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Francisco de

Quevedo
POESÍA CONCEPTISTA
 Nace en Madrid un 14 de Septiembre de 1580, con problemas al caminar y a
la vista. Su familia era hidalga, aunque se codeó con nobles ya que sus padres
trabajaban en el Palacio.
 Su padre fallece cuando es muy joven. De todas maneras, recibe una buena
educación en diversas lenguas. Estudia en el Colegio Imperial, después a la
Universidad de Alcalá, y luego, entre 1601 y 1605, entra a la Universidad de
Valladolid en donde aprovecha de intervenir en la Corte con sus primeros
poemas.
 Entre 1606 a 1611 reside en Madrid en donde merodea en la Corte, escribe sus
Sueños, sátiras, comentarios bíblicos y lírica amorosa. Se une a la corte del
Duque de Lerma y luego al Duque de Osuna a quien acompaña hasta Nápoles.
Allí ejerció una vida más política que literaria siendo la mano derecha del

Biografía
Duque.
 Vuelve a Madrid tras el desastre en Nápoles que lleva a un distanciamiento
con Osuna, y a su destierro en la Torre.
 Trata de ganar el beneplácito del conde-duque de Olivares para que lo deje en
libertad de su destierro, y se le permite volver a Madrid.
 Un 7 de diciembre, estando en la casa del Duque de Medinaceli, es detenido y
llevado preso en el Convento de San Marcos en donde pasará 5 años. Se
señala muchas veces que el propio rey encontró algunos poemas de Quevedo
en donde él y el valido (conde-duque) eran atacados por medio de sátiras,
aunque también cabe pensar si es que la visión política crítica de Quevedo
influyó en la medida.
 Sale de prisión en Junio de 1643 cuando cae el conde-duque de Olivares. Ya
con una salud mermada, muere el 8 de septiembre de 1645.
Obras

 En prosa: obras festivas, novelas picarescas, obras satíricas, fantasías morales,


obras políticas, obras crítico-literarias, obras filosóficas, obras ascéticas,
traducciones en prosa.
 En verso: obras amorosas, satíricas, burlescas, jácaras, romances, poesías
encomiásticas, morales, sagradas, fúnebres y traducciones en verso
 Teatro: loas, diálogos, bailes y entremeses
 En la lírica de Quevedo existe de todo: el Quevedo
Poesía doctrinal, poeta religioso, apocalíptico moralista, censor
sañudo, enamorado, el satírico, etc.
 Es el padre del conceptismo. El pensamiento, preñado
de contenido, debe buscar siempre su expresión en el
significado más profundo de la palabra, por medio del
contraste, la antítesis, la paradoja, la concisión, el juego
de palabras, y otros medios.
 Su vida cortesana le hace testigo de la decadencia
política de España, hecho que moldea en él un carácter
escéptico y da como resultado un hombre pesimista y
misógino.
Poemas

 Sus poemas amorosos están influenciados


por la corriente petrarquista que penetra en
España durante el Renacimiento. Prueba de Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra, que me llevaré el blanco día;
ello es el soneto “Cerrar podrá mis ojos la y podrá desatar esta alma mía
postrera” en el que el amor puede llegar a hora, a su afán ansioso linsojera;
mas no de esotra parte en la ribera
ser inmortal. dejará la memoria en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa:
Alma a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido.
Polvo serán, mas polvo enamorado.
 En los poemas filosóficos, el poeta reflexiona sobre el tema de la
Poemas 
vida como camino de transición hacia la muerte
Vivir es caminar breve jornada,
y muerte viva es, Lico, nuestra vida,
ayer al frágil cuerpo amanecida,
cada instante en el cuerpo sepultada.
 Nada, que siendo, es poco, y será nada
en poco tiempo, que ambiciosa olvida;
pues de la vanidad mal persuadida,
anhela duración, tierra animada.
 Llevada de engañoso pensamiento,
y de esperanza burladora y ciega,
tropezará en el mismo monumento.
 Como el que divertido el mar navega,
y sin moverse vuela con el viento,
y antes que piense en acercarse, llega.

