Está en la página 1de 21

juan: hola pedro a donde vas

pedro: voy al parque a jugar no vienes?


Juan: claro, dejame pedirle permiso a mi mama
(se va juan a pedir permiso y llega mengana)
Menganinta: hola pedro k haces
Pedro: esperando a juan vamos al parque a jugar, quieres venir?
menganita: claro
Pedro: no iras a avisarle a tu mama
Menganita: no, de todos modos mi mama anda platicando con sus amigas ni cuenta se dara
Pedro: bueno esta bien
(sale juan y los tres se van al parque) (ya en el parque los tres estan jugando muy contentos y de repente se
menganinta menganita a lo k juan dice:)
Juan: menganita creo k tu mama te busca
Pedro: ves te dije k le avisaras k estarias aki
Menganita: uy ahora si me van a regañar
(jmenganita se va corriendo a su casa y su mama la regaña por haberse ido sin permiso)
juan: yo por eso le avise a mi mama k venia a jugar cocntigo
Pedro: si yo tambien lo hice, siempre es bueno k nuestros padres sepan donde estamos por si nos pasa algo s
Juan: si tienes razon creo k nunca saldre sin pedirle permiso a mi mama no sea k me vaya a ir como a mengan
]Pedro: jejejeje si verdad!

Fin!

bueno es una idea si te gusta pues le puedes meter de tucosecha solo se necesitan los tres personajes ya que
puede escuchar una voz de fondo y mengana corriendo
jajajaja

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
La Aventura de Café
Obra para títeres

De la Escuela de Títeres de Maracaibo. Descripción de personajes. Cuadros de dialogos de la obra. Esta obra d
para niños y niñas de edad preescolar y los primeros grados. Es un recurso que puede utilizarse como herrami
afianzamiento de la identidad regional y nacional. La obra refiere a la Princesa Zulia, indígena motilona que mu
territorio y que dio nombre al Estado Zulia (República Bolivariana de Venezuela) y a Ortún conquistador europe

Descripción de personajes:

Gato: marrón, con hambre, macho, libre, perdido, sano, meloso (Café)
Genio: mujer, alta, morena, hada, indígena, con plumas en la cabeza, su pecho adornado con collares, buena,
cintura a los muslos (Zulia)
Roca: personaje hechizado, hombre, perverso, habla (Ortún)

Cuadro Nº 1
En una pequeña isla desierta, ubicada en el Lago de Maracaibo, con una exuberante vegetación tropical llegó u
Gato: — ¡Cónchale! Por poco me ahogo. ¡Que molleja! Que hambre tengo. Me he caminado esta isla de punta
comida — (se acuesta en la isla y se queda dormido) De pronto algo lo golpea. Se levanta.
Gato: (erizado, sorprendido) — ¿Quién está ahí? ¿Quién me pegó? ¿Acaso fue un coco que me cayó? — (el ga
camina al centro de la isla y se arrecuesta a una roca)
Gato: — ¡Miau! Me volvieron a pegar y me machucaron el rabo — (volteó y sólo vio una roca)
Roca: (se ríe con picardía) — ¡Vete de mi isla o te haré mucho daño! Te machucaré mil veces esa cola hasta h
Gato: (sorprendido, mirando fijamente la roca) — ¡Una roca que habla! ¿Qué es esto? —
Roca: (rabiosa) ¡No soy una roca! Era un gran brujo hechicero que se equivocó en su hechicería y se convirtió

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
hacia el gato y éste retrocede)
Gato: (reponiéndose del susto) —¿Pero que puedo hacer yo? Yo no tengo la culpa —
Roca: — ¡Tampoco fue mi gusto! Todo esto fue un error. Pero hay una solución y vos me podéis ayudar —
Gato: — Decíme ¿cómo te puedo ayudar? — (con curiosidad) — Mirando a los lados. Soy un gato con hambre
sólo quiero descansar —
Roca: — Por estos lugares habita una poderosa hada que nos podría ayudar. Yo te daré de comer y beber si v
Gato: — ¿De donde sacarás comida y agua, si yo he buscado por toda la isla y no he encontrado? —
Roca: (se acerca trotando al cocotero y un coco cae) — Aquí tienes el agua más pura y la comida más exquisit
Ya con fuerzas y sin sed.
Gato: — ¡Gracias, roca! Ahora si tengo fuerzas para ayudarte a solucionar tu problema ¿dime quien es esa had
conseguirla? —
Roca: — Esa hada es La Princesa Zulia, una princesa indígena que murió defendiendo su pueblo y su espíritu q
tierras, que recorre y cuida desde su tren celestial. El cual en honor a su valentía estas tierras llevan su nombr
Gato: — ¿Y donde puedo encontrarla? —
Roca: — Cada dos noches la princesa vigila desde la punta de su cerro y esta noche estará allí. Yo no he podi
Gato: — Esperamos el anochecer y en mi lomo te llevaré hasta la cima del cerro —

