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UE NETIN BUSCA DE NOS: eles a alee abe raat cca ! R €, Sproul ;ALGO FALTA! «Lo que falta», escribe R. C. Sproul, «es una profunda comunién CS Lene Poe OORT SECO Toe TT Cea Y STEROL U ERC MIE eC BEC OMT Cen Oke eT Cnet ICOM OME ICORUTE RTE CeO En SS OCCTURC OUTER SS CLOT EMCO eRe Ce Men sence sobre 1a busqueda mas importante de nuestras vidas. Es la biisqueda COE ee use ei Roe om EBON Ce RUC Og rete Sa ER Ue Ramo Rene onc Me Mm Oa EEA ATER Pico theta Meee ee tte trie Un alma en busca de Dios le ofrece a los lectores una manera de ENE 21a + Examinando los patrones biblicos para el crecimiento espiritual. Bae SDSeUCUOm ine Ca OO eORe RELA CSyTe tem PaO OC COMME ere EMT Omen One Te Considerando barreras en la busqueda del alma. see HORM ORe eT SERACER MOS ECR MCC ORO MInOR Ca ER TTT ET| OUD mee ents J. 1. PACKER So aaa ton gS aoe eee | lll Fae Coie eee L. mision de Editorial Vida es proporcionar Jos recursos necesarios a fin de alcanzar a'las personas para Jesucristo y ayudarlas a crecer en su fe. ©2006 EDITORIAL VIDA Miami, Florida Publicado en inglés bajo el titulo: The Soul's Quest for God por P&R Publishing Company ©1992 por RO. Sproul Traduecion: Rebeca Fernandez Edicion: Wendy Bello Disefio interior: artserv Diseno de cubierta: Grupo Nivel 17no Reservados todos los derechos ISBN 0-8297-4430-4 Categoria: Vida cristiana / Vida espiritual / General . Impreso en Estados Unidos de América Printed in the United States of America 06 07 08 9 1011 #654321 » op AS FF i. Contenido Prefacio Corazones inquietos Dulzura y miel: Amar la Palabra de Dios Tluminacién divina: El secreto del progreso cristiano El testimonio del Espiritu Santo Amar la Palabra de Dios El alma obediente El ejemplo de José El alma y su valor La alimentacién del alma Barreras para el progreso El destino final del alma Notas Indice de citas biblicas say 47 69 91 ll 129 145 167 189 213 235 239 Prefacio Hay algo que falta, Falta en 1a vida de la iglesia. Esta au- sente-de la vida cristiana normal. Lo que falta es una profunda comunién espiritual con Dios. La adoracion no satisface a muchos y una sensacion de ausencia dé Dios en vez de una sensaci6n vital de su presencia mar- ca muy a menudo la vida oristiana. En lo’profundo de nuestras almas existe un lugar que esta hambriento y no se sacia. Hay un sitio en nues- tros corazones que esta sediento, y nadie nos da de be- ber. Hay un lugar descubierto en nuestros espiritus que nadie se ofrece a vestir. Sin embargo, el trabajo de Jests es saciar al ham- briento, dar de bebet al sediento y cubrir al desnudo. El no fallaen cumplir su cometida Es capaz de proveer ali- mento fisico y espiritual para nosotros como lo hizo para los cinco mil. Es capaz de darnos agua viva como s¢ la dio a la mujer de Sicar. Es capaz de vestirnos como lo hizo con el endemoniado gadareno. : Jesucristo no ha.cambiado; no se ha alejado ni ha de- jado de proveernos una direccién certera. Somos. noso- tros los que nos hemos alejado; lo rechazamos a élyasu Palabra y nos preguntamos por qué estamos hambrien- tos, sedientos y desnudos. UN ALMA EN BUSCA DE DIOS Cristo promctié que todos los que lo busquen lo halla- ran; pero debemos buscarlo. Este libro trata de la busqueda mas importante de nuestras vidas. Es la busqueda de Dios que tiene nuestra alma. La sed de la fuente de la vida, de la dulzura de la mie] en nuestra boca y de 1a luz divina que puede ilumi- nar nuestros lugares mas oscuros. Examinaremos el patr6n biblico para el crecimiento cristiano con la ayuda de algunos de los gigantes espiri- tuales de la historia de la iglesia. Observaremos mode- los biblicos de madurez espiritual y consideraremos el misterioso caracter del alma humana en si misma. Va- mos a buscar para descubrir algo sobre la naturaleza del alma, su valor y, lo que es atin mas importante, como se alimenta. Consideraremos barreras que se interponen para impedirnos saciar la sed del alma, en particular aquellas que se establecen entre nosotros y nuestra se- guridad de la salvacion. Para terminar, consideraremos el destino final del alma, el premio que espera a aquellos que. buscan a isién bienaventurada, Dios con insistencia, és decir, la vi Ja vision bendita de Dios mismo. Un agradecimiento especial en este orden para Wen- dell Hawley, quien sugirié este trabajo, y para Maureen Buchman y Donna Mack, quienes colaboraron en la pre- paraci6n del manuscrito, Gracias también a mis amigos en Heathrow, quienes protegieron mi privacidad mien- tras trabajaba, wa CORAZONES INQUIETOS Oh, Sefior, ti nos has creado para ti mismo y nuestrus