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Director EDITORIAL

Lorenzo A. Sojo

Consejo de Redacción
Estimado Lector
Jorge A. Mazzinghi (h)
Alejandro C. Molina Nuevo servicio: Foro de Derecho de Familia
Patricia Silvia Sanchez

Nuestra publicación, pone partir de este mes, a disposición de


Secretaria Académica
sus suscriptores un foro digital dedicado al intercambio de ideas,
Úrsula C. Basset opiniones e inquietudes
Los foros digitales han adquirido una enorme popularidad en
Colaboradores la red de redes y algunos de los más conocidos cuentan con millo-
nes de personas que diariamente cambian entre sí información.
Paola Amestoy
En EDFA nos parecía que los que nos dedicamos al derecho
Cecilia H. Bonaverdi de familia no podíamos dejar de tener un foro específico donde
María Cecilia Burgos Baranda pudiéramos intercambiar pareceres, dudas e ideas.
Carina Inés Comito Como todo foro, su riqueza depende de la cantidad de inter-
Natalia I. Comito cambios y de la seriedad de los mismos, en este aspecto nosotros
Ma. de los Ángeles Ghía Salazar velaremos para que la participación sea genuinay trataremos de
Jorge Nicolás Lafferrière difundir su existencia a fin de que el mismo empiece a adquirir
Clara Minieri interés.
Alejandro Molina (h) Se necesitará tiempo, pero un foro específico de familia puede
Ana María Ortelli ser un gran instrumento para el intercambio de ideas y una útil
Analía G. Pastore ayuda para la profesión.
Dejando lo digital y yendo a este número presentamos 4 notas
Diego Maximiliano Pignataro
de jurisprudencia realizadas por jóvenes y prestigiosos juristas
Verónica Polverini
con reconocidas opiniones en derecho de familia.
María Angélica Sánchez del Río
También en la oportunidad publicamos un reportaje al maes-
Natalia Torres Santomé tro Augusto C. Belluscio donde nos separamos de la labor diaria
Agustín Sojo y nos adentramos en las grandes líneas del pensamiento.
Eduardo Sambrizzi y Alejandro Molina, dos autores que mu-
Diseño y Diagramación cho hacen en derecho de familia, nos prestigian con sendas comu-
nicaciones doctrinarias.
Luciana Plataroti
Por último, debo decir que la gente más joven me ha explicado
que no es necesario guardar la publicación impresa, porque ella está
Contacto siempre disponible en el banco de datos, sin embargo si Vd es como
familia@elderecho.com.ar yo, es decir joven pero no tanto, seguramente preferirá coleccionar el
cuaderno mensual, por ello si le falta algún numero mándenos un
mail que trataremos de conseguírselo
Cordialmente hasta mayo.
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CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA 1


COMUNICACIONES
CONCEPTO, PROCEDENCIA Y DISTINTOS SUPUESTOS DE DERECHO A RECOMPENSA
Eduardo A. Sambrizzi 3
LAS ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL –OSC– Y SU DERECHO A SER PARTE
EN LOS PROCESOS JUDICIALES Y ADMINISTRATIVOS DE PROTECCIÓN DE NIÑOS
Alejandro C. Molina 6

REPORTAJE
SUMARIO

AUGUSTO C. BELLUSCIO 11

JURISPRUDENCIA
FILIACIÓN: PROCEDENCIA DEL DAÑO MORAL POR LA FALTA DE RECONOCIMIENTO
ESPONTÁNEO DEL HIJO FRENTE A LA PASIVIDAD PROCESAL DEL DEMANDADO
María Victoria Famá 13
RESPONSABILIDAD PARENTAL: LA PRIVACIÓN DE LA PATRIA POTESTAD
EN LOS TIEMPOS DE LA RESPONSABILIDAD PARENTAL
Rosalía Muñoz Genestoux 16
SUCESIONES: SEPARACIÓN DE HECHO Y CESE DE LA VOCACIÓN HEREDITARIA
Miguel Gonzales Andía 18
TUTELA CURATELA: los derechos sociales en el ámbito del derecho de familia
Julio A. Martínez Alcorta 21

ACTIVIDADES
24

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CONCEPTO, PROCEDENCIA
Y DISTINTOS SUPUESTOS

COMUNICACIONES
DE DERECHO A RECOMPENSA
Eduardo A. Sambrizzi

1. Concepto de derecho a recompensa con las sumas necesarias para que ninguno de ellos se
perjudique en directo beneficio del otro; por lo cual,
Para proceder, luego de la disolución de la sociedad como se advierte, las recompensas se resuelven en ope-
conyugal, a su liquidación, deben entre otras cuestiones raciones contables, y no en pagos4.
tenerse en cuenta los créditos que los esposos pueden te-
ner contra la sociedad o ésta contra aquéllos, ya sea por 2. A la procedencia de un derecho a recompensa
haber el patrimonio propio de uno o de ambos esposos no obsta que no exista en el Código Civil
disminuido en directo y correlativo beneficio de la so- una norma que lo admita en forma expresa
ciedad conyugal, o por haberse esta última perjudicado
en beneficio del patrimonio de alguno de los cónyuges, En efecto, si bien no existe en el articulado del Códi-
o de ambos, lo que puede haber ocurrido por diversas go una norma que establezca una admisión explícita del
causas, a las que más adelante haremos referencia1. derecho a recompensa, ni tampoco un concepto sobre lo
Cuando los cónyuges o la sociedad conyugal tienen que las mismas son, la procedencia de un derecho a re-
un crédito derivado de cualquiera de las circunstancias compensa puede ser deducida de distintas disposiciones
apuntadas, les corresponde lo que ha sido denominado distribuidas en el articulado del Código Civil, que hacen
“derecho a recompensa”, habiendo la sala B de la Cámara aplicación del principio. Y en particular, del contenido
Nacional de Apelaciones en lo Civil afirmado al respec- del art. 1316 bis, introducido por la ley 17.711, que dispo-
to que las recompensas consisten en “los créditos entre ne que los créditos de los cónyuges contra la sociedad con-
uno de los cónyuges y la sociedad conyugal que sur- yugal al tiempo de la disolución de ésta, se determinarán
gen con motivo de la gestión patrimonial de los bienes ajustándolos equitativamente, teniendo en cuenta la fecha
propios y gananciales durante la vigencia del régimen en que se hizo la inversión y las circunstancias del caso.
matrimonial de comunidad de ganancias y que deben Y si bien dicha norma se refiere únicamente a los
ser determinados luego de operada la disolución para créditos de los cónyuges contra la sociedad conyugal,
establecer exactamente la masa que ha de entrar en la la misma también resulta aplicable a los créditos que
partición”2. Tal como señala Mazzinghi, dicho sistema la sociedad conyugal tenga contra los esposos, porque
resulta un dispositivo “indispensable para mantener la lo impone la ratio legis, sea que los mismos tengan su
integridad patrimonial de los esposos y la equitativa di- fuente en una inversión o en otra causa, como podría
visión de los bienes gananciales”, por lo que resulta in- ser, por ejemplo, por gastos efectuados, o provenientes
discutible la procedencia de su aplicación al régimen de de daños y perjuicios5.
la liquidación de la sociedad conyugal3. En definitiva, y tal como se verá, numerosas decisio-
Con las recompensas se procura, por tanto, reincor- nes de nuestros tribunales han reconocido reclamos que
porar en cada masa de bienes (la de la comunidad y la tienen su base en la teoría de las recompensas, y aunque
de cada uno de los esposos), los valores que por distintos el Código Civil no utiliza dicho término, contiene dis-
motivos han ido desprendiéndose de ellas, de manera de tintas normas que aluden en forma inequívoca al princi-
recomponer la integridad del patrimonio de cada uno pio que las fundamenta, entre las cuales recordamos los
de los cónyuges, evitando que uno de ellos se beneficie arts. 1259, 1260, 1280 y 1316 bis.
a costa del otro. Se trata, durante el procedimiento de
liquidación de la sociedad conyugal, de formar un debe 3. Distintos supuestos de procedencia
y un haber, de manera de proceder –de darse el caso– a del derecho a recompensa
efectuar las compensaciones que pudieran correspon-
Antes de entrar a la enumeración y análisis de los dis-
der, y de restar del valor de los bienes gananciales a favor
tintos supuestos en los que existe un derecho a recom-
de uno o de ambos esposos, o incrementar los mismos,

4
Conf., Guaglianone, Aquiles H., Disolución y liquidación de
1
Véase, al respecto, entre otros, Capparelli, Julio César, El la sociedad conyugal, Buenos Aires, 1965, pág. 250. Véase asimismo al
deber de contribución entre cónyuges, LL del 07-05-09, VI. respecto, entre otros, Belluscio, Augusto C., Manual de derecho de
2
ED, 160-310. Véase, asimismo, CNCiv., sala E, JA, 1985-I-661. familia, 8ª ed., Buenos Aires, 2008, t. 2, pág. 194 y sigs., parág. 410.
3
Mazzinghi, Jorge A., Tratado de derecho de familia, 4ª ed., 5
Conf., Escribano, Carlos, Liquidación de la sociedad conyugal por
Buenos Aires, 2008, t. 2, pág. 468, parág. 448, d). causa de divorcio (procedimiento), Buenos Aires, 1982, pág. 14, nº 20.

CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA 3


pensa, señalaremos que en nuestro derecho existen dos b) Mejoras de bienes propios con dinero
tendencias contrapuestas en cuanto a la extensión de ese ganancial, y de bienes gananciales
derecho, una de las cuales –con la que concordamos– con dinero de carácter propio
consiste en que la teoría de las recompensas debe gene-
COMUNICACIONES
ralizarse para todos los supuestos en los cuales se dan las No obstante lo expresado en el párrafo séptimo del
reglas indicadas al comienzo de esta nota6; mientras que art. 1272 del cód. civil, que considera gananciales las me-
la otra considera que las recompensas sólo se deben en joras que durante el matrimonio, hayan dado más valor
los casos explícitamente previstos por la ley7. a los bienes propios de cada uno de los cónyuges, lo cierto
Seguidamente nos referiremos a distintos supuestos es que, salvo que la mejora pudiera ser separada del bien
–aunque sin pretender agotarlos– en los cuales corres- sin pérdida de su valor, la misma se considera de carác-
ponde la aplicación del derecho en cuestión. ter propio, por aplicación del principio de la accesión
consagrado por el art. 1266 del cód. civil, en virtud del
a) Venta de un bien propio cual la mejora sigue la condición jurídica del bien sobre
sin reinversión del precio el cual ha sido realizada.
Por lo que de haberse producido esa situación, la so-
Cuando durante la vigencia de la sociedad conyugal ciedad conyugal tendrá un derecho a recompensa con-
se hubiera vendido un bien de carácter propio y su pro- tra el esposo titular de ese bien que le pertenece como
ducido no hubiera sido reinvertido en otro bien –que, propio, por el valor de la mejora10. Y aunque normati-
en tal caso y en virtud del principio de la subrogación, vamente no se encuentra enunciada, la situación inversa
también tendría el carácter de propio–, dos corrientes –bienes gananciales mejorados con dinero propio– tam-
se disputan la solución con relación a la existencia o no bién da lugar a un derecho a recompensa, pero en ese
de un derecho a recompensa por parte del esposo que caso, a favor del esposo que utilizó dinero de carácter
era titular de ese bien. Una de ellas exige, para que la propio para mejorar el bien ganancial11.
recompensa proceda, la prueba de que el precio obte-
nido por la venta del bien fue invertido en favor de la c) Redención de servidumbres o de otros
sociedad conyugal8; mientras que la otra, con la que es- derechos reales
tamos de acuerdo, invierte el onus probandi, al admitir
la presunción de que esa inversión existió, lo que en defi- De conformidad a lo establecido por el párrafo octa-
nitiva lleva –salvo prueba en contrario que debe aportar vo del art. 1272 del cód. civil, es de carácter ganan-
el cónyuge no titular del bien– a la conclusión de que el cial lo que se hubiese gastado (se entiende, con dine-
esposo que enajenó el bien tiene un derecho a recom- ro ganancial) en la redención de servidumbres, o en
pensa contra la sociedad, por el valor del mismo9. cualquier otro objeto de que sólo uno de los cónyuges
obtenga ventajas; como podría ser, en cuanto a este
último párrafo, por ejemplo, la redención de cualquier
6
Conf., entre muchos otros, Lombardi, César Alfredo, “Re-
otro derecho real, como una hipoteca o una prenda
compensas”, en Enciclopedia de derecho de familia, Lagomarsino, constituida sobre un bien de carácter propio de alguno
Carlos A. R. y Salerno, Marcelo U. (dirs.), Buenos Aires, 1994, t. de los esposos, supuesto en el cual, la sociedad conyugal
III, pág. 420; CNCiv., sala B, ED, 14-731. tiene un derecho a recompensa por lo gastado por los
7
Conf., Borda, Guillermo A., Tratado de derecho civil. Familia, conceptos indicados12.
10ª ed., Buenos Aires, 2008, t. I, pág. 390 y sig., n° 470; véase, del
mismo autor, ¿La teoría de las recompensas entre cónyuges ha tenido
recepción en nuestro país?, LL, 102-1107, n° 2. Conf., Perrino, Jorge
Oscar, Derecho de Familia, Buenos Aires, 2006, t. I, pág. 950, n° 704.
8
Borda, Guillermo A., Tratado de…, cit., 10ª ed., t. I, pág. 395 D-656, 33.881-S; ídem íd., LL, 1977-D-620, con nota de Zannoni,
y sigs., n° 473; del mismo autor, ¿La teoría…, cit., LL, 102-1109 y Eduardo A., La presunción de ganancialidad y tres aplicaciones en la li-
sig., 5; Borda, Alejandro, Liquidación de la sociedad conyugal, pág. quidación de la sociedad conyugal; ídem, sala E, LL, 2002-A-701; ídem,
604, n° 12-i); Capparelli, Julio César, El deber…, cit., LL, diario sala F, LL, 2006-E-238; ídem íd., LL, 1985-B-222; ídem íd., LL, 2007-A-
del 07-05-09, X; Solari, Néstor E., El derecho a recompensa por la 105, con nota crítica de Solari, Néstor E., El derecho a recompensa…,
enajenación de un bien propio durante el matrimonio, LL, 2007-A- cit., ídem, sala I, ED, 186-280; SC Bunos Aires, LL, 1988-B-12; C1ªCC
105; Mazzinghi, Jorge A., Tratado de…, cit., t. 2, págs. 481 y sig., San Isidro, sala I, ED, 202-61, y Derecho de Familia. Revista Interdis-
parág. 461; y Un cuestionable derecho a recompensa, LL, 1982-B-378; ciplinaria de Doctrina y Jurisprudencia, 2003-II, pág. 105, con nota
CNCiv., sala A, LL, 1975-C-440, con nota de Guaglianone, Aqui- aprobatoria de Di Lella, Pedro, Calificación de bienes y valuación de
les H., Cuatro notas sobre la sociedad conyugal; CNCiv., sala E, LL, recompensas en la sociedad conyugal.
103-238; SC Buenos Aires, LL, 39-666.
10
Conf., Mazzinghi, Jorge A., Tratado de…, cit., t. 2, pág. 473, pa-
9
Zannoni, Eduardo A., Derecho civil. Derecho de familia, 5ª rág. 452; Borda, Guillermo A., ¿La teoría de…, cit., LL, 102-1108, 3., a);
ed., Buenos Aires, 2006, t. 1, pág. 518, parág. 405; Belluscio, Au- Mattera, Marta del R. y D’Acunto, Claudia I., El derecho de…, cit.,
gusto C., Manual de…, cit., 8ª ed., t. 2, pág. 203 y sig., parág. 411, i); ED, 192-918; Lombardi, César A., Recompensas, cit., pág. 423; CNCiv.,
Azpiri, Jorge O., Régimen de bienes en el matrimonio, Buenos Aires, sala B, LL, 79-687; ídem., sala F, LL, 128-89; ídem íd., ED, 89-641.
2002, pág. 80, VII; Guaglianone, Aquiles H., Disolución y liqui-
11
Conf., Zannoni, Eduardo A., Derecho Civil…, cit., t. 1, pág.
791, parág. 606; Borda, Guillermo A., ¿La teoría…, cit., LL, 102-
dación de la sociedad conyugal, cit., pág. 281 y sig., n° 289; y Cuatro
1108, 3., a); Borda, Alejandro, Liquidación…, cit., pág. 600, 4-a);
notas…, cit., LL, 1975-C-443; Ugarte, Luis A., Liquidación de la so-
Ferrer, Francisco A. M., “Sistema de recompensas entre cónyuges”,
ciedad conyugal: recompensas y carga de la prueba. Enajenación de un en Código Civil comentado, derecho de familia patrimonial, dirigido
bien propio sin reinversión, JA, 1988-IV-594 y sig.; Mattera, Marta por María Josefa Méndez Costa, Santa Fe, 2004, pág. 331, n° 13;
del Rosario y D’Acunto, Claudia I., El derecho de recompensa en la CNCiv., sala A, LL, 104-530; ídem, sala B, ED, 14-731.
liquidación de la sociedad conyugal, ED, 192-920 y sig.; CNCiv., sala B, 12
Conf., CNCiv., sala A, ED, 114-533; C2ªApel. La Plata, sala II,
ED, 97-569; ídem íd., ED, 160-310; ídem íd., LL, 1982-B-378, con nota LL, 15-254; Guaglianone, Aquiles H., Disolución…, cit., pág. 268, n°
crítica de Mazzinghi, Jorge A., Un cuestionable derecho a recompensa; 269, y pág. 293, n° 307; Borda, Guillermo A., ¿La teoría…, cit., LL,
ídem, sala C, ED, 73-517; ídem íd., ED, 63- 364; ídem íd., LL, 1976- 102-1108, 3, b).

