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La Palma es una de las islas canarias con mayor superficie boscosa, tanto de pinos como de lausilva. Sus
cultivos principales son el plátano y la vid.
• Barlovento • Puntagorda
• Breña Alta • Puntallana
• Breña Baja • San Andrés y Sauces
• Fuencaliente • Santa Cruz de La Palma
• Garafía • Tazacorte
• Los Llanos de Aridane • Tijarafe
Santa Cruz de la Palma, la capital de la isla, es una de las ciudades más bonitas de Canariasmás bonitas de
Canarias. Pequeña, recoleta, con historia, divertida, musical y profundamente sonora y profundamente
acogedora.
Paseo por la Calle Real empezando por la zona del muelle y tomando como referencia el siempre conocido
mural de “Nitrato de Chile” y terminando en la Alameda. Es la calle donde durante toda la noche bailan los
“enanos” en la fiesta de la “Bajada de la Virgen” que se celebra cada cinco años y donde se concentran los
“indianos” el lunes de carnaval. Muchas casas del S.XVII y S.XVIII y de estilo colonial. Entorno
especialmente bonito el del Ayuntamiento junto con la plaza y la iglesia del Salvador.
Regreso al punto de partida por la Avenida Marítima, el malecón de S/C. de la Palma. Especial interés la
balconada de madera de las casas del S.XVII y anteriores, muchas de ellas habitadas y otras convertidas en
tiendas, restaurantes o en bares con terrazas donde las cañas se aderezan con olor y brisa de mar.
Podemos seguir en dirección a Mazo, tierra de tradiciones y artesanía. Famosa por su “Corpus” con alfombras
de flores, semillas y vistosos “arcos” (monumentos o esculturas realizadas por artesanos que complementan
las alfombras). En un paseo por su casco antiguo podemos visitar y descansar en los jardines de la “Casa
Roja” (centro de artesanía). .... un molino de viento, muy antiguo, convertido en taller de cerámica en barro,
donde se puede observar y comprar la cerámica propia del lugar. Sus jardines son frondosos.
..... Fuencaliente, zona de volcanes, pinar, bodegas y mar. En 1972 explotó cerca de sus costas el último
volcán “El Teneguía”. Se puede hacer un recorrido por sus volcanes, por las salinas, por la playa del faro,
visitar las bodegas y catar un excelente malvasía. En el bar “Parada”, el cortado o el malvasía se puede
acompañar con unos “almendrados” recién hechos y si el hambre aprieta nos ofrecerán una rica carne a la
braza con boniatos y siempre mojo picón.
EL VALLE DE ARIDANE
EL PASO.
Es el municipio más amplio de La Palma; se sitúa en la vertiente occidental agrupando toda la parte alta del
Valle de Aridane y La Caldera de Taburiente, en una superficie de 135 km cuadrados. Limita con todos los
municipios de la Isla, excepto Tazacorte y es el único que carece de franja costera.
Rodeado por las cumbres del Bejenado, Cumbre Nueva y parte de Cumbre Vieja, el relieve se presenta como
una gran extensión de pedregales y campos lávicos más o menos recientes, tradicionalmente dedicada al
cultivo de secano, pastizales y monte.
La ciudad de El Paso se sitúa a lo largo del camino que unía Los Llanos y Tazacorte con la Capital a través de
la cumbre, de ahí su nombre (El Paso). Hasta 1837 pertenecía a la jurisdicción del valle de Aridane, momento
en el que se independizó, concediéndosele el título de Villa en 1878 y el de ciudad en1910.
Hoy El Paso se nos muestra como un municipio pujante en el desarrollo económico agrario e industrial, con una
población en crecimiento y una arraigada tradición cultural.
las fiestas principales de El Paso tiene como protagonista a el Sagrado Corazón y El Pino. Quince días
después del Corpus, las calles de la ciudad se engalanan con alfombras, pasillos, tapices y arcos cubiertos de
elementos decorativos, flores y semillas, de gran valor artístico.
El primer domingo de septiembre todos acuden a la ermita de la Virgen del Pino para rendir homenaje a la
Virgen del Pino, en medio de celebraciones religiosas, festejos populares y comida bajo los pinos.
