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las muertes de

Katriuska

Adriana Bañares
Los textos que se presentan a continuación fueron publicados en el
blog Las Muertes de Katriuska entre abril de 2007 y febrero de 2009.

http://laninfasolitaria.blogspot.com

las muertes de Katriuska by Adriana Bañares is licensed under a


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3.0 España License
Chocolate
Buenas tardes.

Me presento ante ustedes con el


nombre que merezco. Con aquella
denominación que mejor me define:
Autista Ninfómana.

Es de risa, lo sé. Pero es como me


siento.
Soy tímida desde que nací.
Dudo hasta de que el día de mi
nacimiento hubiera soltado un
mínimo gemido de dolor. Callada.

En el colegio me decían: "eres muy


callada". Y, sí, es cierto. Y lo sigo
siendo.

Pero tengo una especie de don


magnético que excita. De manera
más o menos inconsciente, estoy
continuamente insinuándome,
queriendo provocar.
Me excita que me miren. En clase
paso las horas muertas jugando con
el boli, rozándolo con mis labios. Paso
las horas mordiéndome los labios,
jugando con mi pelo.

Y en casa, jugando con mi vibrador.

#1 Contra la pared

Paseé desnuda por la


habitación, con los ojos Pero yo seguía con los ojos
cerrados, acariciando la cerrados.
pared.
Apoyada en tu pared,
Sabía en qué estabas invadidos todos los poros
pensando, sabía que de mi piel por tu mirada,
querías que me fuera. No me sentí perdida, ausente.
soportabas tenerme cerca Incapaz de pensar en nada.
ni un minuto más.
Me había olvidado de
Mi presencia te enloquece, respirar.
porque nunca sabes qué es
lo que quiero. Sólo mis manos eran
capaces de reaccionar a
Nunca podrás adivinar si aquello. Sólo mis manos
existo... fueron capaces de abrazar
mi esencia, darme calor.
Me apoyé contra la pared. Recorriendo mis dedos
Sentí los pelillos de la nuca suavemente por mi cintura,
erizarse. Sentí un aura frío rodeando el ombligo,
a medio centímetro de mi subiendo hacia mi pecho,
piel. introduciéndose
Por todo mi cuerpo. lentamente en mi boca,
bajando hacia el reino de
Me estabas mirando. tu placer. Dándome todo lo
que tú no pudiste luz, te dejé ciego.
ofrecerme.
Me agarras, me elevas
No emití ni un solo gemido. bruscamente en tus
Sólo suspiraba, porque no brazos.
soy capaz de hablar, de
expresar ni un solo sonido. El gotelé de la pared no
Suspiros rápidos, entiende de pasiones.
entrecortados, suaves. Y celoso sesga la piel de mi
Silencio. espalda,
convirtiéndola en jirones.
Y tus ojos puestos en mí.
Escuece, pero teniéndote
Este aura frío. dentro, nada duele.

Te acercaste a mí, me Sólo es otra pequeña


gritaste, me agarraste. muerte.

Suplicaste que me fuera. Sólo una más...

Abrí los ojos, enfoqué mi ¿Volverás a verme?


vista con fuerza hacia los
tuyos. Como un rayo de Jamás.

#2 Pelusas

Me descalcé y caminé así por todo el piso, a veces


riendo, a veces dando saltitos. Me sentía como una
retrasada mental, lo cual resulta más humillante y
menos delicioso que sentirse como una loca.
- ¿Quieres hacer el favor de ponerte los zapatos? El
suelo está lleno de pelusas.
No le respondo.
No le hago caso, ni mucho menos. No hay ni un solo
mueble, y el eco repite incluso el sonido de mis
pasos indigentes sobre el parqué. Un parqué repleto
de pelusilla.
Ni siquiera aún está seguro de si quiere vivir ahí, y,
sin embargo, ya me ha invitado a subir.
Se acercó a mí y detuvo mi líquida coreografía
amarrándome desde atrás por la cintura.
Reí, meneé un poco las caderas y al fin decidió
deslizar sus manos por debajo de mi falda.
Lo que mi cuerpo experimenta al sentir unos dedos
masculinos bajar mis bragas es algo casi
indescriptible. Todo el vello de mi cuerpo, al notar
cómo un pene crece apoyado en mi trasero, se eriza
inmediatamente.
Es el delicioso placer de la excitación, de eternizar
el sentimiento de impaciencia, abandonándome
como si estuviera enamorada.

Todo el suelo está lleno de pelusas, pelusilla rosa,


dulce.
Me arrojas al vacío, cual cigarro consumido, para
luego abalanzarte sobre mí con apetitosa ansia.

Las pelusas, negras, grises, pesadas, revolotean


traviesas de un lugar a otro. Pero no desaparecen:
se multiplican.

Se multiplica mi excitación,

(rosas) el suelo y un sujetador


tu fuerza, abandonado con
(pesadas) desprecio en la esquina
mi vulnerabilidad, de un salón sin
(negras) amueblar.
tu virilidad,
(dulces) No quisiste quitarme la
mi lujuria, falda, y en mi pelo
tu lascivia, alborotado se fundieron
mis pezones, miles y miles de
tu polla. pelusas hambrientas.
Rosas, pesadas, negras,
Ya no queda de mí más dulces.
que una blusa rota en
Tu lengua es como una castigarme. Follándome
tira de pica pica. sin emotividad, sólo ira,
roja, sólo desesperación,
rosas, como una terrible
áspera, violación.
pesadas, Sentir que desgarras mi
fina, interior, que destrozas
negras, mi pecho con tus
ácida. dientes.
dulces.
¿Qué sientes? Ya no lames, muerdes.
Ya no follas, violas.
Silencio. Ya no acaricias,
pellizcas.
¿No sientes nada?
Y mi pelo lleno de
Silencio. pelusas,
Como tu boca y tu
Me abofeteaste, me lengua.
mordiste un pezón.
Y me reí de todo, Tu lengua, roja.
porque me hacías Mi coño, rosa.
muchísima gracia, Tu ira, mi dolor.
desesperándote sin Mi dolor, mi orgasmo.
razón. No sabías que en Mi orgasmo, tu
tu desesperación felicidad.
encontraría el éxtasis, Tu felicidad...
el máximo dolor. El Suavidad.
exquisito dolor, el dolor
que me encadenaría a
ti y me liberaría de mí Sólo es otra pequeña
misma. muerte.
Sólo una más...
Por cada embestida, ¿Volverás a verme?
perpetrada con gran Jamás.
fuerza, intentando
Ya no me sirves.
#3 agua

