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ÍNDICE

Parte I. presentación de la obra y justificación


de su elección.

1. El autor y la Obra. 3

2. Justificación de la elección de la obra. 3

3. Argumento de Bodas de sangre. 3

Parte II: análisis monográfico detallado


de la obra

4. Personajes. 5
4.1 Personajes principales 5
4.2. Personajes secundarios 8
5. Temas tratados 11
6. La fatalidad como elemento constante 12
7. Símbolos de erotismo 15
8. Bibliografía 17
Parte I. presentación de la obra y justificación
de su elección

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1. El autor y la Obra.

Federico García Lorca (Granada, 1898-1936) fue un autor español perteneciente a la generación
del 27. Destaca especialmente, además de como dramaturgo, como poeta lírico.

Bodas de sangre se encuadra, dentro de su obra teatral, en un ciclo compuesto por tres tragedias,
en el que encontramos también Yerma y La casa de Bernarda Alba. Se trata de obras en las que se
presentan fuertes conflictos entre los impulsos vitales de sus protagonistas y las fuerzas letales de la
colectividad.

La obra a la que me refiero en este trabajo, surge después de la lectura en el periódico de la


noticia del “crimen de Níjar” (1928). Fue escrita en 1932, y estrenada con éxito en Madrid y
Barcelona, donde contó con la actuación de Margarita Xirgú como la Madre, un año después, y con
todavía más éxito en Buenos Aires.

Se trata de una obra cargada de símbolos referentes a la fatalidad y al erotismo, rasgo que se va
a comentar en este monográfico con especial atención.

2. Justificación de la elección de la obra.

Después de consultar los argumentos de varias obras de F.G. Lorca, consideré más adecuada a
mis inclinaciones y gustos Bodas de sangre, de la que a continuación voy a realizar un estudio
monográfico detallado.

3. Argumento de Bodas de sangre.

Bodas de sangre plantea una historia centrada en los celos y el enfrentamiento entre dos
familias, la del Novio y Leonardo.

Ante la inminente boda entre el Novio y la Novia, la historia de amor entre Leonardo y la Novia
resurge. El mismo día de la boda, ambos enamorados huyen, provocando la ira del novio y sus
familiares, que comenzarán a perseguirlos, desencadenando el final trágico en el que los dos hombres
mueren.

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4. Personajes.

Antes de comenzar con el análisis detallado de cada uno de los personajes que
intervienen en la obra, cabe destacar el hecho de que sólo uno de éstos tenga nombre
propio. Mientras el resto de los personajes son nombrados según el papel que
desempañan en la acción, Leonardo es el único al que Lorca ha adjudicado un nombre
propio para designarlo.

Existen diferentes versiones que intentan explicar este hecho. La explicación más
sencilla opta por Parte II: análisis monográfico detallado
explicar que de esta de la obra
forma, Lorca
distingue a
Leonardo dándole
un nombre más concreto para así diferenciarlo con mayor facilidad. Otra explicación es
que Leonardo cuenta con una importancia mayor dentro de la acción, siendo
prácticamente el personaje más relevante, el desencadenante de los hechos que recoge la
obra. Así, el autor remarca esta importancia.

A mi juicio, la propuesta más acertada sería la segunda, teniendo en cuenta el


marcado carácter lírico no sólo de la obra, sino también de todo el teatro de Lorca, que
carga sus obras de simbolismo.

4.1. Personajes principales.

4.1.1. La MADRE.

Desde su primera aparición, sus diálogos están plagados de alusiones a los


cuchillos, las navajas y la muerte. Fuera del tiempo escénico, sabemos que tanto su
marido como su hijo murieron, y por eso está obsesionada con evitar que su otro hijo, el
Novio, sufra ningún daño, hasta el punto de llegar a negarse a darle la navaja con la que
trabaja en la viña con esta intención. (Acto I- Cuadro I)

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Estas alusiones a armas, como se comentará más adelante, son también, además de
un reflejo de las preocupaciones y los temores de la mujer sobre la seguridad de su hijo,
símbolos de fatalidad, un augurio del desenlace trágico de la obra.

Cuando se entera en la conversación con una vecina de que el anterior novio de la


muchacha con la que se quiere casar su hijo es Leonardo “el de los Félix”, la mujer se
llena de rabia. Aquí adivinamos un conflicto anterior al tiempo escénico, que enfrentó a
ambas familias y que acarrea el rencor de la Madre.

“MADRE: (…) A mi me habían dicho que la muchacha tuvo


novio hace tiempo.

VECINA: (…) Leonardo el de los Félix.

