia de un mal amor. Lo
había apostado todo y había perdido nada.

Lo recuerdo bien, esa tarde mientras esperaba que llegaras, me pare afuera de una panadería, era
el mejor lugar para ver si llegabas en camión o a pie.

De pronto te mire, saliste dentro de un mar de gente, te volví a ver. Seguías idéntica al instante en
que te vi salir aquella tarde del colegio donde trabajamos unos tiempos juntos. Eras para mi algo
así como no posible, yo me había prohibido buscarte ni mirarte a los ojos.

Yo me había prohibido ser feliz, anduve muchos caminos, me perdí más de las veces y nunca
acepte que solo escapaba de una larga soledad, un largo camino sin andar. Algunos le llaman
depresión, yo supe que le decían destino.

Yo había asumido de manera muy sencilla que no quería vivir sin miedo, yo había comprado un
boleto en la rifa de la comodidad, ser así, sentirse bien y nunca decir que la había regado.

Pero ahí estaba frente a ti , con una cerveza atestiguando mis aventuras, mis chismes ,mis
vivencias… después supe que no era lo adecuado para hacer una cita , más bien parecía la
oportunidad de contarle alguien cuanto la había regado…¿eso ya lo dije..? No importa, las palabras
en este instante sobraron y se repitieron, un adiós con una sonrisa que quería ser llanto, se dibujó
cuando me pediste sanara mi corazón enfermo de recuerdos.

Esa noche me pregunte que si ya había dicho ¿La regué? Si, cuantas veces más. Otra vez, y quizás
para siempre… esperar 18 años para hacer el ridículo. Si ahí estaba yo de nuevo, solo pero sin
motivos para regresar atrás. Fuerte y sin un Virgilio que me dijera no temas y camina conmigo en
esta obscura selva.

Así fue; un apóstol el que me dijo que esa noche un beso cambiaria mis afectos, un boleto del cine
mi ticket de avión.

Desde esa noche… volvieron las musas y la risa se volvió eterna, nunca más una noche llorando
por locuras de la gente que en el fondo solo es envidia, ahora no sé porque regrese a la máquina
de escribir. Ahora, retorna la fuerza a mis dedos y la magia a mis pensamientos.

¿Será por qué soñé con agua? Y el agua significa que todo marchara bien… lo sé, todo marchara
muy bien.

Para Xóchitl.

Con amor guardado por años…


Por siempre , así sea.

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