Hago sonar mis dedos contra la mesa,


incordiándote. Te miro, para después agachar de
inmediato la mirada. Y sonreír, y volver a ronronear.
- Si no hablo yo, estamos apañados. – Me dices.
Vuelvo a ronronear. Es lo más que puedo hacer.
Nunca escucharás el sonido de mi voz.
Ladeo mi cabeza, de un lado a otro, como si
estuviera bailando sin poder bailar, y dejo de chocar
mis dedos sobre la mesa, posándolos sobre mi pelo,
enredando cada mechón entre mis manos.
Oigo tu respiración, cada vez más cerca.
Primero en mi oreja, bajando hasta el brazo,
subiendo de nuevo hacia mi nuca.
Las yemas de tus dedos, un poco ásperas, rozan la
piel de mi cuello.
Me siento como una muñeca de cristal, a punto de
quebrarse.
Pero tú no quieres que me rompa, al menos no por
el momento, y por eso acaricias con tanta suavidad:
más que tocarme, susurras sobre mi piel.
Bajas hasta el pecho, sin dejar de mirarme.

¡Rómpeme!

Quiero que rompas este sujetador, quiero que me


destroces, que me devores. No quiero otro niño
tierno; aquello ya se pasó con la pubertad. No
quiero besitos, no quiero cariño; quiero que me
hagas daño.
Quiero que me revientes el corazón, y no de amor
precisamente.
Harta de tanta estupidez, me voy al baño, creyendo
que el agua de la ducha me otorgará el placer que
merezco y el cual parece tú no eres capaz de
darme.
Pero no lo consigo. Me siento frustrada, impotente,
totalmente desvalida: si yo no puedo darme placer,
¿quién podrá?
Y me apoyo en la mampara, dejando que el agua
purifique las heridas de mi espalda.

Otra vez, esos dedos susurrando sobre mi piel.

Recorres mi espina dorsal con tus manos, mientras


besas mi nuca; antes de aferrarme a tu cuerpo
amarrando mi cintura. Noto tus vaqueros,
empapados, chocar contra mí. Un roce que me
basta para suspirar,
resignada: has logrado excitarme.
Subes tus manos hasta tapar con ellas mis pechos.
Y apretarlos, levantarlos, juntarlos...
El agua cae sobre nosotros, uniéndose a tus labios,
aún entretenidos con mi nuca.
Giro la cabeza, en busca de una boca que besar,
para luego quitar tus manos de mis pechos.
Ahora quiero tocarme yo, sentir mi propia piel, notar
el endurecimiento de mis pezones, e ir bajando,
lentamente, por mi cintura, y reencontrarme con tu
cuerpo.

Me agarras aún con más fuerza, y me das la vuelta.


Me tienes frente a ti: una vez más, contra la pared.
Mirarme a los ojos te ha hecho recordar quién soy.
Has recordado mi silencio, mi impertinencia, mi falta
de madurez. Mirarme a los ojos te ha servido para
odiarme.
Encarcelas en tu mano derecha mis dos muñecas y
las levantas por encima de mi cabeza.
Enhorabuena: ahora me tienes a tu entera
disposición.
Sin haberme soltado, vuelves a mirarme. No puedo
soportarlo, cierro los ojos, y apoyo la cabeza sobre
el hombro izquierdo.
¿Es ternura lo que ahora sientes hacia mí? ¿Por eso
acaricias mi pelo?
No, no puede ser ternura cuando me tienes
inmovilizada con la otra mano.
Siento que soy tu esclava, tu puta, tu muñeca de
cristal.
Una parte de ti quiere matarme, follarme,
romperme.
Otra parte quiere quererme, amarme, protegerme.

Fóllame, rómpeme.

Besas mis labios, mi cuello... mi pecho.


Te miro desafiante y logro liberar mis muñecas.
Tú me atrapas cogiéndome por la cintura.
Pero yo no quiero eso...
Y voy bajando...
Hasta quedar de rodillas frente a ti.
Miro un segundo lo que me espera, y curiosa te
desabrocho el pantalón, y por un segundo pienso
que no hay caramelo en este mundo que desee
introducir en mi boca más que eso.
#4 Petropavlovsk-Kamchatsky

- Tocarte es una odisea.