Cuadro Nº 2
a cima del cerro. Espesa vegetación. Hay luna nueva. Todo es silencio.
Gato: — ¡ Roca, ya llegamos! Pero no hay nadie —
Roca. — Debo decirte que mi nombre es Ortún y no roca. Soy Ortún El Hechicero —
Gato: — Disculpa. Con todo lo que nos ha pasado, no hemos tenido tiempo de presentarnos. Mi nombre es Ca

Roca: — Hechas las presentaciones busquemos a la Princesa Zulia —


Gato: — Mientras vos esperáis yo voy a echar una siestecita —

(La roca golpea al gato en el rabo)

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
Gato: — ¡Miauuuu... ! — (salta el gato)

Roca: — Nada de siestecitas, abre bien los ojos y esta atento ya que en cualquier momento debe llegar —

Gato: (en voz baja) — Esta roca si es candanga —

Roca: — ¿Qué lenguarada es esa? —

Gato: — Que esta noche es de pachanga —

Roca: — Si no te callas te daré otro mamonazo —

Gato: — Sí, si... — (sobándose el rabo)

(De pronto brilló una fuerte luz y una bella mujer indígena apareció.)

Zulia: — ¿quién está en mis dominios? —

Gato: — ¡Soy Café, el gato y este es...! —


Zulia: (interrumpiendo) — Sé quien es la roca y por qué ha venido: Ortún El Hechicero. Fue quien quiso quitar
a mi pueblo, utilizando su poder maligno y ahora viene a pedirme que le ayude —
Roca: (escondiéndose detrás del gato) — Ejem... —
Gato: (en voz baja) — Se formó la sampablera —
Zulia: — Ortún te utilizó para poder llegar hasta mi, él solo no hubiese llegado, ya que a la cima sólo pueden s
no lo son si son acompañados por uno que lo sea —
Gato: (mirando a la roca) — ¡unjú! ¡unjú! ¡unjú! —
Roca: — ¿No te enojarás por una zoquetada? —

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
Gato: — ¡Me engañas y te parece una zoquetada! —
Roca: — No me formes un zaperoco. Disculpa, es que llevo siglos en esta forma y sólo vos habéis venido a est
Zulia: — ¿Quieres que te devuelva a tu forma original? —
Roca: — Sí, si, si —
Zulia: — ¿Y me olvide del mal que has hecho? —
Roca: — Ya lo he pagado. ¿No te parece? —
Zulia: — Liberaré tu espíritu de la roca, pero no volverás a tener tu poder. Si aceptas ahora mismo lo haré —
Roca: — ¡Acepto! Hazlo ya, quiero ser libre —
Zulia: (mirando al gato) — Para el ser que te trajo debe haber una compensación. Dime Café ¿qué deseas? —
Gato: (pensativo) — ¡Miau... ! ¿No podrían ser dos deseos? —
Zulia: (sonriendo) — A ver... —
Gato: — Quisiera que en Maracaibo hubiera un tren de esos que tienen en Caracas que va esmollejao de aquí
Roca: — ¿Te refieres al metro? —
Gato: — Pero más grande porque de un metro no cabe nadie —
Zulia: — ¿Y el otro deseo? —
Gato: — Yo he vivido achantado, pero ahora quiero ir a la escuela y graduarme de toga y birrete. ¿vos podéis
Zulia: (levantando los brazos) — Pronunciaré la palabra mágica y vuestros deseos serán concedidos ¡Amén! —
Cuadro Nº 3
na habitación, una cama donde duerme el gato Café. Se despierta.

