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DISEÑO DE UN PROGRAMA DE EJERCICIOS Y ACTIVIDAD FISICA PARA LA SALUD DE UN

PACIENTE DE 46 AÑOS DE EDAD CON PROBLEMAS CARDIOVASCULARES PROVOCADOS


POR EL SEDENTARISMO

ELABORADO POR:
REINEL FERNANDO HUELGOS GUZMAN

PRESENTADO A:
DR. ANGEL ACEVEDO

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA


FACULTAD EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN FÍSICA RECREACIÓN Y DEPORTES
TUNJA
2010
CONTENIDO

1. TITULO
2. FORMULACION DEL PROBLEMA
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
4. JUSTIICACION
5. OBJETIVOS
5.1 GENERAL
5.2 ESPECIFICOS
6. MARCO REFERENCIAL
6.1 MARCO CONCEPTUAL
6.2 MARCO TEORICO
6.3 MARCO LEGAL
7. ANAMNESIS
8. METODOLOGIA
1.
1. TITULO

Diseño de un programa de ejercicios y actividad física para la salud de un paciente de


46 años de edad con problemas cardiovasculares provocados por el sedentarismo

2. FORMULACIONDEL PROBLEMA

¿Es posible diseñar un programa de ejercicios y actividad física para la salud en un


paciente de 46 años de edad con problemas cardiovasculares provocados por el
sedentarismo?
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En el siglo XXI existe un fenómeno mundial causante de varias patologías tanto físicas
como las cardiovasculares, y estas se exponen en a todos los sectores poblacionales,
culturas y clases sociales, etc., afectando considerablemente la calidad de vida de los
seres humanos, a este fenómeno lo denominamos sedentarismo.

El sedentarismo afecta a todos los seres humanos inactivos, pues por naturaleza somos
seres de movimiento. A medida que el mundo evoluciona y se desarrolla, llega la
tecnología con formas de relajación en quietud como la tv, además debido a las
múltiples responsabilidades rutinarias y a las exigencias laborales las cuales hacen que
se provoque un constante estado de quietud en los seres humanos causando así
graves enfermedades como: obesidad, hipertensión arterial, aterosclerosis, aumento
del colesterol y los triglicéridos, y a nivel psicológico. Autocompasión, baja autoestima,
sentimiento de inutilidad, etc.

la principal solución a este problema es la creación de un habito diario de al menos 30


minutos de actividad física en el cual además del movimiento auto regulador, exista
esparcimiento, recreación y satisfacción la cual le ayude a mejorar su autoestima,
acompañado de una dieta rica en frutas y verduras frescas, eliminando el consumo de
comida chatarra.
4. JUSTIFICACION

En el mundo moderno y para la organización mundial de la salud (O.M.S.) es una


prioridad atender las necesidades de la población mundial entre las cuales es de vital
importancia la salubridad tanto física como mental, es por ello con el desarrollo de
este proyecto, se tendrá un impacto social en el la población con problemas
cardiovasculares y en la salud de la misma.

Este proyecto me indicara:

 Como disminuir las enfermedades cardiovasculares por medio del programa de


ejercicios en el paciente
 Que tipo de actividad física debe ser realizada por el paciente.
 Cuanto tiempo debe dedicar a realizar ejercicios para una recuperación
satisfactoria.

Mediante este proyecto se busca mejorar la calidad de vida del paciente con
problemas cardiovasculares mediante lapsos de tiempo de al menos 30 o 40 minutos
diarios de actividad física creando el hábito para que la salud y bienestar biosicosocial
del paciente.

5. OBJETIVOS

5.1 GENERAL

Diseñar un programa de ejercicios y actividad física para la salud de un paciente de 46


años de edad con problemas cardiovasculares provocados por el sedentarismo

5.2 ESCECIFICOS

 Realizar una anamnesis del paciente con respecto a los problemas


cardiovasculares presentados.
 Valorar el tipo de actividades a realizar y su intensidad según la formula de
KARVONNE
 Elaborar un programa de ejercicios los cuales promuevan la actividad física para
la salud y la rehabilitación del paciente.
 Aplicar el programa de ejercicios al paciente de 46 años de edad con problemas
cardiovasculares.
 Evaluar los resultados obtenidos de la aplicación del programa de actividad
física.
6. MARCO REFERENCIAL

6.1 MARCO CONCEPTUAL

Enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares son el principal problema de salud en la población
adulta en general, ocupando el primer lugar en el listado de causas de muerte en
personas mayores de 45 años en muchos países del mundo.

