sobre el saber (1984), el filósofo francés Jean-François Lyotard anuncia la caída de los cuatro grandes relatos o metarrelatos que han dominado el pensamiento occidental desde la Ilustración. Estos metarrelatos, según Lyotard, son: El relato cristiano: Este relato, basado en la fe y la revelación divina, ofrece una explicación global del mundo y un sentido de propósito a la existencia humana. Sostiene que la historia tiene un fin último, la salvación eterna, y que la humanidad debe seguir las enseñanzas de Dios para alcanzarla. El relato marxista: Este relato, basado en la teoría económica y social de Karl Marx, ofrece una explicación materialista de la historia y un análisis de la lucha de clases. Sostiene que la historia es impulsada por las contradicciones económicas entre clases sociales y que la revolución proletaria es inevitable para alcanzar una sociedad sin clases. El relato liberal: Este relato, basado en las ideas del liberalismo clásico, defiende la libertad individual, la propiedad privada y el libre mercado. Sostiene que el progreso humano se logra a través de la razón, la competencia y la cooperación individual. El relato iluminista: Este relato, basado en los ideales de la Ilustración, defiende la razón, el progreso, la universalidad y el conocimiento científico. Sostiene que la humanidad puede alcanzar el conocimiento verdadero y la felicidad a través del uso de la razón y la ciencia. Lyotard argumenta que estos metarrelatos han perdido su credibilidad en la sociedad posmoderna debido a una serie de factores, incluyendo: El fracaso de las predicciones: Los metarrelatos no han logrado predecir o explicar adecuadamente los eventos históricos y sociales, lo que ha generado una crisis de confianza en sus premisas fundamentales. La fragmentación del conocimientoEl conocimiento ya no se considera un todo unificado y coherente, sino que está fragmentado en múltiples disciplinas y perspectivas. Esto ha hecho que sea difícil encontrar una verdad universal o absoluta. El auge del lenguaje y la diferencia: El lenguaje y la diferencia se han vuelto centrales para la comprensión del mundo, lo que ha puesto en cuestión la idea de una verdad objetiva y universal. La caída de los metarrelatos, según Lyotard, no significa que no haya verdad o significado en el mundo. Sin embargo, sí significa que ya no podemos encontrar estas cosas en los grandes relatos tradicionales. En su lugar, debemos buscar la verdad y el significado en narrativas locales, fragmentarias y contextualizadas. Implicaciones de la caída de los metarrelatos La caída de los metarrelatos tiene una serie de implicaciones importantes para la sociedad posmoderna, incluyendo: El fin de las grandes ideologías: Ya no hay grandes ideologías que proporcionen una visión global del mundo y un sentido de propósito a la existencia humana. Esto ha llevado a una fragmentación del pensamiento político y social. El auge del individualismo: La ausencia de metarrelatos ha llevado a un mayor énfasis en el individualismo y la autonomía personal. Las personas son ahora libres de construir sus propias narrativas y valores individuales. La crisis de la identidad: La fragmentación del conocimiento y la ausencia de metarrelatos han hecho que sea difícil para las personas encontrar un sentido de identidad estable. Las personas están ahora constantemente buscando nuevas formas de definirse a sí mismas. El auge de la incertidumbre: La ausencia de metarrelatos ha hecho que el mundo sea un lugar más incierto y precario. Las personas ya no tienen la misma sensación de seguridad y estabilidad que tenían en el pasado La posmodernidad como oportunidad A pesar de los desafíos que presenta, la caída de los metarrelatos también puede ser vista como una oportunidad. La ausencia de grandes relatos tradicionales nos permite explorar nuevas formas de pensar, sentir y ser en el mundo. Podemos ser más creativos, reflexivos y críticos en nuestra búsqueda de la verdad y el significado.
La caída de los cuatro grandes relatos es un evento fundamental en la
historia del pensamiento occidental. Ha tenido un impacto profundo en la sociedad posmoderna y ha dado lugar a una serie de desafíos y oportunidades. Es importante comprender las ideas de Lyotard sobre este tema para poder navegar en el mundo complejo y cambiante del siglo XXI.