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Memoria

1- Numero de referencia del permiso : 560982318

2- Denominación del área de intervención:


La huerta del conde.

3- Denominación del yacimiento :


Castillo del conde

4- Municipio:
Alcoy
5- Datos del director: Nombre:
Alfonso Paya Pericas

Francisco Izquierdo Gómez

Titulación y
Licenciado en historia.

Profesor Titular De Arqueología De
Colegiado: La Universidad

Área de Arqueología
Dirección: Facultad de Filosofía y Letras

Universidad de Alicante

Ctra. De San Vicente del Raspeig s/n

Municipio: Alicante

03080
CP:

965903401
Teléfono:

ZETHA@ONO.com
E. mail:

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6-Descripción de los trabajos de información, documentación y excavación previos a
la reconstrucción del castillo del conde.

El trabajo se dividió en dos grandes partes:

-excavación de los estratos que se encuentran en la base, zona afectada por la


restauración, son los referidos en la presente memoria.

-Los trabajos a realizar para la reconstrucción-restauración del recinto del mencionado


castillo.

Las tareas llevadas a cabo la campaña 2009, fueron las siguientes:

-Las destinadas a la documentación, conocimiento de anteriores excavaciones,


mediante la búsqueda de documentación en distintos archivos y bibliotecas.
Paralelamente se buscó los materiales que pudieran haberse obtenido en
prospecciones o excavaciones y que se encontrarán ya registrados en depósitos de el
propio museo arqueológico municipal.

Los integrantes del grupo de trabajos se dividieron en tres grupos. Por un lado los
alumnos de historia que residían en el área cercana, de distintos cursos, cuya misión
en principio fue la búsqueda de documentación, fondos del museo, la prospección y la
excavación.

El segundo grupo de participantes, estaba compuesto por personas jóvenes


desempleados a las cuales se dotar de conocimientos en excavación-prospección y
restauración, a fin de formar con ellos un equipo que se especializara en esta clase de
tareas para su empleo por parte del ayuntamiento. Su formación se complementaría
con cursos teóricos en los meses sin excavación, sobre diferentes materias
relacionadas con estas labores.

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El resto de componentes, estaba formado por aquello que se podría llamar núcleo
especializado, lo integraban un arquitecto, profesores de la universidad dé distintas
materias relacionadas con la excavación. Sobre este grupo recayó la supervisión,
dirección, orientación y formación.

Labores realizadas en el entorno del castillo:

-Se explicó en primer lugar a todos los grupos el proyecto que se pretendía llevar a
cabo y las normas de seguridad, se delimitaron las distintas zonas, escombrera, letrina,
zona de comida, área de trabajo, puntos de acceso. A continuación se procedió a la
formación de los distintos equipos, y al reparto del material de trabajo.

-se desbrozo el área a excavar, previa prospección. Se procedió al estudio de las partes
aún en pie, a su documentación y a la elaboración del proyecto de restauración, así
como de su integración con las áreas a construir totalmente nuevas.

Los restos de anteriores excavaciones- prospecciones en la zona se concentraron


(tanto los ya allí depositados como los recogidos en otros fondos) en el almacén del
museo arqueológico municipal en las cajas debidamente identificadas con el título
“castillo del conde – campaña 2009”. Los materiales encontrados en prospecciones
anteriores, no son demasiado numerosos, tan sólo algunos fragmentos de cerámica
islámica. La poca cantidad de restos encontrados en la prospección, se deben a que las
tierras que rodean el castillo, tienen un uso agrícola desde la fundación del mismo, por
lo cual tan sólo ha sido removida la parte superficial del terreno, en el cual y debido a
que su uso ha sido siempre éste, se encontraron poco restos cerámicos, ninguno que
no fuera islámico.

Realizados ya todos los trabajos previos, se inició la excavación. Como se esperaba por
la documentación consultada, los primeros restos que aparecieron fueron los de época
islámica, rastros de una etapa de abandono, con algunos fragmentos de cerámica. En
este estrato, se encontraron jarras y jarritas, candiles de pie alto, tinajas y ataifores.
Todos estos elementos, indican que se trataba de un espacio doméstico que por el tipo
y la decoración de las cerámicas, fue abandonado a finales del siglo XIII, hecho que
propició la formación del estrato de amortización que además cegó el pozo.

