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¿MÁS ALLÁ DEL ALCANCE TERAPÉUTICO?

Una introducción a la Pre-Terapia.

Lisbeth Sommerbeck.

Centro Psiquiátrico de Bornholm, Dinamarca.

“Beyond Psychotherapeutic Reach? An introduction to Pre-Therapy”. Este artículo apareció


primero en el Journal de la Asociación Psicológica Danesa bajo el título “Udenfor Terapeutisk
Rækkevidde? Introduktion til Præ-Terapi,. Psykolog Nyt, 60(8), 12-20, (2006). El texto fue
traducido al inglés y ligeramente revisado por la autora para el sitio web de la WAPCEP1.

Traducción: Luis Robles Campos (*)

La mayoría de los clientes más perturbados en los patios traseros de los


psiquiátricos tradicionalmente han sido considerados como “más allá del alcance
terapéutico”. Ellos están aparenetemente incapacitados para cooperar en un curso
ordinario de terapia (de cualquier orientación). Las razones para esto son muy a
menudo citadas como insuficiente interés en, o capacidad para: 1) mantener un foco
sustancial, 2) comunicarse comprensiblemente hacia el terapeuta, 3) relacionarse
críticamente hacia ellos mismos y hacia su situación, y 4) recibir retroalimentación
desde el terapeuta. El diagnóstico psiquiátrico de estos clientes puede variar, pero ellos
más a menudo son diagnosticados con alguna forma de psicosis o frecuentemente
esquizofrenia. A veces, sin embargo, ellos sufren de demencia severa o retardo
mental. Independiente del diagnostico, ellos parecen tener una cosa en común: Ellos
son experimentados como estando “fuera de contacto”. Raramente los otros tienen
una idea de qué es lo que pasa dentro de ellos, o la experiencia es que nada ocurre en
absoluto dentro de ellos.

La Pre-Terapia es una manera de estar junto a estos clientes, que está basada
completamente sobre sus propias premisas y no demanda contribución de contacto de
parte de ellos. La Pre-Terapia puede mejorar su capacidad para estar en contacto con
los otros, y, como su nombre lo indica, a veces contribuye a que ellos se vuelvan de
tan buen funcionamiento que ellos pueden participar en, y beneficiarse de, un curso
ordinario de terapia. Esto ha sido demostrado por el psicólogo Americano Garry Prouty
quien desarrolló la Pre-Terapia y escribió su obra principal acerca de eso en 1994
(Theoretical Evolutions in Person-Centered/Experiential Therapy: Applications to
Schizophrenic and Retarded Psychoses2). La Pre-Terapia puede verse como una
extensión de la terapia centrada-en-el-cliente de Carl Rogers (1951).

1
WAPCEPC: World Association for Person Centered & Experiential Psychotherapy & Counseling
(Asociación Mundial para la Psicoterapia Centrada-en-la-persona y Experiencial y la Consejería).
2
Evoluciones Teóricas en la Terapia Centrada-en-la-Persona/Experiencial: Aplicaciones a
esquizofrénicos y psicóticos retardados.
En 1967, Rogers y sus colaboradores publicaron su libro acerca del proyecto de
investigación que ellos habían abordado para clarificar los procesos y los resultados de
la terapia centrada-en-el-cliente con personas diagnosticadas con esquizofrenia
(Rogers et al., 1967). Rogers se había esperanzado en ser capaz de demostrar
resultados positivos, pero los resultados fueron decepcionantes. Un análisis del
proyecto (Sommerbeck, 2002) muestra, sin embargo, que los resultados
decepcionantes eran parcialmente una consecuencia de, la más bien persistente,
resistencia a la psicoterapia de los sujetos de la investigación, y parcialmente una
consecuencia de los terapeutas del proyecto, que resultaron decepcionados en sus
expectativas de ser capaces de relacionarse con esas personas a través de la
comprensión empática.

