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DESARROLLO DE LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN

Las vías de comunicación fueron inauguradas por el hombre primitivo y comenzaron a


ser veredas señaladas por las huellas de los recolectores, cazadores pescadores y pastores
que deambularon en muchas porciones reducidas de los continentes. Más tarde las
caravanas y los grupos emigrantes señalaron caminos de herraduras con la maravillosa
invención de la rueda montadas sobre ejes, el hombre trazo las primeras rutas en valles y
llanuras.

Durante muchos siglos las vías terrestres estuvieron constituida por simple caminos
transitados por peatones, jinetes y conductores de recuas y caravanas ; la causa de este
fenómeno es que mientras el mundo estuvo habitado escasamente y la subsistencia
satisfacían las necesidades de cada región, no hubo problemas de abastecimiento y el
comercio se realizó entre pueblos situados a corta distancias unos de otros.

No fue sino hasta el siglo XIX cuando las vías terrestres mejoraron notablemente debido
al incremento del comercio.

Hay inventos que han significado hitos trascendentes, en la evolución de la humanidad.


Uno de ellos es la rueda que, junto con la brújula y la imprenta, contribuyó a mejorar la
comunicación entre los pueblos y, en consecuencia, participó activamente en el progreso
del género humano.

Su invención significó un verdadero avance en la evolución humana, al aliviar al hombre


del tremendo esfuerzo, que le significaba arrastrar o cargar sus pertenencias, y al permitirle
desplazarse con mayor velocidad.

Distintos historiadores atribuyen la creación de la rueda a los chinos; otros creen que fue
inventada en la India, cuatro milenios antes de nuestra era. Investigaciones realizadas en
monumentos asirios y civilizaciones de la península itálica, dan cuenta de grabados
antiquísimos donde aparecen ruedas.

En el Nuevo Mundo, las civilizaciones inca y azteca accedieron a este invento gracias al
conquistador hispano.

Con la aparición de los primeros carruajes y la creciente necesidad de trasladarse, el


hombre tuvo que crear las vías por donde circular. La topografía natural brindó la base para
que el hombre construyera, posteriormente, caminos y sendas.

Los asirios fueron el primer pueblo que construyó vías planificadas (huellas muy poco
transitables para carruajes), mantenidas y conservadas por el Estado. Tanto estos, como los
persas y griegos, no desarrollaron una verdadera red vial.

Esto se debe a la influencia de la civilización de los dromedarios y del caballo de


montar, que no hacía necesaria la existencia de una red adaptada a los vehículos de ruedas,
y también, al desarrollo de las técnicas de navegación, que en el caso de los griegos,
privilegió la vía marítima, como vector de conquista y colonización.

Las carreteras propiamente dichas, consolidadas y aptas para la circulación de carruajes


aparecen en Egipto, y se remontan al tercer milenio antes de Cristo. Los egipcios
amontonaban la tierra en terraplenes para construir caminos elevados, bordeando los
canales de riego.

En algunas ciudades egipcias y mesopotámicas de esta época, se encontraron calles y


plazas de baldosas de piedra, unidas con asfalto y colocadas sobre fundaciones de ladrillo.
También existen caminos de piedra en Creta, que datan de 2.500 años antes de Cristo.

Los hititas construyeron, 1.200 años antes de Cristo, vías de baldosas de piedra para sus
desfiles y procesiones, igual que los asirios, entre 700 y 600 años antes de Cristo.

Las grandes vías de comunicación, que interrelacionaran vastos territorios, tuvieron que
esperar. Lo cierto es que tres mil años separan la invención de la rueda, de la aparición de
las primeras redes viales. La explicación de ello es que la construcción de caminos
responde a imperativos de naturaleza económica y militar, que aparecen con los estados
conquistadores y centralizados, es decir, los Imperios Chino y Romano. Las carreteras
sirven al paso de las tropas del Emperador de China, a las legiones del Senado Romano, y
por las mismas vías se transportan, hacia la capital, los tributos e impuestos recolectados en
los pueblos conquistados.

Los romanos, guerreros por naturaleza, construyeron importantes caminos y vías con
fines militares, para comunicar los territorios conquistados, cuyo epicentro era Roma. Son
verdaderas obras de ingeniería, que aún hoy se conservan, y causan asombro por su solidez
y lujo.

La primera en ser construida fue la Vía Appia, que une Roma con Capua y data del 312
a.C. La red vial romana alcanza su apogeo en el año 220 a.C., cuando se finaliza la Vía
Flaminia, que une Roma con la planicie del Po, y continúa creciendo a ritmo sostenido
hasta el siglo III. Además se extiende fuera de las fronteras de Italia, y llega a la Galia,
Bretaña, España, Dalmacia, África, Asia menor. Con las invasiones bárbaras y la caída del
Imperio Romano, deja de expandirse la red vial.