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Los escasos elementos que aparecen sobre el suelo de la construcción islámica, indican
que su destrucción, se debió al abandono pero que éste, no se realizó de forma súbita
ya que no aparecen trazos de destrucción ni elementos destruidos intencionadamente.
La ausencia de mobiliario doméstico, indicaría que se dispuso el tiempo suficiente para
su traslado, algo muy difícil de hacer en una situación de emergencia.

Una vez delimitadas las dimensiones de la vivienda islámica y excavada está en su


totalidad, se procedió a realizar la excavación del exterior. Este trabajo dio su fruto con
el descubrimiento de un enterramiento a pocos metros de la construcción. El difunto
se encontraba en posición de costado, orientado al sureste, lo que en principio
reforzaría la cronología musulmana de la construcción, además junto al cadáveres se
encontró una inscripción funeraria en caracteres árabes en que aparece el nombre del
difunto y la fecha de su muerte, año 525 de la Hégira, 1199 del calendario cristiano,
siglo XII.

Continuando con el trabajo, se procedió a excavar las trincheras de fundación de la


construcción islámica, en las cuales aparecieron jofainas y ataifores de "cuerdas seca
parcial" características también del siglo XII, reforzando de ésta manera la cronología
adjudicada en principio a este estrato. Durante los días posteriores, se procedió a la
limpieza, documentación y toma de medidas de la construcción, así como al estudio
documentación y finalmente retirada del cadáver (ver las fichas del enterramiento).

Posteriormente, se procedió al estudio de los muros, que estaban realizados con tapia
al. En el exterior de la construcción, se documentó un camino de tierra batida
comunicando con la casa. Bajo el camino, se había excavado una canalización formada
por losas. En las proximidades de la casa se encontró también un pozo, que rompía la
estratigrafía de posibles ocupaciones anteriores.

Con la intención de conservar los restos de ocupación islámicos, se procedió a


profundizar más en la estratigrafía, pero en una zona adyacente. Apareció entonces
un delgado estrato sin ningún resto material, con una estructura en parte limosa y
arenosa, con pequeños guijarros, la posterior ocupación, con su cronología precisada
por múltiples indicios, indican que la zona permaneció deshabitada durante un largo
periodo de tiempo.

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Bajo este estrato de abandono, encontramos una capa de tierra nivelada,
posiblemente para su uso agrícola. En el interior de este estrato, se halló parte de una
sepultura de inhumación. El cadáver apareció cubierto por quejas planas (tegulae) a
doble vertiente, en forma de tejado. Esta fosa, penetró en capas anteriores, ubicando
se dentro de los restos del abandono de una villa altoimperial romana, la fosa, penetró
incluso en la parte más profunda de este estrato de ocupación, rompiendo un
mosaico. La posible existencia de un cementerio, no es descartable, si bien la
presencia de una única sepultura, no es una muestra fiable. Para confirmarlo o
desmentirlo, se necesitaría una excavación más extensa, algo que rebasaría tanto los
límites físicos como los presupuestarios propios de la presente campaña. El tipo de
fosa y el contenido de la misma, sitúa en su cronología en el S V d.d.C.

Bajo esta pequeña capa (que separaría las dos fases romanas), se encontró la fase
principal de ocupación romana. Esta no parece presentar signos de haber sido
abandonada precipitadamente. Este estrato, se puede fechar aproximadamente en la
segunda mitad del S II d.d.C. a través de las cerámicas y monedas que aparecen
durante su etapa de abandono formada por como ya se ha dicho anteriormente una
pequeña capa.

La fase de abandono, cubriría los restos de una habitación perteneciente a una villa
romana. Se encontraron los muros de la misma, realizados con sillarejo, llamado Opus
vittatum, trabado con argamasa de cal. En el interior de la habitación, se encontró un
mosaico del tipo Opus signinum, realizado con teselas blancas y negras que forman un
dibujo geométrico sobre una base de argamasa.

Los muros como en la etapa islámica, en principio sólo fueron excavados para delimitar
sus dimensiones, una vez que se llegó a nivel del suelo fueron limpiándose de manera
progresiva, para estudiar-documentar las diferentes capas de revestimiento que
pudieran haber tenido, dando como resultado el hallazgo de restos de decoración
pictórica en el Zócalo, a base de imitación de mármol blanco.