La comunicación de comprensión empática del terapeuta del marco de


referencia interna del cliente es comúnmente considerado como un factor terapéutico
significativo en la terapia centrada-en-el-cliente (y en otras orientaciones también, de
acuerdo a la investigación dentro de la importancia de los llamados factores “no
específicos” en psicoterapia, dentro de los cuales la empatía figura como una
contribución significativa y bien documentada del terapeuta (Vea por ejemplo Norcross
(2002)). Sin embargo, una pre-condición para la comprensión empática es, que los
clientes tengan un interés en comunicar al terapeuta acerca de si mismos y de su
mundo mientras es experimentado. Garry Prouty llama a estos clientes expresivos en
oposición a los pre-expresivos (Sanders, 2007, p. 25-26). Esto, sin embargo, no
parece ser el caso con los pacientes más perturbados, por ejemplo, los clientes pre-
expresivos. En contraste con los clientes expresivos, los pre-expresivos no parecen
incluir a los otros en sus experiencias, al mismo nivel que los primeros, en el sentido
que ellos no empatizan con, ni se adaptan a la necesidad de información relevante de
los otros, al expresarse de maneras que incrementarían la probabilidad de que los
otros los entiendan. Ellos no adaptan sus expresiones para un receptor, probablemente
porque ellos no están interesados en ser entendidos, dan por sentado el entendimiento
de los otros no importa como se expresen a si mismos, o son, por varias razones
incapaces de hacerse entender. John Shlien (1961, p.296) escribió: “La mente emerge
a través de un proceso de comunicación- Esto involucra la interacción social sobre la
base de lo que Mead llama “símbolos significantes” (usualmente palabras). Un símbolo
significante es aquel que es reflexivo, por ejemplo, cuando es usado presupone a otra
persona, anticipa su respuesta, involucra por parte del usuario un sentido sobre cómo
se sentirá el otro… Reconocer al otro es esencial para la existencia de la mente, desde
el principio hasta el final”. Es precisamente un no-reconocimiento central del otro (el
terapeuta incluido) el que parece ser la característica de la experiencia de estar “fuera
de contacto” con los clientes psicóticos. Uno tiene la impresión que estos clientes no
quieren, al mismo grado que otros, ser entendidos por los demás o que no son capaces
de hacerse entendibles para los otros. Por lo tanto, los terapeutas están perdiendo un
sentido de “mutualidad empática” en su contacto con estos clientes.

La Pre-Terapia se acomoda a los clientes pre-expresivos (y a sus terapeutas) al


no requerir la comprensión empática del terapeuta acerca del cliente. El terapeuta no
tiene la expectativa de ser capaz de “entrar bajo la piel”, o de formular ideas sobre lo
que pasa dentro de ellos, porque los clientes pre-expresivos no se comunican en
formas que den una piedra de base para esta clase de empatía. En lugar de la
comprensión empática explícita en la forma de reflejos empáticos que es característica
de la terapia centrada-en-el-cliente, la pre-terapia ofrece los llamados “reflejos de
contacto”. Los reflejos de contacto son reflejos totalmente literales de la conducta
verbal y no verbal del cliente y de la realidad concreta alrededor del cliente y del
terapeuta en cualquier momento dado. De acuerdo a Garry Prouty ellos facilitan el
desarrollo de la capacidad del cliente para el contacto, donde Prouty cuenta tres tipos
de “funciones del contacto”: Contacto con uno mismo y con las propias emociones
(llamado “contacto afectivo”); contacto con la realidad no-social (llamado “contacto
con la realidad”); y contacto con los otros (llamado “contacto comunicativo”) (Prouty,
1994, pp.40-42).

Prouty menciona cinco diferentes reflejos de contacto: (Prouty, 1994, pp.38-


40).

1. Reflejos Situacionales (RS).

El terapeuta refleja algún aspecto del alrededor inmediato del cliente y del
terapeuta, principalmente aquellos aspectos de los cuales el cliente puede estar
consciente y/o atento, aquí y ahora: “El sol está brillando”, “Alguien está hablando
ahora”, “Tu chaqueta es verde”, “Está muy quieto”, “El pájaro hace un montón de
ruido”, etc.

Los reflejos situacionales facilitan el contacto con la realidad.

2. Reflejos Corporales (RC).

El terapeuta refleja la postura corporal o los movimientos del cliente, ya sea por
imitación corporal, por reflejo verbal, o ambas: “Te ves muy tieso”, “Tu cabeza está en
tus manos”, “Tu te levantas, yo me levanto”. El terapeuta sacude su cabeza y dice:
“Tu sacudes tu cabeza”. El terapeuta sube y baja el piso junto al cliente y dice:
“Subimos y bajamos el piso”.

Los reflejos corporales facilitan una imagen corporal más realista.

3. Reflejos Faciales (RF).

El terapeuta refleja lo que ve en la cara del cliente, o los sentimientos que


piensa que ve expresados en la mímica del cliente: “Hay lágrimas en tus ojos”, “Se
hacen arrugas en tu frente”, “Luces aburrido”, “Luces afligido”.
Los reflejos de sentimientos desde las expresiones faciales del cliente marcan
una transición a los reflejos empáticos del marco de referencia interna del cliente que
es característico de la terapia centrada-en-el-cliente ordinaria.