En China, luego de la unificación del imperio, en el año 221 antes de Cristo, comienza la
construcción de una extensa red ramificada por todo el Imperio, constituida por vías
rápidas, rutas de correos y vías directas, que alcanzó un total de 6.850 kilómetros.

Al contrario de la red vial romana, que aún hoy conserva su majestuosidad histórica,
quedan pocos vestigios de las vías chinas, ya que estaban construidas en materiales menos
resistentes, pero más elásticos. Podemos citar las vías internas del Imperio y la famosa Ruta
de la Seda, que conectaba China con vastísimos territorios de Asía e India, y desembocaba
en el Mar Mediterráneo.
Con el desarrollo de las vías de comunicación, la red vial y el uso de la madera y los
metales, se perfeccionaron de tal modo los carruajes, que hasta cambiaron las estrategias
guerreras, al incorporarlo a la contienda bélica.

En el continente americano, las civilizaciones más avanzadas (incaica, azteca y maya)


construyeron caminos que hoy son la base de rutas de comunicaciones internacionales.

Las carreteras como tal las conocemos en la actualidad son muchas veces el
perfeccionamiento de antiguas rutas y caminos existentes ya en tiempos que se remontan a
menudo a muchos siglos. Así, numerosos ejes de comunicación principales en todos los
países europeos siguen rutas ocupadas antaño por calzadas romanas, estando muchos casos
superpuestas a ellas.

A comienzos del siglo XIX, con la creciente necesidad de vías de comunicación a


consecuencia de la industrialización generalizada, el británico J Mac Adam creó un sistema
de afianzamiento de los caminos, conocido como macadán y que consistía en cubrir la
superficie con una capa de piedras trozadas que se apisonaban, aportándole así la
consistencia adecuada y además dándole una ligera forma arqueada de modo que el agua de
lluvia no se encharque y corra hacia las cunetas laterales.

Construcción y estructura. Sobre la base del macadán, los avances tecnológicos han
permitido ir perfeccionando la pista de rodadura, adecuándola a las necesidades de los
vehículos modernos. El elemento fundamental de una carretera es la calzada, que consta de
una base y una capa de rodadura.

Desarrollo de las carreteras. En Norteamérica las carreteras fueron construyéndose


durante el siglo XIX de manera simultánea a las vías del ferrocarril, aunque desde
comienzos del siglo XX aquellas han experimentado un avance mucho mayor. Una vía
destacada es la carretera panamericana, que desde Estados Unidos, discurre por todo el
continente americano hasta llegar al sur de Chile. En Europa el desarrollo ha seguido la
larga tradición romana y en la actualidad una densa red une todas las localidades del
continente.

La Autopista. Constituye un avance notable sobre la carretera y es resultado directo de la


importancia cada vez mayor que en el curso del presente siglo ha adquirido el automóvil.
Se le define básicamente como una vía de circulación rápida de dos calzadas separadas por
una valla o una franja de terreno más o menos ancha, sin cruces y con accesos restringidos.

La construcción de una autopista sigue, en principio las mismas pautas que las de una
carretera convencional, aunque el propio fin al que está destinado impone unos
condicionantes particulares, es decir, garantizar una elevada velocidad y una masa de
tráfico importante.

Nuestro país cuenta con una extensa red de carreteras, a la que se integran cada vez más
modernas autopistas, y se mejoran las existentes, contándose para tal propósito con el
apoyo de la iniciativa privada para acelerar la construcción y renovación de las mismas.
Se encuentran en funcionamiento 47 504 kilómetros de carreteras principales, 61 108 de
secundarias y 130 623 de caminos vecinales y rurales. El total de vehículos motorizados
que transitan por el país es de 12 millones.

Conclusión

Los medios de transporte son de importancia fundamental para el desarrollo económico


del país. Mediante ellos es posible trasladar todo tipo de mercancías, pertenencias, materias
primas y productos elaborados, así como el traslado de personas. Para lograrlo se requieren
vías de comunicación de calidad y vehículos que transiten por éstas, como carreteras para
automóviles y camiones; aeropuertos donde despeguen y aterricen naves aéreas, vías para
el ferrocarril, y puertos fluviales y marítimos para buques, barcos y otro tipo de
embarcaciones.

UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
PAVIMENTOS
Desarrollo de las vías de comunicación

Torres Núñez Rebeca


Sección: D01
14*feb*2011
Trabajo no. 1

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