- Llorar es un signo de Que no quiero, que no.
inmadurez. Que no quiero que me veas
dormida, no.
Pensar que quiero pasar
una noche entera contigo Que no quiero relajarme.
es una soberana estupidez. Que no.
Pedirme que me quede,
una pérdida de tiempo. Que no quiero sentir tu
respiración mientras interna. Perdida en mi
sueño. No quiero que te infinito, viendo el
apropies de mis sábanas horizonte, soñando que soy
con tu olor. un hada, como cuando era
Que no, que no, una niña.
que no quiero.
Como cuando paseaba por
Te di cada uno de los mi añorada Petropavlovsk-
poros de mi piel. Kamchatsky... Qué
Tú me reclamas una importaba por aquel
noche. Pero yo pido que te entonces la playa. El calor,
vayas. como el frío, eran tan sólo
dos conceptos, nunca
Era tierno, era suave. Era sensaciones.
dulce, era tímido.
Como yo. Sólo llenarme de mí,
introduciéndome en el
Quién me dijera en su vacío de mi existencia,
momento... reencontrarme con esa
¿Fui yo? Me dije: es niña.
perfecto.
Y temí. Y bajar a la playa, en esta
noche de mayo, con aquel
No hay perfección. No pareo blanco que compré
existe, ni para ti, ni para al llegar aquí. Como una
nadie. No existe, no. No suave sábana de seda
existe. Si te vi así... protegiéndome. Como las
No hay amor. No existe, ni sábanas que debieron
para ti, ni para nadie. No acompañarme la noche
existe, no. Ni te veo así... que descubrí el placer.
Como las sábanas de seda
Por eso no puedo, no que te protegieron...
puedes. Bajaré con el pareo. Sólo
No quiero que te quedes. con el pareo, porque
demasiado tejido
Déjame sola, en mi corromperá mi piel, mi ser.
silencio. Déjame esta Porque si no siento la brisa,
noche mirar por la me convertiré en un
ventana. cachito de plástico.
En una muñeca fantasma.
Déjame para siempre,
sumida en la alegría Y bajé...
principio no lo noto... aún
Bajé con el pareo... Y un no he vuelto en mí, pero
sentimiento de extrañeza, siento frío húmedo en las
intentando redimir mis mejillas. Siento lágrimas de
actos con imágenes de la humillación.
melancolía, acompañó mis A veces no lo puedo
pasos por la orilla. evitar... No puedo evitar
Un concepto, una ser humana.
sensación. - ¿Eres una sirena?
El sonido del mar es sólo No sé sonreír.
un ronroneo inmortal, el Pero siento que es el
eco de una vida. El agua momento. Pero no lo haré.
que acaricia mis pies, la No quiero ser humana. Sólo
arena húmeda. El viento quiero ser un cachito de
me desnuda, pero no lo plástico.
siento. No siento nada que Por eso le beso,
sea ajeno a mi mente, ni Por eso le pellizco,
las lágrimas, ni el frío, ni el Por eso muerdo y por eso
agua... Sometida al me arrodillo. Porque no
nirvana. Embriagada de mí, vale para nada más,
embriagada por un pasado porque esta noche
que no fue feliz, borracha tampoco soy humana, sólo
de recuerdos de una vida soy silencio y lágrimas.
que no viví. Tan llena de Sólo soy una sirena
una confusión que juega jugando con un hombre, y
con mi equilibrio, me como Lillith beberé de su
convierto en el pareo y esencia para nutrirme de la
ruedo por la orilla, movida humanidad de la cual
por el viento. carezco. Y le dejaré
Etérea, soy un fantasma marchar después, o me iré
desnudo y solo en esta yo.
playa. Dejaré que sus manos
Soy algo abandonado. acaricien mi piel, que el
¿Por quién? agua purifique esa arena
Por mí. que manchamos de placer.
Soy un cuerpo, y él lo supo. Dejaré que se introduzca
Sólo un cuerpo... en busca de mi éxtasis y
Unos ojos verdes en busca del suyo propio.
ofreciendo ayuda azul a un Dejaré que su aliento se
cuerpo blanco. Unos brazos pose en mi nuca cuando,
intentando ayudarme. hundiendo mis rodillas y
Alguien me abraza, y al mis manos en el barro de
esta playa, observe esta horizonte, dejaré de mirar
luna llena que vaticina el a la luna.
verano sobrevolando el No le diré adiós, pues me
horizonte. Pues no hay importará casi tan poco
imagen más bonita que un como él...
mar iluminado por la luna Y manchada de barro y
llena. semen, desnuda y
Y la luna me mira con silenciosa, me introduciré
tristeza, mientras él se en esta playa, borraré con
mueve dentro de mí, el agua todos mis
mientras yo grito. recuerdos y entraré de
Ya ni sé qué es el dolor. nuevo en casa.
No sé qué es el placer. Miraré por la ventana, me
Quizá no importen: como el olvidaré de ti y me meteré
frío y el calor en Rusia, sólo en la cama.
serán conceptos rozando Sola.
una piel insensible. Me meto desnuda en esta
Y cuando se corra, cuando cama de uno cincuenta,
yo también haya alcanzado recordándote en el tacto
el punto máximo de de las sábanas.
humanidad y deje de ser Condenándome a estar
una sirena añorando el sola.

#5 Primera Vez
Estaba borracha y podía aceptar. Por
despeinada. Confusa, orgullo, fingiría que
extrañamente feliz y fue genial ante mis
engañada. Pero amigas. Fingiría que
también me sentía él estaba enamorado
humillada. No fue de mí.
bonito. Todo fue un Pero sabía que no
desastre y sabía que habría beso. No
me había dejado habría nada más.
usar cual muñeca Me acompañó a
hinchable. casa.
Sabía que todo era Pero sabía que no
mentira, pero no lo habría beso. No
habría nada más. el espejo soy yo.
La pared izquierda La que no se
del portal era un enorgullece. Esa soy
espejo, así que miré yo.
hacia otro lado y No doy detalles de
solté lo que en aquel primer
verdad sentía: encuentro a partir
del cual me convertí
- No me quiero ni en esta autista
mirar. ninfómana... No
- Pues yo sí. porque fuera
traumático, sino
No lo reconocí, porque el whisky que
porque tampoco fue bebí me impidió
así, pero follarte a guardarlo en la
una virgen puede memoria como algo
resultar divertido. Si más que imágenes
la virgen está en un oníricas.
estado alto de De una pesadilla.
embriaguez... Eso es
Un año más tarde
de cobardes. De
violadores. me envió un mail:
“Perdóname por
Desde aquel día todo lo que hice y no
te gustó.”
nunca me miro en el
espejo al volver... Pero quien sigue sin
mirarse en el espejo
No soporto verme
con el rímel corrido. soy yo.
La que no se
Por llorar.
Por odiarme. enorgullece. Esa soy
yo.
La que no se mira en

