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Yalal Ud Rumi
Yalal Ud Rumi
Cada diecisiete de diciembre desde hace siete siglos, la orden de los derviches danzantes
celebra la memoria de su maestro fundador, Yalal ud-Din Rumi, el más grande poeta
místico del Islam y, sin lugar a dudas, una de las cumbres de la espiritualidad universal.
Varias son las aportaciones que integran el legado de Rumi a la humanidad. Como
lírico, un corpus poético de más de cincuenta mil versos, entre los que descolla
sobremanera el Masnawi, reflexión versificada acerca de la verdadera condición
humana, considerado hoy en día por millones de musulmanes como una suerte de
segundo Corán persa, lengua ésta en la que fue escrito.
En tanto que pir o maestro espiritual, Rumi dejó tras de sí, a su vez, una orden, la
Mawlawiya, cuya metodología extatogénica se sustenta en una triple base, a saber, la
música, el canto y la danza. Viva aún hoy en día, si bien con notables diferencias
respecto de tiempos pretéritos, dicha orden ha sufrido no pocas adversidades a lo largo
de su existencia, la última de ellas: la persecución de que fue objeto por las autoridades
turcas, en la medianía de los años veinte de este siglo, a consecuencia de la cual estuvo
a pique de ser aniquilada, junto al resto de cofradías sufíes.
Yalal ud-Din Rumi lega, en suma, un cuerpo doctrinal coherente, o lo que es lo mismo,
una enseñanza mística que otorga al amor el papel de llave maestra de toda indagación
espiritual.
A los diecinueve años de edad, Rumi contrae matrimonio con la hija de un noble de la
ciudad de Samarcanda. Fruto de dicha unión serán dos hijos. Rumi y su familia al
completo se hallan entonces en Laranda, una pequeña ciudad armenia.
El último destino del periplo de Rumi y los suyos será la ciudad de Konya,en el centro
de la Anatolia turca. En dicho lugar, auténtico cruce de caminos para las escuelas de
desarrollo espiritual tanto occidentales como orientales, se escribirá, andando el tiempo,
una de las páginas más bellas del sufismo.
Es en ese punto de incertidumbre vital cuando el destino le coloca ante uno de los
personajes más indómitos del sufismo, Shams ud-Din, originario de Tabriz, en el
corazón de Persia. La amistad de este hambre le abrirá los ojos, y también el corazón, a
un nuevo horizonte ignorado por él hasta entonces, mas le granjeará también la
enemistad de algunos de sus más fieles valedores hasta ese momento, incapaces de
entender el nuevo rumbo emprendido por el maestro.
Así las cosas, el misticismo de Yalal ud-Din Rumi se enriquecerá con nuevas
experiencias incomprensibles y hasta provocadoras para la ortodoxia musulmana de la
época. Sin embargo, nada le impedirá continuar su camino de autoconocimiento. Danza,
canto y música son los vehículos que utiliza para conducir cuerpo y alma hacia la
experimentación de las verdades espirituales eternas.
Fragmento extraído del libro de Yalal ud-Din Rumi, Poemas sufíes, Madrid: Hiperión,
1988. La versión es de Alberto Manzano.
Carles Gómez-Bárcena
POEMAS DE AMOR
Un momento de felicidad,
tú y yo sentados en la varanda,
aparentemente dos, pero uno en alma, tú y yo.
sentimos el Agua de Vida que fluye aquí,
tú y yo, con la belleza del jardín
y el canto de las aves.
Las estrellas nos mirarán,
y les mostraremos
lo que es ser una fina luna creciente.
Tú y yo fuera de nosotros mismos, estaremos juntos,
indiferentes a conjeturas inútiles, tú y yo.
Los papagayos del paraíso harán el azúcar crujir
mientras reímos juntos tú yo.
de una forma en este mundo,
y de otra en una dulce tierra sin tiempo.
Kulliyat-e Shams, 2114
A través de la eternidad
La Belleza descubre Su forma exquisita
En la soledad de la nada;
coloca un espejo ante Su Rostro
y contempla Su propia belleza.
Él es el conocedor y lo conocido,
el observador y lo observado;
ningún ojo excepto el Suyo
ha observado este Universo.
Divan-i Shams, 21
Divan-i-Shams 11909
En el Arco de Tu Mazo
http://www.concienciasinfronteras.com/paginas/conciencia/rumi.html
Poemas de Pasión
EL AMOR ES EL AMO
Ven bajo la sombra del árbol que conforta con flores frescas,
No en todas las cañas hay azúcar, no en todos los abismos hay cimas;
No todos los ojos pueden ver, no en todos los mares abundan perlas.
Y con tu alma siempre fértil, te convertirás en un gran árbol que crece interiormente
No duermas esta noche: por una vez, atraviesa la tierra de los desvelados
Ay Amado,
llévame
Libera mi alma
Ay Amado
ACUNA MI CORAZÓN
Pensaba en ti
Le pedí noticias
Mientras esperaba,
en el pueblo de la desintegración?
