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MURTE:

LA PÙSTULA DE UN AVECHUCHO Y NADA MÀS

A Edgar Allan Poe, autor de “El Cuervo” y


Efraín Otero Ruiz, su traductor y ensayista

Le pregunto a Dios y al azar


¿Existe una justicia más real, que la divina?
¿Será que con justicia social,
se moraliza el miedo y la angustia?
Cambiando las actitudes de nuestras ambiciones,
se puede limpiar y brillar sin abrasivos al mundo.
Así de simple. Eso es todo y nada más.

La vida desnuda es escueta como un vaso de agua,


Un beso sincero o una caricia sin malicia mórbida.
Todo lo vemos y percibimos bajo nuestras ópticas.
Sincronicemos los sentidos con nuestros sentimientos.
Eso es todo. Así de simple y nada más.

Debemos aprender a orar, a amar y no temerle a los hombres.


A compartir nuestros recursos y conocimientos con equidad.
A sembrar en vez de desyerbar, por culpa de las injusticias
Esculpamos huellas eternas de luz, sin pesadillas de recuerdo.
El mundo es uno como la humanidad y debe ser para todos.
Una pizca de amor de todos, es suficiente para iniciar el milagro.
Eso es todo. Eso es todo. Así de simple y nada más.

He vivido y actuado en congruencia a mis sueños y principios.


He conocido hormigas, alimañas y animales evolucionados e inteligentes.
Ahora intento escribir versos y creo no ser un mal aprendiz.
Estoy implementando un proyecto de amplio espectro e impacto social.
Pienso en mi sostenibilidad y en la de muchos más.
Esto es todo. Así de simple y nada más.

Rodeado por el frío de la soledad y las lágrimas de la tristeza.


Me siento a recordar lo bueno del pasado en el muelle del umbral.
Arreboles le arrebatan el color y la luz a la tarde, de la última esperanza.
De nuevo el desierto y el manto de la muerte, una vez más…

Día a día siento más leve a la vida y me es indiferente su trivialidad.


Los atropellos deshicieron mis fantasías e ilusiones, con sus borrascas.
Ahora mi tiempo es: De los versos y del olvido. De la chichita y del amor.
Amo a la mujer que pasa como un suspiro, toca en mi vida y sigue…
Vivo los espejismos del ahora y el mañana sin ilusiones, ni esperanzas…
Lo viví todo y no deseo volverlo a vivir, ¡Jamás! ¡Nunca más!

Converso con la vida, a medida que se desocupa la botella.


Trago tras trago, las penas se resisten a ahogarse o esfumarse.
Me detengo a hablar con el remordimiento y siento vergüenza.
Hay sombras de mi vida, que desean sentarse a beber conmigo.
Iluminé hasta donde pude, el lado oscuro de nuestra triste historia.
Desistí cuando descubrí, que casi todo estaba podrido y perdido…
¿Nombres? ¿Coordenadas? No tengo nada más que decir…
Así de simple… eso es todo y… ¡nada más!

Y pensar que lo perdí todo, por escuchar a unas perdedoras


Las víboras cambian de piel, como de máscaras las perdidas
Me han perdonado mis hijos, pero no olvidan las pesadillas
He abierto las ventanas de mi corazón ¡Nadie cree en la voz del viento!
Me siento solo, adormilado por el borrachero o la fatiga
Toda mi vida, hoy es un absurdo laberinto, rodeado por sombras
Derroche mi suerte y los mejores momentos, apostándolos al azar
Esto es todo… ¡Esta es mi historia… y un poquito más!
Desnudé mi alma y mi cuerpo, frente al tenebroso destino.
Me golpeé contra las paredes de la depresión y del éxtasis.
No escucho ni veo fantasmas, pero siento el acecho del destino.
Murmuro versos para no gritar y que me tilden de loco.
He transcrito todo lo que me inquieta y he visto a lo largo del camino,
para que el silencio no me avergüence ni pase de incógnito por la vida.
Todo lo desperdicié, al perder el Gran Amor de mi vida. Ella me escucha.
Solo me contesta el eco, cuando la llamo a gritos desde el infierno.
¡Así de simple es mi historia y un poquito más!

No puedo disipar el dolor de mi angustia, cuando me acuesto.


