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Guía Práctica para el control de esfínteres en niños con TEA.

publicado a la(s) 22/08/2010 21:30 por Administrador Etepea [ actualizado el


27/08/2010 12:34 ]
Antes que nada hay que tener en claro, que los mismos principios que se aplican para todos los
niños (en lo que se refiere al control de esfínteres), se aplican también en niños con TEA.

La gran diferencia radica en la manera que tienen estos chicos de aprender y de procesar la
información, por lo que seguramente les llevará más tiempo que al resto, pero lo logran.

Puede llevar un año, o incluso más, el que los niños autistas consigan mantenerse secos y dos años o
más el que se limpien por sí mismos. Esto va a depender del nivel de cada niño.

No hay que perder de vista en que ellos tienen dificultades en comprender las normas sociales por lo
que para ellos es exactamente lo mismo hacer en el water como en cualquier parte de la casa o
incluso afuera. Pero no tengo duda que los niños pueden adquirir las habilidades necesarias para ir
al baño de forma independiente.

Por supuesto que este es un camino largo y que se necesita mucha paciencia, pero los resultados son
certeros y muy gratificantes como todo lo que rodea sus aprendizajes.

Antes de comenzar con este desafío es importante tener en claro algunos aspectos:

· No obligarlo: si el niño va rígido o rechaza sentarse en el water, todos los intentos por
convencerlo a sentarse van a ser en vanos. No debe convertirse esto en una batalla ya que se
corre el riesgo de que el niño no quiera sentarse o ni siquiera entrar al baño. Debe ser este
un momento placentero.

· Estar alerta: en general los niños no tienen la capacidad de expresar cuando quieren
ir al baño por lo que es importante estar alerta a los posibles signos que ellos pueden estar
manifestando, como por ejemplo, tocarse mucho los genitales, ponerse más inquietos, como
saltar o aletear, con mayor intensidad que lo habitual, deambular cerca del baño, entre
otros.

También es importante estar alerta a posibles conductas inadecuadas o hasta incluso dañinas
que pueden surgir, como por ejemplo tocarse mucho los genitales, meter la mano en el water,
etc.

· ¿Por donde empezar?: es más fácil comenzar por el control del pis diurno.

Por un lado el niño puede tener supervisión del adulto permanentemente. No siendo así en
la noche, en una primera etapa se recomienda para la noche que se use los pañales que
parecen una bombacha o calzoncillo (pull up).

Por otro lado, el pis es más frecuente que la materia por lo que vamos a tener más
oportunidades de enseñanza en el día, ya que generalmente los niños hacen caca una vez al
día o día por medio. En general una vez que logran controlar el pis diurno, el resto es más
fácil.

· Empezar en casa: es importante comenzar con el control de esfínteres en aquellos


baños que le sean familiares, como en el de su propia casa. En general estos chicos tienen
dificultades en adaptarse a nuevas situaciones y espacios, por lo que no es recomendable
exigirles al principio que hagan por ejemplo en el baño de un shopping.

· Posible descontrol: es probable que una vez que se le saque los pañales el niño
comience a hacer pis de forma más seguida o por el contrario que aguante por períodos muy
prolongados. Por lo que se recomienda, antes de sacar los pañales, establecer más o menos
cada cuanto en niño hace pis normalmente.

· Ante todo comodidad: es importante que el niño se sienta cómodo en el baño, no va


a poder concentrarse si el water le queda grande. Se recomienda usar el adaptador y un
banquito para que pueda apoyar los pies.

· Y la pelela?: teniendo en cuenta que a los niños les cuesta adaptarse a los cambios y
que sus aprendizajes son algo rígidos. Se recomienda comenzar con el control directamente
en el water sin pasar por la pelela (a no ser en casos específicos). Los aprendizajes de estos
chicos deben ser de entrada los correctos porque después es muy difícil hacerlos entender
que también pueden hacer en el water.

Estrategias

1. Una vez que se sacan los pañales hay que llevar al niño al baño seguido ya que la única manera que
tenemos de enseñarle de que el pis va en el water es mostrándoselo por lo que al llevarlo seguido hay
más probabilidad de lograr esto.

