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Ingredientes :

2 cucharadas (30 ml.) de aceite de oliva virgen extra

200 ml. de leche desnatada

2 cucharaditas (8,4 mg.) de azúcar

2 tazas y 1/3 de harina de repostería (330gr)

1 bolsa (7 gr.) de levadura de repostería en polvo

½ cucharadita (3 gr.) de sal

Preparación:

Mezclar los ingredientes para hacer la masa de la pizza: 2 cucharadas (30 ml.) de aceite de
oliva virgen extra, 200 ml. de leche desnatada, 2 cucharaditas (8,4 mg.) de azúcar, 2- 1/3 de
taza de harina, 1 paquete (7 gr.) de levadura en polvo, y ½ cucharadita (3 gr.) de sal.

Caliente la leche en el microondas a 43º C. Si tienes un termómetro digital a mano puede


serte muy útil. La leche suele tardar unos 45 segundos en tomar la temperatura correcta.
Calienta el horno a 100º C para dar a la masa un lugar caliente para que suba. Una vez que
el horno alcanza los 100º C, apágalo y mantén la puerta cerrada para que se enfríe
lentamente.

Pon los 330 gr. de harina, la levadura, y la sal en un bol con un brazo para amasar y
amásalo a velocidad baja.

Mezcla el aceite de oliva, el azúcar y la leche juntos y viértelos lentamente en la mezcla de


harina mientras el brazo continúa girando a baja velocidad. Entonces incremente la
velocidad a media y deje que el brazo haga su magia.

Después de 5 minutos de mezcla, la superficie de la pasta debe tener textura lisa y tacto
ligeramente pegajoso, pero no adherente. Al agarrar la masa no deberían quedarte trozos en
la mano.

Saque la masa del bol y haz una bola con ella. Trabaja en una superficie lisa con algo de
harina para que la masa no se pegue.

Echar en una cacerola grande una capa muy fina de aceite de oliva. Poner la bola de la
masa dentro de la cacerola y colócar en el horno (apagado) cubriéndola con un paño
húmedo durante 30 minutos. Es importante que la masa no se pegue a las paredes de la
cacerola porque ello frenará la fermentación de la masa. Si hay alguna arruga en la bola de
masa, debemos ponerla boca abajo en la cacerola.

Pica en trozos dos dientes de ajo y pon en un cazo una cucharada (15 ml.) de aceite de oliva
virgen extra. El cazo se calienta a fuego lento hasta que el ajo esté dorado pero no quemado
(unos dos minutos). Entonces añade una lata de 500 gramos de tomate natural triturado.
Cocina a fuego medio hasta que espese ligeramente – unos 20 minutos.

Coge dos moldes para pasteles redondos y vierte 3 cucharadas (45 ml.) de aceite de oliva
virgen extra en cada uno de ellos. Parece mucho aceite, pero la pizza no sabe a aceite
cuando está hecha. Esto le da una textura crujiente a la masa.

Después saca la masa del horno, divídela por la mitad y haz dos bolas. Aplasta cada bola en
un molde redondo (22 cm. de diámetro).Estira la masa usando los nudillos hasta que se
amolde a la forma deseada. Recubre el molde con un envoltorio de plástico y mantenlo en
un lugar caliente (como por ejemplo el horno que se está enfriando) durante 20 minutos
para que crezca.

Ralla algo de mozzarella mientras sube la masa. El pepperoni es muy grasiento y esta grasa
se hace líquida y fluye cuando lo calentamos. Así que, vamos a quitar la grasa antes de que
sea horneada, porque si no la parte superior de tu pizza será una piscina gigante de aceite
anaranjado. Extiende las rodajas del pepperoni en un plato cubierto con papel de cocina y
recubre el pepperoni con otro papel de cocina. Caliéntalo en el microondas 30 segundos.
También se puede hacer en una sartén, pero puede llevarnos varios minutos. Corta
pimientos verdes en lonchas finas para agregar como segundo ingrediente a la pizza.

Una vez que la masa haya crecido un poco y esté totalmente hecha al molde, es momento
de “decorar” las pizzas. Aumenta la temperatura del horno a 204 º C y “decora” las pizzas
mientras se precalienta el horno.

Mucha salsa de tomate hace que la pizza se empape y que los “toppings” se deslicen
cuando te la comes. Así que, usa una cantidad moderada de salsa – lo justo para cubrirla.
Esto significa que tendrás un montón de salsa sobrante. Aplica la salsa en círculo
extendiéndola desde el centro hacia los bordes, dejando alrededor de 1 cm. sin cubrir
alrededor de la circunferencia.

A continuación, “decora” la pizza con una taza de queso mozzarella rayado (una mezca de
mozzarella y cheddar también queda bien) añadiéndole los “toppings” de mi elección
(pepperoni y pimientos). Si utilizas toppings que están muy grasientos (como el
embutido/salchica italianos) o acuosos (como los champiñones), es necesario cocinarlos
primero para extraerles todo el aceite o el agua para que el líquido no empape en la pizza.
Todos los toppings crudos que consumimos normalmente pueden ser cocinados primero.

Cocine las pizzas en el horno a 205 º C en una rejilla colocada en el centro durante 20
minutos y sáquelas cuando el queso está totalmente derretido y comienzan a dorarse los
bordes.

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