#6 Baba Yaga
- ¿Nunca te han dicho Te de su misma
Quiero mientras condición.
hacías el amor? - Nunca había escuchado
esa frase, ¿es tuya?
- Nunca he hecho el - No, es un dicho
amor. Nunca me han popular.
dicho te quiero. ¿Para El calor mediterráneo, la
qué? ¿ Acaso eso pasión de la que me
cambia algo? No me hablaron cuando me fui de
valgo de mentiras. No Rusia, es una falacia. Os
necesito que me valéis de tradiciones, de
mientan... dichos populares. A veces
- No siempre es mentira. extraño el frío...
Te quiero.
Maldita sea, ¿qué ha dicho? - Puta. Levántate y
¿Por qué? apóyate contra la
Me tiemblan los párpados, mesa.
los labios. Él sigue
moviéndose, dentro de mí, Ni siquiera me das tiempo.
pero no me está gustando Me pones contra la mesa,
nada. No necesito que me me subes el vestido y me
mientas. No deberías ser tú penetras. Maldito hijo de
quién me dijera esas puta... no me has dado
cosas... No quiero... tiempo...
¿Qué haces? – Te empujo
cuando intentas besarme. - ¿ahora gritas?
¿Qué pasa, acaso eres una
puta? Me hace daño, pero no
Vete de aquí, vete. pienso decirle que pare. No
¡Lárgate de mi casa! quiero darle a entender
...No te entiendo. Mírame a que me duele, que me
los ojos. Mírame, maldita molesta. Más me ha dolido
sea: ¡quiero que me mires! ese te quiero, esa mentira.
No...- Sigo mirando al
parquet. Él no puede ver - Estáis llenos de
estas lágrimas. No son prejuicios... ¿Este es
suyas. – Tengo miedo... a el calor que
que me los arranques. encontraría en la
gente de este país,
- ¡Madita zorra! Cree el del que me hablaron
ladrón que todos son cuando me fui?
- No te acerques, por
- ¿Quién me habla de favor. Es mejor que te
prejuicios y marches.
tradiciones? ¡Una Te agachas frente a mí, me
puta en cuyo país miras directamente a los
creen en las brujas ojos.
del bosque!.
- Sólo quería
- Baba yaga. – Musito. asegurarme... Y sí,
eres sólo una fulana
- ¿Qué? más.
- ¡Cállate! ¡Calla! –
No lo soporto. No soporto
que hable entre jadeos. No Golpes sobre tu pecho.
aguanto más, ¡me da asco!
Pum
Me muevo bruscamente, Pum
golpeo con fuerza mi Pum
pierna contra él, para
lograr desprenderle de mí Sigo azotando tu torso,
y salir corriendo después. aún sudoroso.

- ¿Se puede saber qué Zas


haces? Zas
Zas
Estoy en el extremo
opuesto de la habitación. Vete, vete, vete, vete.

Apoyada Saco mis manitas y las


contra pongo a bailar,
la pared. las abro, las cierro y las
vuelvo a guardar.
No dejo de llorar, ¿qué ha
pasado conmigo? ¿Dónde Saco mis manitas y las
está la autista sin pongo a danzar,
emociones? las abro , las cierro y las
¿Por qué no estoy, como vuelvo a guardar.
siempre, en silencio
follando, jugando a ser Saco mis manitas y las
inmortal? pongo a palmear,
las abro, las cierro y las
vuelvo a guardar.
Si piensas seguir si tú cuentas las dos
pegándome, esmérate manos,
más. No consigues cinco y cinco ¿qué serán?
hacerme sentir nada.
Tírame al suelo, hazme
Los deditos de la mano, sangrar.... ¡Sólo consigo
todos juntos estarán; sentirme viva por esa vía!
si los cuentas uno a uno,
cinco son y nada más. Haz que me desinfle, que
deje de sentir. No dejes
Los deditos de las manos, que vuelva a llorar por el
estirados los verás; recuerdo... nunca más.

Miau Miau, maúlla mi gato, porque quiere que le


miau, miau, muy enfadado, compre,
porque quiere que le un lacito colorado,
compre, por qué me gusta
un lacito colorado, enfadado,
y yo no se lo he comprado. miau, miau, maúlla mi
miau, miau, maúlla mi gato gato.
miau, miau, muy enfadado,

No hay soledad, aquí


no hay sitio para eso.
Quién es el rey del
#7 Без чувств instinto asesino, mi
No percibo nada en sitio, mi plaza, tu
el ambiente que me cuerpo, mi boca.
haga capaz de tomar Egoísmo, pérdida.
conciencia de mi ¿Yo una perdida?
alma. Miré a través.
No hay nada en ti, A través de tu rostro,
tampoco en mí, por tu lengua, tu ropa.
supuesto. En mí.. Quítame la ropa.
En mí no hay nada. Me mientes, copias,
Vacía, hueca, debes, superas.
ausencia de mitad en Intentas.
una naranja. Me excitas, me
pierdes. se introducen en tu
Si me tocas, si me pantalón.
besas.
Pero nunca, nunca, O por debajo de tu
nunca... nunca me falda.
hables.
Si te ríes, si te toco. Dedo a dedo, como
Te ríes si te toco. pulsando un botón.
Quiero probarte, Que nadie mejor que
superar a todos tus yo maneja ese
amantes; porque interruptor.
puedo, sé que Y lo sabes, y me
puedo. Sé quieres.
que puedo Por eso, por poco,
satisfacerte, sé que por mucho, por nada.
quieres, que me Mi experiencia.
deseas, que te Mi cuerpo...
excito. Sé que De mujer.
quieres que lo haga. Por eso quieres que
Que te bese, te te desnude,
acaricie, te haga lo Poco a poco,
que ellos me hacen a La yema de mis
mí. dedos, tu vello, el
Lo que intentan, calor.
quien lo intenta, Tus pechos, tu
cuando te besan, te belleza, tu cuerpo...
acarician. De mujer.
Si quitan un botón y

