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DIEGO
VELASCO
ANDRADE
© Diego Velasco Andrade.
® K-oz 2005
QUITO - ECUADOR
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Algún
azar de chispas
en la prehistoria
encendió para tiempos sucesivos
el espectáculo
10 / CORDELES
del fuego
Similar a la cacería
y a otros hallazgos bélicos
la fecha de su nacimiento es
fortuita:
zasssssssss
un golpe de pedernal
contra el hierro meteórico
y surgió la chispa...
El ingenio humano
solo debió usarlo
buscando materia básica para
vivir
mas el fuego ardió tantas veces
con la muerte
y fueron tantas sus catástrofes
a través del tiempo
que a veces no parece una
perogrullada preguntar:
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
¿la lucha
de los hombres,
derretirá un día
el rasgar de la llama?
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J
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CORREDOR
Trotaban
con el cabello sobre los hombros
descendiendo ágilmente
por entre los riscos de los Antis.
y comunicaciones urgentes
brincando
como alpakas
por entre las verdes piedras
del Kápak Ñan
marcando
con sus oshotas
la ruta de retorno
del gran Wiracocha
convirtiendo en kipus
polícromas mazorcas.
Chaskis de niebla
flotaban con sus bolsas de
cabuya
por entre las pétreas nervaduras
del Allpa
serpenteando
en las quebradas teñidas de
sigses
en donde chuzalongos
comilones
devoraban ratoncillos de indias
DIEGO VELASCO
15
ANDRADE /
y flautas de carrizo
resoplaban tambores guerreros
tras de altos
Apus milenarios.
Jadeando
palpitando
amoratados los chaskis
enlazaban las aldeas
del Tawa
Intin Suyu
y
sus informes meteorológicos
cartas de amor naipes de coca
transacciones mercantiles
han quedado
cifrados en el
Kinty Ñan
KI-TO
sacro corazón
de las serpenteantes
tierras
de
AMARUKA
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Ellas
se ocultaban
en los bosques o moraban
invisiblemente
en el Sumacu y desfogaban
centellas de ayawashka
en las ardientes playas del Napu.
Alguien
sostuvo que eran solamente una
ficción
que las amazonas
se habían extraviado
hace siglos en un lugar cercano
al Peloponeso mas
ellas estaban allí
sensuales y ciertas
disparando sus dardos de curare
a los libidinosos
buscadores del Dorado.
Muertas en combate
DIEGO VELASCO
19
ANDRADE /
¿Amazonas o ñustas?
doncellas
tiernas y salvajes
verlas podía provocar ceguera
y el destello de su sexo
o la savia de sus pechos
causar zozobra
entre los lujuriosos arcabuceros
de la santa espada
Ellos
fueron los causantes
de su ocultamiento:
talando de la selva
sus verdes cabelleras
obligándolas a
transmutar sus cálidos pechos
20 / CORDELES
Jumandi
abandonó su cuerpo para
ser un animal nocturno a veces
era un secoya con ojos de
lechuza
vigilando las humeantes aldeas
arrasadas por los blancos.
En otras
22 / CORDELES
En la imaginación andina
suele fingir la forma
encendida del puma otorongo
o transformarse
en aquella boa
que tentó al libidinoso
obispo González
en una brumosa noche
de awacollas.
Su leyenda de acecho
mora por siempre secreta
entre las grutas
de Archidona
vasto laberinto
de Supay:
magmático
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
señor
de las profundidades
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Levántate
y anda otra vez
por el páramo
Lázaro Condo.
26 / CORDELES
Propágate como
chispa entre la maleza
deslízate venado
por entre las cejas del monte
ven a pintar
consignas en las paredes
de la llacta.
