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DIEGO
VELASCO
ANDRADE
© Diego Velasco Andrade.
® K-oz 2005

Colección Zaguán de Aluminio


PRIMERA EDICIÓN: junio 2005

DISEÑO DE PORTADA E INTERIORES: Quark


Juan Larrea N13-59 y Arenas
Teléfonos: 2545526 / 098-562899
Quarkgrafico@yahoo.com
Correo E. autor: diegovelasco10@latinmail.com

OBRA DE PORTADA: Graciela Mejía

EDICIÓN: Alfredo Pérez Bermúdez


Pablo Yépez Maldonado

QUITO - ECUADOR

Todos los derechos reservados. No se permite la


reproducción total o parcial de este libro mediante
fotocopias, ni su incorporación a un sistema
informático, ni su transmisión en cualquier forma o
medio, sin el permiso previo.
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PRIMERA PARTE
DESCUBRIMIENTO

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F
U
E
G
O

Algún
azar de chispas
en la prehistoria
encendió para tiempos sucesivos
el espectáculo
10 / CORDELES

del fuego

Similar a la cacería
y a otros hallazgos bélicos
la fecha de su nacimiento es
fortuita:
zasssssssss

un golpe de pedernal
contra el hierro meteórico
y surgió la chispa...

El ingenio humano
solo debió usarlo
buscando materia básica para
vivir
mas el fuego ardió tantas veces
con la muerte
y fueron tantas sus catástrofes
a través del tiempo
que a veces no parece una
perogrullada preguntar:
DIEGO VELASCO
11
ANDRADE /

¿la lucha
de los hombres,
derretirá un día
el rasgar de la llama?
P
Á
J
A
R
O

CORREDOR

Trotaban
con el cabello sobre los hombros
descendiendo ágilmente
por entre los riscos de los Antis.

Pilotos de páramo llevando


spondylus de sal
14 / CORDELES

y comunicaciones urgentes
brincando
como alpakas
por entre las verdes piedras
del Kápak Ñan
marcando
con sus oshotas
la ruta de retorno
del gran Wiracocha
convirtiendo en kipus
polícromas mazorcas.

Chaskis de niebla
flotaban con sus bolsas de
cabuya
por entre las pétreas nervaduras
del Allpa
serpenteando
en las quebradas teñidas de
sigses
en donde chuzalongos
comilones
devoraban ratoncillos de indias
DIEGO VELASCO
15
ANDRADE /

y flautas de carrizo
resoplaban tambores guerreros
tras de altos
Apus milenarios.

Jadeando
palpitando
amoratados los chaskis
enlazaban las aldeas
del Tawa
Intin Suyu
y
sus informes meteorológicos
cartas de amor naipes de coca
transacciones mercantiles
han quedado
cifrados en el

Kinty Ñan

áureo camino del colibrí:


recto sendero hacia
16 / CORDELES

KI-TO
sacro corazón
de las serpenteantes
tierras
de

AMARUKA
A
M
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Z
O
N
A
S

Los cronistas aseguran


haberlas visto buceando entre
las plácidas
aguas del Yasuní pero los sátiros
arcabuceros
las cazaban con negros arpones
en nombre
de sus santos.
18 / CORDELES

Ellas
se ocultaban
en los bosques o moraban
invisiblemente
en el Sumacu y desfogaban
centellas de ayawashka
en las ardientes playas del Napu.

Alguien
sostuvo que eran solamente una
ficción
que las amazonas
se habían extraviado
hace siglos en un lugar cercano
al Peloponeso mas
ellas estaban allí
sensuales y ciertas
disparando sus dardos de curare
a los libidinosos
buscadores del Dorado.

Muertas en combate
DIEGO VELASCO
19
ANDRADE /

las que se ofrendaban al sol


serían águilas arpías
y las que transmutaban en agua
manatís rosados.