Cada tres años, en los meses de agosto y septiembre, la Virgen desciende en romería hasta la iglesia de
Nuestra Señora de Bonanza, acompañada de engalanadas carrozas y romeros ataviados con vestimentas
tradicionales.
Entre los siglos XVI y XVIII, La Palma es un punto de referencia en la producción de seda; posteriormente,
comienza la decadencia de esta artesanía totalmente manual que se conservó únicamente en el municipio de El
Paso. En el siglo XX, los organismos oficiales apoyaron y revitalizaron esta artesanía, incorporada por la
UNESCO y el Consejo de Europa al programa mundial de las Rutas de la Seda.
De hojas de moral y morera se alimenta los gusanos de seda que tardan entre cuatro y cinco semanas en
tejer los capullos que arroparán a las pupas antes de convertirse en mariposas. El ciclo natural se rompe
introduciendo los capullos en agua caliente para aflojar los filamentos y así evitar que la mariposa muerda el
habitáculo para salir y rompa las finas hebras.
De forma lenta y con un sistema primitivo se sigue hilando en los viejos tornos hasta formar las suaves y
delicadas madejas coloreadas con tintes naturales de cáscaras de almendras, nueces, cochinilla, eucalipto...
El telar finalmente dará la forma a los pañuelos, fulares, corbatas que llegan a nuestras manos en un
esfuerzo por mantener esta ancestral tradición.
Caldera de Taburiente.
Bajando de la cumbre, de camino hacia El Paso, se encuentra el moderno edificio que aloja el Centro de
Visitantes de La Caldera de Taburiente. Es punto de referencia para los visitantes que quieran hacerse
con todo tipo de información referente al Parque nacional; aquí se dispensan los permisos para acampar y
nos detallan las diferentes excursiones en el interior del Parque.
A través de la imagen y los textos se divulgan, de forma práctica y didáctica, los conocimientos de
geología, fauna y flora, para entender cómo se formó la propia Isla y que especies forman parte de los
ecosistemas que habitan en este enclave protegido.
Mirador de La Cumbrecita.
Junto al Centro de Visitantes encontraremos el desvío
al Mirador de La Cumbrecita; con unas excelentes
vistas hacia el Parque de La Caldera.
Desde allí parte un sendero que nos conducirá hasta
el Lomo de Las Chozas, balcón natural con
panorámicas sobre los azulados riscos que mueren en
el fondo del Barranco de Las Angustias, soberbias
agujas de basalto apuntan al cielo; en medio del
pinar, a lo lejos, se dibujan los contornos del Roque
Idafe, lugar sagrado para los antiguos awaras,
escenario donde se brindaban vísceras de animales
con el fin de que el roque no cayera y destruyera su
cultura.
Petroglifos de La Fajana.
Bajando por Hermosilla, estrecho callejón que discurre entre El Paso y Los Llanos (bajada por las
cuestas), encontraremos el desvío hacia La Fajana. Espacio sagrado para los awaras que un día tallaron
con esfuerzo las duras piedras de basalto. En los grabados se adivinan formas solares, "Abora" llamaban
al sol que iluminaba el cielo cada día. Los motivos rupestres están situados en un margen del barranco, sus
formas originales presencian el ocaso el sol y evidencian los ritos indígenas hacia los dioses de la
naturaleza.
A lo largo de miles de años los volcanes han ido modelando los perfiles de La Palma; la belleza violenta y
desordenada de los paisajes volcánicos dejan hondas huellas en el municipio de El Paso. Allí acontecieron
erupciones como las de Tacande, Tajuya, El Charco y San Juan, todos ellos forman parte del Parque
Natural de Cumbre Vieja, de 7.500 has. Sus negras lavas se extendieron ladera abajo, incrementándose
la Isla por Las Hoyas y Puerto Naos en unas cuantas hectáreas.
Hace siglos vivían dos hermanos gemelos en el Barranco de Hermosilla, cerca del bosque. Huérfanos desde
niños, los crió un hombre triste, honrado pero huraño, que luego sería sacerdote; éste los atormentaba
constantemente diciéndoles: "los pecados de los padres pasan a los hijos...".