El intervalo de tiempo debe ser previamente establecido según la frecuencia con que el niño
hacía pis antes de sacarle el pañal. El mismo se irá ajustando según las necesidades del
niño. Es decir en un principio se lo llevará por ejemplo cada 15 minutos, luego cada 30, y así
se irá aumentando hasta lograr que vaya cada dos o tres horas. La adaptación del horario se
irá ajustando según la evolución del niño.

En esta primer etapa es importante que todos los adultos que están con el niño respeten la frecuencia
previamente establecida con la que se llevará al baño, ya que partiendo de la premisa de que estos
niños aprenden por repetición la única manera de que comprendan de que el pis va en el water es
haciéndolo coincidir varias veces.

2. La rutina es una arma importante a utilizar en este aprendizaje, por ejemplo es conveniente llevar al
niño al baño cada vez que termine de comer o antes de bañarse. Aunque no haga al principio, la
rutina lo va a ayudar a comprender y aceptar esta situación nueva y sumamente exigente para él.

Es muy probable que el niño no haga pis cada vez que lo llevemos, pero no hay que
olvidarse que lo que estamos haciendo es estableciendo una rutina y creando oportunidades
de enseñanza. Se recomienda que se lleve al baño algún libro o un juguete que le guste,
para que el niño permanezca más tiempo sentado y entretenido.

Cabe aclarar que es importante permanecer con el niño en el baño (en esta primer etapa)
para favorecer que esté más tiempo sentado y que no se distraiga. Siempre sin obligarlo.

3. Frente a las señales que el niño pueda estar manifestando (aclarado anteriormente) hay que llevarlo
al baño, hay que ser consecuentes con sus manifestaciones para ayudarlo a comprender la situación.
4. Es bueno incluir claves visuales o auditivas que lo ayuden a comprender y a anticipar. Estas pueden
ser, una canción que se utilice solo para ir al baño, un gesto, una foto o un objeto. Para lograr que el
niño identifique estas claves visuales o auditivas hay que hacerlo cada vez que lo llevemos al baño.
5. El refuerzo es una herramienta clave en este proceso. Es muy importante que al niño le quede claro
que lo que está haciendo es lo que esperamos. Las felicitaciones los mimos y los elogios nunca están
de más cuando el niño logró hacer pis en el water.

No hay que olvidarse de que el refuerzo debe ser inmediato para que el niño comprenda
porque lo están felicitando. Es recomendable que se acompañe de un alimento a bebida
favorita que solo lo reciba en ese caso. De esta manera nos aseguramos que comprenda que
estamos muy contentos con lo que él hizo ya que en algunos casos las felicitaciones y los
mismos no son suficientes para él.

En el caso de que el niño no haga pis en el water o que lo haga en otra parte de la casa, es
importante que no se lo rete, ya que seguramente él no lo hizo apropósito sino que no ha
comprendido aún dónde debe hacerlo.

Se recomienda que en el momento que vemos que el niño está haciendo pis llevarlo al baño,
aunque se le corte para mostrarle donde tiene que hacerlo.

Si no llegamos a llevarlo al baño, se pueden usar algunas estrategias como dejarlo mojado
un ratito para que se sienta incómodo o hacerlo limpiar lo que ensució (sin enojarse) para
que le cueste más trabajo limpiar que ir al baño. No hay que abusar de estas estrategias.

Algunos problemas especiales

Uno de los problemas que se pueden presentar previamente al comenzar con el control de esfínteres
es que el niño presente rechazo o miedo a sentarse en el water. En este caso hay que hacer una
sensibilización previa. Se puede empezar por ejemplo a que se siente con la tapa baja, y leerle un
libro o cantarle una canción, luego con la tapa alta pero con la ropa puesta o que se siente por
ejemplo para esperar a que se llene el agua de la bañera, etc. Se debe buscar situaciones que
impliquen el sentarse en el water sin tener la exigencia de hacer pis, hay que hacerlo de forma
natural sin que el niño se sienta presionado o exigido.

Otro de los problemas que pueden surgir es que el niño no se de cuenta de que necesita ir al baño,
en este caso se sugiere ponerle una alarma cada vez que tiene que ir al baño. En un principio hay
que llevarlo cada vez que suene la alarma, luego cada vez que suene lo acompañamos hasta la
puerta, luego hasta mitad de camino, y así ir sacando la ayuda.

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