Actividad física
En la lucha por el control del peso y la buena salud general, se da mucha importancia al
tipo y cantidad de alimentos y bebidas que se consumen. Se ha prestado menos
atención a la cantidad de energía que gastaríamos si fuéramos físicamente activos.
Pero ambos aspectos están estrechamente ligados. A diferencia de nuestros ancestros,
ya no necesitamos emplear demasiada cantidad de energía para encontrar alimentos.
Debido a los avances tecnológicos, al transporte motorizado, la automatización y la
maquinaria que ahorra trabajo, la mayoría de la gente tiene menos oportunidades de
gastar energía. Se ha demostrado que aproximadamente el 70% de la población en los
países occidentales no es lo suficientemente activa como para poder gozar de una
buena salud y mantener el peso.

Sedentarismo
El cuerpo humano está diseñado para moverse, y por ello una vida sedentaria puede
tener como consecuencia enfermedades e incluso la muerte prematura. En una
revisión de 44 estudios, se comprobó que los adultos que realizan una actividad física
moderada, especialmente durante la mediana edad y posteriormente, tienen el doble
de posibilidades que las personas sedentarias de evitar una muerte temprana y el
desarrollo de enfermedades graves. El nivel de los beneficios obtenidos para la salud
es similar a los que se consiguen dejando de fumar, y hoy en día se reconoce que la
inactividad es uno de los factores de riesgo en las enfermedades cardiacas.

Ejercicio
Movimientos planificados y diseñados específicamente para estar en forma y gozar de
buena salud.

Deporte
Actividad física ejercida como competición que se rige por unas normas. En muchos
países europeos el término deporte abarca todo tipo de ejercicios y actividades físicas
realizadas durante el tiempo libre.

Forma física
Serie de atributos, como la resistencia, la movilidad y la fuerza, que se requieren para
realizar actividades físicas.
6.2 MARCO TEORICO

Riesgos cardiovasculares

I. Atributos personales aterogénicos: comprende los lípidos en sangre, tensión


arterial y diabetes.
II. Hábitos de vida: tabaquismo, actividad física sedentaria, obesidad, las dietas
(con mayor consumo de grasas, colesterol, sodio y alcohol).
III. Factores ambientales tales como el clima, la contaminación ambiental, aguas
blandas, etc.
IV. Signos preclínicos: se evidencian con estudios diagnóstico como
electrocardiograma dinámico, imágenes nucleares y ecocardiografías.
V. Suceptibilidad del huesped: factores genéticos, edad y sexo.

Características de la enfermedad

Es irreversible en personas de edad avanzada, sexo masculino, raza blanca y con


antecedentes genéticos.
Es parcialmente reversible en personas con hiperlipoproteinemias, hiperglucemia,
diabetes, hipertiroidismo, enfermedad renal, hiperuricemia, y gota.
Es reversible en personas practicando dietas inadecuadas, tabaquismo, obesidad,
hipertensión arterial y sedentarismo.

Métodos de prevención

 Dejar de fumar reduce la mortalidad a la mitad de la de aquellos que continúan


fumando.
 Controlar la hipertensión.
 Reducción del peso corporal.
 Aumento de la actividad física.
 Controlar la diabetes
 Modificación de los hábitos alimentarios.

La aparición puede ser brusca, como es el caso del infarto agudo de miocardio o puede
tratarse de un trastorno crónico, con pérdida creciente de las funciones del corazón. A
su vez puede tratarse de una enfermedad compensada dónde se mantiene la actividad
normal o descompensada, en la que el paciente sufre disnea y dolores precordiales, en
este caso se debe guardar reposo y recibir medicamentos y diuréticos.
Desde el punto de vista nutricional lo más importante es la implementación de una
dieta hiposódica (que contenga menos de 5grs. de sal diarios).
En la enfermedad coronaria se deberán evitar comidas copiosas y abundantes ya que
las mismas imponen una carga excesiva al corazón y a la circulación.
Al momento de hacer una selección de alimentos para estos pacientes se debe
procurar reemplazar la sal y que no haya distención abdominal, constipación ni
flatulencias.