A menudo, un reflejo facial estimula cambio en los sentimientos del cliente y


por lo tanto, también, en su expresión facial. Es importante entonces, reflejar también
esta nueva expresión facial. Si, por ejemplo, el terapeuta ha dicho: “Pareces enojado”,
y luego la expresión facial del cliente cambia a una de ansiedad, el terapeuta sigue
con: “Luces ansioso”.

Los reflejos faciales facilitan el contacto afectivo.

4. Reflejos Palabra-Por-Palabra (RPP).

El terapeuta refleja, palabra por palabra, lo que el cliente ha dicho. Con clientes
cuyo lenguaje parece absolutamente desencajado, como “ensalada de palabras”, y que
quizás contiene palabras que el terapeuta no entiende (los llamados neologismos, el
terapeuta refleja las palabras, sentencias y fragmentos de las sentencias que él o ella
entiende, o las palabras, sentencias y fragmentos de las sentencias que parecen más
importantes para el cliente:

C: Es todo, la cosa sexual está ahí, común y general.


T: La cosa sexual está ahí, común y general.
C: Ellos me sacaron; ellos me lo dieron para mejorarme de eso.
T: Ellos te lo dieron para mejorarte de eso.

Los reflejos palabra-por-palabra facilitan el contacto comunicativo.

5. Reflejos Reiterativos (RR).

El terapeuta repite un reflejo que ha sido aparentemente exitoso en facilitar


mejoras del contacto. El extracto de arriba continúa como sigue:

C: Para prepararme.
T: Para prepararte (RPP).
(Pausa)
C: Tu dijiste: “Ellos me lo dieron para mejorarme de eso”
T: Ellos me prepararon con la medicina, que era para eso.
(Más tarde en la sesión, C dice con indignación de su convicción que su psiquiatra
quería una relación sexual con ella y la preparó para eso con la medicación).

Espero que los ejemplos dados arriba den una impresión de la extraordinaria
concreción de los reflejos de contacto. Los terapeutas que trabajan con clientes cuyas
funciones de contacto están firmemente establecidas a menudo no están concientes de
los altos niveles de abstracción de sus respuestas empáticas explícitas (Reflejos
empáticos), porque el cliente se está expresando en el mismo alto nivel de
abstracción. Sin embargo, ese no es el caso con muchos pacientes psicóticos y
autísticos. Su nivel de experiencia y expresión es típicamente muy concreto y el
terapeuta debe responder en el mismo nivel si allí ha de haber cualquier posibilidad de
entrar en contacto con el cliente. Muchos intentos de contactar a esto clientes están
dirigidos por sobre sus posibilidades y, por lo tanto, no son exitosos. Acostumbrarse a
trabajar a este nivel muy concreto no es fácil y toma tiempo. Por un período de inicio
muy extenso, cuando yo empecé a aplicar pre-terapia, yo me sentía casi
condescendiente con los clientes, o haciendo un remedo de ellos, porque mis reflejos
eran tan totalmente literales. Me ayude a mi misma a superar este sentimiento
pensando en la relación que uno tiene con un infante. Crecen espontáneamente y
amorosamente reflejar a los bebes y a los niños pequeños literalmente. Ellos dicen:
“Oye, no estás yendo muy rápido”, o “Oh, que gran sorpresa”, o “Lo estás pintando
todo de rojo”, etc., y ellos buscan, amorosamente, al “próximo movimiento” del
infante. Mientras el tiempo pasa, y mientras he experimentado los efectos positivos de
mis reflejos de contacto en establecer contacto con mi cliente, he llegado a
experimentar la concreción de estos reflejos como una expresión gentil de mi deseo de
entrar en contacto con el cliente. Ellos expresan mi aceptación del cliente, y mi deseo
de avanzar siguiendo al cliente. Para mí, un aspecto muy importante de los reflejos de
contacto es que ellos me han permitido estar con los clientes que están muy asustados
y temerosos del contacto, de una manera no impositiva, no intrusiva, y no
demandante. Los reflejos de contacto me ayudan a encontrarme con estos clientes en
el lugar donde están, de una manera que, para mí, se siente de manera real como
incondicionalmente aceptante y centrada-en-el-cliente.