Gato: — ¡Miau! ¿Sería un sueño? Díganme niños... ¿fue un sueño? —


Niños: ________________________________
Voz de mujer: — Café hijo, levántate que tienes que ir a la escuela —
Gato: — ¡Miau... ! no era un sueño — (saltando de contento)
(Se levanta cantando la canción de los números... El 1 parece un palito...)
Se despide.
Fin de la obra

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
Telón

DE AZUCENA LA CENA
Autora: Adela Basch
Personajes:

AZUCENA
MOZO

( LA ESCENA TIENE LUGAR EN UN RESTORÁN ELEGANTE. ENTRA AZUCENA, MUJER MUY BIEN VESTIDA Y SE
CUANTO SE ACERCA EL MOZO, SE LEVANTA UN INSTANTE, LO TOMA DEL BRAZO Y LO CONDUCE HACIA SU
AZUCENA (HABLA RÁPIDO.) Buenas noches, señor. Por favor, ¿me podría atender enseguida? Estoy apurada.
MOZO ¿Qué dice, si la podría tender? ¿Dónde quiere que la tienda?
AZUCENA Disculpe, dije si me podría atender.
MOZO Sí, ya escuché, me preguntó si la podría tender. Esto es un restorán, no es un lugar para que la gente s
a tenderse a un sillón, a un sofá o a una plaza.
AZUCENA ¿A una plaza? ¿Para qué?
MOZO Para tenderse en un banco, si quiere.
AZUCENA Yo a los bancos voy a pagar las cuentas, no a atenderme. Para atenderme voy a...
MOZO (LA INTERRUMPE) Claro, para tenderse viene al restorán. Pero aquí la gente no viene a tenderse, viene
a otro lado.
AZUCENA Señor, usted no me entiende, yo no quiero tenderme.
MOZO Señora, usted me preguntó si yo la podría tender. Y yo a los clientes no los tiendo.

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
AZUCENA Yo no sé si los tiende, pero ¡me parece que no los entiende!
MOZO (IRRITADO) ¡Claro que los entiendo! Pero no los tiendo. Lo único que a veces tiendo es la ropa: camisa
AZUCENA (LO INTERRUMPE) ¡Pan! Justamente, podría ir trayendo pan, por lo menos.
MOZO Señora, yo me refería a pantalones.
AZUCENA ¿Pantalones? ¿Para qué quiero que me traiga pantalones? Si quisiera pantalones no vendría a un res
vengo acá, es para comer.
MOZO ¿Y por qué no come en lugar de hablar tanto?
AZUCENA ¿Cómo quiere que coma si usted no me trae nada, ni siquiera me muestra las entradas?
MOZO Señora, usted de entrada tomó las cosas mal.
AZUCENA ¿Qué voy a tomar mal si no me trajo nada para tomar? Ni agua me trajo...
MOZO Si usted me pide que la tienda yo no sé qué traerle.
AZUCENA Señor, por favor, entienda: no le pido que me tienda, ¡sino que me atienda!
MOZO ¿Y por qué no empezó por ahí? Si usted no es clara yo no la puedo atender.
AZUCENA ¡Señor, sepa que yo no soy Clara! Nunca fui Clara ni lo voy a ser. A mí me llamaron siempre Azucen
MOZO ¿A mi cena? ¿Quién la llamó a mi cena?
AZUCENA ¿A su cena? Nadie me llamó a su cena.
MOZO Pero, ¿en qué quedamos? ¿No acaba de decir que siempre la llamaron Azucena?
AZUCENA ¿Y a la cena de quién quiere que me llamen? Señor, ¿por qué no la termina con esta escena y se oc
MOZO Señora, no la entiendo. Usted dijo que la llamaron a mi cena, y acá la que viene a cenar es usted, no yo
AZUCENA Sí, de mozo... demos o... demos o... otra oportunidad a esta situación. Mire, ¿por qué no me trae al
MOZO Cómo no. ¿Le gustaría como entrada probar unos tomates rellenos?
AZUCENA Podría ser. ¿Están buenos?
MOZO Claro, son tomates de quinta.
AZUCENA ¡Tomates de quinta! ¡Lo único que faltaba! ¡Y lo dice tan campante! Señor, sepa que si vengo a un r
comida de primera, no de quinta.
MOZO Pero, señora, justamente, son tomates de quinta, excelentes...
AZUCENA (SE LEVANTA Y SE ACERCA A LA PUERTA) ¡Quédese con su entrada, que yo prefiero la salida! ¡Mal
tomates a otro lado!
**************************************

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
UTO DE LOS REYES MAGOS

Personas que hablan en él:

• GASPAR, rey
• BALTASAR, rey
• MELCHOR, rey
• HERODES, rey
• MAYORDOMO
• SABIOS
• Dos RABÍES

ESCENA I

GASPAR: Dios criador, ¡cuál maravilla!