¿Qué quiere decir actividad física?

Actividad física, ejercicio, forma física - todos estos términos se utilizan normalmente
para referirse a las personas físicamente activas. Aún así en términos científicos,
pueden tener significados ligeramente diferentes. Los términos más comúnmente
utilizados se definen en la siguiente tabla.

¿Qué ventajas tiene la actividad física?

El aumento de las actividades físicas tiene numerosas compensaciones, entre ellas la


reducción del riesgo de padecer ciertas enfermedades y afecciones, y la mejora de la
salud mental.

Enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares

Las enfermedades coronarias son la principal causa de muerte en Europa. Llevar un


estilo de vida activo, con un nivel moderadamente alto de ejercicios aeróbicos, puede
reducir las posibilidades de contraer enfermedades cardiacas graves o morir por su
causa. Los beneficios que el ejercicio aporta a la salud, pueden notarse si se realizan
actividades físicas moderadas, y son más evidentes en las personas sedentarias que
cambian sus hábitos y se vuelven más activas. Actividades, como caminar, montar en
bicicleta con regularidad o realizar cuatro horas a la semana de ejercicio físico, reducen
el riesgo de padecer afecciones cardiacas. También se ha comprobado que la actividad
física ayuda a recuperarse de las enfermedades cardiacas, mediante programas de
rehabilitación que se basan en el ejercicio, y resultan eficaces para reducir el peligro de
muerte. Los efectos de la actividad física en los accidentes cerebrovasculares están
menos claros, ya que las conclusiones de los diferentes estudios son contradictorias.

Obesidad y exceso de peso

Para mantener el peso es necesario que haya un equilibrio entre la energía que se
gasta y la energía que se consume. La obesidad se desarrolla cuando se consume más
de lo que se gasta durante un determinado periodo de tiempo. Se piensa que la
obesidad es consecuencia directa de los cambios que se han dado en nuestro entorno,
entre ellos la disponibilidad de instrumentos que ahorran trabajo, el transporte
motorizado, entretenimientos sedentarios como ver la televisión, y un acceso más fácil
a alimentos ricos en calorías a un menor precio. La incidencia de la obesidad se ha
triplicado en los últimos 20 años y, actualmente, en los países europeos son obesos
entre un 10-20% de los hombres y un 10-25% de las mujeres (datos de la IOTF) (Índice
de Masa Corporal >30). Existen pruebas cada vez más evidentes de que la reducción de
los niveles de actividad física es un factor fundamental en el incremento de la
obesidad.
Existen varios estudios que demuestran que se puede prevenir la obesidad llevando un
estilo de vida activo y manteniéndose en forma. En particular, parece que la actividad
evita el aumento de peso que se suele dar en personas de mediana edad.

El ejercicio puede ayudar a las personas que ya son obesas o tienen sobrepeso, a
perder peso, si lo combinan con una dieta hipocalórica (baja en calorías) y puede
mejorar su composición corporal, ya que conserva el tejido muscular y aumenta la
pérdida de grasa. La actividad física también es efectiva para reducir la grasa
abdominal o "forma de manzana" ( cuando la grasa se acumula en la zona del
estómago y el pecho), que se asocia con un incremento del riesgo de padecer diabetes
o enfermedades cardiacas. Además, las personas que hacen regularmente ejercicio
tienen más posibilidades de mantener la pérdida de peso a largo plazo.

Quizás la mayor ventaja que tiene la actividad física par las personas obesas es su
efecto sobre su perfil de riesgo. Se ha comprobado que las personas obesas que logran
mantenerse activas y en forma reducen el riesgo a padecer afecciones cardiacas y
diabetes, hasta niveles parecidos a los de las personas no obesas. Esto demostraría
que no es poco saludable estar obeso, siempre que se esté en forma.

Diabetes en adultos

La incidencia de diabetes tipo 2 se ha incrementado rápidamente. Frecuentemente se


atribuye a un aumento de la obesidad, aunque existen pruebas contundentes que
demuestran que la inactividad es también un factor de riesgo. Según los estudios, en
las personas que son más activas el riesgo de desarrollar diabetes es un 30-50% menor
que en las que son sedentarias. Se ha comprobado que el ejercicio retrasa o
posiblemente previene que la intolerancia a la glucosa se convierta en diabetes y es
también beneficioso para las personas a las que ya se les ha diagnosticado diabetes.
Hay algunos interesantes estudios que han demostrado que realizar ejercicio, como
andar o montar en bicicleta, tres veces a la semana durante 30-40 minutos , puede
suponer pequeñas pero significativas mejoras en el control glucémico (azúcar en
sangre) de los diabéticos.