¿Amazonas o ñustas?
doncellas
tiernas y salvajes
verlas podía provocar ceguera
y el destello de su sexo
o la savia de sus pechos
causar zozobra
entre los lujuriosos arcabuceros
de la santa espada

Ellos
fueron los causantes
de su ocultamiento:

talando de la selva
sus verdes cabelleras
obligándolas a
transmutar sus cálidos pechos
20 / CORDELES

en la lechosa savia negra


solo tangible
en las
profundidades
J
U
M
A
N
D
I

Jumandi
abandonó su cuerpo para
ser un animal nocturno a veces
era un secoya con ojos de
lechuza
vigilando las humeantes aldeas
arrasadas por los blancos.

En otras
22 / CORDELES

asumía la forma de un jaguar


de hocico encendido
asaltando a los caucheros
durmientes al pie de una trocha.

En la imaginación andina
suele fingir la forma
encendida del puma otorongo
o transformarse
en aquella boa
que tentó al libidinoso
obispo González
en una brumosa noche
de awacollas.

Su leyenda de acecho
mora por siempre secreta
entre las grutas
de Archidona
vasto laberinto
de Supay:

magmático
DIEGO VELASCO
23
ANDRADE /

señor
de las profundidades
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O

Levántate
y anda otra vez
por el páramo
Lázaro Condo.
26 / CORDELES

Propágate como
chispa entre la maleza
deslízate venado
por entre las cejas del monte
ven a pintar
consignas en las paredes
de la llacta.

Hacías trincheras
para defender la chakra
enlazabas con cabuya las raíces
de tu raza
hurgabas como danta
las infinitas galerías del Uku
Pacha
de donde
un tiempo brotarán
soles correntosos…

Mi pueblo nunca
será un caballo sin patas
DIEGO VELASCO
27
ANDRADE /

Lázaro
CONDO(r)
de altura

amarrado
a una estaca
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V
E
N
I
R

Una música brota


de la cordillera
estallando diques
en donde fue represada
viene
con vigor cultivando en su
recorrido paltas okas amarantos
espantando kurikingues
de gorjeo centelleante.
30 / CORDELES

Desocupando con
furia los rincones
en donde fue recluida
anunciando el cambio de las
estaciones la cura violenta a
cierto
tipo de sed
arrasando kuchas
encendiendo en chispas las
piedras
despedazando alambradas
accionando con su
llama
el
riesgo de
este nuevo

Paccha
V
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N
I
M
O
S

De un irrecordable amanecer
cerámico
de luces y de sombras arrojadas
por un astro prehistórico
de hombres que tenían por
oficio sembrar agua
entre los flancos de coloridos
vestidos y enigmáticas
inscripciones en la selva de
32 / CORDELES

danzas
ejecutadas a campo traviesa con
un arte de alados
wirachuros de dioses como
manjares de animalitos que
fermentaban el maíz de aldeas
un día arrasadas por la peste de
los barbudos de tierra
amasada al sol
de coloridos tatuajes
para embellecer los cráneos
de lavas que se bifurcan veloces
por los valles
de esbeltos caminantes del
páramo engalanados
con motas de kinua
de atacus de mashuas
de pumas y cruces estelares
de vírgenes arrojadas
al foso de los tiempos
de alborozos de alborotos
de alzamientos
de ruidos de vida y también de
DIEGO VELASCO
33
ANDRADE /

matanza

venimos
S
A
F
A
R
I

El fruto de la selva nace en el


cielo
y desemboca en pequeñísimas
vasijas de barro
de donde mana un líquido
matinal que desciende de
nuestros abuelos como de una
liana radiante descolgada de los
altos árboles del trópico.
36 / CORDELES

Carpintería de pájaro que


picotea tenaz
sobre la calavera del tiempo
y ronda los espíritus de piedra
que huyen de la llanura en cuyas
entrañas bulle
el excremento de dinosaurios
antediluvianos
condenados a desfogarse por
negras boas de aluminio
sobre las que se posan reptiles
bilabiales parientes
de verdes ranitas marsupiales.