Me he quedado enmudecido,
EL DESPERTAR
En el alba de la felicidad,
Te escondes de mí,
Despliegue ya que la novia se aproxima desde los cielo sen forma de luna llena.
La mano de Marso, llena de sangre de la vaina de su espada, ahora da vida como el Sol,
exaltado en su obra, porque Acuario se sació del agua de la vida, el claustro seco de
Virgo llueve perlas.
El pléyades lleno de bondad no teme por Libra y, aunque destruido, ¿Cómo puede Aries
huir por temor a su madre?
Cuando desde la luna, la flecha de una mirada golpeó el corazón de Sagitario, viajó por
la noche por pasión a ella, como Escorpio.
En tal festival, anda, sacrifica a Tauro, sino tu caminar quedará torcido en el lodo como
Cáncer.
Las vacas pastan sobre una mesa sacramental y las hormigas susurran al oído de
Salomón
Las montañas farfullan un eco. El cielo está calmado.
Las otras partes del universo no aceptaron la responsabilidad del Amor como tú
Tuvieron miedo de errar con él: la inspirada sabiduría que brota al estar enamorado.
-
CON AMOR LO AMARGO SERÁ DULCE
¡Emerge por detrás de la colina, transforma las piedras en rubíes y las uvas verdes en
vino!
¡“Ay, vuelve”!
¡Que energizante!
¡Qué gracia!
si alguien vive sin ello,
SUSURROS DE AMOR
un triste otoño.
Desde que mi dolor
sacudió mis hojas.
Creo en el amor,
juro por el amor,
créeme mi amor,
Balanceándote y rodando
¿qué has estado bebiendo?
¡por favor dímelo!
Eres mi alma,
eres mi vida,
juro que mi vida y amor son tuyos
Lamenté y rogué.
Muéstrame tu rostro.
Vienes a nosotros
desde otro mundo.
Nos desconciertas
con tu gracia.
Todas las maldades
se transforman en bondades.
A través de tu amor
se funde la no-existencia y la existencia.
Los opuestos se unen.
Todo lo profano vuelve a ser sagrado.
BUSCANDO AMOR
BUSCANDO TU ROSTRO
Hoy he visto
el encanto, la belleza,
la gracia inconmensurable
del rostro que buscaba.
Hoy te he encontrado.
y aquellos que ayer rieron
y se burlaron,
hoy se arrepienten
Estoy deslumbrado
Me avergüenza
llamar a este amor humano
y temo a Dios si lo llamo divino.
Tu aliento fragante
y tu sombra.
Tu resplandor
ha encendido una llama en mi corazón.
La tierra y el cielo,
ha llegado al blanco.
Estoy bajo el techo de la clemencia
y mi corazón es recinto de oración
Poemas de Amor de RUMI
Editado por Deepak Chopra
Traducido al Inglés por el erudito persa Fereydoun Kia
La razón dice, “lo seduciré con el verso"; el Amor dice, "Calla, lo seduciré con el alma".
El alma le dice al corazón, "Anda, no te rías de mi ni de ti. ¿Qué hay que no sea suyo
para que yo lo seduzca?"
No está afligido ni en busca de olvido para seducirlo con vino y medidas crueles.
La flecha de su mirada no necesita curva para engañar el eje de su mirada con una
venia.
No es prisionero del mundo, engrilletado a este mundo de tierra, para seducirlo con oro
del reino mundano.
Es un ángel en forma de hombre, no un lujurioso para seducirlo con mujeres.
Ángeles emprenden desde la fuente de la forma, ¡cómo puedo seducirlo con una
similar!
No toma un rebaño de caballos ya que vuela con sus alas, la luz es su alimento, así que
¡cómo podría seducirlo con pan!
No es un mercader ni comerciante en el mercado del mundo para seducirlo con el
encanto de pérdida y ganancia.
No está vendado para hacerme el enfermo y echar suspiros para seducirlo con
lamentaciones
Vendaré e inclinaré mi cabeza ya que me descontrolé. No atraeré su compasión con
males ni agitaciones.
Milímetro a milímetro él ve mi corrupción y falsedad. Nada permanece oculto ante él
para querer seducirlo con lo oculto.
No busca fama, ni es príncipe adicto a poetas, para seducirlo con versos, letras y poesía
florida
Vi a mi amado deambulando por la casa. Había cogido un rebec y tocaba una melodía.
Con un plectro como el fuego, tocaba una dulce melodía, ebrio, disoluto y encantado
por el Sabio vino.
Estaba invocando al Tabernero al ritmo del “aire de Irak”1 tuna persa;. El vino era su
objeto, el Tabernero, su excusa.
El tabernero, con rostro de luna y cántaro en mano, entró por una esquina y lo colocó en
el medio.
Llenó su copa con vino flameante ¿alguna vez has visto que llamas broten del agua?
La colocó sobre su mano por los amantes, luego se postró y besó el umbral.
Mi amado se la quitó y se bebió el vino de un trago. Llamas de ese vino cubrían su
rostro.
Estaba contemplando su propia belleza, y decía al ojo malvado: "Jamás ha habido ni
habrá en esta era otro como yo".