MADRE: ¡De los Félix!

VECINA: Mujer, ¿qué culpa tiene Leonardo de nada? Tenía


ocho años cuando las cuestiones.

MADRE: Es verdad… Pero oigo eso de Félix y es lo mismo


Félix que llenarse de cieno la boca y tengo que escupir,
tengo que escupir por no matar.”

Las actitudes de la Madre al hablar sobre la boda, con comentarios como “una
mujer con un hombre, y ya está” (Acto I- Cuadro I) muestran claramente una mentalidad
sumamente conservadora, que después quedará contrastada con las actitudes alegres de
algunos parientes de esta familia que, tal y como comenta la propia mujer, vienen del mar
y son gente alegre.

4.1.2 El NOVIO.

Es el único hijo que le queda a la Madre, su única compañía. Recibe con aprecio la
preocupación de su madre, pero tal y como se desprende de su primer diálogo con ella,
también parece cansado de esta preocupación, restándole importancia.

Por el contrario, lo que sí parece llenarle de preocupaciones es la boda con la


Novia, con la que lleva en relaciones tres años. Está preocupado porque quiere que la
boda se celebre cuanto antes, por eso insiste a su madre para que le acompañe y pida su

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mano. Por ello, cuando apremia a la mujer con pedir la mano de la joven se muestra
desconocedor de las relaciones que esta última mantuvo con Leonardo en el pasado.

Este anhelo de casarse cuanto antes demuestra el gran amor que siente por la Novia.

Tras la huída de la Novia y Leonardo, el Novio enfurece, y clama por el cuchillo, la


navaja, que tanto miedo ha dado a su madre, y con el que piensa poner fin a la vida del
hombre que se ha llevado a su mujer, a su ya esposa. Esta ansiedad de venganza también
se puede interpretar como un símbolo de muerte, de tragedia.

4.1.3. La NOVIA.

Es la muchacha con la que se va a casar el Novio.

Desde su primera aparición, parece referirse a la boda con desdén, como si se


tratase de algo que hace por obligación y no por que sea su deseo. Su Criada le reprocha
en el Cuadro Tercero del Primer Acto diciéndole que “parece que no se quiere casar”. De
hecho, parece la Criada la que de verdad está emocionada con la boda de su señora, como
se desprende del diálogo que ambas mantienen al comienzo del Segundo Acto mientras la
peina para la boda.

“CRIADA: ¡Pero niña! ¿Una boda, qué es? (…) ¿Son los
dulces? ¿Son los ramos de flores? No. Una boda es una
cama relumbrante y un hombre y una mujer.

NOVIA: No se debe decir.

CRIADA: Eso es otra cosa. ¡Pero es bien alegre!

NOVIA: O bien amargo.”

La aparición de Leonardo en su casa, la misma mañana de la boda, antes que


cualquiera de los demás invitados parece estar a punto de desbaratar la ceremonia, pero
en ese momento, ella demuestra toda su intención de continuar con la boda tal y como
debía ser. Sin embargo, la atracción entre los dos personajes, que ella misma reconoce
como irremediable, que le “arrastra”, le llevará a abandonar al Novio, con quien ya está
casada, para huir con él.

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Tras la muerte de Leonardo y el Novio, aparecerá finalmente ante la Madre,
implorándole que la mate, que acabe con su vida como pago del dolor que se ha
sembrado tras su huída.

4.1.4 LEONARDO.

Es, para muchos, el personaje clave de la obra. Fue novio de la Novia antes del
tiempo escénico, pero sus relaciones no acabaron en matrimonio. Por el contrario,
Leonardo está ahora casado con una prima de la Novia (a la que en la obra se nombra
como Mujer) y es padre de un hijo.

Sin embargo, en su primera aparición se hace alusión a las carreras que le da al


caballo, que deja exhausto. En estas alusiones, se adivina que, a pesar de su situación,
sigue rondando la casa de la Novia. A partir de este punto, Leonardo se va a representar a
través del caballo, cuyo sonido pone nerviosas a la Criada y a la Novia en el final del
Primer Acto.

En el segundo acto, se apresura para llegar antes que el resto de los invitados a
casa de la Novia y así poder verla a solas. Pero no muestra intención alguna de pedirle
que no se case (“(…) Yo ya me casé, ahora cásate tú. (…)”), sino que quiere hablar con
ella por última vez antes de que pase a pertenecer a otro hombre. Durante los momentos
previos e inmediatamente posteriores a la boda, vemos a Leonardo entrar y salir de
escena en repetidas ocasiones: está nervioso, seguramente ante la visión de la Novia
casada con otro, y esta actitud adelanta la decisión de huir juntos, que se materializará al
final de este mismo acto.