Hacías trincheras
para defender la chakra
enlazabas con cabuya las raíces
de tu raza
hurgabas como danta
las infinitas galerías del Uku
Pacha
de donde
un tiempo brotarán
soles correntosos…
Mi pueblo nunca
será un caballo sin patas
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
Lázaro
CONDO(r)
de altura
amarrado
a una estaca
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Desocupando con
furia los rincones
en donde fue recluida
anunciando el cambio de las
estaciones la cura violenta a
cierto
tipo de sed
arrasando kuchas
encendiendo en chispas las
piedras
despedazando alambradas
accionando con su
llama
el
riesgo de
este nuevo
Paccha
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De un irrecordable amanecer
cerámico
de luces y de sombras arrojadas
por un astro prehistórico
de hombres que tenían por
oficio sembrar agua
entre los flancos de coloridos
vestidos y enigmáticas
inscripciones en la selva de
32 / CORDELES
danzas
ejecutadas a campo traviesa con
un arte de alados
wirachuros de dioses como
manjares de animalitos que
fermentaban el maíz de aldeas
un día arrasadas por la peste de
los barbudos de tierra
amasada al sol
de coloridos tatuajes
para embellecer los cráneos
de lavas que se bifurcan veloces
por los valles
de esbeltos caminantes del
páramo engalanados
con motas de kinua
de atacus de mashuas
de pumas y cruces estelares
de vírgenes arrojadas
al foso de los tiempos
de alborozos de alborotos
de alzamientos
de ruidos de vida y también de
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
matanza
venimos
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árbol selvícola
y dar sombra al insecto que se
mimetiza
ante el avance de aquellas
hordas civilizadas
que de entre muchas pestes traen
una lengua fundada en los
evangelios
y hombres castrados
por la monotonía simétrica
de artificiosos campamentos.
el barro amasado
por embadurnados alfareros
que hoy yacen meditando
en tolas apenas identificables
desde ruidosos pájaros grises.
de Allpa Mama
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Y
El cuichi se descuelga
sobre el pasto sobre los kishuar
los pumamakis
sobre las totoras en la parrilla
del tumbado en la buseta
ecuador
en la que voy adormilado.
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UNA
GOLONDRINA
Luego
46 / CORDELES
de
la gran
inundación
de este mundo
una pareja
descendió
del Kichinchay:
eran Quitumbe
(hijo de Túmbes)
y Llira
hija de las suaves planicies
del Lliripampa.
Vinieron
a procrear un hijo
al que llamaron Wayanay
que en tsafi-ki
(nuestra
lengua
primordial)
significa golondrina.
DIEGO VELASCO
47
ANDRADE /
Y Wayanay migró
a inagurar su
descendencia
en las llanuras plácidas
al pie de los Antis
y en el candente Wayas
de las tierras bajas
junto al mar...
Desde entonces
al Árbol del Bien y del Mal
le cuelgan
doradas mazorcas.
SEGUNDA PARTE
HUNDIMIENTO
DE MU Y RELACION
DE OTROS HECHOS
MISTERIOSOS
OCURRIDOS
EN EL REINO DE LOS
COLBRÍES
UNO
I.
Hágase la luz
y fueron los truenos
instáurese el orden y arribaron
las tempestades
52 / CORDELES
Y sobre un árbol
tatuado de serpientes
vimos jugosos al sol
y a la luna
copulando su ingrávida
herejía.
Y en el barro de un templo
en donde los simios
oraban
y la musaraña arborícola
tejía dulces jeroglíficos
sobre el dolmen
descubrimos a un dios
dubitando
entre si crear o
repetir la noche:
Hágase el diluvio.
II.
DIEGO VELASCO
53
ANDRADE /
Y en el comienzo
sean las aguas
migrando
hacia las vacías
provincias del poema
ingresando
con su eco
en el tímpano de las caracolas
germinando medusas
en los pilares
del perdido universo
de Mu.
III.
Mas
Ataourapangui y Cusicayo
hecha carne.
IV.
Otros
emergieron del océano
mientras el alma de Mu
rugía
allá
en el País
de las Iguanas...
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
Tumbe
hundió su bandera de crustáceos
en la arena.
Como salamandras
sobreviviendo
al fuego ecuatorial
se esparcieron en la noche
guiados por la destellante
piel de las luciérnagas
hurgando nombrando
cazando
descubriendo
V.
Tumbe partió
en la Edad de las Sequías
a morar en los verdes destellos
de una piedra
KI-TO:
tierra sagrada del medio
VI.
Una noche
Llira y Quitumbe alumbraron
una golondrina:
Wayanay
flecha en el aire
voló vertiginoso hacia
58 / CORDELES
Más tarde
regresó al continente
remontó de su tribu terrestre
a Ciwar: sexo de tierno maíz
y senos de kumará
y la poseyó sobre
los duros brazos
de un ceibo
I.
Desde
una vasta región
de neón y magmas
llega Tunupa.