Cáncer

Parece ser que mantenerse físicamente activo reduce el riesgo de desarrollar ciertos
tipos de cáncer, y que la actividad moderada o intensa es la mejor manera de
protegerse. Por ejemplo, realizar ejercicio físico reduce el riesgo de desarrollar cáncer
de colon o cáncer rectal en un 40-50%. La actividad física podría también tener un
impacto en otros tipos de cáncer, pero todavía no hay pruebas suficientes que lo
demuestren.

Mejora de huesos y músculos

Hacer ejercicio de forma regular puede ser beneficioso para los desórdenes y
enfermedades que afectan a los músculos y los huesos (como la osteoartritis, el dolor
lumbar y la osteoporosis). Hacer deporte ayuda a fortalecer los músculos, tendones y
ligamentos y a densificar los huesos. Hay programas de actividad física diseñados para
mejorar la resistencia muscular, que han demostrado ser útiles para ayudar a los
adultos de mayor edad a mantener el equilibrio, lo cual puede ser útil para reducir las
caídas. El ejercicio también es eficaz para prevenir dolores lumbares y reduce la
reincidencia de los problemas de espalda. No obstante, no está del todo claro qué tipo
de ejercicio es mejor para el dolor de espalda. No se ha demostrado que la actividad
física ayude a prevenir la osteoartritis, pero se ha comprobado que caminar reduce el
dolor, la rigidez y la discapacidad, además de mejorar la resistencia, la movilidad y la
calidad de vida en general.

Hacer deporte (lo que incluye ejercicios en los que se cargue con el peso del cuerpo,
además de actividades entre moderadas e intensas) puede incrementar la densidad
mineral y el tamaño de los huesos en adolescentes, ayudar a mantenerlo en los
adultos y ralentizar su descenso en los ancianos. Esto puede contribuir a prevenir o
retrasar la aparición de osteoporosis, pero no puede invertir el proceso una vez que se
ha desarrollado la enfermedad.

Mejora de condiciones mentales

Existen numerosos estudios que han demostrado que la actividad física reduce la
depresión clínica y puede ser tan efectiva como los tratamientos tradicionales, por
ejemplo la psicoterapia. Si se realiza ejercicio físico con regularidad durante varios
años también se reduce el riesgo de la reaparición depresiones.

También se ha comprobado que la actividad física mejora la salud psicológica en las


personas que no padecen alteraciones mentales. Hay numerosos estudios que han
documentado mejoras en la salud subjetiva, el estado de ánimo y la emotividad, así
como en la autopercepción de la imagen del cuerpo y la autoestima física.

Es más, tanto los periodos cortos de actividad como el entrenamiento deportivo


continuado reducen la ansiedad y mejoran las reacciones ante el estrés, así como la
calidad y extensión del sueño. También se ha demostrado que el ejercicio mejora
algunos aspectos del funcionamiento mental, como la planificación, la memoria a corto
plazo y la toma de decisiones.

Parece que la actividad física es especialmente saludable para las personas mayores, y
reduce el riesgo de demencia y Alzheimer.

¿Qué costes tiene la inactividad?

¿Cómo se traduce esto en costes económicos? Las enfermedades y la muerte


prematura hacen sufrir a las victimas, y a los amigos y familiares, pero además
suponen un enorme coste económico en lo que respecta al absentismo laboral por
bajas y a la atención sanitaria. La mayoría de los estudios se han realizado en Estados
Unidos, y en ellos se estima que un 18% de los casos de enfermedades cardiacas (con
un coste de 24.000 millones de dólares - 1995) y un 22% de los casos de cáncer de
colon (con un coste de 2.000 millones de dólares) en la población, pueden estar
provocados por la inactividad. Actualmente, se sabe que los gastos médicos de las
personas activas son un 30% más bajos que los de las personas inactivas.

