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FUNCIN DE TU PRESENCIA LEJANA Solo el recuerdo nos separa con su empecinamiento de montaa Solo el recuerdo nos desune con

su hacer ver que ests distante. Mujer por todos lados, de la cabeza a los pies, principio a fin, mujer sin treguas, en este lado de mi vida y al otro lado de mis aos todava te alcanzo, todava Entre los dos hay un incendio de llamas crdenas perladas, pues por servirte cambia color el mismo fuego. Entre los dos hay llamaradas horizontales, pues en tu honor cambia la geometra de las cosas Entre los dos est tu cuerpo Tus dos propsitos bien realizados de dar mirada a lo profundo como si fueran expresin de la fatiga de los siglos, por los rincones de mis noches me persiguen e iluminan el remanso de mi sueo con su luz negra, y s por eso que lo negro no es tan negro como el colora triste de tus ojos. Paso en medio de avenidas de campanas, con armnica sucesin de escuchados terciopelos, o tus silencios a mis lados forman filas y yo me tiendo entre ellas como un camino largo que inevitablemente lleva a ti. Te acumul en mis odos y an me siento millonario de tu voz. Te beb me bebiste no bebimos con la saciada sed que encendiera el ardor de nuestras tardes Entonces todos fueron alivios en tu boca, desde la que partan a reventarse en mi alma, hecha ya espacio, tus cohetes luminosos en profusin de grados y colores. Y hoy me queman, me queman esos besos. Cicatrices de besos me dejaste! Pero el recuerdo nos separa porque es echar de menos En la memoria slo vive lo sucedido, no lo actual, y no hay dolor ms grande que saberlo sucedido. La posesin otra vez es una forma de anular la memoria, la ausencia lo contrario que el olvido requiere. Y si al recuerdo slo lo cura la presencia, Ven de nuevo a mis brazos para olvidarte un poco!

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