¡No sé cuál es aquesta estrella!
Agora primas la he veida.
Poco tiempo ha que es nacida.
¿Nacido es el Criador
que es de las gentes señor?
Non es verdad, no sé qué digo.
Todo esto non vale un figo.
Otra noche me lo cataré.
Si es verdad, bien lo sabré.
¿Bien es verdad lo que yo digo?
En todo, en todo lo prohío.
¿Non puede ser otra señal?
Aquesto es y non es al;
nacido es Dios, por ver, de fembra
en aqueste mes de diciembre.
Allá iré [d]o que fuere, adorarlo he,
por Dios de todos lo tendré.
BALTASAR: Esta estrella non sé dond viene,
quien la trae o quien la tiene.
¿Por qué es aquesta señal?

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
En mis días non vi a tal.
Ciertas nacido es en tierras
aquel que en pace y en guerra
señor ha de ser de oriente,
de todos hasta en occidente.
Por tres noches me lo veré
y más de vero lo sabré.
¿En todo, en todo es nacido?
Non sé si algo he veído;
iré, lo adoraré
y pregaré y rogaré.
MELCHOR: Val, Criador, a tal facienda
¿fue nunca alguandre fallada
o en escritura trovada?
Tal estrella non es en cielo,
de esto soy yo buen estrellero;
bien lo veo sin escarno
que un hombre es nacido de carne
que es señor de todo el mundo.
Así como el cielo es redondo;
de todas gentes señor será
y todo siglo juzgará.
¿Es? ¿Non es?
Cudo que verdad es.
veer lo he otra vegada,
si es verdad o si es nada.
Nacido es el Criador
de todas las gentes mayor;
bien lo veo que es verdad,
iré allá, por caridad.

ESCENA II

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
(A BALTASAR)

GASPAR: Dios vos salve, señor; ¿sodes vos estrellero?

Decidme la verdad, de vos saberlo quiero.

¿Vedes tal maravilla?

Nacida es una estrella.

BALTASAR: Nacido es el Criador,

que de las gentes es señor.

Iré, lo adoraré.

GASPAR: Yo otrosí rogar lo he.

(A los otros dos)

MELCHOR: Señores, ¿a cuál tierra queredes andar?

¿Queredes ir conmigo al Criador rogar?

¿Habedes lo veído? Yo lo voy [a] adorar.

GASPAR: Nos imos otrosí, si le podremos fallar.

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
Andemos tras la estrella, veremos el lugar.

MELCHOR: ¿Cómo podremos probar si es hombre mortal

o si es rey de tierra o si celestial?

BALTASAR: ¿Queredes bien saber cómo lo sabremos?

Oro, mirra, incienso a él ofreceremos;

si fuere rey de tierra, el oro querrá;

si fuere hombre mortal, la mirra tomará;

si rey celestial, estos dos dejará,

tomará el incienso quel' pertenecerá.

[LOS DOS]: Andemos y así lo fagamos.

ESCENA III

(GASPAR y los otros dos reyes a HERODES)

[LOS TRES]: Sálvate el Criador, Dios te curie de mal,

un poco te diremos, non te queremos al,

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
Dios te dé longa vida y te curie de mal;

imos en romería aquel rey [a] adorar

que es nacido en tierra, nol' podemos fallar.

HERODES: ¿Qué decides, [d]ó ides? ¿A quién ides buscar?

¿De cuál tierra venides, o queredes andar?

Decidme vuestros nombres, nom' los querades celar.

GASPAR: A mí dicen Gaspar;

este otro, Melchor; a aquéste, Baltasar.

Rey, un rey es nacido que es señor de tierra,

que mandará el siglo en gran paz, sin guerra.

HERODES: ¿Es así por verdad?

GASPAR: Sí, rey, por caridad.

HERODES: ¿Y cómo lo sabedes?

¿Ya probado lo habedes?

GASPAR: Rey, verdad te diremos,

que probado lo habemos.

MELCHOR: Esto es gran maravilla,

una estrella es nacida.

BALTASAR: Señal face que es nacido

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
y en carne humana venido.

HERODES: ¿Cuánto i ha que la visteis

y que la percibisteis?

GASPAR: Trece días ha,

y más non habrá

que la habemos veída

y bien percibida.

HERODES: Pues andad y buscad,

y a él adorad,

y por aquí tornad.