4 CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA


Y a la inversa, si uno de los esposos utilizare dinero de ción no requieren el asentimiento del otro esposo, como
carácter propio para redimir servidumbres u otros dere- para aquellos que sí lo requieren17.
chos reales constituidos sobre bienes de la comunidad,
le correspondería al mismo un derecho a recompensa g) Pago de primas de seguros personales o sobre

COMUNICACIONES
con relación a la sociedad conyugal13. bienes propios, con dinero de carácter ganancial
Lo abonado con fondos gananciales en concepto de
d) Pago de deudas gananciales con bienes propios, prima con cualquiera de las finalidades referidas, es de
y de deudas propias con bienes de la comunidad carácter ganancial, lo que hace nacer un derecho a recom-
Similarmente a los supuestos recién contemplados, el pensa a favor de la sociedad conyugal por el monto de lo
esposo que abona con dinero de carácter propio deudas pagado18. Lo que a nuestro juicio es así con fundamento
que son a cargo de la sociedad conyugal –como las enu- en lo establecido en el párr. 8° del art. 1272, sin perjuicio
meradas en el art. 1275 del cód. civil–, tiene un derecho de recordar, asimismo, que al encontrarse excluida la po-
a recompensa por el monto de lo pagado. De manera sibilidad de donación entre los esposos, de no aceptarse
inversa, si una deuda de carácter propio fuera abonada dicha solución, se violaría dicha prohibición19.
con bienes gananciales, la comunidad tendrá un dere-
cho a recompensa contra el esposo a cuyo cargo se ha- h) Capitalización de las ganancias de un fondo de
llaba el pago de la deuda14. comercio de carácter propio
e) Pago efectuado con bienes gananciales, En el supuesto de que el capital de un fondo de comer-
del cargo establecido en legados o donaciones cio de carácter propio de uno de los esposos se incremen-
efectuadas a uno de los esposos tara por la evolución económica producida, el mismo
continuaría siendo propio, pero el otro esposo tendrá un
Si esos pagos hubiesen sido hechos con dinero ganan- derecho a recompensa por las ganancias reinvertidas en
cial, la sociedad conyugal tendrá un derecho a recom- provecho del esposo titular del fondo de comercio20.
pensa sobre los bienes del esposo que recibió el legado o
la donación con cargo (conf. art. 1265, cód. civil)15. i) Suscripción de nuevas acciones en ejercicio del
derecho de preferencia
f) Legado o donación de bienes de carácter ganancial
El esposo poseedor de acciones propias tiene un
El art. 3753 del cód. civil dispone que el legado de cosa derecho a recompensa por el mayor valor que hayan
que se tiene en comunidad con otro, vale sólo por la parte tenido las acciones adquiridas por la sociedad conyu-
de que es propietario el testador, con excepción del caso en gal a la par en virtud del derecho de preferencia que le
que algún cónyuge legue un bien ganancial cuya adminis- otorgan las acciones propias21.
tración le esté reservada. La parte del otro cónyuge será
salvada en la cuenta de división de la sociedad. Como j) Bien de carácter propio, transferido a una sociedad
se advierte, de la última parte de dicha norma resulta comercial cuyo paquete accionario es ganancial
que en el caso que allí se contempla, al ser liquidados los
bienes de la sociedad conyugal con motivo de la muerte Cuando uno de los esposos aporta un bien propio
del testador, el cónyuge supérstite tiene derecho a una a una sociedad cuyo paquete accionario es de carácter
recompensa por la parte que le correspondía en el bien ganancial, el mismo tiene un derecho a recompensa
ganancial que aquél legó16. por el hecho de haberse incrementado el valor accio-
Si bien nada establece en forma expresa el Código nario con motivo del aporte efectuado22.
para el supuesto de que el bien común hubiere sido do-
nado (en lugar de legado), creemos que debe aplicarse 17
Conf. Belluscio, Augusto C., Manual de…, cit., t. 2, págs.
por analogía el principio contenido en la norma trans- 201 y sig., parág. 411, e).
cripta –resultando procedente, por tanto, el derecho a 18
Conf. Guaglianone, Aquiles H., Disolución…, cit., pág. 291, n°
recompensa–, tanto para los bienes que para su disposi- 305; Mazzinghi, Jorge A., Tratado de…, cit., t. 2, pág. 480, parág. 459.
19
Contra, Borda, Guillermo A., ¿La teoría…, cit., LL, 102-1110,
e); Borda, Alejandro, aunque únicamente con relación al caso de
que se trate de primas pagadas por seguros de vida (Liquidación
13
CNCiv., sala B, ED, 31-563; Guaglianone, Aquiles H., Diso- de…, cit., págs. 605 y sig., n° 14-k).
lución…, cit., pág. 293, n° 307; Borda, Guillermo A., ¿La teoría…, 20
Conf., entre otros, Ferrer, Francisco A. M., Sistema de…, cit.,
cit., LL, 102-1108, 3., a); Belluscio, Augusto C., Manual…, cit., t. 2, pág. 330, n° 11; Borda, Guillermo A., ¿La teoría de…, cit., LL, 102-
pág. 199 y sig., parág. b). 1108, 3., g); Belluscio, Augusto C., Manual de…, cit., t. 2, pág. 203, n°
14
Conf., CNCiv., sala C, LL, 1977-D-620, con nota cit. de Zanno- 411, h); Borda, Alejandro, Liquidación de…, cit., pág. 605, n° 13-j).
ni, Eduardo A., “La presunción de ganancialidad y tres aplicaciones en 21
Conf. Belluscio, Augusto C., Manual de…, cit., t. 2, pág. 202
la liquidación de la sociedad conyugal”; ídem, sala L, Revista de Dere- y sig., parág. 411, g); Borda, Guillermo A., ¿La teoría de…, cit., LL,
cho de Familia, n° 13, pág, 325 y sigs., con nota aprobatoria de Arian- 102-1108, 3., f).
na, Carlos A., Recompensas y valor locativo; Belluscio, Augusto C., 22
Conf. CNCiv., sala A, LL, 2002-A-58, con nota de redacción, La
Manual de…, cit., t. 2, pág. 204, parág. 411, k); Capparelli, Julio C., El sociedad conyugal y los aportes de los cónyuges en sociedades anónimas.
deber de…, cit., LL, diario del 07-05-09, XI; Borda, Guillermo A., ¿La
teoría de…, cit., LL, 102-1108, 3., e); CNCiv., sala C, LL, 1990-C-240,
con nota aprobatoria de Arson de Glinberg, Gloria H., Cargas de la
sociedad conyugal; ídem, sala D, ED, 6-799. VOCES: SOCIEDAD CONYUGAL – MATRIMONIO – COMPRA-
15
Véase, Méndez Costa, María J., Código Civil…, cit., págs. 102 VENTA – COMPRAVENTA INMOBILIARIA – DERECHOS REALES
y sig., quien afirma que el precepto opera aunque el valor del cargo
iguale o supere el de la cosa donada.
– HIPOTECA – PRENDA – SUCESIÓN – DONACIÓN – SEGURO
16
Conf. Borda, Guillermo A., ¿La teoría…, cit., LL, 102-1108, 3., c). – FONDO DE COMERCIO – SOCIEDAD

CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA 5


LAS ORGANIZACIONES DE LA
SOCIEDAD CIVIL –OSC– Y SU DERECHO
COMUNICACIONES

A SER PARTE EN LOS PROCESOS


JUDICIALES Y ADMINISTRATIVOS
DE PROTECCIÓN DE NIÑOS
Alejandro C. Molina

Idea General más allá de la obligación genérica del Estado tal como
lo establece el art.19 de la Convención Americana de
Las profundas modificaciones operadas en el ré- Derechos Humanos o Pacto de S.J. de C.R..
gimen jurídico para la protección integral de los de-
rechos de los niñas, niños y adolescentes ha venido
a ratificar un concepto que minoritariamente alguna Antecedentes
jurisprudencia había tratado de introducir, con ante-
rioridad a la vigencia de la Ley Nacional de Protec- En la actualidad, el Estado celebra convenios con
ción Integral 26.061, esto es la necesidad de tener por OSC que tienen entre otros objetos, organizar y nu-
parte en los procesos de protección de los derechos clear familias que recibirán niños con sus derechos
de los niños, niñas y adolescentes a las instituciones vulnerados, que permanecerán en ellas hasta que su
que identificadas genéricamente como Organizacio- situación definitiva se decida.
nes de la Sociedad Civil (también ONGs) a través de Durante el lapso de permanencia de los niños al
las formas de asociaciones o de fundaciones, aportan cuidado inmediato de esas instituciones, que inclu-
recursos y programas para el amparo y protección de yen su guarda en muchos casos, se tratará de pro-
niños con derechos vulnerados. Ello se ajusta hoy a porcionarles todo lo que por derecho les correspon-
lo que establecen los arts. 32 y concordantes de la Ley da en orden a su protección, formación y desarrollo,
26.061. esto es desde la perspectiva de una auténtica promo-
Este trabajo tiene como finalidad afirmar el carácter ción humana para sus tiempos de niñez o adolescen-
de parte que les corresponde en los procesos judiciales cia, a través de la intervención de los integrantes de
o administrativos a las comúnmente llamadas ONGs., distintas OSC que, en general, cuentan con equipos
que en definitiva son Organizaciones de la Sociedad técnicos de asistentes sociales y psicólogos, además
Civil, OSC, que, reitero, concurren proponiendo pro- de abogados que siguen concretamente el trámite de
gramas y acciones de protección de niños y adoles- los expedientes de cada niño ante la autoridad judi-
centes con derechos vulnerados y que se constituyen cial o administrativa que corresponda.
en general bajo las formas jurídicas de fundaciones o Al quedar un niño bajo la guarda o custodia in-
asociaciones mediata de una OSC, sea por decisión judicial o ad-
El criterio a desarrollar, que ha comenzado a acep- ministrativa, se produce una modificación sustan-
tarse por doctrina y jurisprudencia, es que esas en- cial en orden al ejercicio de los deberes y derechos
tidades deben ser reconocidas como parte de tales sobre ellos, que hasta ese momento estaban a cargo
procesos a los efectos de la gestión de todas aquellas de sus padres según el régimen de la autoridad pa-
medidas que hacen a la protección integral de la niñez. rental del art. 264 del Código Civil.
De esta manera se cumple con una obligación de la so- A partir de la decisión administrativa de protec-
ciedad en general y de ciertos grupos de la comunidad ción de carácter excepcional que convoca a la auto-
en particular, ahora expresamente reconocidos por el ridad judicial o directamente cuando es ésta la que
art. 32 de la ley 26.061. la ordena, las entidades que venimos analizando se
En este ámbito, las asociaciones y fundaciones a las harán responsables de la protección del niño, así
que nos estamos refiriendo son aquellas que ejecutan como de su formación y educación, de su vincula-
políticas públicas de protección, de gestión privada, ción con la familia de origen y con la que los acoge

6 CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA


y de todo aquello que pueda requerir cada niño en gunos, que en los casos en que intervienen OSC para
particular, para el amparo de sus derechos. dar amparo a niños con derechos vulnerados, sólo
En cada caso estas OSC responden, por un lado, a son parte del proceso respectivo, los referidos niños o
un interés general, que hace al bien común en cuan- eventualmente éstos además del Asesor de Menores.

