• Sin embargo, esta no es la única definición posible puesto que el término

proviene también del latín plebs. Este se utilizaba en la antigua Roma para
hacer referencia a los no patricios (fundadores de Roma), es decir, a aquella
clase que no eran ni nobles ni esclavos, en otras palabras, el pueblo. De
hecho, el término plebs derivó en plebiscito, que significa decisión del
pueblo (Etimologías Latín, 2016). Además, existe otra teoría que afirma que
la palabra populismo en español proviene de la traducción del término
inglés “populism”, el cual a su vez era una traducción del término ruso
“Naródnichestvo”. Con ese nombre se designaba al, probablemente, primer
movimiento político populista de la historia. Naródnik era el nombre que se
asignó a los revolucionarios rusos de los años 1860 que luchaban por un
socialismo agrario (Lida, 2010).
• Las definiciones que aportan los diccionarios de este concepto
constituyen una segunda vía para tratar de seguir delimitando su
naturaleza. El diccionario de la Real Academia Española define el
término populismo como la “tendencia política que pretende 10
atraerse a las clases populares”, lo cual puede considerarse como una
definición muy amplia y ambigua (RAE, 2018).
Se encuentra en los diccionarios, por tanto, la confirmación con
respecto a los significados aportados por la etimología. El
populismo busca defender al pueblo llano de las elites que
ostentan el poder, que son consideradas como contrarias al
interés general y que, en consecuencia, deben ser desocupadas
del poder. Entendemos así que el populismo sería un
movimiento íntimamente ligado con la idea de crítica,
desafección e incluso revolución contra los gobernantes y la
aspiración de arrebatarles el poder y de hacerse con el
gobierno para dar cumplimiento a las aspiraciones del pueblo.