#8 Beige
Hay veces en las que pulsaciones. Porque
al llegar al orgasmo me conoces y sabes
lloro. qué me gusta, qué
Lloro y quien está quiero, cuánto te
conmigo pregunta quiero.
por qué.
... y nunca sé qué Has hecho de mi piel
contestar. una propiedad, como
Lloro cuando el sexo toda yo, me has
ya no es sexo sino convertido en parte
sentimiento; y llora de ti...
mi incredulidad, mi
Cuando recorres mis
escepticismo, mi
inseguridad. Lloran piernas con los
labios... Si me haces
indignados mis
sentidos y esta cosquillas y me río,
no puedes evitar
mente que siempre
se empeñó en estar abrazarme. No sé
quién soy.
fría.
Las caricias son más
No sé qué ha pasado
suaves, aunque no
pueda evitar clavarte conmigo.
las uñas, y los A veces me tiras al
dientes, a veces. suelo. A veces me
Que me llames puta haces cosas que sólo
y me azotes. yo sé valorar. A
Repetirte que soy veces pierdes el
tuya, otra vez. control...
No dejar de gritar, Cuando me tiras del
porque me pones, pelo.
porque me dueles, Me insultas.
porque sabes
manejar mis
Él sabe lo que me Una puta, sólo la
gusta, sabe lo que suya. Sólo soy suya,
quiero, cuándo y quiero
cómo. pertenecerle...
Sabe que muero en Quiero dejar de ser
cada orgasmo, sabe yo, quiero dejar de
que soy agresiva pensar en finales,
cuando me hacen dejar de pensar en
daño. noches de lunas
beige.
A veces. Lunas beige, lunas
A veces en el pecho, beige, lunas beige...
a veces en la boca, Lunas que me
a veces me derrito. espían, siguen
Un calor inmenso se viéndome, colándose
desborda en mi por mi ventana.
interior. A veces no Cuando le beso el
sé diferenciar el cuello, cuando estoy
placer del dolor. sobre él. Cuando a
punto estoy de
Él no sabe, perder la razón...
no sabe... no sabe lo Lunas beige.
que siento... Cuando me dice "te
Yo no sé... no sé... quiero", lunas beige.
No sé explicar, no sé Cuando me llama
describir. Sólo sé "puta", lunas beige.
llorar y perder. Si me caigo, si le
Perder el control, muerdo, cuando mi
pedirle que me boca juega con él.
pegue más fuerte, y Cuando me
suplicarle que sea yo fotografía desnuda,
la única. empapado mi pecho
La única. de él. Mis labios
rojos, mis ojos... Mis superior, cada vez
ojos brillan... mejor.
Brillan como el hielo Ya no sé... no sé si es
que acecha las amor o sumisión.
noches de Que en las noches,
Petropavlosk, como la luna,
las noches en que la la luna beige...
luna no es luna... Me recuerda, me
cuando la luna no es recrimina, me
beige. acecha y me castiga.
Brillan las noches Me mira desafiante,
blancas, ensuciadas me dice...
por una lujuria que Me dice que no es
trasciende al sexo en suficiente. Que no es
esta habitación. esto sino una
Brillan las noches máscara.
beige. Y mis labios siguen
Erizas mi vello, recorriéndote,
desde el vientre y llevándote a un calor
por detrás a través y una humedad que
de toda la espina nadie como tú llegó
dorsal. a conocer mejor...
Mi nuca, mi voz... Mi jamás. Sintiendo en
voz, un grito, mi boca la
desgarrador. satisfacción, tu
Ya no sé si es placer, cómo cambia
placer... o es dolor. al paso de mi lengua,
Y volver a llorar, a más adentro,
sentirme más cerca movimientos lentos...
de ti, a suplicarte Que si voy rápido me
que estés conmigo. A tiras del pelo,
obligarme ser que si lo hago mejor
me dices Te Quiero...
Que sabes que lo
quiero sentir en mi Lloro porque la Luna
pecho. Beige... me vigila
Hay veces que al de lejos.
llegar al orgasmo
lloro.

#9 джазовый человек

Porque no me gusta hablar. Porque te ríes de mi acento, de


mis intentos por suavizar las palabras.
Por hablar entre susurros.
Rojo y negro.
Esta oscuridad, violada por un humo azul que dibuja
abstracciones hacia el techo, cortándose en los vértices
indefinidos de unas sillas negras o en la tenue luz que
emana de unas escasas lámparas, me da tranquilidad. Esta
oscuridad, casi granate, traspasada por las notas que
brotan del piano, que me erizan la piel, chocan contra mi
nuca como pequeños besos.
Mis ojos, mis labios, mis manos.
Esta luz, casi granate.
La oscuridad.
Mi quietud.
Las sensaciones llegan a tal punto que me meto dentro del
piano. Porque tú, pianista anónimo, produces sueños.
Con los ojos cerrados, entre todas estas mesas ocupadas
por gente incapaz de entender lo que tus manos están
expresando. Gente ingrata consumiendo licores que
taponan sus oídos, todos sus sentidos. No, ellos no merecen
escucharte. Sólo yo, hierática, aparentemente ausente, soy
capaz de recoger lo que sientes.
Las últimas notas de un jazz desesperado, las últimas notas
precipitándose al vacío de cada copa, cerrando una velada
de conversaciones impías, vacías.
Secos aplausos, ignorantes consumidores que jamás
escucharon a Yákov Okun.
Vulneran mis tacones el sucio suelo,
estremece la negra tela del vestido
cada poro de mi piel,
hasta llegar a ese escenario oscuro,
donde un hombre y su piano,
empequeñecidos por la inmensidad del escenario;
como dos copas de cristal a punto de quebrarse
se preparan para oscurecerse,
desaparecer, desvanecerse.
Negro ébano.
Porque no me gusta hablar, porque no lo veo necesario, no
te digo nada. Pero me miras, y tu mano se posa en mi
hombro.
Es todo tan suave que da frío.
Son tus manos tan grandes, tan seguras cuando sujetan mi
cintura.
Ya vale. No quiero más tonterías.
Se acabó. No quiero jugar más. No
quiero estar triste.
Sólo quiero que me abraces.

