Está en la página 1de 3

COMPARACIÓ N CON EL DERECHO ACTUAL

Con respecto a la comparación de este caso con el Derecho actual podemos apreciar
algunas diferencias y semejanzas. Empezaremos comparando la institución Sociedad con el
Código Civil actual. Primero vamos a comparar las obligaciones que tienen los socios con las
que tenían en el Derecho Romano y luego los motivos por los que se extingue la sociedad.

Si nos remitimos al Código Civil el Artículo 1686 establece que “Todo socio debe responder
a la sociedad de los daños y perjuicios que ésta haya sufrido por culpa del mismo y no puede
compensarlos con los beneficios que por su industria le haya proporcionado”. Esto ocurre al
igual que en el Derecho Romano ya que los socios debían responder tanto por dolo como por
culpa. Otro de los artículos al que nos podemos remitir es el Artículo 1687 que establece que
“El riesgo de las cosas ciertas y determinadas, no fungibles, que se aportan a la sociedad para
que sólo sean comunes su uso y sus frutos, es del socio propietario. Si las cosas aportadas son
fungibles, o no pueden guardarse sin que se deterioren, o si se aportaron para ser vendidas, el
riesgo es de la sociedad. También lo será, a falta de pacto especial, el de las cosas aportadas
con estimación hecha en el inventario, y en este caso la reclamación se limitará al precio en
que fueron tasadas “. Aquí se produce una diferencia ya que en el Derecho Romano son los
socios los que asumen el riesgo sin excepciones. Con respecto a los motivos de extinción de la
sociedad se establece en el artículo 1700 que la sociedad se extingue:

1. Cuando expira el término por que fue constituida.

2. Cuando se pierde la cosa, o se termina el negocio que le sirve de objeto.


3. Por muerte, insolvencia, incapacitación o declaración de prodigalidad de cualquiera de
los socios, y en el caso previsto en el artículo 1.6991.
4. Por la voluntad de cualquiera de los socios, con sujeción a lo dispuesto en los
artículos 1.7052 y 1.7073.

Se exceptúan de lo dispuesto en los números 3 y 4 de este artículo las sociedades a que se


refiere el artículo 1.6704, en los casos en que deban subsistir con arreglo al Código de
Comercio.

En el Derecho Romano las causas de extinción de la sociedad son distintas éstas son: 1.Por
voluntad de los socios; 2.Por muerte de uno de los socios; 3.Ejecucion sobre los bienes;
4.perecimiento del patrimonio social; 5. Cumplimiento del término; 6.consecucion del fin;
7.ilicitud del fin social.

Otra de las instituciones que podemos apreciar en este caso es el comodato. El artículo 1744
del Código Civil establece que “Si el comodatario destina la cosa a un uso distinto de aquel
para que se prestó, o la conserva en su poder por más tiempo del convenido, será responsable
de su pérdida, aunque ésta sobrevenga por caso fortuito”. Esto ocurre al igual que en el
Derecho Romano que asume el periculum el comodatario. Otro de los artículos del Código Civil
que hace referencia al comodato es el artículo 1741 que establece que “El comodante
conserva la propiedad de la cosa prestada. El comodatario adquiere el uso de ella, pero no los
frutos; si interviene algún emolumento que haya de pagar el que adquiere el uso, la
convención deja de ser comodato. Esto ocurre igual que en el Derecho Romano ya que si se
pagaba una renta se convertía en arrendamiento.

Otra de las instituciones que aparece en este caso es el préstamo. El artículo 1755 del actual
Código civil establece que “No se deberán intereses sino cuando expresamente se hubiesen
pactado”. En el Derecho Romano se pactaban siempre intereses cuando se realizaba un
préstamo.

Otra de las instituciones que se aprecia en este caso es el hurto. Para comparar esta institución
debemos remitirnos al Código Penal, el artículo 234 establece que lo siguiente: “El que, con

1
“Los acreedores de la sociedad son preferentes a los acreedores de cada socio sobre los bienes
sociales. Sin perjuicio de este derecho, los acreedores particulares de cada socio pueden pedir el
embargo y remate de la parte de éste en el fondo social”.

2
“La disolución de la sociedad por la voluntad o renuncia de uno de los socios únicamente tiene lugar
cuando no se ha señalado término para su duración, o no resulta éste de la naturaleza del negocio. Para
que la renuncia surta efecto, debe ser hecha de buena fe en tiempo oportuno; además debe ponerse en
conocimiento de los otros socios”.

3
“No puede un socio reclamar la disolución de la sociedad que, ya sea por disposición del contrato, ya
por la naturaleza del negocio, ha sido constituida por tiempo determinado, a no intervenir justo motivo,
como el de faltar uno de los compañeros a sus obligaciones, el de inhabilitarse para los negocios
sociales, u otro semejante, a juicio de los Tribunales”.

4
Las sociedades civiles, por el objeto a que se consagren, pueden revestir todas las formas reconocidas
por el Código de Comercio. En tal caso, les serán aplicables sus disposiciones en cuanto no se opongan a
las del presente Código.
ánimo de lucro, tomare las cosas muebles ajenas sin la voluntad de su dueño será castigado,
como reo de hurto, con la pena de prisión de seis a dieciocho meses si la cuantía de lo
sustraído excede de 400 euros.

Con la misma pena se castigará al que en el plazo de un año realice tres veces la acción
descrita en el apartado 1 del artículo 6235 de este Código, siempre que el montante acumulado
de las infracciones sea superior al mínimo de la referida figura del delito. En el Derecho
Romano se consideraba hurto a un acto ilícito que causaba daño en cosa ajena.

5
Los que cometan hurto, si el valor de lo hurtado no excediera de 400 euros. En los casos de
perpetración reiterada de esta falta, se impondrá en todo caso la pena de localización permanente. En
este último supuesto, el Juez podrá disponer en sentencia que la localización permanente se cumpla en
sábados, domingos y días festivos en el centro penitenciario más próximo al domicilio del penado, de
acuerdo con lo dispuesto en el párrafo segundo del artículo 37.1.

También podría gustarte