corazones estan inquietos hasta que encuentran reposo en ti’ Ee versos inmortales escritos por Aurelio Agustin encierran los sentimientos mas profundos de todo cristiano. En su clasico autobiografico, Confesiones, San Agustin traz6 su propio peregrinaje espiritual. Revelo en prosa lo. que Juan Bunyan describié en alegorias, el pro- greso del alma a medida que esta se encamina hacia el descanso espiritual en Cristo. El cristianismo incluye la mente. Su revelacién, que Dios disefié, apela a la comprension cognoscitiva. Lla- maa los creyentes a una nueva forma de vidacon unen- foque radical y trascendental de la vida y del mundo. Sin embargo, més all4 de todo esto, la fe cristiana es un affoire de coeur, un «asunto del corazén». ira obra que publiqué’ destaca una extrafia parado- ja del cristianismo: la fe cristiana otorga prioridad al in- telecto pero también al coraz6n. Decir que hay dos 13. UN ALMA EN BUSCA DE Dios prioridades al mismo tiempo es confuso y lleva al pensa- dor a pensar que esta en presencia de una contradic- cién. ;Dos prioridades? ;Cémo puede algo tener una prioridad doble? ;Acaso la palabra prioridad no denota algo que es tinico y primario? Esto es muy cierto. A primera vista parece ser una contradicci6n, pero en realidad es una paradoja. Una pa- radojase diferencia de una contradiccién en que, al exa- minarla en detalle, logra resolverse. No es posible hallar mn a una contradiccién auténtica. soluci Si dijéramos que el cristianismo tiene dos priorida- des al mismo tiempo y en la misma relacién, de cierto estariamos divagando. Habria una contradiccion. Sin embargo, cuando decimos que el cristianismo tie- ne una prioridad de la mente y del corazén, estamos di- ciendo que las dos prioridades coexisten al mismo tiem- po, pero no en la misma relacion. Por una parte, el cristianismo tiene prioridad en la mente con respecto al orden 0 la secuencia. No puede llegar algo al coraz6n sin antes haber estado en la men- te, Nucstros corazones no pucden ardcr por algo.quc no conocemos, No podemos amar a Dios al menos que lo conozcamos con profundidad. Un conocimiento super- ficial de Dios es suficiente para hacer que el corazén se conmueva. El mas ligero contacto con la majestad de Cristo puede despertar nuestras emociones; pero para que esta llama crezca y se convierta en un fuego perdu- rable, nuestro conocimiento de Cristo debe incremen- tarse. Conocerlo es amarlo. Por tanto, un conocimiento 14 Capitulo 1: Corazones inquietos profundo debe preceder a un amor profundo. La mente viene primero, es primaria para nuestra fe. Por otra parte, hay una prioridad del coraz6n. Esta prioridad no es de orden o secuencia, sino de importan- cia, Muchos han acumulado todo un conjunto de conoci- mientos teolégicos y, sin embargo, sus corazones pet- manecen estériles y frios. La historia esta lena de evidencias de eruditos que se distinguieron por usar su talento para combatir la fe. Un.credo no puede salvar a nadie, Es con el corazon que creemos para salvacion. Un elemento necesario de la fe salvadora es el amor a Cristo. Mucho conocimiento sin amor es initil. Es prefe- rible poco conocimiento con mucho amor. Dios se siente mas complacido cuando tenemos am- bas prioridades. La btisqueda del conocimiento de Dios es insuficiente. No debe ser un fin en si misma, sino un medio para lograr el objetivo. La meta final es hacer ar- der el coraz6n. La mente debe servir como un alimenta- dor para el corazon. Considera los grandes maestros de 1a historia de la iglesia. Los titanes incluyen figuras como San Agustin, Santo Tomas de Aquino, Martin Lutero, Juan Calvino y Jonathan Edwards. No han existido intelectos mas prodi- giosos que los de estos hombres en el campo de la teolo- gia. Aunque todos difieren en uno u otro aspecto teologi- co, los escritos de cada uno revelan un alma enamorada de Dios. No vemos en ellos una especulacion arida, un despliegue académico, una postura arrogante. Son hom- bres apasionados que mantienen un notable equilibrio de las dos prioridades de la mente y el coraz6n. ‘UN ALMA EN BUSCA DE Dos Otros tedlogos instruyen, pero pocos han sido capa- ' ces de inspirar también.. Los gigantes de la fe conmue- © ven nuestros.corazones a medida que estimulan nues-.} tras mentes. Ellos han encontrado el descanso para sus 4 almas y son capaces de transmitir ese descanso a una iglesia inquieta. Lo que‘ encontramos en la vida y en los escritos dé los grandes santos es el elusivo «algo mas» que a menu-. | do prometen los predicadores menores pero que pocos buscadores informales encuentran. ‘

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