#10 Ilyena

Pero es tan difícil no caer... oculta, incandescente;


escalofríos que me hacen
Y me dejé llevar... arder.
Dije, por qué no, y le dejé Más que besarte... te
pasar. quiero morder.
Y por qué no, y le ofrecí Y tú, dime, ¿qué vas a
algo para tomar. hacer? Quieres hacer
Y por qué no, y puse mis conmigo cosas que nunca
canciones, y le enseñé has hecho. Cosas que no
fotos de Petropavlovsk. Y, has podido hacer con
por qué no, pensaría él... ninguna otra... Y sabes que
segundos antes de conmigo sí que puedes. Lo
besarme. intuyes, lo supiste desde el
Era la tontería, la excusa momento en que me viste
para dejarlo. por primera vez. Maldita
Pero, ahhh..., fue tan sea... de ti pensé lo mismo.
placentero. Me tienes atada a la cama,
a tu alma; mis ojos
El apartamento está vacío. vendados, tampoco puedo
Tan vacío que hay eco. tocarte.
Tan vacío que sólo verlo da Me pides que te hable en
frío, y evoca soledad. mi idioma, но я не знаю
Mis labios se abren, como то, что я могу сказать
dos ramas. Rama de Вам, mientras susurras con
conjunción que se parte en tus labios hormigueos de
dos, porque tocándote placer en la cara oculta de
estoy negando a una mis muslos. Sentir el calor,
variable... que está como tu aliento entra en
satisfaciendo a esta mí.
valuación, que soy yo. Fóllame antes de que me
Saber que no debo hacerlo, arrepienta...
este remordimiento tan
jodidamente excitante, me Quiero... De alguna forma
está llamando la atención lo necesito. Pero no te veo,
disfrazado de calambres. no sé quién eres
Recorren toda mi piel, pero realmente. Es como antes.
tú los matas con caricias, Hay silencio.
reavivando una lujuria
La música ha parado. El intuyo tu mirada fija en mis
aire se ha tensado en la pechos encendidos; intuyo
habitación. cómo te excitan mis
gemidos. Te gusto tanto
Poco a poco todo revive, que quisieras matarme.
recobra el movimiento. Me gustas tanto que quiero
Más rápido, por favor, matarte. Pero no te veo, no
susurro a un hombre a estoy segura de quién
quien no puedo ver, pero al eres.
que siento como si fuera ¿Y si me equivoco?
parte de mi ser. Si más que mal me estás
Te noto encima de mí. haciendo bien...
Siento que me derrito, que Hoy me tienes para ti,
dejo de ser humana. La maldita sea. Eres mi
verdad es que ni siquiera maldita tentación... a la
me reconozco como cual he sucumbido... Quizá.
animal. Sólo percibo tu
olor, tus manos Esta es mi primera
agarrándome las muñecas, pequeña muerte...

#11 убийство меня едва

Te gusta follarme el culo porque puedes hacerlo sin


condón y es más pequeño que el coño de una
virgen. Te gusta hacerlo de pie, conmigo apoyada
en la cama.

Me haces sentir como una guarra. Puta.

Vivo de esto, y lo sabes bien porque soy la mejor.


Porque me comporto como un ser inferior sin
sentimientos y, por eso, no puedes penetrarme... no
como se lo haces a tu mujer. A mí no me conoces, ni
a mí ni a mi mente. Por mucho que transites con
caricias de levedad incandescente el aroma de piel,
no puedes traspasar la línea que corta mi físico y mi
psique, porque no quieres conocerme. Sólo quieres
follarme, quebrarme en mil suspiros, en un par de
orgasmos que conforman tu deseo.
Y así, como muchas tardes, vuelves. Vuelves a
desnudarme, a ponerme las medias, los tacones de
aguja y el corto vestido blanco de satén, para
subirlo un poco y agarrarme fuertemente las nalgas
mientras susurras a mi oído palabras soeces con
acento pegajoso.

- Eres mala conmigo, perra.

- Péname.

La seda sucumbe al tacto de un par de pezones


endurecidos. Mis ojos se cierran, los labios se
entreabren, y el aire que sale de tu aliento rebota
contra los lunares de mi nuca. Eriza el vello. Hace
frío en esta casa.

Tu polla arde entre mis piernas, haciéndome sentir,


poco a poco, ese calor inigualable que siempre se
extiende a través de la espina dorsal. Ese calor que
derrite mis entrañas y acribilla mi cerebro, exangüe
finalmente en un alarido, un espasmo, un coma
profundo de tan sólo un segundo.

#12 Irresponsable

Es tan triste el metro como las puertas corredizas de un


Sabeco.
Tropezar, caer desde unos tacones, siempre es igual de
humillante. Que me ayuden riéndose resulta bochornoso,
de ahí que quisiera morderte, besarte como nadie, dolerte
por dentro; despertar en ti un tipo de deseo confuso e
irracional, para que tú me dolieras por dentro, me
mordieras y besaras como nadie lo ha hecho.
Pero nunca me digas te quiero, por favor.
Ya sabíamos que de un momento a otro acabaríamos así.
Un sofá de goma-espuma y el color amarillento del
apartamento; apolillado y lleno de humo, pósteres de
modelos mediocres para no alejarse demasiado de la
realidad.

No sé negarme cuando me proponen algo sin decirme


nada.

#13 Vacuidad

Apetece morder el cristal para alcanzar la nata, para


alcanzarte. Para morir en la asfixia de la exquisitez, como
una fresa descuartizada, pero dulce y bella a la vez. Para
morir y derretirme gracias y por culpa de las fresas. Para
esclarecer la pena que supone dejar de amarte
paulatinamente, para retenerte. Para. Parar frente al tren;
la despedida. Para volver a casa y encontrarme con dos
copas vacías, una pequeña fresa y nata deslizándose como
las gotas de agua que juegan y mueren sobre la ventanilla
del coche.

#14 Delirio Histérico

Me toca, me quema, me duele. Sufro. Un poco. Huye de mí,


le rodeo con mis brazos. No quiero que escape.

Soy una araña y he picado el anzuelo, que eres tú. Ninguno


de los dos hemos ganado, pero tampoco somos perdedores.
No sé hasta dónde piensas llegar. Qué te propones, ¿Qué
piensas hacer conmigo? Maniatarme y quemarme con
cigarrillos hasta que el dolor me haga quebrar en mil
burbujas. Qué quieres. Soy el cazador cazado, tu presa, tu
esclava, tu muñeca en carne viva. El refugio de tu
perversión; tú, lo que siempre he querido tener. El único
que me tiene en cintura, el único que me lleva a orgasmos
con lágrimas de sangre. El único que me hace morder la
almohada para amortiguar un placer tan intenso como
desgarrador. El único que me desgarra. Tú, me haces sentir
viva poniéndome al lado de la muerte. Rozando el límite,
llegando a la línea de meta. Juntos. Eres quien me muerde
los labios y penetra hasta llevarme al delirio. Hasta la
locura más intensa, hasta el grito más agónico.
Sólo tú has sabido retenerme, aislarme, alejarme de todo lo
que más quiero hasta quererte sólo a ti.