COMUNICACIONES
to a amparar a niños, en tanto que, por el otro, res- Digo así porque los procesos proteccionales que
ponden al interés específico que hace al objeto de su se tramitan en los términos de la Ley 26.061 y sus
creación y que se exterioriza con el cumplimiento similares de cada provincia, no se refieren a ningún
de las obligaciones asumidas respecto de cada niño tipo de proceso en especial, son tan sólo procesos
que se les ha confiado y el derecho que se sigue de urgentes en los que el juez, en primer lugar, debe
que se les reconozca la procedencia de las medidas decidir sobre la oportunidad y conveniencia -lega-
propuestas o ejecutadas. No actúan a las órdenes del lidad dice la Ley cit.-, de medidas dictadas en sede
juzgado o del organismo administrativo sino que lo administrativa, que en modo alguno limitan “per se”
hacen como auxiliares de esos servicios, con un in- la participación en el mismo a todos aquellos que
terés propio. acrediten un interés legítimo colaborando en las
Por ello es que las OSC se deben presentar en los medidas de protección de cada niño.
procesos en que se les derivan niños, solicitando ser Vale decir que no cabe oposición a la interven-
tenidas por parte, para ser reconocidas con ese carác- ción de las OSC con fundamento en el “tipo” de pro-
ter especialmente por la autoridad judicial, siendo éste ceso de que se trata.
el punto central a considerar en este planteo.
III.
No hay duda de que en esos casos urgentes es par-
Respuesta desde el derecho
te necesaria el ministerio de menores de conformi-
I. dad con los arts. 59 y 494 del Código Civil, como lo
es en todo proceso en que la persona o el patrimonio
Denegar a las OSC el carácter de parte en los casos de un menor se encuentren interesados, como lo ha
de referencia, como se hacía tiempo atrás, importa- reiterado recientemente nuestro mas Alto Tribunal
ría desconocer, en primer lugar, la nueva normativa (conf. Corte Suprema en autos “Carballo de Pochat,
en vigencia, que conduce a la solución que se propicia, Violeta c/ ANSeS” del 19-5-2009, pub. en diario “La
como así también se desconocería jurisprudencia que, Ley” del 10-6-2009) y ello no aparece en contradic-
todavía vigente la normativa anterior, había acogido ción con ninguna norma de los nuevos regímenes
el carácter de parte de instituciones cuyo objeto era de protección integral que intentan ampliar la red de
agrupar a familias de tránsito y conformar programas contención y promoción de los niños y adolescentes
de acogimiento familiar. En uno de esos casos tuve con derechos vulnerados.
ocasión de intervenir yo mismo, en ese tiempo como Además, serán parte los padres de los niños, si los
Defensor de Menores de Cámara, proponiendo la so- hubiere. También los parientes que pudieran concurrir
lución que aquí sostengo, obteniendo sentencia favo- a su amparo en los términos de familia ampliada que
rable a mi planteo (conf. CNCiv. Sala “J” en Expte. N° establece el art. 5 de la CDN y hasta el propio niño en
38.743/2003, “Ríos Bock, Ezequiel y otra s/ Protección forma personal con letrado asistente, si su edad y las
de Persona” sentencia del 29 de marzo de 2005, y espe- circunstancias del caso lo justificaren (art. 27 inc. c) de
cialmente mi dictamen del 20 de noviembre de 2003). la Ley 26.061. Respecto de la edad y circunstancias en
Tiempo después, ante otro planteo similar de una que puede intervenir me remito a mi nota pub. en dia-
asociación que desarrolla un programa de atención de rio “El Derecho” del 26-5-09, bajo el título “El Niño en
niños con derechos vulnerados que incluye el acogi- los Procesos Judiciales. Su Derecho a ser Escuchado y
miento en familias, la Cámara Civil reiteró el criterio a ser Parte. Distintas Alternativas Legales”).
reconociéndole a la misma el carácter de parte en el Por último, cabe preguntarse qué participación le
proceso (conf. CNCiv. Sala “F” en R. 462.706, “Díaz, cabe, en un proceso que se promueve para la protec-
Maximiliano Hernán c/ Díaz, Denise Belén s/ art. 250 ción de los derechos de unos niños, a la asociación
CPC, inc. Familia”, fallo del 5-3-07), decisión que se ha civil que se ha ocupado de darles amparo material y
espiritual a través de sus equipos técnicos y personas
generalizado, con algunas excepciones, entre los Juz-
destinadas a su cuidado, en forma totalmente volun-
gados con competencia en Familia de la Capital Fe-
taria, y que ha tenido que presentarse ante el servicio
deral y también los antiguamente denominados Juz-
de justicia o ante la autoridad administrativa produ-
gados de Menores de algunas jurisdicciones del Gran
ciendo informes que comprometen su responsabili-
Buenos Aires, según mi personal experiencia.
dad en la medida en que no se los considere como los
correctos indicadores de la situación que justifica la
II.
intervención de la autoridad estatal.
Sentado lo anterior estimo que constituye un Como ya lo dijera al dictaminar en el citado caso
error conceptual sostener, como lo han hecho al- “Ríos Bock”, debe recordarse que la intervención en

CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA 7


el proceso a título de parte en principio corresponde Digo así porque si a partir de normas de raigambre
a quien pretende o frente a quien se pretende, en la constitucional como el “Pacto de San José de Costa
clásica descripción de Guasp. Y la noción de parte se Rica” y el “Pacto Internacional de Derechos Civiles
halla circunscripta al área del proceso, de modo que y Políticos” (art. 75 inc. 22 de la C.N.) se establece
COMUNICACIONES
es parte quien reclama o contra quien se reclama la que la familia es el elemento natural y fundamental
protección judicial, pero incluyendo también a quien de la sociedad y tiene derecho a la protección de la
proporciona esa protección, o sea a quienes de he- sociedad y del Estado (art. 23 del segundo pacto que
cho intervienen en el proceso como sujetos activos y cito) y que todo niño tiene derecho a las medidas
pasivos de una determinada pretensión, con prescin- de protección que su condición de menor requieren
dencia de que revistan o no el carácter de legitimados por parte de su familia, de la sociedad y del Estado
substanciales y, por ende, de que eventualmente sean (art. 19 del primero), debe reconocerse un lugar pre-
reconocidos como efectivos titulares de la acción. ponderante a las organizaciones de la sociedad civil,
Así corresponde reconocer la calidad de parte en la gestión del amparo de ese derecho genérico a la
tanto al substituto procesal, como a los terceros que protección que merecen las familias y sus niños.
ingresan al proceso mediante cualquiera de las mo- Tal gestión, no tiene como fundamento una ac-
dalidades de la intervención. También son partes, titud meramente caritativa, aunque es conveniente
aunque accesorias, quienes siendo ajenos a la rela- que se realice desde la dimensión de la caridad como
ción jurídica sustancial que constituye el objeto del la expresión mas elevada del amor al prójimo, sino
proceso, actúan en él defendiendo un derecho o un que corresponde al ámbito de lo justo, de lo suyo de
interés propio, tal como ya lo explicaba Palacio en su cada uno.
antiguo “Manual de Derecho Procesal Civil -Parte Las convenciones internacionales han venido a
General” (conf. pág. 255, edit. Abeledo-Perrot, ed. ratificar derechos naturales del hombre a través de
Año 1965), situación en la que cabe ubicar a las OSC su positivización en la letra de cada una de ellas.
de referencia. El derecho natural a la protección que merece todo
Es que cuando señalo la existencia de un interés niño, sea de su familia, de la sociedad o del Estado,
propio, cabe interpretar a éste en un sentido amplio cabe reiterar que no es algo que se le debe por gracia,
y en el contexto del proceso de que se trata.
sino por justicia.
En efecto, así como resulta claro el carácter de
En consecuencia, la acción de estas organiza-
parte de un abogado que luego de haber renunciado
ciones -asociaciones o fundaciones en general- se
al patrocinio de una de las partes sustanciales del
enmarca en lo que la sociedad debe por justicia a
proceso, continúa como tal en el interés personal de
otros, obligación social que se concreta, por ejem-
sus honorarios, también cabe reconocer el carácter plo, cuando las OSC cumplen con sus objetivos ins-
de parte a una OSC, que luego de haber puesto a titucionales de asistencia y protección de niños y
disposición del juzgado los servicios de acogimiento adolescentes.
familiar que presta a niños en riesgo social, con sus De lo anterior se siguen para esas OSC las res-
derechos vulnerados, tiene un especial y particular ponsabilidades consiguientes, que pueden aparejar
interés en que las medidas de asistencia se lleven a para ellas hasta sanciones en caso de culpa o negli-
buen término, en el ámbito del proceso en el que se gencia en el cumplimiento.
han instrumentado. Derechos, responsabilidades y eventuales sancio-
Corresponde entonces aceptar su participación nes, son los pilares desde la perspectiva del derecho
en el proceso como parte, pues demuestra un interés de fondo que justifican que se reconozca el carácter
propio que se concreta en la intervención capacitada de parte de las entidades que vengo describiendo.
y responsable que debe tener respecto de cada caso.
Ello, claro está, dentro o limitada al marco de su in- V.
tervención, esto es en cuanto proporciona recursos
de asistencia y cuidado para unos niños y respecto Otra razón que justifica la intervención como
de las medidas que en su consecuencia se dicten. parte de las OSC, surge de Ley 26.061, que reconoce
en la conformación del sistema de protección inte-
IV. gral -lo que antes conocíamos como patronato-, de
acuerdo con su art. 32, ya no a la figura el juez, con
Si no fueran suficientes los aspectos formales que la concurrencia del organismo técnico administra-
he señalado, para que se acepte lo que se propone, tivo de la minoridad y al ministerio público de me-
estimo que cuestiones de fondo que hacen a la orga- nores, como lo establecía el art. 4 de la derogada Ley
nización de nuestra sociedad en los tiempos actua- 10.903, sino a todas aquellos organismos, entida-
les, de cara al bien común, reafirman la necesidad des y servicios que diseñan, planifican, coordinan,
del reconocimiento de las OSC como parte de los orientan, ejecutan y supervisan las políticas públi-
procesos a los que concurren en los casos que es- cas, de gestión estatal o privadas, para la promoción,
tamos analizando, máxime luego del dictado de la prevención, asistencia, protección, resguardo y res-
Ley 26.061. tablecimiento de los derechos de los niños.

8 CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA


Cuando alguna de estas entidades que menciona la que demuestran un interés especial y que con su ac-
norma se presenten en los procesos para el amparo de cionar colaboran eficazmente para la superación de
los niños, en principio deben ser tenidas por parte. conflictos.
Por consiguiente, así como se explica por los Así se ha reconocido el carácter de parte a la fa-

COMUNICACIONES
autores, que en la Pcia. de Buenos Aires por la Ley milia guardadora en un hogar de tránsito, cuando
13.298 hemos pasado de un régimen de patronato ésta se presenta formulando peticiones que se rela-
judicial a uno de naturaleza administrativa (conf. cionan con la forma de cumplimiento de la guarda,
Bernard, María A. su nota “El Sistema de Promo- su alcance, su duración, su modificación, etc.
ción y Protección Integral de los Derechos del Niño Personalmente, como Defensor de Menores, ha-
en la Pcia. de Buenos Aires” pub. en “La Ley Buenos bía solicitado se notificara y mantuviera informada
Aires”, año 2006, pág. 133), criterio aplicable al or- a la directora de un colegio al que concurrían tres
den nacional por su similar la Ley 26.061, también niños provenientes de una familia disfuncional, que
se debe reconocer que en ambas jurisdicciones se ha ocasionara con su denuncia ante la justicia por la
ampliado el ámbito de intervención de las organi- falta de protección de esos niños, medidas judiciales
zaciones de la sociedad civil en los términos de la que permitieron superar el conflicto. Tal notifica-
citada Ley Nacional, de evidente aplicación a todo ción, aunque no se lo dijera en forma expresa era
el país respecto, al menos, de sus disposiciones de una forma de reconocimiento a aquélla del carácter
carácter general. Todo ello implica para tales orga- de parte a los efectos de la protección (conf. Expte.
nizaciones, entre otras cosas, un compromiso desco- 98.444/02 “Santana, C y otra s/ Protec. De Pers.” del
nocido anteriormente, que se manifiesta cuando los Juzg. Civil Nro. 9, dictamen mío del 23-6-03, desis-
casos llegan a la instancia judicial, ahora en forma tiendo de un recurso del defensor de menores de
excepcional, y las entidades citadas tienen que pre- primera instancia, por haberse modificado las cir-
sentarse a dar razones de su intervención y explicar cunstancias de hecho).
el programa de amparo de los derechos del niño, que En igual sentido, en otro caso, si bien no se tuvo
llevan a cabo. por parte a una asociación israelita porque su inter-
Ello por sí sólo importa, la necesidad del reco- vención había cesado y el niño motivo de la misma
nocimiento de su derecho a ser parte en estos pro- nunca fue protegido por ella, sino que fue coloca-
cesos. do en un hogar del antiguo CoNNAF, igualmente
Concretamente, las medidas excepcionales del solicité y el Tribunal acogió que en caso de que el
art. 39 de la Ley 26.061 habilitan la instancia judi- mismo fuera entregado en adopción, se tuviera en
cial y producida la misma podrá recurrirse, entre cuenta a alguna familia judía de la institución (conf.
otros recursos para amparar a un niño, a una forma CNCiv. Sala “L” en E.D. 201-608), por los especiales
convivencial alternativa a la familia de origen, en los antecedentes del asunto, que justificaban el recono-
términos del art. 41 de la misma. cimiento de la intervención que había originado un
Una de esas formas alternativas está constituida interés particular, propio de quien se presenta como
por lo que hoy denominamos acogimiento familiar parte en un proceso.
en familia ajena, lo que conocíamos como guarda de Todo ello no hace mas que reafirmar ya no sólo
amparo o protección, y ella se logra en ciertos casos el derecho de estas asociaciones a que en ciertos ca-
a través de familias sustitutas o de tránsito. También sos sean tenidas por parte, sino la conveniencia de
hay que considerar a familias o a los denominados actuar de esa manera, máxime en procesos que care-
pequeños hogares que alojan a grupos de hermanos cen de una forma específica o que no alcanzarán una
en números limitados, no más de diez o doce niños, sentencia de mérito, como ocurre con los procesos
por lapsos que deben tener carácter determinado y urgentes de protección especial y excepcional que
breve. Todo lo cual se presta en general a través de hoy prevén los arts. 39, 40, 41 y concordantes de la
instituciones que han adoptado las formas jurídicas Ley 26.061.
de asociaciones o fundaciones.
Es que en estos casos, con la incorporación como
La intervención de entidades que prestan esos
parte del denunciante o del proveedor voluntario de
servicios, reitero, justifica que se les otorgue el ca-
recursos sociales para la atención de las familias y
rácter de parte en los procesos.
sus niños, se logra ubicar al juez en el lugar de un
verdadero agente de reorganización de las familias,
VI.
en cuanto dice la ley y organiza el proceso, dejando
Un último aspecto que ratifica cuanto vengo di- lo controversial para el resto de los intervinientes.
ciendo se vincula con cuestiones específicas de los En caso de negarse el lugar que por derecho les
conflictos de familia y de los trámites judiciales a los corresponde en el proceso a instituciones de la co-
que se recurre para asegurar el derecho a los desam- munidad, lo mismo que a una familia de un hogar
parados. de tránsito con niño en guarda o a directoras de es-
En este punto sostengo la conveniencia de que cuela, personas todas interesadas en el bien de los
se reconozca algún lugar en el proceso a personas niños, que han tomado medidas concretas que inclu-

CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA 9


sive involucran su responsabilidad, con o sin amparo ejercicio de su poder, sino respondiendo al carácter de
judicial, se coloca en ese lugar, seguramente enfrenta- parte que se le reconoce a estas entidades.
do con parte de la familia, al mismísimo juez que pasa
directamente a confrontar con ella, respecto de medi- VII.
COMUNICACIONES
das que se ejecutan por otros, pero que el juez avala.
A esta altura de mi propuesta, para aclarar ciertas
Estimo que debe ocurrir todo lo contrario.
dudas que alguien ha planteado y casi como una ob-
Se reivindica para el juez una posición mediado-
viedad, agrego en términos análogos a lo que ha dicho
ra, conciliadora, de colaboración en la reorganización la Sala “J” de la Cámara Civil, en el caso “Ríos Bock”,
familiar, que pueda crear un contexto para que los que cito al comienzo y que marca un camino nuevo
eventuales antagonismos entre denunciante y familia en el tema en análisis, que la colocación de niños en
cuidadora del niño o institución similar, familia de ori- una institución no implica que ésta pueda asumir re-
gen, etc., se transforme en acuerdos, reconocimientos y presentación legal de ellos, sino que en su carácter de
colaboración mutua (conf. Cárdenas, Eduardo, su nota guardadora se le reconozca legitimación procesal para
“El Tercero que Solicita Intervención Judicial ante una intervenir en la causa, como parte a los efectos del cui-
Situación de Maltrato a un Niño es Parte en el Proceso dado que proporciona.
de Protección...” en diario “El Derecho” del 15-10-03). Si es una asociación la que acoge y ampara a niños,
Todo ello a concretarse a través de audiencias para mal podría estar marginada del proceso en el que se
hacer realidad una vez mas lo que personalmente sos- reflejan los pasos dados por sus distintos operadores
tengo desde tiempo atrás en el sentido de que en los para el amparo del derecho a la convivencia familiar y
procesos con familias y sus niños, la solución debe comunitaria de éstos, derecho que en definitiva cons-
encontrarla el Juez en una audiencia antes que en una tituye el objetivo central de muchas de estas OSC.
sentencia (conf. mi nota “La Violencia Familiar ante un Formular presentaciones en los expedientes, tener
Juez y un Proceso que Ayudan a Superarla”, en “Dere- acceso a lo actuado en los mismos y efectuar peticio-
cho de Familia” -Revista Interdisciplinaria de Doctrina nes como parte, con el alcance propio de la interven-
y Jurisprudencia-, N° 24, págs. 99/115, en especial pág. ción que le corresponde a cada OSC de acuerdo con
107, edit. Lexis-Nexis Abeledo-Perrot, mayo de 2003), el objeto que resulta de sus estatutos, constituyen ex-
aspecto que también pone de relieve Cárdenas en la tremos necesarios para el desempeño responsable de
nota recién citada y a cuya lectura remito por los muy la misión que se han propuesto desarrollar desde su
adecuados fundamentos que contiene. De este modo creación y que se les reconoce hoy por la Ley 26.061.
evitaremos la revictimización que muchos de esos niños
sufren justamente con motivo de la intervención judicial
(conf. mi nota “El Niño Víctima “en” y “de” los Procesos
Sintesis
Judiciales”, en “El Derecho” t. 201- págs. 915/924). Como lo expuse al formular mi ponencia en el Pri-
También evitaremos prácticas propias de algunos mer Congreso Latinoamericano de Niñez Adolescencia
juzgados con competencia en niños, especialmente de y Familia, realizado en Mendoza -Argentina- del 9 al 11
la Pcia. de Buenos Aires, donde los requerimientos de de noviembre de 2009, que fuera aprobada por unani-
las instituciones son respondidas por los jueces a título midad, sostengo que Debe reconocerse el carácter de par-
de favor o de “gauchada” y no como respuesta al dere- te, con las limitaciones a precisarse por los jueces según
cho de la entidad que requiere decisiones. Me refiero los casos, a las ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD
en especial a las medidas de protección que se deben ir CIVIL (también llamadas ONG) que concurren a los
implementando hasta que se decida en definitiva la si- procesos relativos a niños con derechos vulnerados apor-
tuación del niño. Si la OSC propone al juzgado o recibe tando recursos propios para la protección de niños, niñas
de éste indicaciones de cómo actuar, ello no lo es como y adolescentes, como integrantes del Sistema de Protec-
una práctica de “buenos oficios” sino porque lo impo- ción Integral de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes,
ne la situación del niño, más allá de que es muy bueno de acuerdo con los principios generales que emanan de
que exista comunicación franca y amplia con el mayor la Convención sobre los Derechos del Niño y de la Con-
sentido de colaboración entre todos los operadores. vención Americana de Derechos Humanos o Pacto de
En estos casos las OSC debe responder como parte San José de Costa Rica, disposiciones concordantes de las
del proceso que son. Destaco que la primera evidencia restantes normas de derechos humanos que contiene el
de que ello debe ser así se advierte al considerar la ne- art. 75 inc. 22 de la Constitución Nacional y, en especial,
cesidad que tienen las instituciones, para el mejor am- de lo que establecen los arts. 32 y concordantes de la Ley
paro de los niños que se les han confiado, de tomar co- 26.061, disposiciones análogas de la leyes provinciales de
nocimiento del estado del expediente en el que se trata protección integral y jurisprudencia reciente.
el caso. Poder controlar el expediente, saber qué dice el
juez, es un derecho que tienen las partes, más aun en
esta clase de procesos. Ello no es posible que resulte de VOCES: MENORES – ASOCIACIONES Y FUNDACIONES –
una concesión que hacen los jueces en algunos casos DERECHOS HUMANOS – TRATADOS Y CONVENIOS – PROCESO
en tanto que la deniegan en otros, sin diferencias en – LEGITIMACIÓN – FAMILIA – MINISTERIO PÚBLICO – PODER
los trámites, o sea como una expresión arbitraria del JUDICIAL

10 CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA


REPORTAJE

COMUNICACIONES
Augusto C. Belluscio

REPORTAJE
EDFA: ¿Qué novedades trae el nuevo libro? EDFA: Por ejemplo, el caso de la ley 26.0611, comentada
Augusto C. Belluscio (ACB): No se trata de un nuevo por Vd., en la cual también se encuentra un fuerte aparato
libro sino de una nueva edición –la novena- de mi ma- declarativo.
nual de derecho de familia. En cuanto a las novedades, ACB: Sí, sí. Absolutamente impropio de una ley. Ya no
fuera de algunos cambios de opinión, las principales porque se trate de Tratados internacionales redactados
son dos. La primera, la modificación parcial de la me- por diplomáticos, sino esta ley redactada vaya uno a sa-
todología. Así, por ejemplo, el régimen patrimonial del ber por quién. De todas maneras, desde la vigencia de la
matrimonio se trata después de los efectos personales ley 26061 la situación de los menores es cada vez peor.
de aquél, y no después de las causas de su disolución. Está lleno de chicos en la calle mendigando, limpiando
La segunda, la actualización de las referencias a la doc- parabrisas o haciendo cosas ilícitas. Es evidente que no
trina y la jurisprudencia. Es que el derecho de familia sirvió para nada esa ley.
está en plena y continua evolución, de manera que las
EDFA: Otro fenómeno llamativo en el derecho de familia
obras se desactualizan muy pronto. La nueva edición,
es la inflación de leyes que confluyen a regular la familia. Ese
recién publicada, ya resulta modificada por la ley que
fenómeno también genera inseguridad jurídica, puesto que
reduce la edad de la mayoridad a los 18 años.
es muy difícil coordinar esferas legislativas para llegar a una
EDFA: Para ingresar al tema de la obra. ¿Cómo valora Vd. sentencia.
esta presencia tan importante de las normas internaciona- ACB: No ocurre solamente acá. Por ejemplo, en Fran-
les en el derecho de familia local, hoy? cia la doctrina critica a los poderes políticos por el dilu-
ACB: Sí. Yo creo que, no sólo las normas internacio- vio de leyes, el apartamiento de la concisión del Código
nales, sino las interpretaciones de ellas están alterando el Napoleón y las sucesivas y frecuentes modificaciones.
derecho privado. Especialmente, el derecho de familia. Utilizan alguna palabra que en este momento no recuer-
Creo que hay que ser muy cuidadoso en la aplicación do, algo así como “legislorrea”.
de los tratados internacionales. Porque, en primer lugar,
EDFA: Malaurie2, en la última edición de su obra de derecho
son hechos por diplomáticos y no por juristas. En se-
de familia; citando a Carbonnier y su espacio de no derecho;
gundo lugar, siempre son el producto de una serie de
señala que es paradojal que los mismos que postulan ese es-
transacciones. Así que nunca tienen un hilo conductor
pacio de no derecho, sean los primeros promotores de una
seguro. Por otra parte, no puede ser que se utilicen los
afluencia de leyes nunca vista en materia de familia.
tratados internacionales para derogar a gusto del intér-
prete cualquier disposición del derecho interno. Primero ACB: Eso ocurre con el llamado matrimonio homo-
debe empezar por coordinárselas, y si es absolutamente sexual. Quienes lo propician, son gente que se rebeló
imposible, pero, absolutamente imposible la coordina- contra el orden social existente hasta ahora. Y resulta
ción; sería llegado el caso de no aplicar la norma local. que, llegado el momento se quieren reincorporar al or-
En realidad, muchos de quienes invocan tratados inter- den social aprovechando lo que les conviene.
nacionales los hacer para solicitar o decidir lo contrario
EDFA: Algo análogo sucede con las uniones de hecho: se
de lo que dice la ley según las ideas o el criterio del intér-
da una paradoja.
prete, sea éste autor de doctrina o tribunal.
ACB: Sí. Es una paradoja. Una regulación de la unión
EDFA: Vd. piensa que son una puerta abierta al predomi- de hecho es un atentado contra la libertad individual.
nio del criterio discrecional del Juez. No hay nada más contrario que eso a los principios
de libertad que vienen de los principios de la revolu-
ACB: Sí. En definitiva, una fuente de inseguridad
ción francesa y que se incorporaron a través del Có-
jurídica.
digo de Napoleón en la legislación de algunos países
EDFA: Se advierte en el derecho de familia una creciente de Occidente. Imponer normas a quienes se unen con
presencia de normas abiertas, de tipo declarativo. ¿Cómo
ve Vd. esto?
ACB: Las disposiciones declarativas de los tratados
1
N.R. “Una ley en parte inútil, en parte peligrosa”, LL- 2006-B-
701.
no son derecho positivo que pueda ser aplicado direc- 2
N. R. Malaurie, Philippe, Fulchiron, Hugues, Droit Civil,
tamente. Famille, Paris, 2006, Défrenois

CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA 11


la voluntad de no sujetarse a ninguna norma afecta la coordinación con las legislaciones del mundo, en donde
libertad personal. predomina la reducción de la edad a los 18.

EDFA: El principio de autonomía que heredamos del de- EDFA: ¿Qué perspectivas ve para el derecho de familia
recho civil, ¿es el mismo principio de autonomía del que se en los próximos tiempos?
habla en el derecho de familia? ACB: Ah, no sé porque yo no voy a estar. (Risas).
ACB: No, en el derecho de familia se habla de autono-
mía de la voluntad, más bien. La característica esencial EDFA: Cómo que no. Si estará presente indudablemente.
del derecho de familia ha sido siempre que sus normas Entre otras cosas, a través de su obra.
fueran en principio imperativas. Una de los caracteres ACB: No le veo buen porvenir. Como va, no le veo
REPORTAJE

de la norma de derecho de familia que ya había señalado buen porvenir.


