Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
BYU N 1
BYU N 1
Editorial.
Las decisiones más difíciles
Los profesionales del SCU (Servicio Coordinador de Urgencias): Médicos
reguladores, DUES, locutores, gestores de recursos, teleoperadores, técnicos
en informática, etc., asumen lo que, tópicamente, se define como las
funciones de “cerebro” de un sistema integral de urgencias y emergencias.
Cómo tal deben gestionar los recursos existentes de forma profesional,
eficiente y justa, respondiendo a las demandas de la población ya sea
mediante la información, el consejo médico, la derivación o la asignación
de recursos.
1
misteriosa entraña incorpórea de nuestra personalidad.
ELEGANCIA Cualquiera que sea su calibre tenemos conciencia de
José Ortega Y Gasset haber cometido un último crimen, del que esa mordedura
inextinguible es el “remordimiento”. Los crímenes íntimos se
caracterizan porque el hombre se siente de ellos, a la vez,
L a cosa es autor, víctima y juez.
endemoniadamente No hay orden de la existencia, mayúsculo o
paradójica pero, a la vez, minúsculo, que no nos fuerce a optar entre hacer las cosas
sin remedio. Porque elegir de un modo mejor o de un modo peor. Y es ya pésimo
es ejercitar la libertad y síntoma creer que el drama de la elección se da solo en los
resulta que eso —ser grandes conflictos de nuestra vida, en las situaciones que
libres— tenemos que serlo tienen trascendencia histórica. No: una palabra se puede
a la fuerza. Es la única pronunciar mejor o peor y tal gesto de nuestra mano
cosa para la cual el puede ser más grácil o más tosco. Entre las muchas cosas
hombre no tiene que en cada caso se pueden hacer hay siempre una que
últimamente libertad: es la que hay que hacer.
para no ser libre. La Pero la división más radical que cabe establecer entre los
libertad es la más onerosa hombres estriba en notar que la mayor parte de ellos es
carga que sobre si lleva la ciega para percibir esa diferencia de rango y calidad
humana criatura, pues al tener que decidir, cada cual por entre las acciones posibles. Sencillamente no la ven. No.
sí, lo que en cada instante va a hacer, quiere decirse que entienden de conductas como no entienden de cuadros.
está condenado a sostener a pulso su entera existencia, sin Por eso tienen tan poca gracia y es tan triste, tan desértico
poderla descargar sobre nadie. Si volvemos del revés la el trato con ellos. Esa ceguera moral de la mayoría es el
figura de la libertad nos encontramos con que es lastre máximo que arrastra en su ruta la humanidad y hace
responsabilidad. Esta es la gran pesadumbre: todas las que los molinos de la historia vayan moliendo con tanta
otras, las pesadumbres en plural, se originan en ella. Al lentitud. Son muy pocos, en efecto, los hombres capaces
brotar de mi elección las acciones que componen mi vida de elegir su propio comportamiento y de discernir el
resulto responsable de ellas. Responsable, no ante un acierto o la torpeza en el del prójimo.
tribunal de este o del otro mundo, sino por lo pronto En el latín mas antiguo, el acto de elegir se decía
responsable ante mi mismo. Porque si la acción tiene que elegancia como de instar se dice instancia. Recuérdese
ser elegida necesito justificar ante mi propio juicio la que el latino no pronunciaría elegir sino eleguir. Por lo
preferencia, convencerme de que la acción escogida era, demás, la forma mas antigua no fue eligo sino elego, que
entre las posibles, la que tenía mas sentido. En efecto, los dejo el participio presente elegans. Entiéndase el vocablo
diversos proyectos de hacer que de cada situación nos en todo su activo vigor verbal; el elegante es el “eligente”,
vienen sugeridos no se nos presentan casi nunca como una de cuyas especies se nos manifiesta en el “int-
equivalentes. Al contrario, apenas los descubrimos se eligente”. Conviene retrotraer aquella palabra a su sentido
colocan ante nosotros automáticamente, formando prócer que es el originario. Entonces tendremos que no
rigorosa jerarquía en cuya cúspide aparece uno de los siendo la famosa Ética sino el arte de elegir bien nuestras
proyectos como siendo el que tiene mas sentido y por acciones eso, precisamente eso, es la Elegancia. Ética y
tanto el que habría de ser elegido. Si no fuera así, si los Elegancia son sinónimos. Esto nos permite intentar un
varios proyectos de acción posible ostentasen igual dosis remozamiento de la Ética que a fuerza de querer hacerse