En el tercer acto, aunque se sepa perseguido, intenta convencer a la Novia de que


huir juntos, escapar para poder ser felices, es la mejor opción. Sin embargo, su destino
parece ser irremediable: morir a manos del esposo de la joven, y ser el asesino de éste.

4.2. Personajes secundarios.

En este punto se van a comentar sólo aquellos personajes que, aunque no


parezcan tener un papel decisivo dentro de la trama, por sus diálogos resultan
trascendentes para llegar al desenlace de la misma. Otros personajes, aunque intervengan
en la obra de forma secundaria, quedarán al margen por carecer de importancia en
relación directa con la historia.

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4.2.1 El PADRE.

Es el padre de la NOVIA, quien con gusto defiende los que tienen: una tierra de
secano, casi yerma, seca y dura, que han conseguido sacar adelante con mucho esfuerzo.
Es por esta tierra que se lamenta en su conversación con la MADRE (Acto I- Cuadro III)
de no haber tenido un hijo varón que las trabajase. Pero al mismo tiempo se alegra de
poder contar pronto con un hombre para llevar a cabo esta tarea, el NOVIO.

También defiende la honra de su hija, su valía como esposa mientras habla sobre la
conveniencia de la boda con la MADRE en la pedida de mano, con lo que distinguimos el
gran afecto que siente hacia ella.

“MADRE: Mi hijo es hermoso. No ha conocido mujer. La


honra más limpia que una sabana puesta al sol.

PADRE: Qué te digo de la mía. Hace las migas a las tres,


cuando el lucero. No habla nunca; suave como la lana,
borda toda clase de bordados y puede cortar una maroma
con los dientes.”

Es este cariño y defensa de su honra el que le lleva a negar que su hija se haya
marchado con Leonardo cuando todo el mundo parece convencido de ello, aunque acaba
rindiéndose ante la evidencia.

4.2.2 La MUJER.

Prima de la Novia, esposa de Leonardo y madre de su hijo, sospecha desde un


primer momento que Leonardo siente algo por su prima, y que el caballo llega exhausto
debido a que marcha con el “hasta el límite de los secanos” (donde vive la Novio). Tal
vez por ello sea la primera que sospecha de su huída tras la boda, y sea quien compruebe,
para su dolor, que estaba en lo cierto y se han marchado con el caballo. Es, además la
primera que alarma a los demás invitados sobre sus sospechas.

Destaca, además la nana que canta junto con su suegra en el Primer acto, claro
símbolo de fatalidad, como se comenta más adelante.

4.2.3 Los LEÑADORES.

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Una de las grandes similitudes con la tragedia griega que algunos autores han
señalado en Bodas de sangre es la función de los Leñadores que, como coro, nos
informan sobre la situación que viven los personajes.

Por los diálogos entre los leñadores sabemos que los enamorados están en el
bosque, y que sus perseguidores están a punto de alcanzarlos y llevar a cabo su venganza.
Y en estos mismos diálogos, al igual que un coro en una tragedia clásica, claman al
destino que sea clemente con los protagonistas, a pesar de saber que sus súplicas no van a
ser escuchadas.

4.2.4. La LUNA y la MENDIGA.

La luna, con su luz delatadora en medio del bosque, dialoga con la Mendiga,
mostrando su intención de delatar la situación de la pareja de fugitivos.

Por su parte, la Mendiga es una clara representación de la muerte. Sabe donde están
escondidos Leonardo y la Novia, y oliendo una posible limosna, los vende ante el novio y
sus acompañantes, a pesar de saber cuáles son sus intenciones.

Sobre este personajes se puede destacar además que, aunque constaba en el texto,
no figuraba entre el reparto para su representación. No obstante, en el estreno de Madrid
y de Buenos Aires sí constaba entre el reparto.

4.2.4. La CRIADA.

La Criada de la Novia, que es en el fondo una especie de confidente, pues con ella
la Novia casi es capaz de expresar la amargura que le supone su inminente matrimonio,
es la primera que se muestra consciente del grave problema que supone para la boda la
presencia de Leonardo.

Cuando éste aparece en casa de la Novia la mañana de la boda, la Criada le insta


primero a que se marche, pero cuando él y la Novia mantienen el diálogo en el que queda
patente su mutua atracción, es la Criada la que, tratando de poner orden y apaciguar la
situación, va a intentar por todos los medios hacer que ambos se separen, que dejen de
hablar, sobre todo ante el inminente peligro de la llegada de los convidados a la
ceremonia.