Los extremos de este territorio


no se divisan encaramados en el
mástil de una palmera de la
orilla sino navegando en canoas
o sobre el agua montaraz
que da de cabezazos
contra chontas cacatúas y tribus
obligadas por los colonizadores
a esconderse en la copa de un
DIEGO VELASCO
37
ANDRADE /

árbol selvícola
y dar sombra al insecto que se
mimetiza
ante el avance de aquellas
hordas civilizadas
que de entre muchas pestes traen
una lengua fundada en los
evangelios
y hombres castrados
por la monotonía simétrica
de artificiosos campamentos.

Bramando como cascada


por entre la tupida vegetación de
la Patria
el Amazonas es un mito
de mujeres guerreras
cruelmente cegadas
por ansiosos buscadores
de oro negro
y de canela.
38 / CORDELES
I
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S

Cabezas de dioses cobrizos


semejantes a pájaros reales
salpicados de plumas
piñas hojas de coca babacos
plátanos
que abrazan en su recorrido
torsos y brazos precolombinos
emblemas de colores chillones
adornan los sitios
en donde dibuja sus huellas
40 / CORDELES

el barro amasado
por embadurnados alfareros
que hoy yacen meditando
en tolas apenas identificables
desde ruidosos pájaros grises.

Dioses humanos zoológicos y


fértiles
que llueven copulan erupcionan
intempestivamente

sobre el fulgurante cuerpo

de Allpa Mama
H
U
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C
H
A
Y

Construir una casa


con barro con chicha pala a
pala dibujando un plano que dé
la cara al sol levantando pilares
sobre piedras dulces amasando
42 / CORDELES

el esqueleto familiar con


pedazos de lodo que fila a fila
alcancen las soleras una casa
con espacios para el aire lugares
para el paso rincones para amar
o tejer semejante a un cajón con
frutas o a una ruda habitación
contra el viento con orificios
para ver las estrellas con
carrizos y tejas de suelo cocido
que rodeen el volumen familiar

que acurrucaremos a diario


D
U
EN
DE DE
COLORES

El cuichi se descuelga
sobre el pasto sobre los kishuar
los pumamakis
sobre las totoras en la parrilla
del tumbado en la buseta
ecuador
en la que voy adormilado.

Se cuela por entre las hendijas


del Anan Paccha
moja los zapatos moja los
44 / CORDELES

costales con papas


y desde allí filtra al piso

moja el Urin carretero


y serpentea en el asfalto
escurriéndose por los riachuelos
del tiempo espacio:
Pacha.

Algunos metros después


Inty evapora notas de luz
que se descuelgan multicolores
sobre el colorido ajedrez
de las chakras
EN EL

P
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I
N
C
I
P
I
O

UNA
GOLONDRINA

Luego
46 / CORDELES

de
la gran
inundación
de este mundo
una pareja
descendió
del Kichinchay:

eran Quitumbe
(hijo de Túmbes)
y Llira
hija de las suaves planicies
del Lliripampa.

Vinieron
a procrear un hijo
al que llamaron Wayanay
que en tsafi-ki
(nuestra
lengua
primordial)
significa golondrina.
DIEGO VELASCO
47
ANDRADE /

Y Wayanay migró
a inagurar su
descendencia
en las llanuras plácidas
al pie de los Antis
y en el candente Wayas
de las tierras bajas
junto al mar...

Desde entonces
al Árbol del Bien y del Mal
le cuelgan
doradas mazorcas.
SEGUNDA PARTE
HUNDIMIENTO
DE MU Y RELACION
DE OTROS HECHOS
MISTERIOSOS
OCURRIDOS
EN EL REINO DE LOS
COLBRÍES

UNO

I.

Hágase la luz
y fueron los truenos
instáurese el orden y arribaron
las tempestades
52 / CORDELES

Y sobre un árbol
tatuado de serpientes
vimos jugosos al sol
y a la luna
copulando su ingrávida
herejía.