Se estima que en Gran Bretaña, que tiene el porcentaje de obesidad más alto de
Europa, (en torno a un 20% de la población, lo cual es al menos en parte debido a la
inactividad), el coste anual de la obesidad es de 500 millones de libras, y provoca la
pérdida de 18 millones de días de bajas por enfermedad al año.

¿Qué riesgos se asocian a la actividad física?

No existe ninguna acción que no conlleve riesgos, y el ejercicio no es una excepción.


Por ejemplo, la posibilidad de sufrir una muerte cardiaca súbita durante el ejercicio
físico intenso se multiplica por 5 en personas en buena forma y por 56 en personas en
baja forma. También se incrementa el riesgo de lesiones, particularmente en los pies,
los tobillos y las rodillas, cuando se realizan ejercicios o deportes intensos. Por último,
gran parte de la atención de la prensa se ha centreado en la "adicción al deporte", de
las personas que se 'enganchan' y dejan de lado otros aspectos de la vida, como el
trabajo o las relaciones sociales. Aunque se ha identificado un síndrome de
dependencia del deporte, es muy poco común, y normalmente se asocia a otros
problemas psicológicos, como la anorexia nerviosa, el neurotismo excesivo y los
desórdenes obsesivo-compulsivos.

¿Cuánta actividad física necesitamos?

Durante muchos años, los educadores físicos adoptaron métodos de entrenamiento


para mejorar la salud cardiovascular, que consistían en ejercicios enérgicos en los que
se trabajaba con grandes grupos musculares durante al menos 20 minutos seguidos,
con una gran intensidad (equivalente a un 60-80% del ritmo cardiaco máximo).
Desgraciadamente, se observó que este nivel de ejercicio era demasiado intenso para
la mayoría de la gente, que continuó siendo inactiva.

Las recomendaciones más recientes en Estados Unidos y el Reino Unido es que se


realicen actividades físicas con niveles moderados de intensidad. Se piensa que es
mucho más fácil que un mayor porcentaje de la población realice actividades físicas
moderadas, como caminar a paso ligero, ya que este tipo de ejercicios se pueden
incorporar más fácilmente a las rutinas diarias y exigen menos esfuerzo físico. Caminar
a paso ligero durante 20 minutos al día puede suponer una diferencia de 5kgs al año y
contribuir a una mejor salud cardiovascular, además de aportar otros beneficios físicos
y mentales. Actualmente, las recomendaciones insisten en que se camine a paso ligero
durante treinta minutos todos o casi todos lo días de la semana. Está demostrado que
la misma cantidad de ejercicio dividida en dos o tres espacios más cortos de tiempo
puede ser casi igual de efectiva y más fácil de sobrellevar si se realiza diariamente.
Los diferentes tipos e intensidades de actividad física contribuirán a mejorar aspectos
diferentes de la salud y la forma física. Por ejemplo, aunque un ligero paseo a la hora
de la comida no es lo suficientemente intenso como para mejorar la salud circulatoria,
puede servir para hacer una saludable pausa en el trabajo, mejorar el estado de ánimo
y reducir el estrés, además de contribuir también a controlar el peso. Para las personas
a las que no les gusta el ejercicio planificado o se sienten incapaces de hacerlo,
también puede resultar muy útil reducir el tiempo dedicado a actividades sedentarias,
como ver la televisión. Para que todas las zonas del cuerpo se beneficien al máximo, es
necesario realizar también diversos ejercicios específicos de fortalecimiento y
estiramientos. Esto es especialmente importante en la gente mayor.

La recomendación de que se realicen ejercicios moderados no invalida el hecho de que


las actividades más intensas sean más beneficiosas, especialmente porque mejoran la
salud del corazón y el metabolismo de la glucosa.

Las recomendaciones de la Declaración de Quebec sobre Actividad Física, Salud y


Bienestar (Quebec Consensus Statemen on Actividad física, Health and Well-Being)
proporcionan útiles directrices sobre actividad física.

6.3 MARCO LEGAL

LEY 181 DE 1995: que clasifica al deporte como un derecho social y un factor básico en
la formación integral de la persona.

LEY 115: de educación que establece en los

ARTÍCULOS 14: (El aprovechamiento del tiempo libre, el fomento de las diversas
culturas, la práctica de la educación física, la recreación y el deporte formativo, para lo
cual el Gobierno promoverá y estimulará su difusión y desarrollo).