La similitud experimentada entre la concreción de los reflejos de contacto y los


reflejos de crecimiento de los niños pequeños es difícilmente coincidencia. Hans Peters
(2005) ha escrito acerca de la cercana conexión entre el énfasis que Garry Prouty le da
a la importancia de los reflejos de contacto para el desarrollo de las personas con
serios disturbios del contacto, por una parte, y el énfasis que Daniel Stern le da a la
importancia de la sintonización imitativa de los padres hacia sus niños pequeños para
el positivo desarrollo de ellos, por otra. Se podría decir que los reflejos de contacto
tienen el objetivo de representar la sintonización óptima del terapeuta a los clientes
pre-expresivos.

En general, el desarrollo psicoanalítico moderno de la teoría del apego y las


teorías acerca de la mentalización (ver por ejemplo Allen y cols., 2008), así como la
investigación documentada de la existencia de las “neuronas espejo” (Rizolatti &
Craighero, 2004), le parecen a esta autora que soportan la teoría de Garry Prouty (y la
de Rogers también).

Es notable que la pre-terapia pueda ser aplicada con todas las personas “fuera
de contacto”, no sólo con los pacientes psicóticamente retraídos. Se han hecho
experiencias con personas que no sólo están psicóticamente retraídas, sino que
intelectualmente retardadas (Prouty, 1994); con personas que están retraídas a causa
de la depresión en combinación con el retraso mental (Prouty & Cronwall, 1990); con
los niños de la calle en Brasil (Morato, 1991); y con personas en avanzados estados de
demencia, por ejemplo, aquellas que sufren la enfermedad de Altzheimer (van Werde
& Morton, 1999).

Con respecto a las personas que sufren demencia, el objetivo de los reflejos de
contacto no es, por supuesto, la restauración de sus funciones de contacto a sus
niveles previos, sino que la facilitación de sus funciones de contacto del momento al
mayor nivel posible.

Finalmente, estos años se verá investigación sobre la aplicabilidad de la pre-


terapia con niños autistas (Carrick & MacKenzie, en prensa). La pre-terapia ofrece no
sólo a los terapeutas centrados-en-el-cliente, sino que a los terapeutas de todas las
orientaciones, así como también a otros profesionales involucrados en la “psiquiatría
pesada” y contextos similares, una camino hacia una interacción más satisfactoria con
aquellos que comúnmente son considerados de más difícil involucramiento. Pienso que
es único en la Pre-Terapia que los profesionales, que están entrenados en ella, no se
preguntan, como normalmente es el caso: ¿Está este paciente demasiado perturbado
para beneficiarse de la aproximación? Por el contrario, ellos se preguntan: ¿Está este
paciente muy poco perturbado para beneficiarse de la aproximación? Con la teoría de
Garry Prouty, por primera vez, parece existir una descripción sistemática de una
manera de contactarse de la cual pueden beneficiarse los pacientes más perturbados y
sus cuidadores. Marlis Portner (2000), en particular, ha descrito cómo los reflejos de
contacto de la pre-terapia, y la actitud centrada-en-la-persona que la subyace, puede
ser usada por todo tipo de cuidadores en todos los tipos de contextos que intenten
cuidar y dar ayuda a las personas con contacto demasiado perturbado.

Por lo tanto, la pre-terapia puede ser usada como un elemento en la interacción


diaria con estas personas, y puede ser usada como una forma bien delineada de
psicoterapia. Es necesario hablar de trabajo de contacto pre-terapéutico y psicoterapia
pre-terapéutica para diferenciar entre estas dos maneras de usar pre-terapia.

Cuando la pre-terapia es usada como una forma psicoterapéutica de


tratamiento, el terapeuta puede esperar que no haya ninguna cooperación de parte del
cliente, normalmente, por un gran largo periodo de tiempo. Esto quiere decir que no se
pueden realizar acuerdos con el cliente. En lugar de eso, el terapeuta realiza
“acuerdos” consigo mismo acerca de contactar al cliente cuando y donde se suponga
que el cliente esté más receptivo. Típicamente, esto significa ir a ver al cliente en su
cuarto en una institución casi al anochecer, ya que estos clientes a menudo cambian la
noche por el día. También demanda una disposición del terapeuta a encontrarse con
que a veces el cliente está ausente. La paciencia y el trabajo con una perspectiva de
largo tiempo, normalmente extendida a años más que a meses, es un deber (Poli,
2005). La perspectiva del tiempo, sin embargo, también depende de la calidad del
contacto que es ofrecida al cliente desde los cuidadores y otras personas. Dion van
Werde (2005) ha descrito el trabajo en un asilo para personas psicóticas donde la pre-
terapia no es sólo aplicada como psicoterapia en sesiones de tiempo limitado, sino que
como la base para el trabajo terapéutico diario del asilo.