62 / CORDELES
Su ser no
viene de un lugar
ni un tiempo
y es marina
su dócil túnica de helechos
y de profunda lana
su alta toca de
wanakos:
T U N
U P A
W I R
A C O
C H A :
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
o j o s d e dulce p u m a
resplandeciendo
e n t r e l o s Antis.
II.
Padre solar
hermano maíz
Mama Paccha
abuelitas piedras:
este mundo
está agotado
y nuestro tiempo también
el serpenteante espíritu del
Pacha Kutik vuelve
La guerra se enseñorea
en los cuatro confines
del Allpa .
64 / CORDELES
Los amautas
esfuman las claves del retorno
entre las aristas del páramo
El eco
de otros hombres arriba
con las olas
Es la señal de ovillarnos
de regresar al sonido
primordial:
I N N
T Y Y Y
Y Y Y Y Y
Y Y Y Y Y
Y Y.
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
III.
Vientre de caracolas
vámonos
a desovillar
el fin de mundo
que vuelve.
Seremos
ninacuros aleteando
500 vueltas
de la sagrada Amaru
en la oscuridad.
IV.
66 / CORDELES
JATUM PACHAKAMAK
PACHAKUTIK
tu padre
como al minúsculo
spondylus que bulla
bajo el agua.
V.
Somos centelleos
del Gran Espíritu
Nuestra existencia
es apenas una lágrima
en el vasto
océano
del orbe
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
Unas veces
de pie
Anan
otras
de cabeza
Urin
VI.
No hay
estacion final
68 / CORDELES
si un grano de tu ser
se extinguiera
entonces el gran
Jatum
Pachakámak
Pachakutik
no existiría.
VII.
El caos
y el azar
engendran
un orden:
PACHA KÁMAK
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
amoroso artesano
VIII.
Waranga waranga
kutik samugshi
incontables volveremos
igual que las
constelaciones que pueblan
los cielos.
IX.
70 / CORDELES
Estas
son
las últimas
embarcaciones
construidas
por el noble
Señor del Reino de los Colibríes
para ir a explorar
el País de las Iguanas:
frugal destino
perseguido
por Tunupa
cien largas
lunas
adentro
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
TRES
I.
No vienen
de la tierra del jaguar sagrado
Se mofan
de los sagrados rituales
del agua.
Olfatean feroces
las secretas rutas hacia el País
del Oro
Encienden
con sus arcos de fuego
nuestras moradas
Descubriendo
ante su paso
solo
calaveras.
II.
Cerdos
comiendo papaya
76 / CORDELES
en la arena:
una herrumbrosa balsa
que escupe truenos
los trajo.
Los empujó
de mar adentro
hasta nuestra aldea.
en la playa.
III.
Cara de Piedra
fue su nombre
y su vivir parpadeante
avistaba
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
Rumi ñawi
viejo tótem:
en el país de higos
donde entretejes
tus rumores
giran los pumas
de tus ojos
como un frutal vuelo
de pingullos.
Rumiñawi:
retruécano de koka
duende de ají
llauto de helechos
en la rotación de la oka
Ojo de piedra:
guerrero de azares
alacrán indio celeste
forastero de un rojo cielo
desbordado
de sus odres:
Tuya es la misión
de esconder los tesoros del
padre
en la amarga uña del ñáchag
en las negras plumas del cóndor
en la subterránea
alquimia
de la papa.
de guerrero colonche
gateando sin ojos
por entre las hogueras
de la santa espada.
Tuya la ingravidez
del curare
del san pedrito
de la ayawashka.
Labio de piedra:
alto guardián del misterio
cifrado por
los Amautas.
80 / CORDELES
Puma de piedra
encendedor
de poggios manantiales:
con tus huesos de armadillo
haremos un gran tambor de
aire
y serás mucho más
que un silbido de tristes quenas
en la cotidiana niebla
de la Paccha.
Onda de piedra
anciana imagen
del tiempo
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
Tu espíritu disuelto
como el maíz tierno
en la colada
echará raíces de humo
en las hojas verdes del bijao
Rumi ñawi:
ha s t a
82 / CORDELES
c u m p l i r t
e.
IV.
Ataw Allpa:
Un humus de lunas
obrará maíz
y musguito fresco
entre las piedras...
