Autor: Augusto Monterroso Haba una vez una mosca que todas las noches soaba que era un guila y que se encontraba volando por los Alpes y por los Andes. En los primeros momentos esto la volva loca de felicidad; pero pasado un tiempo le causaba una sensacin de angustia, pues hallaba las alas demasiado grandes, el cuerpo demasiado pesado, el pico demasiado duro y las garras demasiado fuertes; bueno que todo ese gran aparato le impeda posarse a gusto sobre los ricos pasteles o sobre las inmundicias humanas, as como surgir a conciencia dndose topes contra los vidrios de su cuarto. En realidad no quera andar en las grandes alturas, o en los espacios libres, ni mucho menos. Pero cuando volva en s lamentaba con toda el alma no ser un guila para remontar montaas, y se senta tristsima de ser una Mosca, y por eso volaba tanto, y estaba tan inquieta, y daba tantas vueltas, hasta que lentamente, por la noche, volva a poner las sienes en la almohada.
EL PERRO QUE DESEABA SER
UN SER HUMANO Autor: Augusto Monterroso En la casa de un rico mercader de la ciudad de Mxico, rodeado de comodidades y de toda clase de mquinas, viva no hace mucho tiempo un Perro al que se le haba metido en la cabeza convertirse en un ser humano, y trabajaba con ahnco en esto. Al cabo de varios aos, y despus de persistentes esfuerzos sobre s mismo, caminaba con facilidad en dos patas y a veces senta que estaba ya a punto de ser un hombre, excepto por el hecho de que no morda, mova la cola cuando encontraba a algn conocido, daba tres vueltas antes de acostarse, salivaba cuando oa las campanas de la iglesia, y por