Dion van Werde (ibid.) también ha usado el término “contacto en la zona gris”
para describir el contacto con los clientes psicóticos que tienen un poco mejor de
contacto quienes frecuentemente van y vuelven de estar auto-expresivos con una
narrativa comprensible a estar pre-expresivos sin capacidad/interés en hacerse a sí
mismos comprensibles. Es característico de la psicoterapia con “los clientes en la zona
gris” que los terapeutas siguen el nivel temporal de contacto del cliente cambiando
entre los reflejos de contacto de la pre-terapia y los reflejos empáticos de la terapia
centrada-en-el-cliente, dependiendo del sentido del terapeuta de lo que está
ocurriendo bajo la piel del cliente. Con estos clientes los terapeutas a menudo
experimentan los efectos beneficios de los reflejos de contacto dentro de una sesión
particular. Esto no quiere decir, sin embargo, que el cliente se estabiliza sobre un
mejor nivel de contacto. En la próxima sesión, el terapeuta encontrará al cliente tan
pre-expresivo y fuera de contacto como éste estaba al principio de la sesión previa. El
cliente logrará sólo lentamente un contacto con la realidad, un contacto comunicativo y
un contacto afectivo más estable.

Ejemplos de diálogo.

En los siguientes tres ejemplos, los reflejos situacionales son señalados con RS,
los reflejos corporales con RC, los reflejos palabra-por-palabra con RPP, los reflejos
faciales con RF, los reflejos reiterativos con RR, y los reflejos empáticos con RE. Los
ejemplos ilustran los varios usos de la pre-terapia. El primer ejemplo es psicoterapia
con un cliente pre-expresivo, el segundo ejemplo es psicoterapia con un cliente en la
“zona gris”, y el tercer ejemplo es trabajo de contacto con un cliente que sufre de la
enfermedad de Alzheimer.

Diálogo con un cliente pre-expresivo3.

“Michael”, un hombre de sesenta años divorciado y recientemente casado, fue


derivado como paciente ambulatorio. Su diagnóstico original era neurosis fóbica, sin
embargo, el psiquiatra que había derivado describió al cliente como experimentando
un episodio depresivo agudo y estaba preocupado acerca de una posible
hospitalización por una psicosis esquizofrénica en desarrollo. El cliente no estaba
recibiendo medicación. Los síntomas presentes eran imágenes muy intensas y vívidas
que el cliente periódicamente experimentaba como real. Los problemas físicos
correspondientes eran sudor, presión sanguínea incrementada, temblores, y otras
manifestaciones físicas de la ansiedad. Estos síntomas ocurrieron después que el
cliente se casó con su señora “conviviente” de muchos años. El cliente reportó que no
tuvo esos síntomas durante los 30 años previos de matrimonio o durante otras
relaciones íntimas.

3
Este ejemplo es de Prouty, G., van Werde, D., & Portner, M. (2002). Pre.Therapy:
Reaching contact-impaired clients, p.44-46. Ross-on-Wye, PCCS Books.
Michael experimentaba imágenes de ser ahogado, y personas sin rostros siendo
heridas. Él reportaba sentimientos de estar en una situación peligrosa que él no podría
explicar.

C: Es como si me estuviera ahogando.


