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SAN JUAN DE

LA CRUZ

POESÍA MÍSTICA
ESPAÑOLA
 Nace en Fontivero, vieja Castilla, con el nombre de Juan de Yepes y Álvarez en
1542. Su familia tiene ascendencia judía que se convierte al catolicismo. Debido a
la muerte de su padre cuando Juan tenía 3 años de edad, su madre se tuve que
llevar a su hermano Francisco y a Juan a Medina del Campo donde pudo encontrar
un trabajo. Allí, Juan entró a un colegio para niños pobres y huérfanos, mientras
también oficiaba como monaguillo en un monasterio agustino de monjas.
Comienza a estudiar en un colegio jesuita y, posteriormente, entra a la orden
carmelita en 1563. y también acude a estudiar a la Universidad de Salamanca, en
donde fray Luis de León enseñaba.
 Fue ordenado sacerdote en 1567, y en septiembre de ese mismo año conoce a

BIOGRAFÍA Santa Teresa de Jesús quien lo invita a unirse a los carmelitas, decisión que
ejecutará solo al año siguiente después de terminar sus estudios en Salamanca.
 Luego de muchos años como carmelita descalzo, la reforma a esta orden trajo
problemas entre los frailes y las pugnas entre reformistas y conservadores provocó
el encarcelamiento y tortura de San Juan en 1577, de la cual pudo escapar para
continuar con el proceso de reforma de la orden.
 Luego de ser nombrado como tercer consejero del vicario general para los
carmelitas descalzos, llega a Segovia en donde también es nombrado prior del
monasterio en 1588. El vicario general, padre Nicolás Doria, entra en conflicto
con San Juan y lo manda a un monasterio en Andalusia, muy aislado de otros
centros carmelitas. Allí cae enfermo y muere el 14 de diciembre de 1591.
LITERATURA ESPIRITUAL

 Se busca el camino a la perfección


 Ascética: busca el dominio de sí mismo y la purificación moral a través de la ejercitación del espíritu de manera
positiva (práctica de virtudes) y negativa (ruptura con el desorden ético).
 Mística: busca la experiencia directa de la esencia divina por parte del hombre con el acompañamiento eventual de
visiones, éxtasis o revelaciones

La experiencia mística vivida como tal es presentada siempre por definición como inefable: se supone que trasciende
toda vía y explicación racionales. Lo peculiar de San Juan es que arranca donde fray Luis y Santa Teresa parecen
detenerse, o de aquello de lo que los demás hablan tímidamente, desde el umbral mismo de la experiencia en la que
nos instala inmediatamente sin rodeos, sin que medien prácticamente, explicaciones de ningún género sobre el
proceso y sus peculiaridades
 San Juan de la Cruz, poeta místico quien, recurriendo al "canto a lo divino" trata de expresar la unión entre el alma y Dios por medio de las
palabras, aunque dicho acto posea una inefabilidad suprema. Desde el Cantar de los Cantares hasta la poesía tradicional, San Juan de la Cruz
busca ir más allá de la razón y representar esa unión de contrarios (la del ser y Dios) por medio de la sensualidad y espiritualidad.
 Con San Juan rara vez estamos a más de los dos pasos finales que en la escala mística llevan a la unión y al trance transfigurativo. Se trata de
una poesía amorosa cuyo contenido específico es el de las relaciones entre el ser humano y Dios. Entre sus fuentes destacan la tradición
popular, el Cantar de los cantares, Garcilaso de la Vega y la poesía renacentista de estirpe cortesana. La poesía de San Juan recupera una
fuerza erótica renacentista que sólo saliéndonos de los textos poéticos mismos entendemos que ha de referirse al amor divino.
 A diferencia de los otros poetas ascéticos y místicos es que, en sus textos, estos autores y autoras se dedican a la idea básica del rechazo del
mundo, a las sutilizas teológicas necesarias para describir detalladamente las diferentes escalas o moradas por las que hay que pasar para
llegar a la paradójica unión final que produce la plenitud de la vida, y que no es más que la muerte de toda conciencia. Como esta unión es
inefable, no hay palabras para expresar tal paradoja. Solo se puede aspirar a explicar racionalmente cómo sería tal realidad si pudiese
explicarse. En cambio, San Juan como inconsciente de la imposibilidad de decir lo inefable, da concreción poética absoluta a las metáforas y
vocablos de amor humano que emplea como si, de hecho, fuese ese el lenguaje real de la experiencia de la unión amorosa y sus goces. Así,
no hay en su poesía palabra para el amor, sino amor; para el goce, la palabra justa es goce.
NOCHE OSCURA

En una noche oscura, Aquesta me guiaba El aire de la


con ansias en amores más cierto que la luz del
inflamada mediodía almena,
¡oh dichosa ventura! a donde me esperaba cuando yo sus
salí sin ser notada, quien yo bien me sabía, cabellos esparcía,
estando ya mi casa en parte donde nadie
sosegada. parecía. con su mano serena
A oscuras y segura, ¡Oh noche, que guiaste! en mi cuello hería,
por la secreta escala, ¡Oh noche amable más que y todos mis
disfrazada, la alborada!
sentidos suspendía.
¡oh dichosa ventura! ¡Oh noche que juntaste
a oscuras y en celada, Amado con amada Quedé y olvidéme,
estando ya mi casa amada en el Amado
sosegada. transformada! el rostro recliné
En mi pecho florido, sobre el Amado;
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me
que entero para él solo se cesó todo, y
guardaba, dejéme,
veía,
allí quedó dormido,
ni yo miraba cosa,
y yo le regalaba, dejando mi cuidado
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón
y el ventalle de cedros aire entre las azucenas
daba.
ardía. olvidado.

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