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Es, por tanto, un personaje apaciguador, que puede compararse, aunque de forma
indirecta, con el carácter de otro personaje de Lorca, la Poncia de La Casa de Bernarda
Alba, que intenta, también, evitar un final doloroso.

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5. Temas tratados en la obra.

El tema central de Bodas de sangre son, indudablemente, los celos . Pero estos celos
aparecen ligados indisolublemente a la honra.

Que Leonardo y la Novia hayan huido después de que la boda se celebre supone
una mancha en la honra de sus familias. En primer lugar, por parte de la familia de la
novia, pues ella es ya una mujer casada que ha escapado para entregarse en cuerpo y alma
a otro hombro, pasando a ser una doncella sin honra, como ella misma se define en el
Tercer Acto. Así, ella es la causante de la deshonra.

Por otra parte, la familia del Novio se ve deshonrada, con lo que es necesario que la
sangre del fugitivo, de quien ha robado a la novia, corra. Por eso se ven obligados a
marchar tras ellos y así poder limpiar su honor, su nombre familiar, además de llevar a
cabo también una venganza familiar por cuestiones pasadas.

Por último, la mujer de Leonardo también queda deshonrada con la partida de su


esposo con otra mujer. Además, su situación se verá empeorada cuando, al final de la
obra, además quede viuda después de un acto que para los personajes resulta vil.

Queda también estrechamente ligado al tema de los celos y la honra el tema del
amor como un imposible. Este amor imposible vendría representado por la atracción
irremediable entre Leonardo y la Novia. Aunque ambos huyan e intenten escapar de su
difícil y dolorosa situación para poder empezar una vida juntos, amándose en libertad,
resulta inevitable que no puedan disfrutar de un final feliz. Se trata de una relación
irrealizable.

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6. La fatalidad como elemento constante.

El rasgo más llamativo de Bodas de sangre es la presencia, constante de la


fatalidad. Existen, a lo largo de todo el transcurso de la historia símbolos que reflejan
muerte, dolor, que anticipan un final trágico. El destino, tan presente en el teatro clásico,
también se intuye como elemento importante de la acción, como algo ineludible que va a
dirigir los actos de los personajes hasta llevarlos a un desenlace atroz.

Como toda la obra teatral de F.G. Lorca, esta obra contiene un fuerte elemento
lírico, presente no sólo en los fragmentos en verso, como la nana, sino también en el
simbolismo de los colores, los lugares y de los propios personajes, estrechamente ligados
con la fatalidad.

A continuación llevaré a cabo un análisis más profundo de algunos de estos


elementos, ordenándolos según su mayor o menor relevancia.

6.1. Título.

Bodas de sangre resulta, como título, un anticipo del carácter trágico de la obra.
Así, en el propio título, con la palabra sangre queda implícita la muerte ligada a la
historia de la boda.

6.2. El cuchillo.

El símbolo que más claramente se puede relacionar con la fatalidad dentro de la


obra es el cuchillo (también navaja y puñal) que tantas veces nombra la Madre y por el
que clama el Novio para llevar a cabo su venganza contra Leonardo.

El cuchillo aparece aquí en clara alusión a la muerte, no sólo al comienzo de la


obra, sino también en los momentos finales, en los que tanto la Madre como la Novia se
refieren, en verso, al final trágico de los dos hombres, haciendo hincapié en el puñal.

“MADRE: (…) Con un cuchillo

con un cuchillito

que a penas cabe en la mano,

pero que penetra fino

por las carnes asombradas (…)

NOVIA: Y esto es un cuchillo

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un cuchillito

que a penas cabe en la mano, (…)

con este cuchillo

se queden dos hombres duros

con los labios amarillos.”

Sobre este pasaje final se puede comentar también que, en un principio, no figuraba
en el texto original, que terminaba con la frase “Que la cruz ampare a los vivos y a los
muertos” (que dentro del contexto de la obra, también es un símbolo de muerte y
fatalidad), pero que, dada su escasa espectacularidad, Lorca lo alargó añadiendo esta
secuencia.

6.3. La nana

La nana que entonan la Mujer y su Suegra para hacer dormir a niño en el Cuadro
Segundo del Primer Acto es, junto con el cuchillo, una de las alusiones más claras a la
muerte y al final de la obra. También, por tanto, es uno de los elementos simbólicos más
nombrados y estudiados.

Lorca se basó en una nana muy popular en Granada para escribir la nana de Bodas
de sangre. En ella vemos elementos alusivos a la sangre y la muerte, así como al caballo,
que, como ya se ha comentado, se va a asociar a lo largo de la obra, a la figura de
Leonardo.