T: Te estás ahogando (RPP).
C: Sí.
T: Es como si te estuvieras ahogando (RR).
C: No puedes darte cuenta…donde estoy.
T: ¿Dónde estás? Tu cara está distorsionada (RPP; RF).
C: Donde…es horrible.
T: Es horrible, te estás moviendo mucho.
C: Es como si me estuviera ahogando. Sí, soy yo.
T: Eres tu (RPP).
C: Soy yo ahogándome. No es grande, es una bañera o algo así.
T: Eres tu…bañera o algo así (RPP).
C: No puedo respirar (manos a la garganta).
T: Está ahogándote (manos a la garganta).
C: Están por todos lados…los rostros. Están por todos lados.
T: Están por todos lados (RPP).
C: Personas negras.
T: Personas negras (RPP).
C: El frío. Me está atrapando.
T: El frío. Me está atrapando. Están por todos lados (RPP, RR).
C: Soy yo en una bañera. Los rostros. Estoy en una bañera.
T: Estás en una bañera. (RPP).
(Larga pausa).
C: Estoy en una bañera. Me estoy ahogando. Los rostros, las personas, ¿Están siendo
heridas?
T: Eres tú en una bañera (RPP).
C: Soy yo… ¿Qué está pasando? Me está atrapando. Me estoy ahogando. Los rostros
son feos.
T: Te das vuelta. Te estás ahogando… Feos (RC, RPP).
C: Me está atrapando.
T: Te está atrapando (RPP).
C: Son aquellos rostros.
T: Son aquellos rostros, feos (RPP).
C: Esos rostros son locos y negros.
T: Esos rostros son locos y negros (RPP).
C: Me estoy ahogando (llora). Sólo soy yo.
T: Estás llorando. Te estás ahogando. Sólo soy yo (RF, RPP).
C: Me está asfixiando. Ya no hay agua en la bañera.
T: Te está asfixiando. No hay agua. (RPP).
C: No hay agua… El rostro me está molestando (C. llora aún más. Larga pausa).
T: No hay agua…El rostro te está molestando. Estás llorando (RPP, RF).
C: Es mi ex esposa. Ella me está asfixiando. (Larga pausa). Oh, estoy en el sótano.
T: Estoy en la sótano (RPP).
C: Ayúdame (C. solloza).
T: Es tu ex esposa. Estás en el sótano. (RPP, RR).
C: Sí, está frío y oscuro.
T: Es frío y oscuro.
C: Mi cama está en la esquina. Es pequeña.
T: Mi cama está en la esquina. Es pequeña (RPP).
C: Yo duermo en el sótano. Mi matrimonio me asfixió.
T: Mi matrimonio me asfixió. Te ves afligido, con los ojos grandes (RPP, RF).
C: Sí, me duele. Mi matrimonio me asfixió. Es como si me estuviera ahogando en la
relación.
T: Te está doliendo, el matrimonio era asfixiante. Tu relación era como estarse
ahogando.
C: Todos esos años. Yo estaba sofocado por nuestros votos de matrimonio. No
podíamos divorciarnos porque éramos católicos. Estar casado de nuevo es estar atado
a aquellos horribles recuerdos de nuestro matrimonio y nuestra religión.
T: El matrimonio es horrible debido a los votos (RPP).
C: No puedo estar casado. Tengo miedo de estar sofocado y estar perdido en el mar.
T: No puedo estar casado. Tengo miedo de estar sofocado y estar perdido en el mar
(RPP).
C: Se tornó eterno el obtener una anulación antes. No puedo vivir por siempre de esa
manera de nuevo.
T: Se tornó eterno el obtener una anulación antes. No puedo vivir por siempre de esa
manera de nuevo. Dejaste de llorar (RPP, RF).
C: No sé cómo estar casado ahora. Cuando voy a la cama, recuerdo las noches en el
sótano. Oh Dios, eran horribles.

Más tarde, Michael empezó a lidiar con asuntos con su matrimonio pasado y
actual. Él había ganado insight sobre cómo su matrimonio pasado afectó su
matrimonio actual. Las alucinaciones cesaron.

Diálogo con una cliente en la zona gris4.

En las primeras tres sesiones, Lilian, diagnosticada con esquizofrenia paranoica,


habló bastante libremente de su convicción de que sus nuevos vecinos querían
matarla. Una consecuencia de esta convicción es que ella empezó a vivir en su
departamento como si ella no estuviera ahí, para así no atraer ninguna atención hacia
ella, especialmente de sus vecinos. Ella dejó de salir, dejó de abrir ventanas, de
prender la luz o dar el agua, dejó de usar la radio y la televisión, etc. Finalmente,
reunió todo su coraje y telefoneó a la policía a quienes les contó con una voz
susurrante su predicamento. El policía se ofreció a ir y llevarla a un hospital. Ella
aceptó esta oferta con alivio y ella toma parte en diversas actividades de su sala con
gran placer. Ella se siente segura y cómoda en el hospital.

4
Este ejemplo es de de Sommerbeck, L. (2003): Client-centered therapy psychiatric
contexts. Ross-on-Wye, PCCS Books.
Sin embargo, en la cuarta sesión la condición de Lilian cambió, toda la energía
parecía haberse agotado en ella, ella se sentó con su cabeza hacia debajo de modo
que la terapeuta no podía ver su rostro, y ella no comenzó a hablar como ella lo hizo,
por iniciativa propia, en las sesiones anteriores. Ella se sentó así por algunos minutos,
y el terapeuta no tenía idea que estaba pasando en ella.