La Ley de Protección de Datos y la comunicación científica

La comunicación oral o escrita, la presentación de casos clínicos y series de casos y el


tratamiento de imágenes que hacen referencia al paciente, constituyen actividades de
investigación o científicas que suponen un tratamiento de los datos personales del
paciente, por lo que su ejecución se encuentra sometida a los principios que establece
la legislación vigente en materia de protección de datos, en nuestro caso, la Ley
Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal
(LOPD), que realiza la transposición a nuestra legislación estatal de la Directiva
95/46/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de octubre de 1995, relativa a
la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos
personales y a la libre circulación de estos datos. 

Para analizar en qué condiciones debe efectuarse ese tratamiento de datos, debe
estudiarse el cumplimiento de cada uno de los principios que la LOPD establece para el
uso de los datos que hacen referencia a una persona, haciendo especial incidencia en
el de legitimidad de la finalidad perseguida y en el requerimiento de contar con
consentimiento del interesado para poder tratar sus datos personales. 

LEGITIMACIÓN DE LA FINALIDAD 

La Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, establece en su artículo 6 que las


actuaciones de las Administraciones Públicas Sanitarias estarán orientadas, entre otros
supuestos, a "garantizar que cuantas acciones sanitarias se desarrollen estén dirigidas
a la prevención de las enfermedades y no sólo a la curación de las mismas". Además,
su artículo 18 indica como una de las actuaciones sanitarias del Sistema de Salud, "el
fomento de la investigación científica en el campo específico de los problemas de
salud". La misma Ley, establece en su artículo 61 que "... la información relativa a cada
paciente ... estará a disposición de los enfermos y de los facultativos que directamente
estén implicados en el diagnóstico y el tratamiento del enfermo, así como a efectos de
inspección médica o para fines científicos, debiendo quedar plenamente garantizados
el derecho del enfermo a su intimidad personal y familiar y el deber de guardar el
secreto por quien, en virtud de sus competencias, tenga acceso a la historia clínica. Los
poderes públicos adoptarán las medidas precisas para garantizar dichos derechos y
deberes", y en su artículo 68, que "los centros hospitalarios desarrollarán, además de
las tareas estrictamente asistenciales, funciones de promoción de salud, prevención de
las enfermedades e investigación y docencia, de acuerdo con los programas de cada
Área de Salud, con objeto de complementar sus actividades con las desarrolladas por
la red de Atención Primaria". 

Por su parte, la nueva ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la


autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y
documentación clínica, establece los siguientes principios; su artículo 2, "la dignidad de
la persona humana, el respeto a la autonomía de su voluntad y a su intimidad
orientarán toda la actividad encaminada a obtener, utilizar, archivar, custodiar y
transmitir la información y documentación clínica"; su artículo 7, "toda persona tiene
derecho a que se respete el carácter confidencial de los datos referentes a su salud, y a
que nadie pueda acceder a ellos sin previa autorización amparada por la ley"; y su
artículo 16, "el acceso a la historia clínica con fines judiciales, epidemiológicos, de
salud pública, de investigación o de docencia, se rige por lo dispuesto en la Ley
Orgánica 15/1999, de Protección de Datos de carácter personal, y en la Ley 14/1986,
de 25 de abril, General de Sanidad, y demás normas de aplicación en cada caso". 

En conclusión, la Ley considera, como no podría ser de otra forma, que la docencia y la
investigación constituyen dos actividades necesarias para el desarrollo de las
actuaciones sanitarias que se atribuyen al Sistema de Salud, pero garantizando, en
todo caso, el derecho del enfermo a su intimidad personal y familiar. La LOPD,
consciente de la importancia de estas actividades, cuando indica en su artículo 4 que
"los datos de carácter personal objeto de tratamiento no podrán usarse para
finalidades incompatibles con aquéllas para las que los datos hubieran sido recogidos"
las excepciona y dota de legitimidad, indicando que "no se considerará incompatible el
tratamiento posterior de éstos (datos) con fines históricos o científicos". 