Y en el barro de un templo
en donde los simios
oraban
y la musaraña arborícola
tejía dulces jeroglíficos
sobre el dolmen
descubrimos a un dios
dubitando
entre si crear o
repetir la noche:

Hágase el diluvio.

II.
DIEGO VELASCO
53
ANDRADE /

Y en el comienzo
sean las aguas
migrando
hacia las vacías
provincias del poema

ingresando
con su eco
en el tímpano de las caracolas

germinando medusas
en los pilares
del perdido universo
de Mu.

III.

Mas

sobre la cima del Guasano


dos hombres sobreviven
fecundando dos wacamayas:
54 / CORDELES

Ataourapangui y Cusicayo

vienen del arcoiris


el rostro de amatista
y los ojos almendrados

divina voluntad de Wiracocha

hecha carne.

IV.

Otros
emergieron del océano
mientras el alma de Mu
rugía
allá
en el País
de las Iguanas...
DIEGO VELASCO
55
ANDRADE /

El viento los dio de bruces


contra el ombligo oceánico
y cuando un cóndor lunar
rasgaba en el aire
extraños peces:

Tumbe
hundió su bandera de crustáceos
en la arena.

Como salamandras
sobreviviendo
al fuego ecuatorial
se esparcieron en la noche
guiados por la destellante
piel de las luciérnagas

hurgando nombrando
cazando
descubriendo

el por qué de esta tierra


borboteaba
56 / CORDELES

una poesía salvaje


y el jaguar estampaba
un agrio sabor escarlata
en su obsidiana.

V.

Tumbe partió
en la Edad de las Sequías
a morar en los verdes destellos
de una piedra

De allí descendió como de un


rayo
el poderoso Quitumbe
para remontar los altos conos
de la cordillera
en donde se hallaba congelada
la luz de las constelaciones.

Guiado por los destellos del sol


sobre el metal de los cerros
DIEGO VELASCO
57
ANDRADE /

Quitumbe divisó una mañana


una suave planicie cerca de las
nubes:

KI-TO:
tierra sagrada del medio

Allí depositó el Espíritu


de Umiña:
Gran Esmeralda
del misterioso

Reino de los Colibríes.

VI.

Una noche
Llira y Quitumbe alumbraron
una golondrina:
Wayanay
flecha en el aire
voló vertiginoso hacia
58 / CORDELES

el País de las Iguanas


Ahí permaneció 30 lunas
alimentándose de la salada
ofrenda
que los pelícanos depositaban
en la arena.

Más tarde
regresó al continente
remontó de su tribu terrestre
a Ciwar: sexo de tierno maíz
y senos de kumará
y la poseyó sobre
los duros brazos
de un ceibo

De ellos devino Ataw

"hombre siempre dichoso"


niño abuelo
del gran pueblo
solar
DIEGO VELASCO
59
ANDRADE /
DOS

I.

Desde
una vasta región
de neón y magmas

Desde las hondas aberturas


que escupen olas de sulfuro
y peces humeantes
desde la certeza
de un cielo interno
marcado por la flecha

llega Tunupa.
62 / CORDELES

Su ser no
viene de un lugar
ni un tiempo
y es marina
su dócil túnica de helechos
y de profunda lana
su alta toca de
wanakos:

T U N

U P A

W I R

A C O

C H A :
DIEGO VELASCO
63
ANDRADE /

o j o s d e dulce p u m a
resplandeciendo
e n t r e l o s Antis.

II.

Padre solar
hermano maíz
Mama Paccha
abuelitas piedras:

este mundo
está agotado
y nuestro tiempo también
el serpenteante espíritu del
Pacha Kutik vuelve

La guerra se enseñorea
en los cuatro confines
del Allpa .
64 / CORDELES

Lo que ayer fue lozano


hoy deviene turbio.

Los amautas
esfuman las claves del retorno
entre las aristas del páramo

El eco
de otros hombres arriba
con las olas

Es la señal de ovillarnos
de regresar al sonido
primordial:

I N N

T Y Y Y

Y Y Y Y Y

Y Y Y Y Y
Y Y.
DIEGO VELASCO
65
ANDRADE /

III.