Yo allá iré,

y adorarlo he.

ESCENA IV

HERODES: ¿Quién vio nunca tal mal?

¡Sobre rey otro tal!

¡Aún non soy yo muerto

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
ni so la tierra puesto!

¿Rey otro sobre mí?

¡Nunca a tal non vi!

El siglo va a zaga;

ya non sé qué me faga.

Por verdad no lo creo

hasta que yo lo veo.

Venga mío mayordoma

que míos haberes toma.

(Sale el MAYORDOMO)

Idme por míos abades,

y por mis podestades,

y por míos escribanos,

y por míos gramtagos,

y por míos estrelleros,

y por míos retóricos;

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
decirme han la verdad, si yace en escrito,

o si lo saben ellos, o si lo han sabido.

ESCENA V

(Salen los SABIOS de la corte)


[LOS SABIOS]: Rey, ¿qué te place? Henos venidos.
HERODES: ¿Y traedes vuestros escritos?
LOS SABIOS: Rey, sí traemos,
los mejores que nos habemos.
HERODES: Pues catad,
decidme la verdad,
si es aquel hombre nacido
que estos tres reyes me han dicho.
Di, Rabí, la verdad, si tú lo has sabido.
RABÍ 1: Por veras vos lo digo
que no lo fallo escrito.
RABÍ 2: ¡Hamihalá! ¡Cómo eres enartado!
¿Por qué eres rabí llamado?
Non entiendes las profecías,
las que nos dijo Jeremías.
Por mi ley, ¡nos somos errados!
¿Por qué non somos acordados?
¿Por qué non decimos verdad?
RABÍ 1: Yo non la sé por caridad.
RABÍ 2: Porque no la habemos usada,
ni en nuestras bocas es fallada.

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
El pobre y el rico

Los hermanos Grimm - KHM 087

Hace ya muchísimo tiempo, cuando Dios Nuestro Señor andaba aún por la Tierra entre los mortales, un a
sintió cansado y le sorprendió la oscuridad antes de encontrar albergue. He aquí que encontró en su camino
una frente a la otra, grande y hermosa la primera, pequeña y de pobre aspecto la segunda. Pertenecía la p
rico, y la segunda, a un pobre. Pensó Nuestro Señor: «Para el rico no resultaré gravoso; pasaré, pues, la n
casa». Cuando el hombre oyó que llamaban a su puerta, abrió la ventana y preguntó al forastero qu
Respondióle Nuestro
- Quisiera que me dierais albergue por una
El rico miró al forastero de pies a cabeza y, viendo que vestía muy sencillamente y no tenía aspecto
acaudalada, sacudiendo la cabeza le
- No puedo alojaros; todas mis habitaciones están llenas de plantas y semillas; y si tuviese que albergar a c
habría de coger yo mismo un bastón y salir a mendigar. Tendréis que buscar
Y, cerrando la ventana, dejó plantado a Nuestro Señor, el cual, volviendo la espalda a la casa, se dirigió a la

