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BEUYS Y EL DIBUJO

“Dibujar es, ante todo, la meditación de una existencia que no


puede serlo sin misterios”

Joseph Beuys.

El parágrafo anterior muestra la posición esencial de Beuys ante el dibujo,


el cual es mas que un mero ejercicio de estilo, un diario de sus hallazgos, el
dibujo para el maestro de Krefeld es una manifestación de su propia
existencia en tanto que su expresión gráfica se torna el termómetro de
complejos estados de relación entre la materia y su utilización con fines
artísticos, tal y como Beuys entendía el arte: es decir como la realización
liberadora de una experiencia humana límite.

Beuys era muy cuidadoso con sus dibujos aun cuando estuvieran realizados
en pequeños papeles irregulares o servilletas, los guardaba en carpetas, a
las cuales accedían sus alumnos y sus escasos; pero fieles coleccionistas.
Sus dibujos eran un medio mixto que podía incluir una grafía compleja en
la cual la escritura y los esquemas se apoyaban mutuamente develando un
sentido, los dibujos podían tener su rúbrica, o la cruz pintada a manera de
firma. También aparece el sello redondo del “Haupstrom” –corriente
principal ¿de qué?- sobre todo a partir de 1967.

El dibujo cumple en Beuys todas sus funciones clásicas, boceto, semillero


de ideas, esquema de trabajo, obra terminada y autónoma y es, para decirlo
en sus propios términos, “El dibujo es la primera forma visible de mis
obras... la primera cosa visible de la forma del pensamiento, el
momento de cambio de los poderes invisibles a la cosa visible... es en
realidad una forma especial del pensamiento llevada a una superficie
plana o redondeada, ya sea un soporte sólido como una pizarra o una
cosa flexible como papel, cuero o pergamino, o cualquier tipo de
superficie... ”(Temkin y Rose, 1993, p 73.

La concepción Beuysiana sobre el dibujo coincide en gran medida con la


tradición renacentista que habla del dibujo como “disegno”, es decir,
escritura mental, el dibujo finalmente como una idea. Al mismo tiempo
tiene gran influencia del arte conceptual tal y como se entendía a partir de
la segunda mitad del siglo xx.

Desde mediados de los años sesenta el dibujo de Beuys se hace más


operacional, convirtiéndose en medio preparatorio de acciones mayores,
diagrama de actos socio-políticos o de performances complejas. A este tipo
de dibujos Beuys les llama: partituras. Funcionan como guías de acciones,
de la misma manera que sus esquemas en pizarras realizados en público en
el curso de sus acciones. Esas muestras Beuys las considera también
dibujos y les llama: “Dibujos auditivos”, ya que eran realizados como
apoyo a una explicación verbal.

Existe otra vertiente del dibujo en Beuys que lo emparenta con el dibujo
científico o de manera mas precisa con el dibujo naturalista. Estos dibujos
de Beuys son representaciones de animales y vegetales realizadas con gran
economía de forma y con un poder descriptivo primordial. Busca encontrar
el alma de cada cosa y de cada ser.

El dibujo a lápiz recorre todo su trabajo, pero también utiliza técnicas


húmedas como la tinta china y la acuarela sobre todo en tonos sepias y
térreos que lo unen a las finalidades chamánicas y sanativas del arte
paleolítico. El simbolismo complejo y la multiplicidad de interpretaciones
de los trabajos gráficos de Beuys son una necesidad del conjunto de su arte.
En los años 40 y 50 su iconografía no esta exenta de motivos religiosos:
cruces, crucificados, san Lázaro, etc. Pero los motivos representados por
Beuys son de un amplio registro figurativo incluyendo desde luego la
representación femenina asociada a los animales icónicos del trabajo
Beuysiano: liebres, ciervos, alces, llenos de referencias a la mitología
germánica y celta así como al totemismo clásico (desarrollar relación entre
totemismo clásico y representación femenina en dibujos de Beuys).
También hallamos representaciones de paisajes y fenómenos naturales:
montañas, terremotos, tormentas, auroras boreales, etc., signo inequívoco
de su preocupación cosmogónica y telúrica. Es interesante ver su
paralelismo con trabajos de Leonardo que surgen de parecidas
preocupaciones e intereses.
Otras vetas de producción gráfica para Beuys son las máquinas y el
universo imaginario, mitológico de Mongolia y Eurasia (ejemplos!).
El trazo de Beuys es enérgico, caligráfico, insinuante más que descriptivo,
libre de academicismo, arcaizante y altamente expresivo.

Los materiales elegidos por el Beuys grafista son sumamente variados:


servilletas, sobres, papel de estraza, hojas de cuaderno cuadriculado, papel
de cartas, periódicos y en general cualquier material susceptible a ser un
soporte. También cuentan los dibujos sobre la arena realizados en 1974 en
la playa de Diani en Kenia, en donde trazó alces, mujeres, esqueletos, soles,
e inscripciones captadas por la cámara de Charles Wilp (quién es?). Lo que
lo emparenta con manifestaciones efímeras occidentales, pero también
orientales y africanas. (Burgi, 1989).(falta desarrollar esta relación, porqué
lo emparenta con esas manifestaciones, ejemplificar con imágenes)

La producción de dibujos de Beuys se halla concentrada en varias


colecciones, siendo uno muy importante el llamado “The Secret Block for a
Secret person in Ireland “. Este libro recoge sus dibujos más importantes
realizados a mediados de los años 40 y en 1974.Fue mantenido en secreto
por Beuys siendo conocido por muy pocos y fue hasta su muerte uno de los
mayores misterios de este gran maestro.

Otro de sus compendios gráficos importantes fue “ The Ulises


Sketchbooks” que comprendía sus trabajos de 1959 a 1961 y que se
constituye por una colección de seis álbumes.
Esta obra junto con el “Secret Block” forma parte de la colección Marx de
Berlín, la cual desde 1987 fue cedida en préstamo indefinido al Wilhem
Lehmbruck Museum en la ciudad de Druisburg.

Basándose en el descubrimiento del Códice Madrid que reúne un


importante número de dibujos de Leonardo, Beuys trabajó en una serie de
106 reproducciones de dibujo. Esta pieza salió a la luz en 1975.
Igualmente en los años 1974 y 1977 presentó la colección de grabados
conocidos como “Trazas I” y “Trazas II”, las cuales constan de 9
litografías a color cada una, que se basan en dibujos a lápiz y realzados
con óleo de años anteriores.

El corpus más importante de dibujos de Beuys lo constituye la colección de


Hans y Franz Joseph Van der Grinten, los cuales son los principales
coleccionistas y divulgadores de la obra de Beuys. Parte de esta colección
ha sido integrada en el Museum Schloss Moyland Cerca de Kleve.

Bibliografía:
CARMEN Bernardez
JOSEPH BEUYS, ARTE HOY
ED, NEREA, 3ª EDICIÓN 2003. MADRID

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