Vientre de caracolas
vámonos
a desovillar
el fin de mundo
que vuelve.

Tumbada esta edad


sobre el musgo
piramidal
renaceremos.

Seremos
ninacuros aleteando
500 vueltas
de la sagrada Amaru
en la oscuridad.

IV.
66 / CORDELES

Amarás al gran espíritu

JATUM PACHAKAMAK
PACHAKUTIK

tu padre

como al minúsculo
spondylus que bulla
bajo el agua.

V.

Somos centelleos
del Gran Espíritu

Nuestra existencia
es apenas una lágrima
en el vasto
océano
del orbe
DIEGO VELASCO
67
ANDRADE /

espiral que encarna


y desencarna en nuevas
existencias

Unas veces
de pie
Anan
otras
de cabeza
Urin

En el fuego deTayta Inty


o en la lechosa miel de Quilla
mama plateada
cordel de principio
y de término no
existen.

VI.

No hay
estacion final
68 / CORDELES

para las estrellas


en el cielo:

si un grano de tu ser
se extinguiera
entonces el gran

Jatum
Pachakámak
Pachakutik
no existiría.

VII.

El caos
y el azar
engendran

un orden:

PACHA KÁMAK
DIEGO VELASCO
69
ANDRADE /

amoroso artesano

del gran telar


del cosmos.

VIII.

Waranga waranga
kutik samugshi

dijo Ataw Allpa:

incontables volveremos
igual que las
constelaciones que pueblan
los cielos.

IX.
70 / CORDELES

Estas
son
las últimas
embarcaciones
construidas
por el noble
Señor del Reino de los Colibríes
para ir a explorar
el País de las Iguanas:

frugal destino
perseguido
por Tunupa

cien largas
lunas
adentro
DIEGO VELASCO
71
ANDRADE /
TRES

I.

Llegan por Tacamez


en grandes balsas

No vienen
de la tierra del jaguar sagrado

No son los nobles


emisarios del señor
de la serpiente emplumada
Ni los comerciantes de jade
74 / CORDELES

del remoto territorio amarillo.

Son hombres blancos y


barbudos
compuestos de dos partes
flotando su humo negro
por entre los mangles.

Desprecian las ofrendas


de los nobles señores
de Chanduy y Picoazá

Destruyen las balsas


del gran señor de Salango
pisotean las cosechas de
ciruelos.

Se mofan
de los sagrados rituales
del agua.

Poseen con lujuria


a las dulces doncellas del Jama.
DIEGO VELASCO
75
ANDRADE /

Olfatean feroces
las secretas rutas hacia el País
del Oro

Encienden
con sus arcos de fuego
nuestras moradas

Descubriendo
ante su paso
solo
calaveras.

II.

Cerdos
comiendo papaya
76 / CORDELES

en la arena:
una herrumbrosa balsa
que escupe truenos
los trajo.

Los empujó
de mar adentro
hasta nuestra aldea.

Esa ola de óxido


que envenenó las balsas de
mimbre
que pastaban
dulcemente

en la playa.
III.

Cara de Piedra
fue su nombre
y su vivir parpadeante
avistaba
DIEGO VELASCO
77
ANDRADE /

sombras señales flechas


desde los tiernos ojos
de una allpaka.

Rumi ñawi
viejo tótem:
en el país de higos
donde entretejes
tus rumores
giran los pumas
de tus ojos
como un frutal vuelo
de pingullos.

Rumiñawi:

retruécano de koka
duende de ají
llauto de helechos
en la rotación de la oka

Bebes wayusa tibia


en el vientre del páramo
78 / CORDELES

como el señor de Extremadura


beberá sangre en las
calaveras
de Cajamarka.