Me han tildado de pervertido por chatear y hablar de sexo.
Mi imaginación solo requería de unas frases, para escribir un texto.
Me siento más enredado y apresado, que un idiota útil.
Ya no tengo tiempo para descifrar los sortilegios de la vida,
ni me interesa poner a mis virtudes a prueba sobre el fuego.
La vida es un cuento breve, un mar de mierda y… ¡nada más!

Hay avechuchos de mal agüero como la Murte, la Caro y tú.


Amargaron con una morbidez inquisidora mi vida,
al robarle a mis versos el sueño de verse impresos.
Ahora las palabras se han transformado en espada justiciera
y Themis me ha prestado una balanza, para sopesar el bien y el mal.
No soy sabio ni perfecto, pero la tentativa es ser imparcial con la pluma.
Trato de heredarles a mis hijos, un mundo más amable y nada más…

Hay alimañas carroñeras, fieras, víboras y depredadores como el fuego


Hay aves de mal agüero y más hambrientas que vulgares gallinazos.
Las llamaré María-eugenias, a otras las apodan María-mulatas o gamberras.
La vida no se puede enturbiar, como el agua que se va a beber.
El futuro se burlará del cinismo carpentero de los murtes.
Los veré devorados por el fuego de la estigmaciòn y no me importará.
Ojala ese sea su destino y un poquito más… o nada más…

¿Qué significa la palabra murte? Piense en palabras vulgares.


Es lo más indigno entre lo peor. Piense en el cinismo de los delincuentes
Bautizándolos así, los maldice el azar. Los bastardos se sentirán más bastardos
y la sociedad los condenará a raptar, para sobrevivir con mendrugos.
No volvamos a decir palabras soeces, porque diciendo: No sea murte,
no hay que decir más. Eso es todo. Así de simple… y nada más…

Hay bestias que por ignorar el poder de las palabras, se atreven a injuriar
¿Será que los brutos, ignoran el poder de las metáforas?
¿Será que ignoran, el poder desenmascarador de los versos
y les será indiferente, ser el hazmerreír y vergüenza de hijos, sobrinos y nietos?
Vendieron demasiada barata su dignidad, para soportar el peso de la vergüenza.
El dinero se perdió, me dijo la vergüenza, pero desde un día de mañana,
no volverán a dormir en paz ¡Nunca más! Así de simple… y nada más…

Este canto no es más que la replica del canto de la denuncia.


Me sorprende la estupidez y la lentitud de la justicia.
El costo y el tiempo que se pierde, aguardando por ella.
La melancolía me sugirió recurrir a la tecnología. A la justicia virtual.
Hay que replicar… replicar… cual campanas o la enloquecedora gota a gota.
Mañana será demasiado tarde para que digan: No más… no más…
El eco simplemente les responderá:
Eso es para que no vuelvan a delinquir ¡Nunca más!

Río cuando me preguntan si el murte es un animal o una cosa


“Una cosa peligrosa, ponzoñosa, maliciosa y perversa
Como la mentira o el engaño siniestro y hediondo,
Como las letrinas, el mal aliento o los pecados más bajos
¿Es que el robarse el ahorro para publicar un libro,
justifica el dedicarles unos versos, apológicos a las alimañas?
Por eso y algo más… la vida pasa cuentas de cobro y algo más…

Agoreras aves busiracas, Mefistófeles engendros


¡Bruja encantadora y progenitora de víboras!
¿Merecen un poco de piedad cristiana?
Ya renunciaron en más de una oportunidad a ella
y la paciencia grita: ¡Basta! Al ver el paso paquidérmico de la justicia
Ya no me interesa si se apellidan Murcia, Murte o Caro o con un alias.
Ni sosiego ni perdón. Así no volverán a extorsionar ni a mentir…¡Nunca más!

Ya no me desvelo, simplemente me divierto.


Tanto peca la ladrona como los engendros encubridores.
Ni siquiera con incienso podrán exorcizar sus maldizadoras desgracias.
Hay locuras desatinadas como la bipolaridad de la vida,
Pero deben beber de su propia cicuta ¿Hasta cuando?
¡Hasta siempre y un poco más!

Serán reconocidos y recordados como los reptiles del infierno.


Esto era todo lo que deseaba decirles… ¡Así de simple y nada más!

Amén y amen, así de simple y ¡nada más!

Héctor “El Perro Vagabundo” Cediel


hectorcediel@gmail.com hcediel@yahoo.com

2009-03-13

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