EXTREMISMOS

“En el medio está la virtud” es una sentencia filosófica aristotélica con aroma de verdad( p.ej. la
valentía se sitúa entre la cobardía y la temeridad; por eso asombran las posiciones extremas en
personas razonables (excepto en situaciones límite). En estos años, los medios norteamericanos han
calificado a movimientos islámicos de extremistas, fundamentalistas, radicales, integristas,
fanáticos. Veamos estas palabras, aplicables también a algunos seguidores de otros “ismos”
religiosos y políticos; casi siempre quien merece alguna de ellas, participa de otras. Al famoso
Ayatola Jomeni le cabían todas.

La más general es EXTREMISMO: actitud de quienes adoptan ideas o posiciones extremas y

parecen incapaces de emprender cambios dentro del área media razonable. Actúan así los puritanos
que predical el rigor moral, loa antiabortistas cuando disparan sobre algunas clínicas, nuestros
guerrilleros que todavía creen poder tomarse el poder con las armas. RADICALISMO viene de
“raíz,” y es propio de quien pretende cambiar radicalmente un orden social, político, moral o
religioso, en todo o en parte, como quien aboga por eliminar todos los exámenes en la universidad.
FUNDAMENTALISMO deriva de “fundamental” o primera piedra que se pone en un edificio; el
fundamentalista interpreta la doctrina en sus inicios y fundamentos sin aceptar revisión o
modificación; vive su fe y su doctrina como si el mundo no hubiera cambiado; la secta de los
americanos menonitas es un buen caso. El INTEGRISTA, por su parte, defiende la tradición e
inalterabilidad de las doctrinas, tal como la actual la iglesia católica romana (que aún sigue
empeñada en condenar –basada en algún rincón bíblico y una filosofía harto discutible- los
métodos no-rítmicos de control natal, destinando al infierno a casi todos sus fieles sexualmente
activos).

El FANÁTICO defiende con tenacidad y apasionamiento sus creencias, líder o equipo favorito y
generalmente le sobra bulla y le falta sustancia; El HINCHA es un partidario entusiasta de personas
o grupos destacados en el deporte o en el arte, aunque para este segundo caso tiende a importarse
del inglés la palabra FAN.