Poemas
En los poemas morales, su poesía es una denuncia de los vicios sociales de su tiempo, pero también refleja su
carácter ascético y pesimista.

Madre, yo al oro me humillo, ¿A quién no le maravilla


Él es mi amante y mi amado, Ver en su gloria, sin tasa,
Pues de puro enamorado Que es lo más ruin de su casa
Anda continuo amarillo. Doña Blanca de Castilla?
Que pues doblón o sencillo Mas pues que su fuerza humilla
Hace todo cuanto quiero, Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Es don Dinero.
Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña; Es tanta su majestad,
Viene a morir en España, Aunque son sus duelos hartos,
Y es en Génova enterrado. Que aun con estar hecho cuartos
Y pues quien le trae al lado No pierde su calidad.
Es hermoso, aunque sea fiero, Pero pues da autoridad
Poderoso caballero Al gañán y al jornalero,
Es don Dinero. Poderoso caballero
Es don Dinero.
Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente Más valen en cualquier tierra
Todas las sangres son Reales. (Mirad si es harto sagaz)
Y pues es quien hace iguales Sus escudos en la paz
Al rico y al pordiosero, Que rodelas en la guerra.
Poderoso caballero Pues al natural destierra
Es don Dinero. Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
 En las sátiras políticas, Quevedo juega con fuego y
decide criticar a personajes de la alta vida social y
dirigencial del reino. Tan así que el siguiente poema
lo lleva a la cárcel

Crecen los palacios ciento en cada cerro,


y, al gran San Isidro, ni ermita ni entierro.

Poemas Madrid a los pobres pide mendigante,


y en gastos perdidos es Roma triunfante.

políticos Al labrador triste le venden su arado


y os labran de hierro un balcón sobrado.

Y con lo que cuesta la tela de caza


pudieran enviar socorro a una plaza.

Es lícito a un rey holgarse y gastar,


pero es de justicia medirse, y pagar.

Piedras excusadas con tantas labores


os preparan templos de eternos honores.
Poemas religiosos

¡Cuán fuera voy, Señor, de tu rebaño,

llevado del Antojo y gusto mío!

Llévame mi esperanza el tiempo frío,

y a mí con ella un disfrazado engaño.

Un año se me va tras otro año:

y yo más duro y pertinaz porfío

por mostrarme más verde mi Albedrío,

la torcida raíz do está mi daño.

Llámasme, gran Señor: nunca respondo.

Sin duda mi respuesta sólo aguardas,

pues tanto mi remedio solicitas.

Mas, ¡ay!, que sólo temo en Mar tan hondo,

que lo que en castigarme ahora aguardas,

con doblar los castigos lo desquitas.


Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado;

era un reloj de sol mal encarado,


érase una alquitara pensativa,
Poemas érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
burlescos Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egito,
las doce tribus de narices era;

érase un naricísimo infinito,


muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.
El poeta madrileño, a base de una buena dosis de poesía conceptista, desarrolla una lírica en la que
sobresalen las sátiras y los poemas amorosos. De los últimos, el poema se centra más en el hablante
lírico que en la amada donde la temática se basa más en la idea del cuerpo como prisión, recurriendo
al neoplatonismo, que en la belleza u otra cualidad de la amada. Donde llama la atención Quevedo es
en la batería de poemas a disposición para la crítica social descarnada que, si comparamos con la
crítica social que hace mención Beverly en Góngora, es más descarnada y directa. Si ya Góngora
clama por una sociedad codiciosa que lleva a España hacia su declive, Quevedo no duda en
denunciar el robo de riquezas por parte de los países comercializadores de las riquezas de América,
el igualitarismo perdido de las sociedades antiguas y las ruinas de España. Capítulo aparte son las
constantes diatribas a Góngora, a quien denostará constantemente (y viceversa) en poemas que hacen
mofa al aspecto físico, concepciones poéticas y comportamiento entre otros. Finalmente, Quevedo se
sitúa en una pregunta constante, casi existencialista, en cuanto a la vida, al tiempo y a la fugacidad
de éste que lo lleva a ponderar los elementos importantes del existir mas no sus fundamentos.

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