de sentido, si fuesen, por tanto, indiferentes, no cabria mistagógica y grandilocuente para hinchar su prestigio ha
hablar de elección. Nuestra voluntad se posaría por un conseguido solo perderlo del todo. Como esto se veía
azar mecánico sobre cualquiera de ellos como la bolita de venir, combato hace un cuarto de siglo bien corrido para
la ruleta se queda en el alvéolo de un número: lo cual no que no se trate la Ética en tono patético. La patética ha
es elección sino “buen tun-tun”. Elegir supone tener a la asfixiado la Ética entregándola a los demagogos, que han
vista los diversos naipes que es posible jugar: el óptimo, el sido los destructores de todas las civilizaciones y los grandes
simplemente bueno, el que no vale la pena y el que es fabricantes de barbarie. Por eso he creído siempre que en
franco contrasentido. Ciertamente, somos libres para vez de tomar a la Ética por el lado solemne, con Platón,
preferir este último, aun a sabiendas de que no es con el estoicismo, con Kant, convenía entrarle por su lado
preferible, pero no podemos hacerlo impunemente. La frívolo que es el más profundo, con Aristóteles, con
acción insensata o que tiene sentido deliciente, una vez Shaftesbury, con Herbart. Dejemos, pues, un rato reposar la
elegida, va a llenar un pedazo incanjeable de nuestro Ética y, en su lugar, evitando desde el umbral la
tiempo vital, va a convertirse, por tanto, en trozo de nuestra solemnidad, elaboremos una nueva disciplina con el titulo:
realidad, de nuestro ser. El albedrío nos ha jugado, pues, Elegancia de la conducta, o arte de preferir lo preferible. El
una mala pasada. En vez de hacemos ser esa optima vocablo elegancia tiene además la ventaja
realidad que era posible, en vez de dar paso franco a ese complementaria de irritar a ciertas gentes, casualmente las
mejor ser nuestro que se nos presentaba como el que mismas que, ya por muchas otras razones previas, uno no
teníamos que ser, por tanto, como el auténtico, los ha estimaba.
suplantado por otro personaje inferior. Esto equivale a
haber aniquilado una porción, mayor o menor. de nuestra
verdadera vida que ya nadie podrá resucitar porque ese
tiempo no vuelve. Hemos vulnerado nuestra propia
persona, hemos practicado un suicidio parcial y la herida
queda abierta para siempre, mordiendo no sabemos que
2
¿CUÁL ES LA ACTITUD DE LOS PROFESIONALES
DE LA EMERGENCIA EXTRAHOSPITALARIA HUMOR: VICENTE
ANTE LOS PACIENTES EN ESTADO CRÍTICO?
Rosario & Diego
Rosario Alises
3
CARTAS A LA REDACCIÓN
Puede enviar sus Cartas a la Redacción a: Cabría concluir que la deliberación necesita
bioeticayurgencias@hotmail.com de la elegancia y debe evitar la grosería. Meditemos.
Atentamente,
Enterado de la publicación del trabajo de
Ortega sobre la elegancia me he permitido un Protágoras
pequeño experimento mental, suponer que Ortega
escribió tanbien un artículo sobre un vicio opuesto a
la elegancia, CASO CLÍNICO
Si imaginamos un diálogo en el que uno de Con la exposición de este caso clínico, no pretendo
los dialogantes se vuelve grosero, comprendemos que lleguemos a un diagnóstico de certeza, pues
que en ese momento el diálogo muere. El otro está claro, ni a un tratamiento curativo. En esta
dialogante se siente agredido por el grosero y, o bien ocasión, desde este boletín, os invito a reflexionar
utiliza a su vez la grosería, con lo que el diálogo se sobre los aspectos éticos en la asistencia al enfermo
degrada en pelea, o, prudentemente, abandona el terminal y a los ancianos.
campo y se retira. Me gustaría establecer un debate, sobre la atención
sanitaria al final de la vida, y si pensáis que es posible
En el caso de la deliberación, el maleducado mejorar la calidad de la misma.
y, en mucha mayor medida, el grosero, no acaban Otro tema a debatir sería la importancia de la figura
con la deliberación necesariamente, pero la vuelven, del médico en este proceso.
casi siempre, estéril. Detrás de la mala educación, de
la grosería se esconde la intención, no de con-
vencer, sino la de vencer. El furor y la rabia que Solicita el boletín en
desencadena la grosería, vuelven sordos al grosero y bioeticayurgencias@hotmail.com
al resto de los deliberantes para los argumentos y los
sentimientos del otro. Lo que debería ser confluencia O bájatelo de :
deviene en desencuentro, la conversación se http://bioeticaurgencias.blogspot.com
degrada en jaula de grillos. Lo que debería tender a
la armonía, chirría.
4