Díaz de Guijarro hace bastante más de medio siglo.
EDFA: Uno de los asuntos preocupantes, en orden a la
EDFA: Se advierte que el principio de autonomía en el dere- desjuridización mentada; es la frecuente ausencia de la tra-
cho de familia aparece ligado a un espacio de no derecho. dición jurídica nacional. En obras como la suya, la de Zannoni;
ACB: Claro. Si lo desligamos del derecho civil, hay hay una recuperación de la historia del derecho de familia na-
muchas normas que pierden peso. cional. Obras como las de Díaz de Guijarro, Segovia, Machado,
Lafaille, Spota; integran la historia de las instituciones. A veces
EDFA: ¿Qué opinión le merece la autonomía progresiva se advierte que no hay citas del pasado.
de los niños? ACB: Claro, en la generación actual, que en gran parte
ACB: No sé. El régimen de minoridad está organiza- se desentiende de la formación histórica de las normas e
do para la protección de los menores. Lo fundamental, ignora la obra de nuestros antiguos grandes juristas.
mientras dura la minoridad, es proteger al incapaz. Inca-
paz en sentido jurídico. Es posible que pueda irse avan- EDFA: Sí, una construcción nueva sin los cimientos en la
zando progresivamente, pero ya no resulta tan necesario identidad del derecho nacional.
con la regulación de la mayoridad a los 18 años. ACB. Es que somos enanos desarrollados sobre los
hombros del gigante que son el conjunto de nuestros
EDFA: ¿Qué piensa de la nueva mayoría de edad? ancestros. Si tuviéramos que partir desde el piso, no se-
ACB: En realidad, para la mayoría a los 18 años hay ríamos nada.
una sola motivación: la coordinación con otras legisla-
ciones. Ya en la reforma de 1968 se rebajó de los 22 a EDFA: Muchísimas gracias.
los 21 años, para evitar que hubiera personas que fue-
ran menores de edad en la Argentina y mayores de edad
cuando salían del país. El único fundamento valedero VOCES: FAMILIA – TRATADOS Y CONVENIOS – PODER JUDI-
de haber bajado la mayoría de edad a los 18 años, es la CIAL – MATRIMONIO – CONCUBINATO

nota Bibliográfica
manual de derecho de familia
Augusto César Belluscio
Abeledo Perrot, Buenos Aires 2009, 737 páginas

El Manual de Belluscio, se denomina “manual” simplemente porque puede consultarse


ágilmente, sin necesidad de recurrir al escritorio o al atril de mesa. Mas el encuadre hace injus-
ticia a la obra. Quien conoce el estilo del autor, sabe perfectamente que en la simplicidad de la
redacción, se encierra un “tratado”. Este fenómeno solamente puede suceder con la sapiencia
y la prosa de Belluscio, que es capaz de relatar sencillamente y al mismo tiempo con el mayor
de los rigores, las discusiones más arduas de la doctrina nacional. Bien puede decirse que éstas
características, hacen de su obra un caso único y un tesoro invalorable para toda biblioteca.
Como todas las ediciones anteriores, ésta nueva, tiene las ventajas de tratar todos los te-
mas, con un aparato crítico jurisprudencial y doctrinario actualizado hasta la fecha de
edición. Se sorprenderá el lector con una nueva disposición del tópico de los efectos eco-
nómicos del matrimonio, que ahora se sitúan luego de los patrimoniales. El acierto se
percibe a la primera lectura. Como en ediciones anteriores, se advierte también el respal-
do de asiduas lecturas del derecho comparado, que abren las perspectivas de análisis de
la familia. La obra es encomiable. El estilo llano y la redacción fácil se agradecen. Es una
obra imprescindible, y no sólo como mataburros, sino como obra de consulta primordial.
La novena edición del clásico Manual, sale a la luz, esta vez, de la mano de una cuidada edi-
ción de Abeledo Perrot.

12 CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA


FILIACIÓN

COMUNICACIONES
PROCEDENCIA DEL DAÑO MORAL

JURISPRUDENCIA
POR LA FALTA DE RECONOCIMIENTO
ESPONTÁNEO DEL HIJO FRENTE A LA
PASIVIDAD PROCESAL DEL DEMANDADO
por María Victoria Famá

Tribunal: CnCiv., Sala l 31/03/2009 “S., m. G. y otro c/ d., H. H. s/ filiación”.


Hechos: La Sra. S., en representación de su hija de 13 años, promovió acción de
reclamación de la paternidad extramatrimonial e indemnización por daños y perjuicios
contra el Sr. D., alegando que había mantenido con éste una relación de noviazgo que
finalizó al enterarse el demandado de su embarazo. A fin de probar sus dichos, acom-
pañó fotografías y cartas que le envió al accionado desde el nacimiento de la niña, y
un último aviso que le remitió a aquél su abogado para “conversar sobre temas que
ya eran de su conocimiento”. El requerido no contestó la demanda pero se presentó a
una audiencia donde acordó someterse a la prueba genética. Con el resultado positivo
del examen de ADN, el progenitor reconoció a su hija, sin perjuicio de lo cual la actora
insistió en el pedido de indemnización por daño moral. En primera instancia, el reclamo
fue desestimado, por considerarse que no se había probado que la actora hubiera
comunicado al demandado su embarazo y el nacimiento de su hija.

Fallo
La sala L de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil revocó
la sentencia e hizo lugar a la indemnización requerida, fijándola en
un monto de $ 30.000. Si bien el fallo fue unánime, los integrantes del
Tribunal delinearon distintos argumentos para determinar la proce-
dencia del reclamo. La Dra. Pérez Pardo resaltó que “el demandado no
contestó demanda y en tal sentido deben tenerse por reconocidos los
hechos afirmados por la actora, siempre que no fueran desvirtuados
por prueba en contrario”, pero además subrayó que “el daño moral no
requiere prueba sino que se presume cuando ha habido una lesión a
un derecho personalísimo derivado del incumplimiento de una obli-
gación legal, originada en el derecho del hijo a ser reconocido por sus
progenitores. (…) Su procedencia se demuestra con la verificación de
la titularidad del derecho lesionado en cabeza del reclamante y la omi-
sión antijurídica del demandado, sin que resulte relevante la falta de
malicia o culpabilidad del progenitor, ya que su naturaleza, conforme
al art. 1078 del cód. civil es evidentemente resarcitoria”. Por su parte, el
Dr. Liberman destacó que el daño moral –como cualquier otro– debe
ser probado, siendo necesario acreditar el daño y el factor subjetivo de
atribución, aunque en el caso “El emplazado no desconoció los hechos
expuestos en la demanda, tampoco la autenticidad ni recepción de esas
misivas. El apercibimiento del art. 356 del cód. procesal es específico;
D. recibió las cartas y sabía perfectamente de qué se trataba y para qué
se lo citaba”. En fin, el Dr. Galmarini acentuó: “La falta de contestación
de demanda lleva a admitir los hechos alegados en el escrito inicial
(…). Por lo que la pasividad del demandado puesta de relieve tanto
antes de la promoción de la demanda, como después al no contestarla,
son circunstancias reveladas de su renuencia en facilitar las medidas
necesarias para determinar la filiación en tiempo oportuno”.

CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA 13


Nota que no lo ha reconocido espontáneamente –de otro
modo, no se le conferiría la acción del art. 254, cód. ci-
La necesaria brevedad de este comentario me obliga vil–, es obvio que éste asume el deber de reconocer al
a circunscribirme a los aspectos a mi juicio centrales hijo que, como tal, es un deber jurídico. La viabilidad
JURISPRUDENCIA
del fallo, sin extenderme en las múltiples aristas que se de la reparación resulta reforzada en la actualidad tras
han desarrollado doctrinaria y jurisprudencialmen- la reforma constitucional del año 1994, que incorpo-
te en torno de la procedencia, alcance, legitimación, ró a nuestro texto histórico toda una serie de instru-
prueba y cuantificación del daño moral por la falta mentos internacionales que expresamente reconocen
del reconocimiento del hijo1. Me limitaré, entonces, a el derecho a la identidad como un derecho humano,
realizar un análisis crítico de los distintos argumentos y que en materia de niñez y adolescencia alcanza su
que dieron lugar al precedente en glosa, procurando punto cumbre con la Convención sobre los Derechos
formular algunas precisiones en abstracto respecto de del Niño, cuyos arts. 7º y 8º se ocupan del tema. Si
la procedencia de la indemnización, y otras en concre- toda persona tiene derecho a la identidad, eso signifi-
to, relativas a la admisibilidad del reclamo en el caso, ca que todo hijo tiene derecho a gozar del título de es-
frente a la pasividad procesal del demandado. tado que se corresponda con la realidad biológica, de
En cuanto a lo primero, sabido es que de acuerdo modo que el progenitor tiene el correlativo deber de
a las normas que gobiernan la responsabilidad civil, el reconocerlo, pues tal reconocimiento no sólo importa
principio general de la procedencia de la reparación la consagración efectiva del derecho a la identidad en
del daño es que se demuestren ciertos requisitos, a su aspecto relativo al emplazamiento filial, sino tam-
saber: a) el hecho antijurídico o antijuridicidad; b) el bién la satisfacción de otros aspectos inherentes a este
factor de atribución de la responsabilidad; c) el daño; derecho –p. ej. el derecho al nombre– y de toda una
y d) la relación de causalidad adecuada entre el daño y serie de derechos vinculados con tal emplazamiento,
el comportamiento antijurídico. como el derecho a vivir en la familia de origen y ser
El hecho antijurídico consiste en el incumplimien- criado por ésta y, en general, los derechos-deberes de-
to objetivo o material de un deber u obligación legal, rivados de la responsabilidad parental (alimentación,
que en materia de responsabilidad extracontractual se derechos hereditarios, etc.).
traduce en la violación del deber genérico de no dañar Estos argumentos –reiterados una y mil veces por
o alterum non laedere. Desde esta perspectiva, habría la profusa doctrina y jurisprudencia que han tenido
que determinar si el reconocimiento de un hijo es un la oportunidad de abordar el tema, incluido el fallo
deber del progenitor, cuyo incumplimiento genera la en comentario– permiten concluir que la omisión de
posibilidad de reclamar una indemnización por daños reconocer espontáneamente al hijo configura un acto
y perjuicios. Y en este punto la doctrina nacional es ilícito pasible de reparación.
coincidente: aun quienes sostienen la improcedencia Este principio mayormente compartido puede
de la reparación consideran que existe un deber jurí- arrastrar otras conclusiones inherentes a los demás
dico de reconocer a la descendencia. presupuestos de la responsabilidad civil que merecen
En efecto, si bien se ha estimado tradicionalmen- ser aclaradas. Y es aquí donde me permito una discre-
te que el reconocimiento del hijo constituye un acto pancia con los argumentos vertidos por la Dra. Pérez
voluntario por parte de quien lo realiza, tal rasgo de Pardo en el precedente en glosa, quien sostiene que la
voluntariedad está destacado con relación a su ca- procedencia del daño moral se demuestra con la ve-
rácter unilateral o, si se prefiere, individual. Pero al rificación de la titularidad del derecho lesionado en
señalarse, con estos alcances, que el reconocimiento cabeza del reclamante y la omisión antijurídica del de-
es voluntario no se está aludiendo a un acto librado mandado, “sin que resulte relevante la falta de malicia
a la autonomía privada (es decir, inserto en el ámbi- o culpabilidad del progenitor”.
to de la autonomía de la voluntad) que interesa sólo Coincido con la magistrada cuando advierte que
el libre arbitrio del reconociente. La circunstancia de el daño moral por la falta de reconocimiento se pre-
que dependa de la iniciativa privada no implica que el sume. Esta conclusión se extrae de los principios
ordenamiento niegue el derecho del hijo a ser recono- generales en materia de responsabilidad civil, pues
cido por su progenitor. Y si el hijo tiene el derecho a “siendo el agravio moral la consecuencia necesaria e
obtener su emplazamiento respecto del padre o madre ineludible de la violación de alguno de los derechos
de la personalidad de un sujeto, la demostración de la
existencia de dicha transgresión importará al mismo
tiempo, la prueba de la existencia del daño moral”2.
1
Para un mayor desarrollo de esta temática, compulsar –entre Este principio se ha trasladado en forma genérica a la
otros– Famá, María Victoria, La filiación. Régimen constitucional,
civil y procesal, Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 2009, pág. 625 y sigs.; responsabilidad derivada de la omisión voluntaria del
Medina, Graciela, Daños en el Derecho de Familia, Santa Fe, Rubin- reconocimiento del hijo, de modo que la doctrina y
zal-Culzoni, 2002, pág. 119 y sigs.; Sambrizzi, Eduardo, Daños en la jurisprudencia suelen concordar en que el daño se
el derecho de familia, Buenos Aires, La Ley, 2001, pág. 175 y sigs.;
Dutto, Ricardo J., Daños ocasionados en las relaciones de familia,
Buenos Aires, Hammurabi, 2006, pág. 161 y sigs.; Azpiri, Jorge O.,
Juicio de filiación y patria potestad, 2ª ed., Buenos Aires, Hammura- 2
Brebbia, Roberto H., El daño moral, 2ª ed., Rosario, Orbir,
bi, 2006; etcétera. 1967, págs. 85 y 86.