Los niños, dedicados al ganado, se hicieron hombres y, una noche, oyeron lamentos, entre el murmullo del
viento. Uno de ellos salió a indagar y regresó con una joven hermosa desvanecida por el esfuerzo de
encontrar el camino en medio de la noche. La muchacha cautivó con sus encantos los corazones de ambos
hermanos y, al amanecer, partió hacia su casa...
El sacerdote, adivinando sus sentimientos, les contó la verdadera tragedia que les envolvía; les relató de
cómo dos hermanos se enamoraron de una misma mujer. Ella eligió a uno, desatando la ira del otro, que en
la noche de bodas mató a su propio hermano y forzó a la joven que quedó embarazada de gemelos "que sois
vosotros...".
Nuevamente la historia se repitió. Los celos se acumularon en el corazón del muchacho rechazado y tras la
ceremonia nupcial se debatieron en combate, perdiendo la vida los dos. La mujer lloró desconsolada, junto
al anciano sacerdote, tan irreparable pérdida y, en el lugar del crimen, dos brezos crecieron frondosos.
Estos árboles conocidos como "los dos hermanos" vivieron durante siglos hasta que un incendio, en 1860,
los quemó.
Fue un amplio campo de pastoreo en época aborigen (bando de Aridane), se convierte luego en un
poblamiento colonial cuyo desarrollo arranca gracias al aprovechamiento de las aguas de La Caldera, que
fueron canalizadas por los propietarios de los Heredamientos de Argual y Tazacorte hasta el Llano de
Argual, lugar privilegiado para el florecimiento de la industria azucarera.
La productividad del plátano y la llegada de pobladores del noroeste de la Isla hacen que la población se
duplique entre 1950 y 1970; el despegue del turismo lo convierte en uno de los municipios más prósperos y
desarrollados de La Palma, centro económico y comercial del Valle.
Pueblo cosmopolita y financiero. La mejor zona de plátanos. Su casco antiguo, adornado por calles estrechas,
peatonales, casas antiguas, laureles de indias y pinturas expuestas al aire libre ( hay que fijarse en los
muros ciegos de los edificios para verlas, algunas son de pintores muy reconocidos ) merece un paseo. Hay
que sentarse en el kiosko de la plaza, a la sosegada sombra de los laureles de indias, sin prisas, tomar un
café o quizás un “Nik” de fresa, visitar la “Plaza de la pila” o “Plaza Chica” justo detrás de la iglesia,
conocida también por la Plaza de Elías Santos Abreu, médico naturista nacido en el lugar. Se nota un
cierto aroma colonial, embellecido por el porte de las delgadas palmeras tropicales que crecen en el pequeño
espacio organizado en torno a una fuente, y los edificios de corte tradicional se diseminan por las callejuelas
colindantes; los pequeños comercios colonizan las viejas casonas que se hicieron construir las familias
adineradas siglos atrás. Y el pequeño mercado con sus puestos de productos de la huerta, ecológicos , panes
y dulces elaborados en hornos caseros y todos ellos cuidadosamente adornados con flores y plantas.
En la zona costera donde el litoral ha sido profundamente modificado por las riadas de lava, se alternan las
zonas acantiladas con calas, charcos y playas, destacando: el “ Charco Verde” la mejor por sus aguas
cristalinas y pequeñas calas, , Las Monjas (playa nudista), La Bombilla, Puerto Naos y El Remo donde se
comen los mejores calamares de la isla. Esta zona costera también es muy importante por sus plantaciones
de plátanos “Las hoyas”, principal motor de la economía de la zona.
En la zona costera donde el litoral ha sido profundamente modificado por las riadas de lava, se alternan las
zonas acantiladas con calas, charcos y playas, destacando: el “ Charco Verde” la mejor por sus aguas
cristalinas y pequeñas calas, , Las Monjas (playa nudista), La Bombilla, Puerto Naos y El Remo donde se
comen los mejores calamares de la isla. Esta zona costera también es muy importante por sus plantaciones
de plátanos “Las hoyas”, principal motor de la economía de la zona.