Ojo de piedra:

guerrero de azares
alacrán indio celeste
forastero de un rojo cielo
desbordado
de sus odres:

Tuya es la misión
de esconder los tesoros del
padre
en la amarga uña del ñáchag
en las negras plumas del cóndor
en la subterránea
alquimia
de la papa.

Tuya la vieja armadura


DIEGO VELASCO
79
ANDRADE /

de guerrero colonche
gateando sin ojos
por entre las hogueras
de la santa espada.

Tuya la ingravidez
del curare
del san pedrito
de la ayawashka.

Tuya la primera cosecha


de cacaos
tuyos esos ecos ecos
resonando
en la íntima cueva
de aquella fiera silvestre
que no atina
a desatarse.

Labio de piedra:
alto guardián del misterio
cifrado por
los Amautas.
80 / CORDELES

Desde la alta copa


del árbol lunar en donde
estampas
el veneno de tus dardos
una recia música de humus
llegará un día

Puma de piedra
encendedor
de poggios manantiales:
con tus huesos de armadillo
haremos un gran tambor de
aire
y serás mucho más
que un silbido de tristes quenas
en la cotidiana niebla
de la Paccha.

Onda de piedra

anciana imagen
del tiempo
DIEGO VELASCO
81
ANDRADE /

memoria que revuelves


diantres diques y diamantes

Tu espíritu disuelto
como el maíz tierno
en la colada
echará raíces de humo
en las hojas verdes del bijao

Surtirá de savia seminal


el movimiento

del gran cetáceo sediento...

Rumi ñawi:

astro de piedra que ardes


y que giras
y que nos retozas
en la memoria

ha s t a
82 / CORDELES

c u m p l i r t
e.

IV.

Ataw Allpa:

Volverás otra vez


en sol creciente.

Un humus de lunas
obrará maíz
y musguito fresco
entre las piedras...

DECIMO PACHAKUTIK:

Vieja constelación
de la Cruz del Sur:
chakana del cristo andino
Tunupa Wiracocha
DIEGO VELASCO
83
ANDRADE /

fundida al calor
de un sol
a siete:

WIPALA

Siete flechas de arco iris


en el ojo luminoso
del runa que florece.

Cuando
la Paccha vomite
su antigua oscuridad
y un cóndor lunar arribe
desde la Tierra del Águila
trayendo
la gran esmeralda Umiña
entre sus patas

será la señal ondulante


la del nuevo tiempo

DECIMO PACHA KUTIK :


84 / CORDELES

tierno guerrero
que vuelves.
DIEGO VELASCO
85
ANDRADE /
TERCERA PARTE
KITO

P
A
L
I
M
S
E
S
T
O

I.
90 / CORDELES

Antigua
vertiente cristalina
del Ki-chinchay
que hoy solo trae inmundicias
y bajo la constelación del mono
en el Wanakauri
el cuerpo de la luna
despedazado en ruinas.

Tayta Inty
es un ecuatorial ciempiés
de patas rojas
que aún se yergue y cae
perpendicular
sobre la gran kancha.

Y en la calzada
del sagrado cordel de oro
que religaba
las moradas del sol y de la luna
siete fantasmas de apachitas
kitu-cara
DIEGO VELASCO
91
ANDRADE /

vigilan un sendero
de mohosas cruces latinas
señalando sin saberlo
el amor entre dos pirámides:
Yavirak y Wanakauri.

II.

Titilan
los rayos de Inty
hacia el Conti Suyu
obligando al Kitu milenario a
repatriarse
a mimetizarse a recular
ante el vertiginoso avance
de luces de neón
y de leoninos patriotas.

El ayer
centro sagrado
no es más que un puma
disperso en calles y manzanas
que ayer rugía radiante
92 / CORDELES

al ingresar en las profundidades


y hoy es tan solo un mapa
extraviado
en la débil memoria
del moro Ben-Alcázar.

III.

Más hacia el KI
la antigua morada de Atawallpa
hollada por nuevos piratas
y el ancestral
Ushnu
(esbelto obelisco
que ensartaba en su ojo
el sol tierno de junio)
es una oxidada torre
tañendo a misa de beatas.

