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4 De nuevo Jesús empezó a enseñar junto al lago, y allí se reunió tanta gente

que se sentó en una barca que estaba en el agua y la gente se quedó en la


orilla. 2 Jesús les dio muchas enseñanzas por medio de historias. Al enseñarles,
les dijo:3 «¡Escuchen bien! El sembrador salió a sembrar. 4 Al esparcir las
semillas, algunas cayeron en el camino; vinieron las aves y se las
comieron. 5 Otras semillas cayeron en terreno pedregoso, donde no había
mucha tierra. Esas semillas brotaron rápido porque la tierra no era
profunda. 6 Pero cuando salió el sol, las plantas se quemaron y como no tenían
raíces, se secaron. 7 Otras cayeron entre espinos, crecieron con las plantas y las
ahogaron. Así que no dieron fruto. 8 Otras semillas cayeron en tierra buena y
empezaron a dar fruto. Allí pudieron brotar, crecer y dar fruto. Algunas
plantas produjeron 30 granos por semilla, otras 60 y otras 100». 9 Luego Jesús
dijo: «¡Oigan bien lo que les digo!»
Marcos 4:1-9
Marcos 4:1-9
Cinco cosas necesarias
para que el reino de
Dios crezca
26
Jesús dijo después: «El reino de Dios es
como un hombre que esparce semilla en la
tierra: 27 descansa en las noches y se levanta
durante el día. Y todo el tiempo, de día y de
noche, la semilla sigue germinando y
creciendo. Pero el hombre no sabe cómo
crece la semilla. 28 La tierra produce el grano
por sí misma: primero el tallo, luego la espiga
y finalmente el grano que llena la
espiga. 29 Cuando el grano está maduro, el
hombre lo recoge porque ya es tiempo de
cosechar». Marcos 4:26-29
Cinco cosas
necesarias para que el
reino de Dios crezca:
• Sembrador
• Semilla
• Tierra
• Crecimiento
• Cosecha
Lucas 10:1-7
• 10 Después de esto, el Señor eligió a otros 72[a]. Los mandó de dos en dos
delante de él a todos los pueblos y lugares a donde quería ir. 2 Jesús les dijo:
«La cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan al
dueño de la cosecha que envíe trabajadores para recogerla. 3 »¡Vayan! y
tengan en cuenta que los envío como corderos en medio de lobos. 4 No
lleven dinero ni provisiones ni otro par de sandalias, y no se detengan a
saludar a nadie por el camino. 5 Cuando entren a alguna casa, primero digan:
“La paz sea con ustedes”. 6 Si allí vive alguien de paz, la bendición de paz
de ustedes se quedará con él. Pero si no, la bendición regresará a
ustedes. 7 Quédense en esa casa, coman y beban lo que ellos les ofrezcan,
porque los que trabajan merecen recibir su sustento. No vayan de casa en
casa. Lucas 10:1-11
Lucas 10:-1-7

• Oren
• Ir de dos en dos
• Ir por el camino
• Y busca una casa,
una persona de paz
Que hizo la mujer para
presentar a su pueblo a
Cristo - Juan 4:4-42

15
La mujer le dijo:
—Señor dame de esa agua, para que ya jamás tenga sed.
Ni siquiera tendré que venir aquí a sacar agua.
16
Él le dijo:
—Ve a llamar a tu esposo y vuelve.
17
Ella le contestó:
—No tengo esposo.
Jesús le dijo:
—Así es. Dices la verdad al decir que no tienes
esposo. 18 Has tenido cinco maridos y el hombre con quien
vives ahora tampoco es tu marido; en eso tienes razón.
….
Que hizo la mujer
para presentar a su
pueblo a Cristo -
Juan 4:4-42
—La mujer le dijo:
25
—Yo sé que el Mesías va a venir. Cuando venga hablará de todo esto.
(El Mesías es el que se llama el Cristo).
26
Jesús le dijo:
—Ese soy yo, el que está hablando contigo….
28
La mujer dejó su cántaro de agua, se fue al pueblo y le dijo a la gente:
29
—¡Vengan a ver a un hombre que me dijo todo lo que he hecho!
¿Podría ser este el Mesías?
30
La gente salió del pueblo y fue a donde estaba Jesús. Jesús les dijo:
39
Muchos samaritanos de ese pueblo creyeron en Jesús por el
testimonio de la mujer: «Él me dijo todo lo que he hecho». 40 Entonces
los samaritanos se le acercaron, le pidieron que se quedara con ellos y
él se quedó allí dos días. 41 Fueron muchos más los que creyeron por lo
que Jesús decía. 42 Le dijeron a la mujer:
—Ya no creemos sólo por lo que tú dices, creemos por lo que nosotros
mismos hemos escuchado. Ahora sabemos que este hombre sí es el
Salvador del mundo.
Mi historia La historia de Dios
E invitar a las personas
a recibir a Jesús
Mi historia La historia de Dios
Hebreos 4:12
• 12 La palabra de Dios vive, es
poderosa y es más cortante que
cualquier espada de dos filos,
penetra tan profundo que divide el
alma y el espíritu, las coyunturas y
los huesos, y juzga los pensamientos
y sentimientos de nuestro corazón.

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