“El Llano de San Pedro” en Argual. Primer asentamiento colonial de la Isla, vivió momentos esplendorosos
durante el siglo XVI, allí se encontraba el ingenio azucarero de la familia de los Monteverde. Las aguas de
La Caldera fueron canalizadas para mover el trapiche y regar los cañaverales, aún subsiste la estructura del
acueducto de aquella época.
Las haciendas, se sembraban de caña, trabajaban muchos esclavos y los camellos acarreaban la leña
necesaria para quemar las mieles que se exportaban a Flandes. está rodeado de casonas auténticamente
canarias que pertenecieron a los antiguos terratenientes y dueños de los plátanos y del agua y son los
mejores ejemplos de arquitectura señorial del Valle. Una de estas casas, “la casa Massieu”, restaurada, es
ahora un museo dedicado a fines culturales. Junto al museo hay una fábrica de cristales soplados que es
curiosa de ver. Hay también otras construcciones más descuidadas donde antiguamente se empaquetaban los
plátanos para su exportación.
La gigante araucaria, palmeras exóticas y árboles tropicales fueron sembrados por las familias del caserío
con afán de destacar del resto del pueblo llano. La Historia nos relata que existía en el lugar una pequeña
laguna alimentada por las aguas de La Caldera; aún se conserva la pequeña ermita de San Pedro donde se
siente el recogimiento e intimidad con la que se debían celebrar las misas de entonces.
Como testigo del poderío económico queda la portada más esbelta de la isla de La Palma, hoy desubicada,
Este lugar se convierte los domingos en punto de encuentro de muchos artesanos que muestran y venden sus
creaciones a los visitantes.
En los Llanos de Aridane se encuentra una de las entradas principales a “La Caldera de Taburiente”, por el
barranco de “La Viña” hacia “los Bresitos”, donde tendremos que dejar el vehículo y empezar la caminata.
TAZACORTE
Es el mas pequeño de los municipios de La Palma. La amplia playa del puerto de Tazacorte fue el lugar
escogido por los conquistadores para desembarcar e iniciar la ocupación castellana de La Palma, allá por el
año de 1492.
Llamado también cariñosamente “Petit París”. A sus habitantes se les conoce por “Bagañetes”, que en este
caso no significa gandules. Al hablar tienen un deje muy característico . pueblo de carácter liberal y
progresista, tolerante, amante de la música y de espíritu creativo.
Otra zona muy importante en la producción de plátanos, apoderándose del paisaje, se extiende como una
gran alfombra vegetal que llega hasta el borde del litoral. Cuenta con un museo dedicado al mismo en el
barrio de El Charco, donde puede comprobarse a simple vista la relevancia que el cultivo sigue teniendo en la
zona, En sus paneles explicativos se realiza un recorrido por la historia de este importante cultivo, tanto
desde el punto de vista económico como etnográfico.
Conviene parar y pasear por su pequeña avenida para observar las casas típicas dentro de las plantaciones y
algún enclave recuperado como los “lavaderos”. Dentro del casco urbano, atrapadas entre plataneras, se
entremezclan las construcciones tradicionales con las modernas arquitecturas; viejos caseríos, callejones
estrechos y árboles que florecen todo el año.
No me iría de Tazacorte sin comerme un “polo de Tazacorte” (en los kioskos), pueden ser de hielo, y
entonces aconsejo los de menta y los de anís o de crema. Es muy famoso también el “licor de café”.
Tazacorte, por cercanía y tradición, está ligado al oficio de la pesca. Si se acerca la hora de comer o
simplemente apetece, a 1 Km. de distancia se encuentra el “Puerto de Tazacorte”, pescado fresco,
camarones, lapas y cervecita fresca a la orilla del mar. Es un antiguo pueblo de pescadores con playa,
terrazas, y un ambiente distendido y divertido. Desde el muelle de pescadores, parten excursiones en barco
hacia la gigantesca Cueva Bonita, bajo los acantilados de Tijarafe.