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
llamado, abrió la puerta el pobre dueño e invitó al
- Quedaos aquí esta noche - le dijo -; ha oscurecido ya, y hoy no
Complacióle esta acogida a Nuestro Señor, y se quedó. La mujer del pobre le estrechó la mano, le dio la bien
en su casa; poco tenían, pero de buen grado se lo ofrecieron. La mujer puso a cocer unas patatas, y, entre
acompañarlas con un poco de leche. Cuando la mesa estuvo puesta, sentóse a ella Nuestro Señor y cenaron
tan sencilla, pues se reflejaba el contento en los rostros que lo acompañaban. Terminada la cena, y siendo
aparte a su marido y
- Escucha, marido, por esta noche dormiremos en la paja, para que el pobre forastero pueda descansar en nu
todo el día y debe de
- Muy bien pensado - respondió el marido -. Voy a decírselo - y, acercándose a Nuestro Señor, ofrecióle la
cómodamente. Nuestro Señor se resistió, pero ellos insistieron tanto que, al fin, hubo de aceptar y se acostó
hacía sobre un lecho
Levantáronse de madrugada y prepararon para el forastero el desayuno mejor que pudieron. Y cuando el so
Señor se hubo levantado, desayunaron los tres juntos, y Nuestro Señor se dispuso a seguir su camino. Hall
dijo:
- Puesto que sois piadosos y compasivos, voy a concederos las tres
Respondió el
- ¡Qué otra cosa podríamos desear sino la salvación eterna y que, mientras vivamos, no nos falte a los dos
sabría qué más
Dijo Nuestro
- ¿No te gustaría tener una casa nueva, en lugar
- ¡Claro que sí! - contestó el hombre -. Si también esto fuese posible,
Nuestro Señor satisfizo aquellos deseos, transformó la vieja casa en una nueva y se marchó, después de darle
día, se levantó el rico, y, al salir a la ventana, vio enfrente, en el lugar que ocupara antes la mísera choza, un
tejas rojas. Abriendo unos ojos como naranjas, llamó a su
- ¿Sabes tú lo que ha sucedido? Anoche aún había aquella vieja y mísera barraca, y hoy, ¡fíjate qué casa ta
ver si te enteras de lo que
La mujer salió a preguntar al pobre, el
- Anoche llegó un caminante que nos pidió albergue, y esta mañana, al despedirse, nos ha concedido tres gra
el pan cotidiano en esta vida y, además, ha transformado nuestra choza
Apresuróse la mujer del rico a contar a su marido lo ocurrido, y
- ¡Es para arrancarse los pelos y darse de bofetadas! ¡Si lo hubiese sabido! El forastero vino antes aquí, pidién
en casa, y yo
- Pues no pierdas tiempo - díjole la mujer -; monta a caballo y aún lo alcanzarás; debes
Siguiendo el consejo de su esposa, partió el hombre a caballo y no tardó en alcanzar a Nuestro Señor. D
cortesía, rogóle que no tuviera en cuenta el no haberlo admitido en casa; mientras entró a buscar la llave, él
rehacer el camino, lo acogería en
- Bien - díjole Nuestro Señor -. Si algún día vuelvo por
Preguntóle entonces el rico si no le quería conceder también tres gracias, como a su vecino. Nuestro Señor le

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
más que no le pidiera nada, pues sería por su mal. Replicó el rico que él se veía capaz de pensar algo que le
sería concedido. Y dijo N
- Vuelve a tu casa y verás realizados tus tr
El rico, logrado lo que se proponía, emprendió el retorno, cavilando acerca de lo que podría pedir. Ensimism
riendas, y el caballo se puso a saltar, cosa que le hacía perder a cada momento e
- ¡Estate quieta, Lisa! - decía, golpeando el cuello del animal; pero éste seguía con sus travesuras. Hasta que
humor,
- ¡Ojalá te rompieses
Apenas habían salido tales palabras de sus labios cuando se encontró en el suelo, con el caballo inmóvil y mu
su primer
Avaro de natural, el rico no quiso abandonar y perder también la silla y el correaje, y se los cargó a la espald
«Aún me quedan dos deseos», pensaba, consolándose con estas ideas. Como debía avanzar por un terreno a
era mediodía, el calor empezó a hacérsele insoportable, y andaba de muy mal talante. Le pesaba la silla, y,
que le sería más conveniente pedir: «Aunque desease todos los tesoros y riquezas de la Tierra - decía para
me antojarían otras mil cosas. Así, pues, debo arreglármelas de manera que, al colmarme mi deseo, no pu
suspirando, añadió: «¡Si fuese como el campesino bávaro, que pudiendo también pedir tres gracias deseó,
tanta cerveza como fuese capaz de beber, y, finalmente, otro barril de cerveza!». Varias veces creía
inmediatamente, aquello le parecía ya muy poco, hasta que, de pronto, le ocurrió pensar que mientras él esta
su mujer, bien arrellanada en su casa en una sala fresca, se daba la gran vida. La idea lo enfureció ta
- ¡Ojalá estuviese sentada en esta silla y no pudiese desmontar de ella, en vez de tener
Acabar de pronunciar estas palabras y desaparecer la silla de su espalda fue todo uno; entonces el hombre co
su segundo deseo. Acalorado y excitado, echó a correr, suspirando por llegar a su casa e instalarse cómodam
hasta que diese con algo digno de su tercera petición. Pero al llegar a su morada y abrir la puerta, lo primero
la silla de montar, gritando y llorando porque no podía bajar de ella. D
- Cálmate y tranquilízate; aunque tengas que seguir sentada ahí, te proporcionaré tod
Pero la mujer tratólo de imbécil
- ¡De qué me servirán todas las riquezas del mundo, si no puedo moverme de la silla! ¡Ya que tú m
Y él, quieras que no, hubo de formular por tercer deseo que su esposa pudiese apearse de la silla, y, al ins
Como resultado de todo ello, no había sacado más que malos humores, fatigas, insultos y un caballo perdid
contentos y tranquilos hasta su fin, que fue santo y ejemplar.