DECIMO PACHAKUTIK:
Vieja constelación
de la Cruz del Sur:
chakana del cristo andino
Tunupa Wiracocha
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
fundida al calor
de un sol
a siete:
WIPALA
Cuando
la Paccha vomite
su antigua oscuridad
y un cóndor lunar arribe
desde la Tierra del Águila
trayendo
la gran esmeralda Umiña
entre sus patas
tierno guerrero
que vuelves.
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
TERCERA PARTE
KITO
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I.
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Antigua
vertiente cristalina
del Ki-chinchay
que hoy solo trae inmundicias
y bajo la constelación del mono
en el Wanakauri
el cuerpo de la luna
despedazado en ruinas.
Tayta Inty
es un ecuatorial ciempiés
de patas rojas
que aún se yergue y cae
perpendicular
sobre la gran kancha.
Y en la calzada
del sagrado cordel de oro
que religaba
las moradas del sol y de la luna
siete fantasmas de apachitas
kitu-cara
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
vigilan un sendero
de mohosas cruces latinas
señalando sin saberlo
el amor entre dos pirámides:
Yavirak y Wanakauri.
II.
Titilan
los rayos de Inty
hacia el Conti Suyu
obligando al Kitu milenario a
repatriarse
a mimetizarse a recular
ante el vertiginoso avance
de luces de neón
y de leoninos patriotas.
El ayer
centro sagrado
no es más que un puma
disperso en calles y manzanas
que ayer rugía radiante
92 / CORDELES
III.
Más hacia el KI
la antigua morada de Atawallpa
hollada por nuevos piratas
y el ancestral
Ushnu
(esbelto obelisco
que ensartaba en su ojo
el sol tierno de junio)
es una oxidada torre
tañendo a misa de beatas.
Hacia el Anti
cuna del sol
erigida sobre el gran templo
DIEGO VELASCO
93
ANDRADE /
de Wayna Kápak
yace enjuta la pálida catedral
levantada por rojos diablejos
que aún masturban
su avaricia
sobre un dios
impotente
crucificado
y sangrante
en altares
de pan de oro
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N
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K
U
I.
Megalito
sostenido
por zócalos de espuma
T A
96 / CORDELES
W A
N
A
K U
Mitología
de sonidos sagrados
con los que fue erigida tu
plomada
musguitos que crecen eternos
en tus piedras kucha
del hombre runa y en la meseta
un coro de Supays sopladores.
DIEGO VELASCO
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ANDRADE /
III.
Un viento gélido
sopla dulces wuaynitos
en tu memoria
anciano tótem de trapecios
amigables
árbol de piedra para sentar
a la ancestral tribu
en torno:
TAWANAKU
Arca de piedra
98 / CORDELES
III.
Y entonces
arden los amarantos
la kinua se eriza
los pumamakis no abarcan
DIEGO VELASCO
99
ANDRADE /
y miles de kintys
despegan aterrados
sin norte...
TAWANAKU
en algún otro equinoccio:
Tayta Inty ingresará otra vez
a tu recámara
refulgiendo alegre
por la dorada geometría
de tu sagrada Puerta del Sol
A
T
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LL
P
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I.
Atawallpa
gran tayta del
Chinchay Suyu
la inquisición y el garrote
arden sobre ti
10
/ CORDELES
2
y un corno de spondylus
llora en yaravíes
tu desgraciada muerte en
Cajamarka.
Atawallpa
en nuestro
sol subterráneo
aquél del Uku Paccha
tu tesoro de kipus y taptanas
aún refulge sumergido
en el tosco galeón
de los piratas.
II.
Serpiente andina
del devenir ondulante
partícula solar del gran todo
tayta de las cuatro regiones
enlazador de mundos
ATAW
DIEGO VELASCO 10
ANDRADE / 3
ALLPA
Ataw Allpa:
transparente yachag
cristo cobrizo del noveno
Paccha
oráculo de coca pisoteado
por las botas
de aquel bizarro demonio
de huesos y de oro
INDICE
- PRIMERA PARTE
- SEGUNDA PARTE
- HUNDIMIENTO DE MU Y 51
RELACION DE OTROS HECHOS
MISTERIOSOS OCURRIDOS EN
EL REINO DE LOS COLBRÍES
- UNO 51
- DOS 61
- TRES
73
- TERCERA PARTE
-KITO PALIMSESTO
89
- TAWANAKU
95
- ATAWALLPA
101