#15 Дай мне знак


Con las piernas me arranque la
cruzadas piel
espero un
Una caricia que
silbido
consiga
Un guiño, una desgarrar el
señal que me aire.
eleve al infinito.
Agrietar la
Con los dedos tensión,
distorsiono el mentirnos al
vaho del oído
ambiente,
Deshacerme
Convierto en entre gemidos.
fuego el rubor
que se enreda
entre los
dientes.
Por un
mordisco que
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License.
Por el resto de mi cuerpo se
derraman gotas de un sudor que
no es el mío. Soy impermeable a
toda clase de sentidos. De mi boca
escapan multitud de suspiros,
perdidos, desperdigados por cada
rincón de tu organismo, buscando
despertar en ti el más animal de
los instintos.

***

Quiero desmayarme, quedarme


inconsciente. Que mis labios
seduzcan cada poro de tu piel y
decidas desnudarme. Que tu
deseo se amarre a mis entrañas y
al salir de mí caigan gritos rotos,
ahogados, por los bordes de la
cama.

***

Me muerdo los labios si me dices


que me vas a secuestrar para
poderme escapar entre tus yemas
de esta sobria oscuridad.
Me muerdo los labios intuyendo el
tacto de tus manos por debajo de
mis bragas,
la agonía que disfrutaré liada entre
las sábanas
Evadirme de este infierno
susurrándome al oído
cuánto me gustas pero qué
poco te quiero.
Tú me cuentas las
sílabas
El que resiste
gana Yo rompo todos
tus esquemas.
Y si nos quedamos Puedo probar la
solos te deslizas vergüenza en mi
huidizo, porque en boca y convertirla
tus deseos más con mi lengua en
inicuos soy el más el más apetecible
dulce de los instrumento de
trances. tortura. Enredar
entre mis piernas
el vaquero de tus
Pero no tendrás
tan bien
tiempo de te mer
planchados
me cuando
tejanos negros,
arranque a
bocados
y disolverme sin
quitarme la ropa,
hasta la más banal
sabiendo que
de tus dudas.
podría matarte sin
necesidad siquiera
Aspiraré de entre de rozarte con mis
tus labios el calor yemas.
imantado de tu
lengua, y sentiré
entonces cómo se
pudre mi aliento al
tiempo que
permanece intacta
tu total
indiferencia.
pero la única que
lloró sangre, aquí,
fui yo.

La única que
J'adore perdió y a la que
Estuve desnuda, perdiste.
tumbada en tu
cama, que no era Porque todas las
tuya, lluvias no son
y mucho menos como aquella, no
mía. Eso nunca. saben igual.

Nos Porque ahora,


desaprovechamos todas, escuecen en
entre besos que no los ojos.
nos llevaron,
Nos comíamos a
ni nos llevarán, a besos,
ninguna parte. literalmente. Nos
comíamos hasta
quedarnos sin
Mordí la argolla dientes. Nos
que me unía a ti, la abrazábamos
mordí hasta durante horas,
sangrarte, como
gilipollas, y nos
abrasábamos con
el ácido de nuestra
vergüenza
como cerdos, en Hoy estuve a la
oro, espera de esas
gotas,
légamo. a la espera de una
lluvia que me
Hoy estuve convirtiera en oro
desnuda, ajena a para
todo porque nada demostrarme que
de lo que hay aquí aún,
nos pertenece. todo

sigue igual.

la tiranía de la estética
era el inmenso desierto que habríamos de
disponernos a cruzar
solos
Eduardo Fraile.

Me quité mucha importancia a mí misma.


Sesgué las palabras eufónicas. De mi palidez,
las pecas.
Los bucles. Todo. Para ser sólo una más como
tantas
(modernas de pelo negro lacio con flequillo).
A cambio de esta carrera contra natura, canas
en el campo de batalla donde Lolita perdió su
guerra contra el tiempo.

Es una verdadera pena no ser ya adolescente


ni pelirroja ni hermosa,
(ni hija del peor de su generación)
y que a pesar de haberme quitado tanto, no
haya sido capaz de curarme
de mi propia estupidez.

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Lo.Li.Ta

Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Mi pecado, mi


alma. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de
tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el
tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta.

Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta


y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con
pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando
firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita.

¿De verdad no lo notas?, cada vez que viene a mí sólo tú


estás presente. De hecho, si no fuera por ti, nunca llegaría.
Sueño con ser aún aquella niñata de quince para que te
folles colérico los más de veinte años que nos diferencian.
Aún, con veintiuno, deseo que me castigues por haber sido
tan descarada, por gritarte, por insultarte, por no dejar de
insinuarme y provocarte.

No notas cómo pido a gritos que hundas tu experiencia en


mi joven coño, y tus dedos en mi boca. Que me hagas
sentir tan sucia e impura que no pueda hacer más que
abandonarme, derretirme, ser sólo carne, tuya,
despreciable.

No sabes que quisiera tanto como lo deseas tú, arrodillarme


despeinada y desnuda, atragantarme con tu sexo y arder
en deseos de alimentarme del culmen de tu deseo. Notar
tus yemas maduras, desgastadas, bordear mis labios y
limpiarme, y entrar, y compadecernos mutuamente de
nuestra perversión incomprendida, en un orgasmo de rubor
que aniquile nuestros cuerpos.

Recordar la época en que más me deseaste. Mi virginal


descaro, y el narcisismo que aún conservo, cuando me
probé aquel tanga tan hortera que regalaba la Ragazza
cuando tenía catorce años. En silencio, en penumbra,
observando mi cuerpo, mis tiernas curvas, un coñito que
abultaba tímidamente y se humedecía apenas se
encontraba con su reflejo.