Los niños de oro

Los hermanos Grimm - KHM 085

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
Éranse un hombre y una mujer muy pobres; no tenían más que una pequeña choza, y sólo comían lo que
pescaba el mismo día. Sucedió que el pescador, al sacar una vez la red del agua, encontró en ella un pe
mientras lo contemplaba admirado, púsose el animal a hablar,
- Óyeme, pescador; si me devuelves al agua, convertiré tu pobre choza en un magnífi
Respondióle el
- ¿De qué me servirá un palacio, si no tengo qué
Y contestó el
- También remediaré esto, pues habrá en el palacio un armario que, cada vez que lo abras, aparecerá lleno d
los manjares más selectos y apetitosos que quedas
- Si es así - respondió el hombre, - bien puedo hacerte el
- Sí - dijo el pez, - pero hay una condición: No debes descubrir a nadie en el mundo, sea quien fuere, de dónd
palabra que digas, y todo
El hombre volvió a echar al agua el pez milagroso y se fue a su casa. Pero donde antes se levantaba su ch
Abriendo unos ojos como naranjas, entró y se encontró a su mujer en una espléndida sala, ataviada con h
preguntó:
- Marido mío, ¿cómo ha sido esto? ¡La verdad es
- Sí - respondióle el hombre, - a mí también; pero vengo con gran apetit
- No tengo nada - respondió ella - ni encuentro nada
- No hay que apurarse - dijo el hombre; - veo allí un
Y al abrir el armario aparecieron pasteles, carne, fruta y vino, que daba gloria verlos. Exclamó entonces la
- Corazón, ¿qué puedes am
Y se sentaron, y comieron y bebieron en buena paz y compañía. Cuando hubieron t
- Pero, marido, ¿de dónde nos viene tod
- No me lo preguntes - respondió él -, no me está permitido decirlo. Si lo revelara, p
- Como quieras - dijo la mujer. - Si es que no debo saberlo, no
Pero su idea era muy distinta, y no dejó en paz a su marido de día ni de noche, fastidiándolo y pinchándole co
la paciencia, el hombre acabó por revelarle que todo les venía de un prodigioso pez de oro que había pesc
cambio de aquellos favores. Apenas había terminado de hablar, desapareció el hermoso palacio con su armari
choza.
El hombre no tuvo más recurso que reanudar su vida de trabajo y salir a pescar; pero quiso la suerte que e
redes.
- Óyeme - le dijo; - si otra vez me echas al agua, te devolveré el palacio con el armario lleno de guisos y
descubras a nadie quién te lo ha dado, o
- Me guardaré muy bien - respondió el pescador, soltando nuevamente
Y al llegar a su casa, la encontró otra vez en gran esplendor, y a su mujer, encantada con su suerte. Pero la c
dos días ya estaba preguntando otra vez cómo había ocurrido aquello y a qué se debía. El hombre se mantuvo
exasperado por la importunidad de su esposa, reventó y descubrió el secreto; y, en el mismo instante desapa
encontró en su vieja
- Estarás satisfecha - le regañó el marido. - Otra vez nos