14 CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA


presume. En este sentido, Minyersky señala que “La sola inc. 1° del cód. procesal civil y comercial de la Nación.
negativa al reconocimiento del hijo propio da por acre- Dicha norma prevé que en la contestación de demanda,
ditado el perjuicio al menor. (…) existe siempre daño el requerido deberá “reconocer o negar categóricamen-
moral por la ausencia de emplazamiento. Por sus carac- te cada uno de los hechos expuestos en la demanda, la
terísticas y la lesión o agravio que significa la carencia de autenticidad de los documentos acompañados que se

JURISPRUDENCIA
filiación –y por ende el desconocimiento del estado de le atribuyeren y la recepción de las cartas y telegramas
familia– el daño moral sufrido aparece como una conse- a él dirigidos cuyas copias se acompañen. Su silencio,
cuencia directa del actuar ilícito no siendo en principio sus respuestas evasivas, o la negativa meramente gene-
necesaria la acreditación del mismo”3. Compartiendo ral podrán estimarse como reconocimiento de la verdad
estas afirmaciones, me atrevo incluso a decir que a mi de los hechos pertinentes y lícitos a que se refieran. En
juicio, el daño moral por la omisión del reconocimiento cuanto a los documentos se los tendrá por reconocidos
se presume juris et de jure. Es que la actitud renuente del o recibidos, según el caso…”. El propio texto legal obli-
progenitor y, es más, el saberse negado por éste –sea en ga a formular una distinción que se infiere del voto del
forma consciente a una mayor edad o en forma incons- magistrado Liberman y me parece esencial a la hora de
ciente cuando se trata de niños muy pequeños– genera determinar la procedencia del reclamo ante la incontes-
necesariamente un sentimiento de dolor y sufrimiento tación de la demanda. No ha sido en el caso la pasivi-
que debe ser resarcido, en todos los casos y cualquiera dad del demandado lo que ha llevado a determinar la
fuera la edad del niño (ello sin perjuicio de la variación procedencia del reclamo, sino la prueba emergente de
del monto de la indemnización en función de las cir- la documentación acompañada por la actora en la de-
cunstancias concretas). manda, que se tuvo por reconocida frente al silencio del
Pero esta presunción juris et de jure requiere necesa- requerido.
riamente de la conjunción del resto de los elementos de En efecto, la falta de contestación de la demanda
la responsabilidad civil: el obrar antijurídico, el factor de constituye solamente una presunción simple o judicial,
atribución, y la relación de causalidad adecuada entre de carácter juris tantum, que debe ser corroborada por
el daño y el comportamiento antijurídico. Ello significa la prueba producida por la actora y por la falta de prue-
que la procedencia del reclamo por daño moral exige la ba en contrario por parte del demandado, cuestión que
coexistencia de un factor de atribución, que en el ámbito será merituada exclusivamente por el juez al momento
del derecho de familia y en el régimen filiatorio sigue de dictar sentencia. De allí que la norma citada, cuando
siendo subjetivo. En este sentido, la determinación de alude al silencio o evasivas, utilice la expresión “podrán
la imputabilidad del sujeto pasible de generar el deber estimarse como reconocimiento de la verdad de los he-
de reparar importará siempre una actitud intencional de chos”. En cambio, cuando se trata de prueba documental
su parte por causar un perjuicio o no cumplir con una –como en el caso en glosa– el silencio adquiere fuerza de
obligación (en el caso del dolo), o bien con un compor- admisión y, en consecuencia, siempre que la pretensión
tamiento desajustado a lo que debería ser (que nos acer- sea ajustada a derecho, ella debe ser acogida5. Se trata
ca a la noción de culpa). En términos llanos, no basta entonces de una presunción juris et de jure, que se dedu-
la mera ausencia de vínculo para generar el derecho a ce de la letra de la ley, al decir “en cuanto a los documen-
reclamar daños y perjuicios, es necesario que esta au- tos se los tendrá por reconocidos o recibidos”.
sencia responda a una omisión voluntaria del progenitor, En definitiva, y a modo de cierre, el precedente en co-
pese a tener conocimiento de la existencia del hijo, cues- mentario despierta algunas inquietudes que resulta inte-
tión que será objeto de prueba en el proceso. Como bien resante compartir con la intención de realizar un aporte
observa Solari al comentar este mismo fallo, “El funda- a quienes patrocinan a los hijos o madres que en su re-
mento del resarcimiento por daños debe encontrarse en presentación buscan un justo resarcimiento económico
la conducta reticente del progenitor en reconocer a su por haber visto vulnerado su derecho a la identidad du-
hijo y no en la circunstancia de haber tenido un hijo. rante años y haber crecido sabiéndose negados por sus
Ninguna ilicitud hay en tener un hijo; de manera que progenitores. Dado el principio general de cosa juzgada
por el hecho mismo de la paternidad no debería haber que opera frente al rechazo de la demanda y los exiguos
condena por daños y perjuicios”4. plazos de prescripción que corren a los fines de accionar,
Precisado este primer aspecto en abstracto relativo resulta indispensable para una adecuada defensa de sus
a la procedencia del daño moral, querría detenerme intereses producir toda la prueba pertinente a los fines
brevemente en la resolución del caso concreto frente a de determinar la responsabilidad del padre renuente,
la pasividad procesal del demandado. Y en este punto, sin olvidar que su pasividad en el expediente no nece-
la respuesta unánime brindada por el Tribunal resulta
sariamente determina la procedencia del reclamo.
incuestionable a la luz de lo dispuesto por el art. 356,

VOCES: DAÑO MORAL – FILIACIÓN – DAÑOS Y PERJUICIOS


3
Minyersky, Nelly, “Responsabilidad por no reconocimiento – MENORES – FAMILIA – CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA
del hijos extramatrimonial. Factores de atribución”, en Alterini, – COSA JUZGADA – PRESCRIPCIÓN
Atilio - López Cabana, Roberto M. (directores), La responsabili-
dad. Homenaje al Profesor Isidoro H. Goldenberg, Abeledo-Perrot,
Buenos Aires, 1995, pág. 549.
4
Solari, Néstor E., Procedencia del daño moral en un caso de
5
Palacio, Lino E., Derecho procesal civil, Buenos Aires, Abele-
filiación, LL, 20/10/09, pág. 4. do-Perrot, 1977, t. VI, pág. 171.

CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA 15


RESPONSABILIDAD
PARENTAL LA PRIVACIÓN DE LA PATRIA
JURISPRUDENCIA

POTESTAD EN LOS TIEMPOS DE LA


RESPONSABILIDAD PARENTAL
por Rosalía Muñoz Genestoux

Tribunal: ApelCC Morón, sala I, 14/05/2009, “MINISTERIO PUPILAR C/S.D.S. S/


PRIVACIÓN DE LA PATRIA POTESTAD”
Hechos: Ante la sentencia de privación de patria potestad contra la Sra. S. D. S. en relación
con sus tres hijos, que había sido iniciada por el Ministerio Público, ésta apela expresando
en sus agravios las razones por las que durante diez años los niños se encontraron institu-
cionalizados sin mantener prácticamente contacto alguno con ella.
Habiendo sido garantizado el derecho de los niños a ser oídos, manteniéndose el
vínculo fraternal entre ellos y conforme la Convención sobre los Derechos del Niño y
las leyes 26.061 y 13.298, la Cámara confirma la sentencia de primera instancia.

Fallo
Después de haber transcurrido once años desde la internación de
los dos niños mayores y nueve de la del pequeño, la madre no ha po-
dido solucionar su conflictiva y las secuencias dolorosas de estos tres
hijos (informe de la Lic. Diberto).
Cada paso del proceso, cada diligencia consume días, meses y años,
mientras tanto los niños esperan con incertidumbre quién se hará car-
go de sus más elementales necesidades, lo que es inconciliable con el
debido proceso que merecen (“Ministerio Pupilar c/ S. D. S. s/priva-
ción de la patria potestad”, causa 56.681, r. sent. 83).

Nota y ‘formación integral’”1. Este concepto está estrecha-


mente vinculado al de capacidad progresiva que los
En principio podríamos considerar que los cam- niños y adolescentes van adquiriendo, en definitiva, a
considerarlos sujetos de derecho.
bios que han generado los tratados internacionales y
En consecuencia con estos cambios, en el ámbito
las modificaciones legislativas vigentes permiten que
local el art. 34 de la ley 114 de la Ciudad de Buenos
hablemos ya no del antiguo concepto de patria potes-
Aires utiliza la expresión “responsabilidad de los pa-
tad sino de un concepto más amplio que es el de “res-
dres” para aclarar que “incumbe a los padres la res-
ponsabilidad parental”.
ponsabilidad primordial de la crianza y desarrollo de
Cuando hablamos de responsabilidad parental nos
sus hijos/as para su protección y formación integral.
referimos al “conjunto de deberes y derechos que co-
rresponden a los padres sobre las personas y bienes de
sus hijos menores, siempre en miras a su protección 1
Art. 264 a partir de la reforma introducida por la ley 23.264.

16 CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA


La Ciudad de Buenos Aires respeta los derechos y de- niños con filiación paterna, sin lugar a dudas la pri-
beres de los padres y les presta la ayuda necesaria para vación de la patria potestad es el camino adecuado, y
su ejercicio con plenitud y responsabilidad”2. el que permitirá a esos niños una nueva posibilidad
Entonces debemos analizar qué ocurre cuando los de insertarse en una familia que esté en condiciones
adultos (madres, padres) incumplen con lo normado de garantizarles el efectivo cumplimiento de sus de-

JURISPRUDENCIA
en relación con la crianza y cuidado de sus hijos me- rechos.
nores de edad. Es difícil comprender y asimilar, culturalmente ha-
Dice Azpiri: “La inconducta de los padres, de la que blando, que algunos padres no puedan encargarse del
pueda resultar un perjuicio para el menor, provoca la cuidado de sus hijos. Socialmente se considera que las
privación de patria potestad”3. mujeres nacen para ser madres, como si realmente to-
Asimismo, ejemplifica el autor: “El no cumplimien- das tuviesen las condiciones para criar niños, permitir
to grave y reiterado del régimen de visitas acordado su desarrollo integral, favorecer su desarrollo subjeti-
o fijado judicialmente, la falta de la prestación de ali- vo; al hablar de condiciones me refiero a las psicológi-
mentos pudiendo hacerlo, respecto del hijo, pueden cas, sociales, familiares, etcétera.
ser ejemplos –entre muchos otros– de abandono por Cuando nos encontramos frente a situaciones
parte de uno de los padres”. como la que presenta el fallo y vemos que tres niños
El abandono (art. 307, inc. 2, cód. civil) es la causal se han formado durante prácticamente diez años en
más común en los casos de privación de patria potes- instituciones y que esta madre no ha podido brindarle
tad. Claramente expresa el artículo que ésta se sustan- respuesta a sus necesidades básicas, es recién cuando
cia aun cuando los niños, como en el presente caso, no pensamos por qué hemos permitido que pase tanto
hayan quedado desamparados y hayan sido cuidados tiempo y por qué ahora esta madre, que se ha mos-
por un tercero o en una institución pública o privada. trado diligente en el proceso desde la sentencia de pri-
Pero la importancia radica en los efectos que el mera instancia, podría modificar su comportamiento.
abandono genera en los niños y en la inacción que Mientras tanto, tres niños de 9, 12 y 14 años han
demostró la madre durante más de una década en re- crecido desprovistos no sólo de su mamá, sino de la
lación con ellos. posibilidad de contar con otra familia.
Si bien tanto la CDN como las leyes que la han re- Considero relevante la entrevista que mantienen
ceptado expresan que los niños y adolescentes deben los jueces de Cámara con J. L. de 14 años, V. M. de 12
crecer y desarrollarse dentro del seno familiar, “Los años y L. L., de 9 años, no sólo porque dan con ello
Estados partes velarán por que el niño no sea sepa- cumplimiento al ordenamiento, con la incorporación
rado de su padres contra la voluntad de éstos…”. No de la CDN al art. 75, inc. 22 de la CN, sino porque
es menor que el artículo exprese a continuación que es diferente en una cuestión de familia, donde lo que
“excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las au- se evalúa será determinante para el desarrollo de los
toridades competentes determinen de conformidad niños, el haberlos entrevistado particularmente, ha-
con la ley y los procedimientos aplicables que tal se- ber escuchado sus voces, haber visto sus expresiones y
paración es necesaria en el interés superior del niño”4. comprender sus necesidades.
Es en ellos en quienes se está pensando al momento de El concepto de “interés superior del niño” ha sido
dictar la privación de la patria potestad cuando, como utilizado de diversos modos, y en virtud de lo que
en el caso, hay acabadas muestras de que ni su madre podemos ver en la jurisprudencia se han tomado de-
ni su abuela pudieron contenerlos. cisiones absolutamente disímiles fundadas en dicho
Ahora bien, considero necesario que al momento principio.
de dictar tal resolución esto ocurra después de haber Entonces consideraremos que al utilizar como prin-
agotado todos los recursos sociales, administrativos cipio rector el “interés superior del niño”, como refiere
y judiciales tendientes a la vinculación de esos niños la Dra. Cecilia Grosman, “Resultará en su interés toda
con su familia como se presenta en el caso de análisis. acción o medida que tienda a respetar de manera
Si como operadores podemos garantizar que a esa efectiva la mayor cantidad de derechos involucra-
madre se le plantearon distintas alternativas, si hemos dos. Esta directriz cumple una función correctora e
trabajado con la familia ampliada agotando tales re- integradora de las normas legales, constituyéndose
cursos, si hemos logrado que comprenda el alcance de en pauta de decisión ante un conflicto de intereses y
su rol materno, la relevancia de su figura en la vida en criterio para la intervención institucional desti-
de sus hijos y no se ha conseguido que ésta cumpla nada a proteger al niño”5.
los deberes que importa la responsabilidad parental, Ahora bien, al momento de sopesar/apreciar en-
la cual es ejercida exclusivamente por no contar los tre los derechos que serían vulnerados de privarse
a la Sra. de la patria potestad, donde según ella se
violaría el derecho a vivir en familia, situación que
2
Gil Domínguez, Andrés, Famá, María Victoria y Herrera,
Marisa, Ley de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes en.
“Derecho constitucional de familia”, Buenos Aires, Ediar, 2007.
3
Azpiri, Jorge, Juicios de filiación y patria potestad, 2da. edi-
ción, Buenos Aires, Hammurabi, 2006. 5
Grosman, Cecilia, Significado de la Convención de los Dere-
4
Art. 9.1, CDN. chos del Niño en las relaciones de familia, LL, 1993-B-1095.

CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA 17


podríamos cuestionar al mantenerse los lazos entre los padre que no se hace responsable de los deberes para
hermanos, viéndose afectado exclusivamente el víncu- con sus hijos, es el derecho de estos niños/adolescen-
lo de los niños con su madre y dado que no ha habido tes de crecer en el ámbito donde pueda garantizarse la
otros familiares que tengan contacto con éstos, y los de- máxima satisfacción de sus derechos.
JURISPRUDENCIA
rechos como el de la integridad psicofísica, al desarrollo,
a la salud, a la educación, etc., involucrados, consideran-
do al interés superior como la satisfacción de la máxima
Para leer más
cantidad de derechos es inevitable considerar la decisión
del tribunal como la mejor posibilidad de los niños y Solari, Néstor, Criterios para la privación de la patria
una sentencia ajustada a derecho. potestad, DJ, 14/6/2006, 472, comentario a fallo: Cámara
Podemos agotar en cumplimiento a nuestra nor- Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala H, 2/2/2006, “B., S. B.
mativa (ley 26.061, art. 75, inc. 22, CN; ley 13.298; c. O., J. M.”; Gil Domínguez, Andrés, Famá, María Victoria y Herrera,
ley 114 de la CABA y demás leyes provinciales) los Marisa, Derecho constitucional de familia, tomo I, Bue-
recursos para brindar a los niños las oportunidades nos Aires, Ediar, 2006, pág. 139 y sigs.; Azpiri, Jorge, Juicios
de criarse, desarrollarse y formarse como sujetos de de filiación y patria potestad, 2da. edición, Buenos Aires,
derechos en sus familias de origen, pero no podemos Hammurabi, 2006, pág. 333 y sigs.
alejarnos de nuestra obligación de protegerlos, de faci-
litar su desarrollo y fomentar en caso de ser necesaria
una alternativa convivencial. VOCES: PATRIA POTESTAD – TRATADOS Y CONVENIOS;
En resumen, la privación de patria potestad, como MENORES – ALIMENTOS – FILIACIÓN – FAMILIA – CONS-
la denomina el código, no es simplemente un castigo al TITUCIÓN NACIONAL

SUCESIONES
SEPARACIÓN DE HECHO Y CESE
DE LA VOCACIÓN HEREDITARIA
por Miguel Gonzales Andía

Tribunal: CNCiv., sala G, noviembre 14-2008, “H., E. E. M. y otro c. M., A. R. s/exclusión


de heredero - M., A. R. c. H., E. E. M. y otro s/nulidad de acto jurídico, acumulados”
Hechos: Los hermanos de quien en vida fuera Don S. A. H., demandaron la exclusión
hereditaria de su esposa, con fundamento en que estaba separado de hecho y deman-
dada por causales subjetivas de divorcio vincular por aquél en vida. A su turno, la cón-
yuge del difunto solicitó la nulidad de dos cláusulas del testamento por el que entonces
su esposo declaró estar separado de hecho y legó a sus hermanos el inmueble en cuya
planta baja vivía la Sra. M. La sentencia de grado en el juicio incoado en contra de la
cónyuge supérstite (H. c. M.), admitió la demanda y dispuso el cese de la vocación here-
ditaria de la accionada, con pérdida de su derecho a la legítima en la sucesión de S. A.
H. Asimismo, se desestimó la nulidad de aquellas cláusulas testamentarias pretendida
por la viuda. La alzada confirmó la sentencia del juzgador preopinante.

18 CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA


Fallo
“…Las testificales rendidas a fs. 61/71 (…) son coincidentes en ado-
cenar acerca de la separación de hecho en que se hallaban los entonces

JURISPRUDENCIA
cónyuges M. - H., y tal situación es reconocida por la propia esposa
(…) el Sr. M. A. M. manifestó que la Sra. M. vivía en la planta baja del
inmueble de la calle Chile … y en ello coincide también M. N. G. (…)
Así, la recurrente por lo valorado, y el testador –al tiempo de expresar
su última voluntad– admitieron estar separados, por lo que extraigo
de tales decires y de la promoción del juicio de divorcio por cuerda,
que era compartida su voluntad de no unirse (arts. 163, 330 y conc.,
ley adjetiva; 913, 914, 916, 917, 993, 995 y conc., ley sustantiva). (…)
Dedúcese de lo afirmado que, consecuentemente y tal como lo pone
de resalto el Ministerio Fiscal ante esta tríada jurisdiccional, no ha de-
mostrado la desconforme exteriorización fehaciente y convincente en
el sentido de revertir esa situación fáctica (falta de voluntad de unirse),
y menos, que fluyera certeza moral en derredor a su inocencia en tal
separación (arts. 163, 377, 386, 456 y conc., ley de rito; 204, 214, inc.
1º, armonizando con aquéllas, lo que dispone el art. 3575, todos de la
ley de fondo en su texto ordenado por la ley 23.515). (...) Va de suyo
entonces, que mal grado de la apelante, su vocación a la herencia re-
licta de su marido del cual se encontraba separada con los connotados
que precede, cesó para ella. Tal decaimiento conlleva la ausencia de
legitimación sustancial para articular la nulidad de alguna de las cláu-
sulas mediante las cuales el testador dispuso de sus bienes para luego
de su deceso (…) Tal como claramente lo dispone el art. 3615 de la
ley de fondo, para testar, al igual que para la realización de cualquier
acto jurídico, se requiere que la persona esté en su perfecta razón (…)
La debilitación de facultades, sus esporádicas amnesias, así como la
asistencia de su ritmo cardíaco merced a un marcapasos que acompa-
ñaron a quien en vida testó y demandó, no llegan a convencer acerca
de la ausencia de libertad y raciocinio (...) Como broche que cierra la
hendija por donde se pretende introducir la revisión de lo fallado con
relación a este aspecto que vengo tratando, cabe partir de la presun-
ción establecida en el primer párrafo del art. 3616 del cód. civil que
reza que toda persona está en su sano juicio mientras no se pruebe lo
contrario (del voto del doctor Bellucci).

Nota ruptura reúna determinados extremos: a) Ser efec-


tiva: debería existir una real fractura cohabitacional
Inicialmente debe apuntarse una sinopsis concep- entre ambos cónyuges que indique el fin de su vida
tual. La separación de hecho ha sido definida como cotidiana común; b) Ser permanente: su íntegra
“la situación jurídica de los esposos que en forma conclusión en el plano temporal hasta cumplimen-
voluntaria, sin que exista previa decisión del ór- tarse los términos de los arts. 204 y 214, inc. 2º del
gano jurisdiccional, se eximen, por propia autori- cód. civil, extremo que descarta por tanto la tran-
dad y de manera permanente de la obligación de sitoriedad de la desunión; c) Ser continua, a fin de
cohabitación”1. En ese marco, es menester que tal que no exista interrupción de los plazos citados; d)
Que no haya voluntad de unirse: la separación debe
ser la traducción externa de lo deseado en el ámbito
interno del individuo, con la implicancia de que no
1
Conf. Morello, Augusto M., Separación de hecho entre cón-
yuges, Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 1961, pág. 33 y sigs. haya una causal atendible que justifique el fin de la

CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA 19


vida conyugal; e) Ser comprobable: la separación de el ámbito del derecho de familia y del derecho de las
hecho debe exteriorizarse a partir de una conducta sucesiones convergentes en la cuestión, enmarcado
cierta, inequívoca, indudable2. La sentencia de Alza- en una ineludible apreciación de las exigencias pro-
da ha cimentado su argumento en la consideración cesales e interpretativas requeridas en toda litis. Lo
JURISPRUDENCIA
y análisis de las probanzas rendidas en autos, en expuesto abreva en que la misma dinámica vital deja
cuanto a la incontrastable existencia de separación una impronta fáctica y objetiva determinantes e impera-
de hecho de los cónyuges en los extremos legales tivas para el juzgador.
requeridos. Tal situación jurídica se encuentra ava-
lada por testigos y es reconocida por la propia espo-
sa, lo que a todas luces constituye una base fáctica
sólida en el devenir crítico que conduce a la certeza
moral del órgano superior. Así, en el amplio campo Para leer más
de la dinámica procesal se permite concluir irre-
futablemente la existencia y mantenimiento de esa Doctrina:
situación jurídica que –comprobada palmariamen- Chechile, Ana María, La separación de hecho entre cón-
te– extingue el llamamiento sucesorio. En el mismo yuges en el derecho civil argentino, Buenos Aires, Lexis
sentido, la carencia de legitimación sustancial para Nexis, 2006; Kemelmajer de Carlucci, Aída, Separación de he-
articular nulidad de cláusulas testamentarias, emer- cho entre cónyuges, Buenos Aires, Astrea, 1978; Méndez
ge en la consecución lógica de los efectos jurídicos. Costa, María J. y D’Antonio, Daniel H., Derecho de familia,
Sin perjuicio de ello, es de remarcar que las falencias Santa Fe, Rubinzal Culzoni, 1990; Perrot, Celina, La separa-
de salud que aquejaban al testador y que fueran es- ción de hecho como causal autónoma en la nueva
grimidas por la Sra. M., no revestían entidad sufi- ley de matrimonio civil, LL, 1987-D-1107; Zannoni, Eduardo,
ciente para desvirtuar el principio sustentado por el Derecho de familia, Buenos Aires, Astrea, 1993.
art. 3616 del cód. civil. Es decir: no fue acreditado Jurisprudencia:
el hecho constitutivo de su pretensión3, primando CNCiv., sala L, 12/2/93, “N., N. R. c. M., V.”, JA, 1995-I-391; ED,
en su plenitud entonces, la presunción ínsita en el 54-485, con nota de Gutiérrez, Delia M. En contra: CNCiv., sala
primer párrafo de la norma citada. El Decisorio en M, 14/4/00, “Z., R. N y H., N. V.”, ED, 189-35, con comentario de
análisis ha efectuado una fundamentada articula- Sambrizzi, Eduardo A.; ver asimismo, CNCiv., sala B, 9/9/03, “L.,
ción y armonización de la normativa imperante en Y. M. J. c. D., S. F. J. C.”, LL, 2004-B-114, con nota de Wagmaister,
Adriana; CNCiv., sala F, 21/11/91, “L. de S., I. c. S., A. V.”, LL,
1992-D-306.
2
Ver Gonzáles Andía, Miguel, Aspectos esenciales de la sepa-
ración de hecho, JA, 2006-IV-1356.
3
Conf. Palacio, Lino E., Derecho procesal civil, Buenos Aires,
Abeledo-Perrot, 1977, t. I, pág. 437; Kielmanovich, Jorge L., Derecho
procesal de familia, Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 2008, pág. 299. VOCES: DIVORCIO – SUCESIÓN – PRUEBA – FAMILIA

FICHA PRÁCTICA
Separación de hecho y cese de la vocación hereditaria

Separación de hecho: situación jurídica de los esposos que en forma volun-


taria, sin que exista previa decisión del órgano jurisdiccional, se eximen, por
propia autoridad y de manera permanente, de la obligación de cohabitación.

Vocación sucesoria: llamamiento de un sucesor a una sucesión determinada.

20 CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA


TUTELA
LOS DERECHOS SOCIALES CURATELA

JURISPRUDENCIA
EN EL ÁMBITO DEL
DERECHO DE FAMILIA
por Julio A. Martínez Alcorta 1

Tribunal: Rosario, Tribunal Colegiado de Familia Nº 5, 07-11-2008, “Situación de los


hijos menores de edad de C.G.”
Hechos: Una policía santafesina y madre viuda de cinco niños entre 4 y 14 años de
edad mostraba estar atravesando un trastorno en su salud mental. El Ministerio Públi-
co Fiscal promueve acción de protección contra la violencia familiar con el objeto de
preservar a los cinco hijos menores de edad. Los abordajes anteriores de esta familia
habían fracasado, y a pesar de que en concreto ningún hecho de violencia hubo, se
pensó en utilizar esa vía procesal como alternativa para reencauzar a la familia.2
A instancias del Ministerio Público de la Defensa se requirió la citación de la directora
de la escuela privada y la intervención de la Dirección Provincial de la Niñez, Adoles-
cencia y Familia. La directora y la vicedirectora de la escuela primaria revelaron que
la madre se había presentado durante algunas noches en el domicilio de las docentes
como de otros padres alegando persecuciones. Manifestaron que los niños aseados
pero con hambre concurrían al colegio y que la voluntad de la institución era que ellos
permanecieran en el colegio a pesar de la abultada deuda acumulada por G. dado que
allí se encontraban contenidos.
En este marco, la propia madre patrocinada por el defensor oficial, pidió que se le
retengan de sus haberes el importe de las cinco cuotas a fin de poder garantizarles
a sus hijos e hijas la continuidad en el instituto escolar, lo cual, obviamente gozó del
beneplácito de la representación promiscua de los pequeños.

FALLO
“Por todo lo expuesto se responde asertivamente el interrogante so-
bre la retención de los haberes maternos y si bien en forma indirecta
se aúpa una determinada educación con impronta confesional, se co-
lige que es el único remedio para que estos niños sigan escolarizando,
tengan una adecuada contención, no pierdan la comunicación con sus
maestros y amigos, cuestiones reconocidas por la madre, los Direc-
tivos de la Escuela y en los informes ambientales, para consagrar así
la aspiración de que ‘una persona con sólida formación cultural tiene
muchas más posibilidades de libertad social y personal que alguien
aherrojado por la ignorancia, la superstición y el atraso’ (Fernando
Savater)”.

1
Abogado especialista en derecho de Familia. Actualmente a cargo de la Secretaría Jurídica de la Dirección General de Tutores y Cura-
dores Públicos de la Defensoría General de la Nación.
2
Galli Fiant María Magdalena, “Los complejos caminos de la protección integral de derechos de niños y adolescentes” LLLitoral 2009
(junio), 511.

CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA 21


NOTA Como no podía ser de otro modo, este trámite fue
atravesado por el articulado de la ley 26.061 de Protec-
I. Introducción ción Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Ado-
Pocas veces un tribunal de familia tiene la oportu- lescentes, siendo el órgano de aplicación la Dirección
JURISPRUDENCIA
nidad de explayarse sobre este tema de vital importan- Provincial de la Niñez, Adolescencia y Familia cuya
cia en la vida de las personas3. Pero la riqueza que este intervención se requirió como se dijo. Aclaremos que
precedente además tiene, surge del entrecruzamiento al momento de dictarse la medida cautelar la ley san-
adicional con otro de los derechos sociales y culturales:4 tafesina nº 12.967 sobre Promoción y Protección Inte-
el derecho a la libertad religiosa y su relación con los gral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes
derechos-deberes que se desprenden de la autoridad pa- no había sido sancionada9.
rental para transmitir determinados valores a los hijos.
“La educación no sólo significa impartir conocimientos,
sino también aportar una formación moral, espiritual, III. La educación confesional
creando en el niño el discernimiento para que en el futu- en un pie de igualdad con la formación laica
ro pueda elegir entre lo importante y lo insignificante”.5
La duda sobrevino al tribunal cuando tuvo que ana-
II. Marco jurídico lizar el rol del Estado como garante de la educación a
El proceso que se eligió quizá no haya sido el que me- través de instituciones públicas. Parecía innecesario
jor calzaba desde una perspectiva meramente teórica. Lo entonces someter a la familia a tener que cargar con
que importa en definitiva es lograr la tutela judicial efec- cinco cuotas (aunque tres de los niños gozaban de
tiva de los derechos6, y en la especie esto pudo ser posible media beca) cuando sus únicos ingresos consistían
respecto del derecho a la educación de los chicos a través en el sueldo de la agente policial y su pensión por
de una medida autosatisfacitva, la cual se encuentra ex- viudez. Como si no fuera suficiente, los haberes se
presamente prevista en el art. 5 de la ley 11.529. encontraban afectados a su vez por otras deudas.
“Se tiene por ‘medida autosatisfacitva’ a aquél re- Sin embargo, el magistrado no lo tuvo en cuenta
querimiento urgente formulado al órgano jurisdic- como único elemento. La comunidad educativa a la
cional por los justiciables que se agota –de ahí lo de que pertenecían esos niños conformaba su centro de
autosatisfactiva– con su despacho favorable, sin ser,
vida, y el desarraigo –pudiendo evitarse– lesionaba
entonces, necesaria la iniciación de una ulterior ac-
ción principal para evitar su caducidad o decaimiento, el mejor interés de ellos. Allí los niños recibían la
no constituyendo una medida cautelar, por más que contención que su madre lamentablemente no po-
en la praxis muchas veces se la haya calificado, erró- día terminar de darles. Por otra parte, la judicatura
neamente, como una cautelar autónoma”.7 pudo visualizar que tan loable proyecto iba a reque-
Y no sólo eso, en el caso el tribunal pudo dictar una rir financiamiento para poder ser sostenible en el
medida que no fuera inaudita parte porque insólita- tiempo y así alcanzar su objetivo.
mente la señora. reunía las dos calidades de peticio- En función de todos los bienes jurídicos en
nante y destinataria de la medida, por lo que tampoco juego,10 el tribunal concedió la medida autosatisfa-
hubo necesidad de exigir la contracautela.8 citva respetando las libertades fundamentales de las
personas involucradas puesto que en primer lugar
3
Tan esencial y universal es este derecho que ha sido receptado
“la madre era la titular originaria del derecho a la
en los arts. 13 y 14 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, educación de sus hijos según sus convicciones”11.
Sociales y Culturales, y en los arts. 28 y 29 de la Convención sobre los De este modo la resolución estuvo en consonan-
Derechos del Niños. Ver además la nota al pie de página nº 10.
4
En el derecho internacional se los denomina “derechos sociales,
cia con lo que tiene dicho el Comité de Derechos
económicos y culturales”, mientras que en nuestro país se los identifica Económicos, Sociales y Culturales, en el sentido de
simplemente con el nombre de “derechos sociales”. Al respecto ver, Los “que los Estados Partes se comprometen a respetar
derechos sociales como derechos por Courtis Christian en http://www.
palermo.edu/derecho/publicaciones/pdfs/alumnos_docentes/scour- la libertad de los padres y tutores legales para que
tis.pdf (visitado el 14-3-10). sus hijos o pupilos reciban una educación religiosa
5
Patroe Silvana M.. “Derecho a la educación” en Convención so-
bre los Derechos del Niño, WINBERG Inés M. (directora), Rubinzal-
Culzoni, Buenos Aires, 2002, págs. 412 y 413, citado por Gil DOMÍN-
GUEZ, Andrés – Famá, María Victoria – Herrera, Marisa. Derecho
constitucional de familia, t. I, Ediar, Buenos Aires, 2006, pág. 653.
6
Art. 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. 9
Sanc. 19-3-09; Proml. 14-4-09; Publ. 22-4-09
7
Peyrano Jorge W. y Eguren María Carolina “Medidas auto- 10
Art. 14 de la Constitución nacional; art. 14 de la Convención
satisfactivas y la necesidad de su regulación legal” LL 2006-E, 949. sobre los Derechos del Niños; art. 26 de la Declaración Universal
8
Sobre este tema en particular se puede ampliar su estudio en de Derechos Humanos; arts. XII y XXXI de la Convención Ameri-
“Medidas cautelares, medidas de protección y medidas excepcionales. cana sobre Derechos Humanos; art. 18 del Pacto Internacional de
Una tención latente en el cruce entre las leyes de violencia familiar y las Derechos Civil y Políticos; arts 10 y 13 del Pacto Internacional de
leyes de protección integral de derechos de niñas, niños y adolescen- Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y art. 265 del Código
tes” por Herrera Marisa y Famá María Victoria, publica en Derecho
Civil.
de Familia – Revista Interdisciplinaria de doctrina jurisprudencia nº 11
De los considerandos del fallo.
39 (marzo / abril 2008), LexisNexis - Abeledo Perrot.

22 CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA


o moral conforme a sus propias convicciones”.12 Ello el centro de vida de los menores que era menester
importa “la libertad de los padres y tutores legales de en lo posible preservar para evitarles la interrupción
escoger para sus hijos o pupilos escuelas distintas de de la escolarización, el desarraigo y la ruptura de sus
las públicas, siempre que aquéllas satisfagan las nor- vínculos.

JURISPRUDENCIA
mas mínimas que el Estado prescriba o apruebe”.13 Como contrapartida, tenemos para criticarle al
“Uno de los objetivos del sistema escolar es evi- juez que de su resolución no se desprende que los
tar la deserción escolar, dos de estos niños [tenían] chicos hayan sido oídos, especialmente los más
dificultad en el aprendizaje. En tal sentido, la Con- grandes. Entendemos que esto hubiera sido muy im-
vención sobre los Derechos del Niño señala que los portante para completar el trabajo hecho por la ma-
Estados Partes deben en particular ‘adoptar medidas gistratura a modo de garantizar que la decisión que
para fomentar la asistencia regular a las escuelas y se tomara tuviera en cuenta los puntos de vistas y
reducir las tasas de deserción escolar’ (art. 28, punto sentimientos de los involucrados directamente acer-
1, inc. e), y de acuerdo al requerimiento efectuado, ca de si continuar o no en la institución educativa.
el informe de la Trabajadora Social y el resto de las Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que
constancias la escolarización de estos niños correría de una manera creativa, y con los inteligentes y au-
serio riesgo de no continuar en el mismo estableci- daces aportes de los Ministerios Públicos, el tribunal
miento al cual concurrieron desde que comenzaron pudo hacer efectivo el goce los derechos sociales y
la actividad educativa.”14 culturales involucrados en el caso removiendo aquel
obstáculo que los ponían en riesgo.
IV. Conclusiones
A la luz de la Constitución Nacional y de los Pac-
tos y Convenciones en materia de Derechos Huma-
nos antes mencionados15, no sólo de los padres es Para leer más
el deber de asegurarles a sus pequeños la formación
Ariza, Graciela “Patria potestad y educación religiosa. Un estudio
de esa autonomía, sino también del Estado a través
de derecho comparado de aplicación a la justicia de familia de
de sus tres poderes. En el decisorio comentado, el
Córdoba” LLC 1998- 1203.
tribunal de familia rosarino cumplió con ese come-
Courtis, Christian “Los derechos sociales como derechos” en
tido colaborando con una madre que, con motivo
http://www.palermo.edu/derecho/publicaciones/pdfs/alum-
de ciertas deficiencias de índole personal, no podía
nos_docentes/scourtis.pdf
satisfacerles ese derecho acabadamente a sus hijos
Galli Fiant, María Magdalena. Los complejos caminos de
e hijas.
la protección integral de derechos de niños y ado-
La madre en el ejercicio legítimo de su autoridad
lescentes (LLLitoral 2009 –junio-, 511).
parental, y dentro de sus límites,16 gozaba del dere-
Gil Domínguez, Andrés – Famá, María Victoria – Herrera, Marisa
cho de comunicarles a sus hijos sus convicciones re-
Derecho constitucional de familia, t. I y II, Ediar, Buenos
ligiosas, morales e ideológicas sin una injerencia ar-
Aires, 2006.
bitraria del Estado; lo que se respetó. Por otra parte,
Herrera Marisa y Famá María Victoria “Medidas cautelares, medi-
esa comunidad educativa conformaba en la especie
das de protección y medidas excepcionales. Una tención latente
en el cruce entre las leyes de violencia familiar y las leyes de
protección integral de derechos de niñas, niños y adolescentes”
12
Observaciones Generales del Comité de Derechos Económi-
cos, Sociales y Culturales Nº 13 correspondiente al 21º período de
en Derecho de Familia – Revista Interdisciplinaria de doctrina
sesiones del 15 de noviembre al 3 de diciembre de 1999, párrafo 28. jurisprudencia nº 39 (marzo / abril 2008), LexisNexis - Abeledo
13
Observaciones Generales del Comité de Derechos Económicos, Perrot.
Sociales y Culturales Nº 13 correspondiente al 21º período de sesiones
del 15 de noviembre al 3 de diciembre de 1999, párrafo 29.
Peyrano, Jorge W. y Eguren, María Carolina. “Medidas autosatis-
14
De los considerandos del fallo. factivas y la necesidad de su regulación legal” LL 2006-E, 949.
15
Ellos en su conjunto conforman el bloque de constitucio- Pizzolo, Calogero “La validez jurídica en el ordenamiento argenti-
nalidad federal. Para ampliar sobre este interesantísimo punto se
puede consultar “La validez jurídica en el ordenamiento argenti-
no. El bloque de constitucionalidad federal” LL 2006-D, 1023.
no. El bloque de constitucionalidad federal” por Pizzolo Calo- Observaciones Generales del Comité de Derechos Económicos,
gero. LL 2006-D, 1023. Sociales y Culturales Nº 13 correspondiente al 21º período de
16
Este límite no sólo se encuentra frente al reconocimiento sesiones del 15 de noviembre al 3 de diciembre de 1999.
de un culto religioso por parte del Estado sino también ante la
madurez que la persona vaya alcanzando durante el transcurso
de los años, lo que le permitirá elegir por sí mismo si abraza la
creencia de sus padres, otra distinta o ninguna (Paria potestad y VOCES: DERECHOS HUMANOS – ALIMENTOS – FAMILIA –
educación religiosa…, cit.). EDUCACIÓN – RELIGIÓN– PATRIA POTESTAD – INSANIA

CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA 23


JORNADA INTERNACIONAL “EL INICIO Y EL FIN DE LA VIDA:
CUESTIONES DE LIBERTAD DE CONCIENCIA
EN LA ARGENTINA Y ESPAÑA”

Se realizará el 12 de abril de 2010 en el salón rojo de la Facultad de Derecho de la Universidad


de Buenos Aires. El Dr. Marcos González Sánchez –Universidad Autónoma de Madrid– expondrá
sobre «El comienzo y el fin de la vida: fundamentos religiosos para la objeción de conciencia». A
las 16:45 hs. el Dr. Eduardo A. Sambrizzi disertará sobre «Aspectos jurídicos de la reproducción hu-
ACTIVIDADES

mana asistida: presente y futuro en la Argentina» y a las 17:10 hs. Fernando Abellán –Universidad
Europea de Madrid– cerrará el bloque con «Claves éticas y jurídicas de la reproducción humana
asistida en España». En el segundo bloque Isidoro Martín Sánchez –Universidad Autónoma de
Madrid– disertará sobre «El aborto en el sistema jurídico español» a las 18.35 hs. Juan G. Navarro
Floria –Consejo Argentino para la Libertad Religiosa– tratará el «Aborto y objeción de conciencia
en la Argentina». Luego Javier Sánchez Caro –Área de Bioética y Derecho Sanitario, Comunidad
de Madrid– expondrá sobre «La libertad de conciencia y la píldora del día después» cerrando a
las 19:25hs. la Dra. Ursula C. Basset tratando «La píldora del día después: situación legal y juris-
prudencial en la Argentina». ADHIEREN: Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (CALIR)
Instituto de Derecho Eclesiástico (IDEC – UCA). Entrada libre y gratuita.

JORNADAS INTERCATEDRAS: “CUESTIONES ACTUALES


DEL DERECHO DE FAMILIA Y SUCESORIO”

Se realizará el 5 de mayo de 2010 de 15 a 21 hs. en el salón auditorium de la Facultad de Derecho


de la Universidad de Buenos Aires. Panel I: “Exclusión hereditaria entre cónyuges. Cuestiones juris-
prudenciales. Hipótesis de los cónyuges separados de hecho” Expositores: Lidia Hernández – Luis
Ugarte – Pedro Di Lella. Panel II: “Cuestiones actuales en bioética” Expositores: José Tobías – Jorge
Berbere Delgado. Panel III: “Problemas actuales sobre filiación y adopción” Jorge Azpiri – Adriana
Wagmaister. Panel IV: “Aspectos controvertidos del juicio de divorcio” Graciela Medina – Nestor
Solari. Entrada libre y gratuita. http://jornadasintercatedras2010.blogspot.com/

REALIDAD DIMENSIÓN Y APLICACIÓN ACTUAL


DE LA LEY 26.061

La jornada se realizará el 06 de abril de 14.00 a 18.00 hs. en la sede del CPACF de Corrientes
1455 piso 2. El primer panel esta titulado “SENNAF. Reformas legislativas e institucionales a
partir de la vigencia de la ley 26.061. Políticas públicas. Articulación y coordinación de acciones
del Estado Nacional con las provincias, el GCBA y UNICEF”. El segundo panel será sobre “Con-
sejo de los Derechos de la Ciudad de Buenos Aires. Cómo se compatibilizan las Defensorías zo-
nales con los órganos administrativos a los que se refiere la Ley en su art. 32” y el tercero versará
sobre la “resolución de la Defensoría General de la Nación 1234/06. La asistencia técnica del
Abogado del Niño en circunstancias de conflictos de intereses en la defensa de los derechos del
niño” que contará con la participación de la Dra. Pérez Pardo.

EL JUICIO DE ALIMENTOS RECAUDOS EN CAPITAL FEDERAL


Y PROVINCIA DE BUENOS AIRES

El Programa de Formación Profesional del Colegio Público de Abogados de la Capital


Federal dictará el seminario desde el día Miércoles 5 de mayo de 15 a 17 hs. (cuatro clases).
Más información en: www.cpacf.org.ar

24 CUADERNO JURÍDICO DE FAMILIA

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