Mis ganas irresistibles, tú entereza para frenar las tuyas, y


las que ahora vuelven a aflorar en mí, se apoderan de mí
en cada encuentro desechable, insustancial, frío y
decadente, patético, que tengo con niñatos de corrida fácil.

Necesito saciar mi sed.

Quiero…
… sentarme sobre ti y oprimirte en cada espasmo,
gritar y morderte, marcarte con mis uñas la espalda
hasta sangrarte, golpear sobre tu pecho la dureza
de los míos, que me agarres las nalgas y me grites
más deprisa, notar la dureza de tu polla en mis
entrañas hasta vaciarte por completo. Y decirte,
esto no se queda aquí, no se queda aquí, esto no
acaba nunca, repásame entera con la lengua hasta
que quede limpia y purificada, y vuelve a despertar
con tu polla la raíz de mi lujuria.

Crash

Los arañazos al aire no son tan importantes si


a medida que se condensa el ambiente me
pellizcas los pezones. El dolor ya no importa si
me recoges el pelo con tus dedos y enredado
en mí me sueltas un te quiero, falso y
resbaladizo, que se diluye como mi flujo entre
los dedos, en esta habitación y su ambiente
extremadamente espeso.
El vello de mi nuca, erizado y alerta, como las
venas de tus brazos, y el rumor de cada latido
aprisionando un pecho vacío, al que le va la
vida en dos pezones completamente erectos.
Todo junto dando lugar al más profundo vacío,
al más tedioso silencio. De mis labios todavía
húmedos, gemidos tan agudos que parecen
estertores de muerte, y no vamos
desencaminados.
Al fin y al cabo, es lo que queremos.
El olor a gasolina y el frío del metal se cuela
en nuestros poros, y el movimiento del coche,
acelerado, nos excita de manera enfermiza,
jugando continuamente con la idea de
suicidio.
Porque parar ahora sería la mismísima
muerte.
Pero hoy no ha habido suerte, y tranquilo me
dices…

Quizá la próxima vez.


Redención Si es que piensas en mí y
no sólo me estás odiando o
Quisiera saber por qué me te estás odiando por no
despierto con la sensación saber realmente qué ha
de que he estado toda la pasado.
noche contigo. Quisiera Quisiera repetir aquel
saber por qué quiero que rubor que sentí al notar el
seas tú y no otro quien me dolor en mi cuello cuando,
agarre las muñecas y sin querer, lo rocé en clase
penetre haciendo crujir al querer apartarme el
todas mis articulaciones, pelo.
como si entrases por
completo, arañando a tu Porque el dolor me
paso todos mis huesos. recuerda tanto a ti…
Haciéndome gritar hasta el
punto de desconcertarte
por no saber si es placer o Quisiera saber por qué me
es dolor. haces sentir tan
adolescente y por qué a tu
Quisiera saber por qué me lado no puedo evitar
despierto apretando los comportarme como una
dientes y cerrando tanto virgen.
los ojos que mi cara se
transforma y oculta hasta
ser sólo un apéndice de lo Tal vez porque quiero
que tú estés pensando. retroceder en el tiempo
hasta ser la primera chica
de la que te enamores y Lo que no consigo
así no me olvides nunca. O, entender es por qué poco
mejor, ser la primera a la antes de correrme te
que te folles, y que transformas, y aunque
ninguna de las siguientes sigue retumbando en mi
consiga superarme. cráneo el crujir de todos
Quisiera ser esa primera y mis huesos, ahora me
permitirme el lujo de no tienes apoyada contra una
llegarte a querer nunca. mesa, con una manida
Quisiera que me desearas falda de tablas, unas
como nunca lo has hecho, medias de colores hasta
las rodillas y unas bragas
me rompas como he blancas que nunca
imaginado esta mañana… utilizaría, y ya no eres tú.
Ahora eres mucho más
y me dejes así, pero que adulto, mucho más gordo y
después, cuando me vaya, tu sudor es tan intenso que
si consigo reponerme, tú casi puedo olerlo. Será que
no puedas librarte jamás lo deseo demasiado, que
del recuerdo difuso de mi me tengas así, que me
cuerpo. castigues por mi infantil
Y en lugar de eso tengo comportamiento, que me
que conformarme con no grites insultos, que me
tenerte cerca y jugar a hagas llorar como la niña
tientas, aún semidormida, que soy, y, tirándome del
con la humedad que la pelo, me obligues a mirarte
noche ha dejado entre mis y pedirte perdón.
piernas, y la ayuda de
imágenes difusas de lo que
nunca llegó a pasar.
Ya no eres tú: eres todos.
Tu Putita

Me mola descubrirme por completa desnuda en una


habitación en la que no he estado nunca. No me
mola despertar y encontrarme con alguien que
realmente no me gusta. Me mola desaparecer antes
que despierte. No me mola recibir mensajes a media
tarde en los que me dicen “me gustaría empezar a
conocerte“.
No me gusta comenzar una relación personal que no
es una relación sino un limbo entre el estar y no. No
me gusta que me digan bonita si realmente quieren
decir mi putita.

Porque realmente es así, no sé a quién quieren


engañar. No soy más que tu polvo de anoche, no
soy más que aquella que se dejó las lentillas
pegadas a tu mesilla de noche. No soy más que
aquella compañera de clase a la que no te
conseguiste follar, ni el falso ideal de tía buena que
te creaste en la pubertad. No soy más que pura
imagen, una idea concebida, y no, no seré para ti
porque, al contrario que tú, aspiro a algo bueno.

No seré tuya porque no soy capaz de darte lo mejor


de mí, al menos no esta noche.

Me quedaré esperando que amanezca recordando el


beso que me diste en el portal, y las ganas que te
tengo. De follar hasta desgastarme entre sudor y
gritos que no me llevarán a ninguna parte. De
pensar en que me hubiera querido quedar en tu piso
de mala muerte a comerte la polla y derretirme en
tu esperma hasta ser capaz de llorar lefa.

Me voy a quedar quieta hasta el momento en que


me vea capaz de venderme por cuatro perras. Me
voy a quedar hasta que realmente tengas el valor
de decirme perra, quiero verte a cuatro patas y
borrarte a pollazos lo poco que te queda de
decencia.

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