T: Estamos sentado en silencio y tu agachaste tu cabeza (RS, RC).


(L permanece en la misma posición por un momento. Luego ella levanta la cabeza un
poco y lleva sus dos manos a su cabeza, tirando sus cabellos y usándolos como correas
para sacudir su cabeza).
T: (Imitando su gesto): Sacudes tu cabeza con tu pelo (RC).
(L deja que sus manos reposen en su regazo y se vuelve a mirar a la terapeuta con lo
que parece como una expresión de desesperanza en su rostro y sus ojos).
T: Te ves desesperanzada (RF).
L (Mirando debajo de nuevo): Sí,…No lo sé.
T: Dijiste: “Sí”, y “No lo sé” (RPP).
L: No sé qué decir, estoy tan cansada.
T: Demasiado cansada incluso para hablar, ¿es así como te sientes? (RE).
L: Sí,… sí.
(Hay una larga pausa, donde T permanece en silencio, y L permanece sin movimiento,
con su cabeza agachada, como al principio de la sesión. Entonces, se escucha el fuerte
canto de un gallo cercano y L levanta su cabeza y mira a través de la ventana)
T: Te levantaste con el sonido del gallo (RC, RS).
L: Se gira hacia la terapeuta y le sonríe.
T (sonriéndole a Lilian): te levantaste con el sonido del gallo y ahora nos sonreímos la
una a la otra, y te ves alegre (RR, RS, RF).
L: Solíamos tener un montón de animales en casa cuando yo era niña, gallos también,
a veces ellos mantenían a todos despiertos (risas).
T (sonriendo): Suena bien y divertido, recordar eso, ¿no? (RE).
L: Sí, (luciendo triste), desearía estar ahí de nuevo.
T: te ves triste cuando hablas de cuánto extrañas en estar en casa como cuando eras
niña (RF, RE).
L: Sí, desearía tener a mi familia, me siento tan sola, y no sé qué hacer, tengo miedo
de volver a casa.
T: “Si tuviera una familia para volver a casa, no me sentiría tan sola y asustada”, ¿es
algo así? (RE).
L: Sí, K (su enferma de contacto) propuso en otro día que tratara de ir a casa, a mi
apartamento con ella, uno de estos días, para ver cómo se siente; yo creo que ellos
quieren que me vaya a casa pronto.
T: Tú piensas que te ven lista como para volver a casa pronto, pero no te sientes bien
para nada. ¿Sientes que ellos te presionan un poco? (RE).
L: Sí, pero pienso que debería intentar ir a casa con K.
T: ¿Piensas que deberías intentarlo? (RE).
L: Sí, realmente no sé qué hacer, cómo me voy a manejar en casa. Ya no estoy tan
asustada de los vecinos, pero quizás podría hacer algo que les moleste, entonces se
quejarán de mí al portero y me echarán del departamento, eso es lo que pienso todo el
tiempo.
T: Eso te preocupa tanto que no quieres hacer cosas en la casa, ¿porque eso podría
enojar de alguna manera a los vecinos? (RE).
L: Quizás. Ellos tienen dos niños así que ellos son cuatro y yo estoy sola, y su
apartamento es del mismo tamaño que el mío…
T: ¿Sientes como si no tuvieras derecho a ocupar ese gran espacio mientras que ellos
tienen tan poco? (RE).
L: Sé que tengo derecho, por supuesto, pero… Pienso que me siento un poco culpable
acerca de eso… pero es eso solamente…Me hace decaer, los pensamientos, me siguen
dando y dando vueltas en mi cabeza (inclina su cabeza y se aleja nuevamente,
mientras dice esto).
T: (aún sintiéndose un poco fuera de contacto con Lilian): Tú dijiste: “Me hace decaer”
y agachaste tu cabeza (RPP, RC).
L (después de una larga pausa, casi inaudible): No creo que pueda ir a casa con K,
¿crees que ella se molestará conmigo?
T: No lo sé, desearía decirte por seguro que ella no se enojará, porque supongo que
realmente te asusta hacerla enojar (RE).
L: sí, ella ha hecho mucho por mi y ella se ofreció para acompañarme a casa, y
después yo ni siquiera puedo pensar en intentarlo.
T: Como si no hubiera nada que desearas más que sentirte capaz de aceptar su oferta
y sentirte ayudada, pero en lugar de eso te sientes presionada con eso, ¿es algo como
eso? (re).
L: Sí, demasiado, y no sé cómo decírselo.
T: Mhm, mhm,… ¿Cómo se lo podré decir? (RE)
L: Mhm (Permanece en silencio por un buen rato, mirando pensativamente).
T: te ves pensativa (RF).
L: quizás si lo posponemos una semana o dos, quizás ahí este bien, con K, después de
todo no he estado en el hospital por largo tiempo, ni cerca del largo tiempo que han
estado muchos otros pacientes.