Hacia el Anti
cuna del sol
erigida sobre el gran templo
DIEGO VELASCO
93
ANDRADE /

de Wayna Kápak
yace enjuta la pálida catedral
levantada por rojos diablejos
que aún masturban
su avaricia
sobre un dios
impotente
crucificado
y sangrante

en altares
de pan de oro
T
A
W
A
N
A
K
U

I.

Megalito
sostenido
por zócalos de espuma

T A
96 / CORDELES

W A
N
A

K U

Viejo reloj de los abuelos


gran rueca de la medicina solar
tam tam del Anan Pacha
ensoñando verdades
desde el sagrado mundo
subterráneo.

Mitología
de sonidos sagrados
con los que fue erigida tu
plomada
musguitos que crecen eternos
en tus piedras kucha
del hombre runa y en la meseta
un coro de Supays sopladores.
DIEGO VELASCO
97
ANDRADE /

A lo lejos Pacha Kámak


ordenador de las tinieblas
boga solitario
sobre un cesto de totora
guarece sus últimos cóndores
entre tus alas de roca.

III.

Un viento gélido
sopla dulces wuaynitos
en tu memoria
anciano tótem de trapecios
amigables
árbol de piedra para sentar
a la ancestral tribu
en torno:

TAWANAKU

Arca de piedra
98 / CORDELES

varada en los páramos


pétrea confusión de lenguas
primordiales

Babel de los Antis


puerto de atlantizaje
del gran Tunupa
Wiracocha.

III.

La coca del yatiri


en caracolas
anuncia
que una cruz de espadas
fornicará
en tus radiales cekes

Y entonces
arden los amarantos
la kinua se eriza
los pumamakis no abarcan
DIEGO VELASCO
99
ANDRADE /

y miles de kintys
despegan aterrados
sin norte...

TAWANAKU
en algún otro equinoccio:
Tayta Inty ingresará otra vez
a tu recámara
refulgiendo alegre
por la dorada geometría
de tu sagrada Puerta del Sol
A
T
A
W
A
LL
P
A

I.

Atawallpa
gran tayta del
Chinchay Suyu
la inquisición y el garrote
arden sobre ti
10
/ CORDELES
2

y un corno de spondylus
llora en yaravíes
tu desgraciada muerte en
Cajamarka.

Atawallpa
en nuestro
sol subterráneo
aquél del Uku Paccha
tu tesoro de kipus y taptanas
aún refulge sumergido
en el tosco galeón
de los piratas.

II.

Serpiente andina
del devenir ondulante
partícula solar del gran todo
tayta de las cuatro regiones
enlazador de mundos

ATAW
DIEGO VELASCO 10
ANDRADE / 3

ALLPA

Bogan heridas tus balsas


por el marino reino de Jama
soñando aún en navegar
al enigmático

País de las Iguanas.

Ataw Allpa:
transparente yachag
cristo cobrizo del noveno
Paccha
oráculo de coca pisoteado
por las botas
de aquel bizarro demonio
de huesos y de oro
INDICE

- PRIMERA PARTE

- DESCUBRIMIENTO DEL FUEGO


9
- PÁJARO CORREDOR 13
- AMAZONAS 17
- JUMANDI 21
- LÁZARO CONDO 25
- DEVENIR 29
- VENIMOS 31
- SAFARI 35
- IDOLOS 39
- HUASIFICHAY 41
- DUENDE DE COLORES 43
- EN EL PRINCIPIO
45

- SEGUNDA PARTE

- HUNDIMIENTO DE MU Y 51
RELACION DE OTROS HECHOS
MISTERIOSOS OCURRIDOS EN
EL REINO DE LOS COLBRÍES
- UNO 51
- DOS 61
- TRES
73

- TERCERA PARTE

-KITO PALIMSESTO
89
- TAWANAKU
95
- ATAWALLPA
101

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