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Poder Judicial de la Nación

C.N°° 45.241 “Vásquez Cucho, Felicidad


s/ excarcelación”
Juzgado n°° 11 – Secretaría n°° 21

Reg. n°° 17

/////////////nos Aires, 14 de enero de 2011.


Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este
Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Dr. Juan Carlos
Rivero, contra el auto a través del cual el juez de grado denegó la solicitud de
USO OFICIAL

excarcelación de Felicidad Vásquez Cucho.


En primer lugar, cabe tener en cuenta que la encausada se
encuentra procesada en orden al delito de trata de menores de 18 años de edad,
con el agravante de ser ella la tutora.
II. Ahora bien, en materia de libertades hemos señalado que
cuando la Constitución Nacional consagra categóricamente el derecho a la
libertad física y ambulatoria e impone el deber de considerar y tratar a todo
individuo como inocente hasta que en un juicio respetuoso del debido proceso se
demuestre lo contrario mediante una sentencia firme, obliga al juez a descartar
toda restricción de la libertad del imputado durante el proceso que no contemple
como fundamento la existencia de peligro concreto de fuga o entorpecimiento de
las investigaciones (ver en extenso los fundamentos vertidos en la causa n°
37.964 “Renduelles, Fabiana A. s/excarcelación”, rta. el 08/07/05, reg. 703 y sus
citas, y causa n° 39.921 “Neiman” del 10/04/07, reg. n° 264; entre otras).
Es por estos motivos que las prescripciones legales de los
artículos 316 y 317 del código de rito no pueden representar más que un
parámetro relevante para evaluar la existencia de riesgos procesales. Y no
obstante su configuración, pueden existir circunstancias que permitan descartar
esos riesgos aún frente a una elevada amenaza de pena. Esto es así porque sólo
los elementos de cada caso concreto pueden fundar válidamente –en tanto
permitan presumir razonablemente la existencia de estos riesgos procesales– el
encarcelamiento preventivo de un imputado (ver de esta Sala, causa n° 37.956
“Mendoza”, rta. el 14/07/05, reg. n° 719 y causa n° 41.976 “Soliz”, rta. el
17/07/08, reg. n° 812, entre otras).
En este orden de ideas, cabe tener en consideración la
posición actual fijada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en
el caso “José, Jorge y Dante Peirano Basso (informe n° 35/07 resuelto el 14 de
mayo de 2007), en donde sostuvo que “85. A su vez, el riesgo procesal de fuga o
de frustración de la investigación debe estar fundado en circunstancias
objetivas. La mera alegación sin consideración del caso concreto no satisface
este requisito. Por ello, las legislaciones sólo pueden establecer presunciones
iuris tantum sobre este peligro, basadas en circunstancia de hecho que, de ser
comprobadas en el caso concreto, podrán ser tomadas en consideración por el
juzgador para determinar si se dan en el caso las condiciones de excepción que
permitan fundamentar la prisión preventiva. De lo contrario, perdería sentido el
peligro procesal como fundamento de la prisión preventiva” (en idéntico
sentido, de esta Sala causa n° 42.412 “Escobar Sanabria” del 31/10/08, reg. n°
1298).
Asimismo, la Cámara Nacional de Casación Penal en el
reciente plenario n° 13, Acuerdo n° 1/08, “Díaz Bessone, Ramón Genaro s/
recurso de casación”, del 30 de octubre de 2008, estableció que “no basta en
materia de excarcelación o eximición de prisión para su denegación la
imposibilidad de futura condena de ejecución condicional, o que pudiere
corresponderle al imputado una pena privativa de la libertad superior a ocho años
(arts. 316 y 317 del C.P.P.N.), sino que deben valorarse en forma conjunta con
otros parámetros tales como los establecidos en el artículo 319 del ordenamiento
ritual a los fines de determinar la existencia de riesgo procesal”.
Por estos motivos, la escala penal de los delitos enrostrados a
la imputada no puede erguirse en un obstáculo para la concesión del beneficio
ante otras circunstancias que neutralicen los riesgos procesales, tanto más cuanto
que es sólo una calificación provisoria.
En síntesis, sólo se habilita el encierro preventivo de una
persona cuando se haya descartado la posibilidad de que otros medios menos
lesivos de derechos fundamentales (por ejemplo cauciones reales, restricciones
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menores) también garanticen los fines que se le reconocen a la prisión


preventiva. En caso de que tal posibilidad exista, queda excluida la aplicación
del encierro preventivo dado que –a la luz del carácter excepcional de la
restricción provisional de la libertad– debe aplicarse la medida cautelar que, con
el menor sacrificio, permita alcanzar las metas procesales (de esta Sala, causa n°
39.777 “Silveri” del 12/12/06, reg. n° 1378, entre otras).
A la luz de tales consideraciones, en el caso concreto
consideramos que corresponde revocar el decisorio recurrido y conceder la
excarcelación de Vásquez Cucho. En efecto, conforme el estado actual de la
causa, no se advierten motivos a partir de los cuales su libertad pondrá en peligro
los fines del proceso.
En este sentido, cabe señalar que se encuentra constatado que
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la encausada –de nacionalidad boliviana— vive en el domicilio de su hijo, quien


a su vez se encuentra casado y tiene un hijo menor de edad argentino y que, si
bien en las declaraciones colectadas en el expediente se indicó que la imputada
estaba de visita en el país, ello no puede valorarse como un motivo que permita
sospechar que de recuperar su libertad pueda fugarse.
Asimismo, también es importante remarcar que Vásquez
Cucho aportó su verdadera identidad al momento de ser detenida.
Así las cosas, se presenta como una medida eficaz para
asegurar el cumplimiento por parte de la nombrada de las obligaciones que
eventualmente pudiera imponerle el Tribunal, la fijación de una caución de tipo
real, así como también la imposición de las restricciones del artículo 310 del
Código Procesal Penal de la Nación, sobre todo, aquella relativa a la restricción
de la salida del país.
En consecuencia, y a tales efectos, deberá el a quo, a fin de
no privar de instancia, disponer el monto de la caución real aludida, procurando
que no se torne de imposible cumplimiento conforme sus condiciones personales
y siempre que no medie otro impedimento.
Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
REVOCAR el auto recurrido y CONCEDER la
excarcelación de Felicidad Vásquez Cucho, bajo caución real, cuyo monto
deberá ser fijado por el a quo del modo indicado en los considerandos, y de no
mediar otro impedimento.
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General con carácter
urgente y devuélvase a la anterior instancia, donde deberán efectuarse las
restantes notificaciones a que hubiere lugar.
Sirva lo proveído de muy atenta nota de envío.

Fdo.: Dres. Eduardo Freiler y Jorge Ballestero.


Ante mí: Dr. Sebastián Casanello.

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