CONSENTIMIENTO DEL AFECTADO 

En el caso que nos ocupa, cualquier actividad de investigación o docencia desarrollada


con los datos de un paciente obtenidos en la actividad asistencial debe tenerse en
cuenta que estamos utilizando datos obtenidos del paciente para una finalidad muy
concreta, su atención sanitaria y en unas determinadas condiciones, a un uso
completamente diferente como es el de investigación o docencia, del cual no se ha
informado expresamente al ciudadano y para el que no hemos recabado, en el normal
de los supuestos, su consentimiento, y que aunque la normativa considere como
actividad no incompatible, debe ajustarse al principio de consentimiento previo que
establece la LOPD. 

En el supuesto de disociación, la Ley establece el criterio de que la persona que


pretenda acceder a los datos con fines científicos, no tenga acceso en ningún caso a
aquellos datos que identifican al titular de los mismos, tarea que debe haberse
realizado con carácter previo al acceso de los datos, de tal manera que la forma de
almacenamiento de la documentación clínica distinga entre los datos identificativos y
los clínico-asistenciales que figurarán en ficheros anónimos y que sólo el personal
encargado de gestionar los archivos pueda relacionar cuando sea necesario. Cuando
los datos que se utilicen respondan a estas características y sea imposible saber a
quién corresponden los datos que se tratan, el tratamiento queda excluido del ámbito
de aplicación de la normativa en materia de Protección de Datos (LOPD). 

Cuando el tratamiento de los datos requiera conocer a quién corresponden, utilizando


para ello los datos identificativos, será necesario el consentimiento inequívoco para
tratar los datos del paciente con fines de investigación o docencia, circunstancia que se
producirá cuando se cumpla la obligación de información previa que contempla la
LOPD. Con carácter previo a la recogida de la información se debe informar al
ciudadano de quién es el responsable de los datos que se están recabando y cuál es la
finalidad a la que se van a destinar. Sólo cuando se cumpla este principio de
información estaremos legitimados para poder realizar el tratamiento de los datos.

También debe tenerse en cuenta que al tratarse de datos especialmente protegidos,


tal y como los califica la LOPD, el consentimiento necesario tiene que tener la
característica de ser expreso, no siendo suficiente en ningún caso cualquier tipo de
consentimiento presunto o tácito. Para poder tratar datos referentes a la salud de las
personas para fines distintos a los propiamente asistenciales, requeriremos una
manifestación clara e inequívoca de voluntad del paciente que nos autorice a realizar
el tratamiento de datos que pretendemos. 

Dado todo lo anterior, para poder dedicar los datos obtenidos en el proceso asistencial
a una tarea de investigación o docente, será necesario proceder a un procedimiento
previo de disociación de los datos que impida el poder identificar a la persona a la que
corresponden los mismos, u obtener su consentimiento expreso para tal uso, en
cualquier otra condición el tratamiento será ilícito por incumplimiento de los principios
que impone la LOPD. Este procedimiento de disociación, de acuerdo con la regulación
de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, debe ser previo al acceso a los datos por la
persona que va a realizar el trabajo de investigación o docencia, impidiendo que se
acceda a los datos completos en tanto no conste la autorización expresa del afectado. 

7. ANAMNESIS

NOMBRE: CARLOS FABIO GARCIA 


EDAD: 46 AÑOS
SEXO: MASCULINO
PESO: 94 KG
ESTATURA: 169 CM.

 ANTECEDENTES PERSONALES PATOLÓGICOS: En sus exámenes médicos se le


diagnóstico hipertensión arterial sistémica desde hace 5 años, diabetes, no hay
antecedentes de enfermedad pulmonar, No ha habido antecedentes de dolor tipo
anginoso o infarto ni de claudicación.

HÁBITOS Y COSTUMBRES:   Empezó a fumar desde la edad de 18 años, en promedio 4


cigarrillos al día hasta la fecha, consume 1 a 2 cervezas por día desde hace
aproximadamente 20 años, consume 2 a 3 tazas de café por día desde hace 15 años,
Prefiere no consumir excesivamente sal.  No practica ningún deporte, no acostumbra
hacer ejercicios en forma metódica.

8. METODOLOGIA

8.1 Metodología de la Investigación: Este proyecto será desarrollado con la


metodología investigación acción-participación, ya que plantea el diseño de
un programa de ejercicios con un paciente con problemas cardiovasculares
con el cual proyecto concienciar a la población afectada de la importancia
de una actividad física sana para la mejora de la calidad de vida

8.2 Enfoque de la investigación: En este orden de ideas, es claro afirmar que


esta investigación posee un enfoque cualitativo.

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