En el exterior de la "villa" se pudo rastrear un camino pavimentado con grandes


guijarros, en el cual, aún se llegó más lejos al encontrar las marcas-surcos dejados por
los carros. A la derecha del conjunto de hábitat, se localizó una cisterna realizada con
hormigón (Opus caementicium). Esta cisterna se construyó encofrando el hormigón al

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exterior, con la pared de tierra que dejó el hoyo excavado. La estructura interna de la
obra, se sustentó mediante una pantalla de cañas.

Otro elemento aún por estudiar y documentar que se encontraba las cercanías, era
una inscripción funeraria, quizá la indicación de la posible existencia de un cementerio
en los alrededores.

Documentada ya la primera ocupación romana, se procedió a la excavación de las


trincheras de fundación de los muros de la villa. En estas, aparecieron cerámicas
sigillata de inicios del S I d.d.C. En la capa de preparación del camino, se encontró una
moneda de Augusto. Con estos elementos, se pudo datar la construcción de la villa y
del camino en el S I d.d.C., fechas que coinciden con el tipo de mosaico.

La fase de hábitat más antigua, la ibera, se encontró bajo una capa de escombros
nivelados en época romana para la construcción de la villa. La abundancia de
escombros así como su disposición, con un muros estrato de bloques resultado del
derrumbe una muralla, hacen pensar en un final violento de el periodo de ocupación
ibérico, seguramente un incendio por las cenizas, carbones y troncos aparecidos,
además de los adobes resultado del derrumbe del muro.

En el estrato de hábitat, se hallaron numerosos objetos rotos pero completos, tales


como ánforas, cerámicas de cocina, a cerámicas finas decoradas con motivos humanos
y vegetales, pesas de telar, herramientas agrícolas y un molino. Todos estos restos así
como su estado distribución, demuestran claramente un abandono precipitado y un
incendio.

El hábitat ibérico, se componía de: una habitación de una casa adosada a una muralla,
este hecho se dedujo por el grosor de una de las paredes, que no correspondería a un
muro de una edificación que pudiera calificarse como doméstica o particular, además
porque se trataba de la última estructura orientada hacia el exterior. La muralla, se
realizó mediante un Zócalo de mampostería y bloques trabados con barro y adobes. En
el espacio exterior adyacente a la muralla, se encontraron en el suelo, las carriladas
resultado del paso de los carros por un camino.

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En el interior de la casa, él "mobiliario" se componía de un hogar en la parte central de
la estancia y de un banco de adobes, adosado al muro, en este, ocultó, se encontró un
tesorillo de finales del S III a.C.. La excavación, continuó profundizando en busca de
ocupaciones o elementos más antiguos que finalmente no aparecieron. El último
estrato encontrado correspondería ya a la roca madre. Sin embargo en las trincheras
de fundación de los muros ibéricos, se hallaron fragmentos de cerámica ática de
figuras rojas, lo cual sitúa la fundación ibérica en el S IV a.C. y su destrucción por el
tipo de restos cerámicos hallados en la etapa de abandono, en la segunda mitad del S
III o inicios del S II a.C. Cabe destacar que para la construcción de los muros de la torre
del homenaje se excavaron las necesarias fosas de fundación que alcanzaron la roca
madre sobre la que se apoyan.

Finalmente, se inició la fase de estudio de la puesta en valor, algo que no se podía


haber realizado antes al no saber qué tipo ni de qué forma iban a aparecer los restos.
Se pretende de esta manera, mostrar dentro de lo posible, todas las fases de
ocupación o abandono, como se había realizado la excavación y a la vez poder una vez
asegurados los posibles límites de interés para futuras excavaciones, proceder á la
restauración del castillo del conde .

Para la puesta en valor, la musealizacion, se recurrió a los desempleados y a los


estudiantes que habían participado en el proyecto, con un doble propósito:

-Formarlos, en aquellos aspectos relacionados con la atención al público y con la


didáctica de las explicaciones.

-Nadie mejor que quienes habían participado en casi todas las fases de las
excavaciones, para poder explicarlo al público.

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