Desde este punto, el terapeuta se sintió en contacto con L por el resto de la


sesión. En esta sesión y en las siguientes, las cuales siguieron un patrón similar a la de
arriba, L expresó sentimientos mucho más profundos de desvalorización, soledad y
ansiedad acerca de valerse por sí misma. Los problemas con los vecinos eran sólo el
último evento en una larga y difícil lucha para vivir, en la medida de la posible, una
vida más cercana a lo que ella consideraba normal. Se le ofreció la posibilidad de
ingresar un albergue protegido, y después de pensarlo, en algunas sesiones, y con su
enfermera principal, ella decidió aceptar la oferta.

Con esta decisión, ella sintió que ya no necesitaba psicoterapia, y ella terminó
satisfecha de sentirse mucho más esperanzada acerca de su futuro. Las últimas
noticias acerca de ella es que ella prospera bien y es una miembro bastante apreciada
en el albergue protegido.
Diálogo con una cliente que sufre la enfermedad de Altzheimer5.

Este ejemplo es con una señora (C) que previamente funcionaba bastante bien,
y que ahora está sufriendo la enfermedad de Altzheimer. Ella también es pariente de la
terapeuta (L). Por lo tanto, ejemplo ilustra que el trabajo de contacto pre-terapéutico
también puede ser aplicado beneficiosamente por pariente de las personas pre-
expresivas.

C nunca inicia ningún contacto y pasa la mayor parte de tu tiempo o bien en su


habitación, o bien en el living compartido de la casa de enfermería, durmiendo o
mirando fijamente enfrente de ella. Si se le aproximaba con preguntas o comentarios
que demandara conciencia de eventos pasados o de posibilidades futuras o cualquier
cosa más allá de la conciencia concreta del “aquí y el ahora”, ella se volvía
evidentemente incómoda y a veces incluso temerosa.

L encontraba a C en la ventana del jardín, mirando delante de ella como era


usual. L se sienta al lado de ella, se dirige hacia ella y toma su mano. L sabe que a C le
agrada este contacto físico.

L: Estoy sosteniendo tu mano (RS).


C: (Se da vuelta hacía mi y me sonríe).
L: Yo te sostengo la mano y tu me sonríes (RS, RF).
C: (Sonríe incluso más ampliamente).
L: Estamos sentada al lado de la otra y te ves alegre (RS, RF).
C: Sí. ¿Me veo bien? (Diciéndote esto ella miró hacia abajo su vestido y estiró algunas
arrugas en él. Este es un paso mayor porque usualmente ella no muestra ningún
interés en sus ropas o en otros aspectos de su alrededor).
L: Me preguntas: “¿Me veo bien?” Y estiras las arrugas en tu vestido (RPP, RC).
C: Sí, me gusta cuando estoy bien vestida.
L. Sí, te gusta verte bien (L me sonríe, aprieta su mano un poco, y ella se sienta un
rato en silencio).
C: (Mira fuera de la ventana).
L: Estás mirando fuera de la ventana, a los árboles, los arbustos y la pequeña charca.
(RC, RS).
C: Y el pájaro.
L: Estás mirando el pájaro sobre la piedra al lado de la charca (RS, RC).
C: Sí, mirando…se está bañando.
L: Sí.
(L y C mirando el pájaro bañándose por un rato).
C: ¿Dónde estamos?

5
Este ejemplo también es de Sommerbeck, L. (2003): Client-centered therapy in
psychiatric contexts. Ross-on-Wye, PCCS Books.
L le responde mientras silenciosamente disfruta el despliegue de iniciativa e
interés de C. La conversación continúa con un poco más hasta que los ojos de C se
empiezan a cerrar. L permanece en silencio y C se queda dormida.

Referencias.

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(*) Traducción: Luis Robles Campos (Diciembre, 2010).


Psicólogo, Universidad de Tarapacá, Arica – Chile.
Fousing Trainer acreditado, Focusing Institute, New York.
Estudiante de Magíster en Psicología Clínica Adultos,
Universidad de Chile – Santiago de Chile.
luisrobles1977@gmail.com

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