“Nana, niño, nana

del caballo grande

que no quiso el agua.

(…)Las patas heridas,

las crines heladas,

dentro de los ojos

un puñal de plata.

Bajaban al río.

¡Ay, como bajaban!

La sangre corría

más fuerte que el agua.

(…)A los montes duros

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sólo relinchaba

con el río muerto

sobre la garganta.

(…)”

En esta nana queda unido el elemento lírico con los símbolos de la muerte.

6.4. La Luna y el bosque

El bosque, como escenario, supone al principio un lugar para esconderse de sus


perseguidores, un escondite. Pero la luz de la luna, blanca y clara, acabará por facilitar la
búsqueda a quienes pretenden vengarse de los enamorados huidos.

Así, ambos elementos se conjugan para acercarnos aún más al terrible desenlace de
la obra. La luna, por tanto, es una alusión a la muerte

6.5. El azahar

El azahar con que se va a adornar la Novia simboliza pureza y virginidad. Pero, el


hecho de que sea de cera, artificial, se ha interpretado como un símbolo de virginidad
eterna.

Al ser de cera, no se va a secar ni corromper, por lo que simboliza una virginidad


incorruptible. En efecto, el Novio muere antes de pasar la noche con ella, lo mismo que
Leonardo, que tampoco parece llegar a unirse a la Novia después de su huida.

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7. Símbolos de erotismo
La obra no sólo está cargada de símbolos de la muerte y la fatalidad, sino de
elementos que, unidos al tema del amor, cargan la obra de erotismo. Estos elementos se
centran, especialmente, en la pareja desencadenante de la tragedia.

La Novia, virginal, representa el amor, el impulso sexual frustrado después de tener


que asistir, fuera del tiempo escénico, a la unión del ser amado con otra mujer. Sin
embargo, el reencuentro con Leonardo despertará de nuevo su atracción que, aunque
dolorosa, le resulta irremediable.

Leonardo, por su parte, es el personaje con mayor carga erótica de toda la obra.
Leonardo es un personaje viril y masculino, que también se siente irremediablemente
atraído hacia la Novia.

Como ya se ha comentado en repetidas ocasiones, se asocia con el caballo, símbolo


de potencia sexual, de fuerza erótica. Así, la imagen simbólica del animal se funde con la
de Leonardo, creando una imagen aún más cargada del elemento erótico existente entre
los dos personajes.

Y es en el bosque cuando la atracción entre los dos personajes cristaliza, mostrando


una escena violenta, pero al mismo tiempo, especialmente sensual.

“NOVIA: ¡Ay qué sinrazón! No quiero

contigo ni cama ni cena,

y no hay ni un día

que estar contigo no quiera,

porque me arrastras y voy,

y me dices que me vuelva

y te sigo por el aire

como una brizna de hierba. (…)

LEONARDO: (…) La noche se está muriendo

en el filo de la piedra.

Vamos al rincón oscuro

donde yo siempre te quiera,

que no me importa la gente

ni el veneno que nos echa.

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(La abraza fuertemente)

NOVIA: Y yo dormiré a tus pies

para guardar lo que sueñas.

Desnuda, mirando al campo,

como si fuera una perra,

¡porque eso soy! Que te miro

y tu hermosura me quema.

LEONARDO: Se abrasa lumbre con lumbre.

La misma llama pequeña

mata dos espigas juntas.

(…) Clavos de luna nos funden

mi cintura y tus caderas.”

La escena que acabo de reproducir representa, en grado sumo, la fuerte atracción


física que existe entre ambos. Especial atención requieren los dos versos finales: su
atracción (“mi cintura y tus caderas”) es irremediable y casi una maldición (“clavos de
luna nos funden”).

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8. Bibliografía

 Bodas de sangre, Federico GARCÍA LORCA.


Editorial Cátedra. Colección Letras hispanas. 1
ISBN: 84-376-0560-1

 http://www.rinconcastellano.com/sigloxx_27/lorca_bodas_simbol.html

 http://www.monografias.com/trabajos44/bodas-de-sangre/bodas-de-
sangre2.shtml

 Sobre el crimen de Níjar.


http://www.elpais.com/articulo/cultura/GARCiA_LORCA/_FEDERICO/nov
ia/Bodas/sangre/fallecio/Nijar/elpepicul/19870710elpepicul_12/Tes/

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Casi todos los datos necesarios para completar este trabajo se han extraído desde la presente edición, dada la
riqueza de sus prólogos y sus notas complementarias. El resto de fuentes son secundarias.

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