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
- ¡Ay! - replicó ella. - Prefiero no tener riquezas, si no puedo saber de dónde me vienen; l
Volvió el hombre a la pesca, y, al cabo de un tiempo - el destino lo tenía dispuesto, - capturó
- Escúchame - dijo éste, - bien veo que habré de caer siempre en tus manos. Llévame a tu casa y córtame
comer a tu esposa; otros dos, a tu caballo, y los dos restantes, los entierras; de
Hizo el hombre tal como el pez le había indicado, y sucedió que de los dos pedazos que plantara en tierra b
tuvo dos potrillos de oro; y la mujer dio a luz dos n
Crecieron los hijos, altos y hermosos, y con ellos crecieron los lirios y los caballos. Cuando ya f
- Padre, vamos a montar los caballos de oro y
Pero él les respondió,
- ¿Qué será de mí, si os marcháis y no tengo
Y dijeron los
- Os quedan los dos lirios de oro. Por ellos sabréis cómo nos van las cosas: Mientras se mantengan fresco
salud; si se marchitan, es que estaremos enfermos; si mueren, es que también
Pusiéronse en camino y llegaron a una hospedería llena de gente que, al ver a los dos niños de oro, empezó
uno de los dos hermanos aquellas burlas, se avergonzó y, renunciando a irse por el mundo, regresó a la cas
adelante y llegaba a un gran bosque. Al disponerse a entrar en él, le
- No te aventures a atravesarlo, pues está lleno de bandidos y lo pasarás mal; y si ven que eres de oro y tu c
Pero el mozo, sin arredra
- ¡Pues
Procuróse pieles de oso, con las cuales se cubrió a sí mismo y al caballo, de modo que no se viese nada d
confiado. Al poco tiempo oyó un rumor entre las matas, y unas voces de hombres que
- ¡Ahí viene un
Y respondía
- Déjalo pasar, es un cazador de osos, más pobre y pelado que una rata de sacristía.
Y de este modo el niño de oro atravesó el bosque sin
Al llegar un día a un, pueblo, vio a una muchacha tan hermosa, que pensó que no podía haber otra igual. Pren
le
- Te amo con todo mi corazón, ¿quieres
A la muchacha le gustó también tanto el mozo que, aceptando su
- Sí, quiero ser tu esposa, y te guardaré fidelida
Casáronse y estando en plena alegría y regocijo, llegó a casa el padre de la novia, y al ver aq
- ¿Dónde está el
Le enseñaron el niño de oro, que seguía cubierto con las pieles de oso; el
- ¡Jamás un cazador de osos se casará con mi hija! - exclamó, tratando de matarlo. Su hija se
- Es mi marido y lo quiero de corazón - y, al fin, logró apaciguarlo. Sin embargo, el hombre no lograba q
cabeza, y a la mañana siguiente se levantó de madrugada dispuesto a saber si su yerno era un mendigo a
dormitorio vio en la cama a un apuesto joven, todo él de oro, las pieles de oso esparcidas por el suelo. Retirá
reprimir mi cólera; habría cometido un
Mientras tanto el muchacho soñaba que estaba de cacería, persiguiendo un hermoso ciervo, y al

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.
- Me voy de
Sintió ella angustia, y le rogó que se quedase a su lado: - Puede ocurrirse
Pero él
- Debo ir, e
Se fue, pues, al bosque, y al poco rato descubrió a cierta distancia un altivo ciervo, igual al que viera en sueñ
animal pegó un brinco y escapó. El mozo se lanzó en su persecución, saltando fosos y atravesando matorrales
pero, al anochecer, el ciervo desapareció. Al mirar el joven a su alrededor, vio que se hallaba frente a una c
vieja salió a abrir al llamar él a la puerta,
- ¿Qué buscas tan tarde, en medio de este
Dijo
- ¿Habéis visto un
- Sí - respondió la mujer, - bien conozco al ciervo - y mientras ella hablaba, un perrillo, que había sa
furiosamente al
- ¡Vas a callarte, maldito perro! - gritó el cazador. - ¡Si no te c
A lo cual replicó la
- ¡Cómo!, ¿a mi perrito te atreverías a matar? - y, en el acto, lo dejó transformado en una piedra. Su esposa e
pensando: «De seguro le ha sucedido lo que me temía; ¡me
En la casa paterna, el otro hermano no perdía de vista los lirios de oro, y se dio cuenta de que uno se marc
pensó, - a mi hermano le debe haber ocurrido alguna gran desgracia. Tengo que ir en su busca, quizá llegue
dijo:
- Quédate aquí, pues si también a ti te pierdo, ¿qué
Pero el muchacho
- Es preciso que me marche, es
Y, montando en su caballo de oro, púsose en camino y llegó al gran bosque donde su hermano estaba transfo
su casa y lo llamó, con intención de encantarlo también a él. Pero el m
- ¡Si no devuelves la vida a mi hermano, te m
La vieja, a regañadientes, tocó la piedra con el dedo e inmediatamente el hermano recobró su ser natural. Los
alegría al verse y, después de besarse y abrazarse, se alejaron juntos del bosque, dirigiéndose uno a casa
padre. Dijo éste al
- Ya sabía que habías salvado a tu hermano, pues el lirio de oro se enderezó
Y, desde entonces, vivieron todos contentos y felices hasta el fin de sus días.

Easy PDF Creator is professional software to create PDF. If you wish to remove this line, buy it now.

También podría gustarte